La Teoría de las Inteligencias Múltiples plantea que la
inteligencia no debe ser considerada un sistema unitario que
agrupa diferentes capacidades específicas con distinto nivel
de generalidad, sino que se trata de un conjunto de
inteligencias múltiples que guardan un relativo nivel de independencia.
1. TEORÍA DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
Fuentes:
Gardner, H. (2001). La inteligencia reformulada. Las inteligencias múltiples en el siglo XXI.
Barcelona: Paidós
Gardner, H. (2000). La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva.
Barcelona. Paidós.
Gardner, H. (1999). Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. Barcelona: Paidós.
Gardner, H. (1983). Frames of mind: the theory of multiple intelligences. New York: Basic
Books.
Desarrollo:
Howard Gardner –profesor de Psicología y Ciencias de la Educación en la Universidad de
Harvard–, propuso la Teoría de las Inteligencias Múltiples en 1983 en su libro “Frames of
Mind: the theory of multiple intelligences”. En el mismo plantea un modelo donde la
inteligencia no es considerada un sistema unitario que agrupa diferentes capacidades
específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un conjunto de inteligencias
múltiples que guardan un relativo nivel de independencia. Además, Gardner (2000) define a la
inteligencia, en un sentido general, como la habilidad para resolver problemas o enfrentar
situaciones conflictivas de manera coherente e ingeniosa, y para diseñar o crear producto y/o
servicios valorados, al menos, por una cultura particular. De acuerdo a esta definición, el
concepto de inteligencia se modificaría a través del tiempo debido a que también cambia lo
que las distintas culturas valoran.
En la Teoría de las Inteligencias Múltiples postuló que todos los seres humanos poseen, al
menos, siete inteligencias relativamente independientes y que difieren en su relativa fortaleza
y debilidad (Gardner, 1999). A continuación se describirán cada una de ellas:
1. Inteligencia lingüística: Se trata de la capacidad de utilizar el lenguaje de manera
efectiva, en forma oral o escrita, para informar, comunicar, persuadir, entretener, etc.
Incluye la habilidad en el uso de la sintaxis, la fonética, la semántica y, también, en los
usos pragmáticos del lenguaje (retórica, explicación, etc.). Este tipo de inteligencia la
poseen los alumnos a los que les atrae redactar historias, leer, jugar con rimas, y en los
que aprenden con facilidad otros idiomas. Un alto nivel de esta inteligencia se ve, entre
otros, en escritores, poetas, periodistas y oradores.
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2. 2. Inteligencia lógico–matemática: Se trata de la capacidad de resolver cálculos
matemáticos y de realizar deducciones lógicas con contenidos concretos y abstractos.
Los alumnos que poseen este tipo de inteligencia se acercan a los cálculos numéricos,
estadísticas, etc. con entusiasmo. Además, son capaces de utilizar el pensamiento
abstracto aplicando la lógica y los números para establecer relaciones entre distintos
datos. Es decir, se destacan en la resolución de problemas, en la capacidad de realizar
cálculos matemáticos complejos y en el razonamiento lógico. Las competencia básicas
que poseen son: razonar de forma deductiva e inductiva, relacionar conceptos, operar con
números, resolver problemas, etc. Un alto nivel de esta inteligencia la poseen, entre otros,
los siguientes profesionales: científicos, matemáticos, contadores, ingenieros, analistas de
sistemas, etc.
3. Inteligencia musical: Se evidencia en la capacidad de percibir, distinguir, transformar y
expresar el ritmo, el timbre y el tono de los sonidos musicales. Quienes poseen este tipo
de inteligencia perciben al mundo que los rodea en términos de sonidos –Maurice Ravel
dijo en una entrevista: “pienso en sonidos”–. Los alumnos que poseen esta inteligencia se
sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan la
música siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto
rítmicamente. Este tipo de inteligencia está presente en compositores, directores de
orquesta, críticos musicales, músicos, luthiers y oyentes sensibles, entre otros.
4. Inteligencia espacial: Corresponde a la capacidad de entender, percibir, internalizar y/o
transformar el espacio que rodea a los individuos. Se evidencia en la capacidad de
apreciar con certeza las imágenes y las estructuras; de poder representar gráficamente las
ideas, las formas, el espacio y sus interrelaciones. También se la puede definir como la
habilidad de pensar y formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones. La
poseen los alumnos que estudian mejor con gráficos, esquemas, cuadros. A los mismos,
les gusta hacer mapas conceptuales y mentales, y entienden muy bien planos y croquis.
Este tipo de inteligencia está presente, entre otros, en arquitectos, pintores y escultores.
5. Inteligencia kinestésica–corporal: Se refiere a la habilidad de utilizar el propio cuerpo
para expresar ideas y sentimientos. Son personas que poseen coordinación, equilibrio,
destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad para realizar movimientos corporales. Este tipo
de inteligencia la poseen los alumnos que se destacan en actividades deportivas, danza,
expresión corporal, etc. Un alto nivel de esta inteligencia la poseen, entre otros, los
bailarines, los atletas, etc.
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3. 6. Inteligencia intrapersonal: Es la capacidad de introspección que permite conocerse a sí
mismo, reconocer las fortalezas y debilidades propias, y de actuar consecuentemente
sobre la base de ese conocimiento. Este tipo de inteligencia la evidencian los alumnos
reflexivos, que tienen un razonamiento acertado y que suelen ser consejeros de sus pares.
La misma, está muy desarrollada, entre otros, en teólogos, filósofos y psicólogos.
7. Inteligencia interpersonal: Es la capacidad de entender e interactuar con otros de manera
efectiva. Consiste en poder percibir y discernir los diferentes estados emocionales y
motivos de los demás, y de responder adecuadamente a sus acciones. Incluye la
capacidad de identificar las expresiones faciales, en tono de voz, los gestos y las posturas
de los demás, y la habilidad para responder adecuadamente en base a este conocimiento.
Los alumnos que tienen este tipo de inteligencia disfrutan trabajando en grupo, y son
convincentes en sus negociaciones con pares y adultos. Este tipo de inteligencia está
presente, entre otros, en actores, políticos, buenos vendedores y docentes exitosos.
Posteriormente, Gardner (2001) incluyó dos tipos de inteligencia más:
8. Inteligencia naturalista o medioambiental: Es la capacidad para percibir, distinguir y
comprender cualidades y patrones de comportamiento en la naturaleza (medioambiente,
objetos, animales y plantas), tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye
las habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento del entorno
de los individuos. Se manifiesta en los alumnos que aman a los animales, las plantas.
Además, reconocen y les gusta investigar características del mundo natural y del hecho
por el hombre. Este tipo de inteligencia la poseen en alto nivel, entre otros, la gente de
campo, los botánicos, los cazadores, los ecologistas y los paisajistas.
9. Inteligencia existencial o trascendente: Es la capacidad de situarse a sí mismo con
respecto al cosmos y, además, le interesa reflexionar sobre determinadas características
existenciales de la condición humana como, por ejemplo, el significado de la vida y la
muerte, el destino final del mundo, etc. En este caso, los individuos tienen inquietudes
por cuestiones esenciales y esta inteligencia representaría el aspecto más cognitivo de lo
espiritual. La clave de esta inteligencia es la inclinación que tienen los seres humanos a
formularse preguntas fundamentales acerca de la existencia, por ejemplo, ¿quiénes
somos? ¿por qué existimos?, ¿por qué morimos?. Además, Gardner señala que todavía no
se estableció una localización neurológica de la misma. Este tipo de inteligencia la
poseen en mayor grado, entre otros, sacerdotes, rabinos, líderes espirituales, etc.
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4. Cada ser humano posee una especial combinación de estas inteligencias, que le es propia y lo
hace único e irrepetible. Sin embargo, este hecho no es considerado adecuadamente en el
ámbito educativo. Al respecto, las instituciones educativas, por lo general, utilizan una
metodología que está dirigida a desarrollar, fundamentalmente, las inteligencias lingüística y
lógico–matemática. En la actualidad, comienzan a considerarse relevantes el resto de las
inteligencias desarrolladas en la Teoría de las Inteligencias Múltiples. .
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