La estrategia Disney consta de tres fases - el soñador, el realista y el crítico - que se usan de forma circular para desarrollar proyectos de manera creativa. El soñador genera ideas sin restricciones, el realista analiza y descarta ideas no viables, y el crítico evalúa debilidades para mejorar el proyecto, lo que puede requerir volver a fases anteriores para modificar ideas. Mantener cada fase separada maximiza la capacidad creativa.