El documento propone medidas para lograr una educación inclusiva de calidad para todos los estudiantes en España. Plantea que es necesario identificar tempranamente las necesidades de los estudiantes con discapacidad, capacitar adecuadamente a los maestros, y garantizar los recursos de apoyo necesarios a lo largo de todas las etapas educativas para asegurar la igualdad de oportunidades.
1. PACTO POR LA EDUCACIÓN
PROPUESTA DEL CERMI
PRINCIPIOS DE ACCIÓN PARA UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA
Acorde con los objetivos educativos planteados por la Unión Europea para los
próximos años, y en el marco de la actual legislación educativa española, el “Pacto por
la Educación” debe ofrecer a todo el alumnado, y en todos los niveles del sistema, una
educación y una formación de calidad.
Esto supone la exigencia de lograr una inclusión educativa eficaz que se rija por los
principios de atención a la diversidad y de normalización, garantizando una igualdad
efectiva de oportunidades y conciliando la calidad con la equidad en el reparto de
los recursos y los apoyos que sean necesarios para compensar las desigualdades
individuales, en particular, las derivadas de la discapacidad. En coherencia, asimismo,
con la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(2007), que reconoce de manera específica, y entre otros, su derecho a la educación
(art.24).
Si bien en España se han observado avances legislativos importantes en estos últimos
años en relación con las personas con discapacidad, tanto en materia de igualdad de
oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal, como en materia de
educación, la inclusión educativa del alumnado con discapacidad constituye hoy una
cuestión no resuelta por las Administraciones educativas españolas.
De manera específica, la La Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE) en el título II,
dedicado a la equidad en la educación, establece los principios que han de regir la
escolarización del alumnado con discapacidad y la disposición de los recursos
personales y materiales que sean necesarios para su adecuada atención educativa, de
tal forma que puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades
personales y, en todo caso, los objetivos y competencias establecidos con carácter
general para todo el alumnado.
Para alcanzar este objetivo, es necesario que en el ámbito educativo se desarrollen de
manera efectiva las siguientes medidas de acción positiva que aseguren la igualdad
de oportunidades y garanticen una educación de calidad para el alumnado con
discapacidad:
Es imprescindible y fundamental identificar tempranamente las necesidades
educativas de este alumnado con objeto de poder iniciar su atención integral,
regida por los principios de inclusión, igualdad de oportunidades y accesibilidad
universal, desde el mismo momento en que dichas necesidades sean identificadas.
A tal fin, las Administraciones educativas, promoverán tanto en la formación
inicial como en la formación permanente del profesorado y de los
profesionales responsables de la orientación educativa, una adecuada
cualificación y actualización competencial que adecue su intervención a las
necesidades educativas del alumnado con discapacidad, a la evolución de éstas al
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2. progreso médico, científico y tecnológico que, día a día, introduce mejoras en su
situación personal y educativa.
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3. Con objeto de asegurar no sólo el acceso, sino también la permanencia y la
promoción del alumnado con discapacidad dentro del sistema educativo, las
Administraciones educativas habrán de garantizar la adecuada disposición de
los recursos de apoyo que cada alumno/a con discapacidad precise a lo
largo de todas las etapas, incluidas las no obligatorias, que le permitan la
accesibilidad física, a la comunicación, a los contenidos de aprendizaje, a las
nuevas tecnologías y a las distintas actividades que se realicen con carácter
general para todo el alumnado, acorde con los principios de igualdad de
oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal marcados por la
legislación en esta materia.
Asimismo, las Administraciones educativas deben potenciar sus esfuerzos para
facilitar el tránsito del alumnado entre etapas mediante la elaboración de
adecuados programas de coordinación entre el profesorado que imparte los
diferentes niveles y la adecuada orientación psicopedagógica a este alumnado,
con objeto de proporcionar información y asesoramiento al alumno/a y a su familia
acerca de las opciones educativas y laborales que mejor respondan a sus
capacidades y aptitudes, orientándole en su proceso de formación, facilitándole, de
esta forma, su posterior inserción en el mundo laboral.
Madrid, septiembre de 2009
Mª Luz Sanz Escudero
Presidenta de la Comisión de Educación y Cultura del CERMI
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4. JUSTIFICACIÓN DE LA PROPUESTA DEL CERMI
Las entidades de la discapacidad integradas en el Comité Español de Representantes
de Personas con Discapacidad-CERMI coincidimos en señalar que la actual
legislación educativa (Ley Orgánica de Educación y sus normas de desarrollo)
consagra el principio de CALIDAD de la educación para todo el alumnado, en todos los
niveles educativos, buscando garantizar al alumnado una igualdad efectiva de
oportunidades.
Sin embargo, como la propia legislación sobre la materia establece, no se puede
hablar de calidad si, al mismo tiempo, no se contempla la EQUIDAD: la disposición de
apoyos y recursos necesarios para dar respuesta a las necesidades individuales de
cada alumno y así garantizar la igualdad de oportunidades, la inclusión educativa y la
no discriminación. La equidad actúa como elemento compensador de las
desigualdades de todo tipo y, en nuestro caso particular, de las derivadas de la
discapacidad.
Y es por ello por lo que trabajamos desde el sector de la discapacidad integrado en
torno al CERMI, pues consideramos que todavía falta dotación presupuestaria,
recursos adecuados, profesorado suficiente y debidamente cualificado y preparado,
etc.
De esta forma, podemos señalar tres cuestiones prioritarias no siempre resueltas
sobre las que se debe trabajar con objeto de lograr la inclusión del alumnado con
discapacidad:
La detección precoz de las necesidades específicas de apoyo educativo,
singularmente aquellas asociadas a discapacidad, que permite el
aprovechamiento del periodo crítico de aprendizaje en los niños y niñas y que, en
estas circunstancias, determina de forma irreversible su futuro desarrollo y sus
aprendizajes posteriores.
En todo caso, las evaluaciones diagnósticas tomarán en consideración de forma
prioritaria a esta población escolar con la previsión de recursos de apoyo para la
intervención inmediata a la detección.
La disposición adecuada y estable de los recursos de apoyo que precisa
cada alumno/a en función de las necesidades educativas asociadas a su
discapacidad.
Frecuentemente se observa una falta de coherencia en el sistema, especialmente
en el paso de una etapa a otra, al no haber una identificación y planificación de los
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5. recursos necesarios en cada caso, teniendo que adaptarse el alumno/a al recurso
disponible y no a la inversa.
Esto hace que se produzca una elevada tasa de abandono entre el alumnado con
discapacidad, con las consecuencias que todo ello tendrá sobre su posterior
integración socio-laboral.
La formación, inicial y continua del profesorado con conocimiento de los
diversos recursos didácticos, tecnológicos… actuales, permite atender en igualdad
de oportunidades y en términos de calidad y equidad a este alumnado, conforme a
lo establecido por la Ley 51/2003 en relación con el desarrollo de competencias
incluidas en el currículo de diseño para todos.
Dentro de los planes de formación permanente del profesorado dirigidos a logar
una educación de calidad para todo el alumnado, es importante que los
profesionales de la comunidad educativa reciban formación específica para la
atención del alumnado con necesidades educativas especiales. Máxime si se
tienen en cuenta los avances tecnológicos y pedagógicos experimentados en los
últimos años en relación con este alumnado y que abren nuevas y mejores
posibilidad de inclusión educativa para ellos.
Particularmente preocupa que, en el proceso de convergencia europea, con las
nuevas titulaciones de grado y master vaya a ser suficiente y adecuada la
capacitación en relación con la atención a las necesidades educativas especiales y
que se mantenga, o mejor dicho, se potencie el adecuado nivel de especialización
que se requiere para dicha atención.
En definitiva, es necesario que en el ámbito educativo se desarrollen de manera
efectiva las medidas de acción positiva que aseguren la igualdad de oportunidades y
garanticen una educación de calidad para el alumnado con discapacidad que, además
de ser un compromiso adquirido por la administración educativa, le corresponde, por
derecho, a los niños, niñas y jóvenes con discapacidad.
Madrid, septiembre de 2009
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