2. Objetivos de los
Gobiernos
Conservadores
Estabilidad interna del país:
Constitución de 1833 y gobiernos
decenales.
Crecimiento y Desarrollo económico:
Llegada de intelectuales extranjeros
al país y desarrollo de diversidad de
infraestructura.
Consolidar la soberanía en el territorio
nacional: llegada de extranjeros
alemanes al sur del país y fundación
de ciudades, por ejemplo, Punta
Arenas.
3. Movimiento Intelectual
En 1842 surgía la Sociedad Literaria, integrada
por estudiantes del Instituto Nacional, alumnos
de Andrés Bello y presidida por Francisco
Bilbao.
Más tarde Bilbao fundaría, en 1850,
junto a Santiago Arcos, la Sociedad
de la Igualdad.
Influencias Intelectuales:
José Joaquín de Mora (1783-1864)
Poeta y literario español, de tendencias
liberales. Sólo permaneció en Chile tres años,
en los cuales intervino en la política y dirigió
un colegio. Andrés Bello (1781 -1865)
De gran importancia en la
literatura y en el desarrollo
intelectual de América- No sintió
jamás inclinación por la política,
4. Discípulos de Andrés Bello: Lastarria, Barros
Arana, Matta, Tocornal, Sanfuentes y sus propios
hijos.
Principales obras: El derecho de gentes (1832)
La Gramática castellana para el uso de los
americanos (1847)
Código Civil (1855)
Del movimiento del 42 surgió la primera generación de
escritores nacidos y formados bajo el régimen
republicano.
- Principales Representantes: José Joaquín Vallejo.
Salvador Sanfuentes, José Victorino Lastarria y Eusebio
Lillo.
5. Gobierno de Manuel Montt
(1851 - 1861)
Nació en Petorca el 4 de septiembre de
1809.
El 18 de Septiembre de 1851 fue electo
como Presidente de a República.
Su Gobierno: El Gobierno de Manuel
Montt estuvo pleno de
progreso y desarrollo
material, institucional
y cultural.
Se realizaron diversas
obras públicas.
Se reorganizó la
Hacienda Pública, se
modificó el sistema
tributario y se implantó
el impuesto
denominado
“catastro”, el que
reemplazó al antiguo
“diezmo”.
6. Entre 1851 y 1861 se establecieron más de 500
escuelas públicas de ambos sexos.
Nuevas reformas educacionales.
Se dictó el Código Civil y la Ley de Municipalidades.
Revolución de 1851.
7. Revolución de
1851
Montt había asumido el poder en medio de una revolución que
había estallado en La Serena y Concepción. Este movimiento
armado iba dirigido en contra del excesivo autoritarismo y
centralismo del gobierno, y a favor de la ampliación de la
libertad electoral.
En el sur, el general De la Cruz se enfrentó el 8 de diciembre
de 1851 con las tropas del gobierno, dirigidas por Bulnes, en la
batalla de Loncomilla. Allí De la Cruz sufrió una gran derrota,
donde seis días después se sometió al gobierno mediante la
capitulación de Purapel, concluyendo de esta manera la
revolución en el sur.
En La Serena, las tropas enviadas desde Santiago sitiaron la
ciudad, y cuando se supo de la capitulación del general De la
Cruz, los rebeldes se quedaron sin jefes responsables, lo que
produjo desmanes. Finalmente, los sublevados abandonaron la
ciudad, la que fue ocupada por las fuerzas leales al gobierno
en diciembre de 1851, dando fin a la revolución en el norte.
Para evitar nuevos actos revolucionarios, la mayoría del
Congreso aprobó prorrogar por catorce meses más de una ley
de facultades extraordinarias, esto dotó al presidente Montt
de amplios poderes políticos.
8. La Cuestión del Sacristán
Este año, el cabildo de la catedral de Santiago entró en conflicto con el vicario
del arzobispado, debido a que el sacristán mayor separó de su cargo a un
sacristán sin consultar al cabildo eclesiástico. Después de una serie de disputas,
los canónigos acudieron a la Corte Suprema, instancia que no fue reconocida
por competente por el arzobispo Valdivieso. Sin embardo, la Corte ordenó
restituir al sacristán en su puesto y amenazó al arzobispo con el destierro si no
cumplía la sentencia. Valdivieso acudió a presidente, quien le hizo ver la
necesidad de acatar el fallo. Finalmente, la cuestión no pasó a mayores ya que
los canónigos desistieron de sus demandas, lo que puso fin al conflicto.
La importancia de este conflicto radica en la división del grupo conservador,
que había dominado el escenario político desde 1830 en dos bandos:
Nacionales o monttvaristas: quienes defendían el principio de autoridad y la
subordinación de la Iglesia al Estado. Eran partidarios de fortalecer la economía
y de impulsar el desarrollo de una educación laica desde el Estado.
Conservadores: inicialmente defendieron el régimen autoritario consagrado en
la Constitución de 1833 y se opusieron, por lo tanto, a su reforma. Más tarde
con el objetivo de obtener mayor espacio de acción en la vida pública, lucharon
por terminar con el autoritarismo presidencial y por obtener la libertad de
enseñanza.
9. Revolución de
1859
La política autoritaria aplicada por Montt, la cuestión
religiosa y también el temor de que el presidente
impusiera al próximo jefe de Estado, hizo que los liberales
y los conservadores se unieran (fusión liberal –
conservadora) para enfrentar a los nacionales. Ante esto,
el gobierno reaccionó agresivamente, decretando el
estado de sitio y endureciendo sus medidas en contra de
la oposición.
En un ambiente de creciente descontento, estalló a
principios de enero de 1859 una revolución. Esta se
propago rápidamente en Copiapó, La Serena, San Felipe,
Talca, Concepción y otras ciudades. Todos los focos
revolucionarios fueron sofocados, excepto en Copiapó,
donde el rico minero Pedro León Gallo formó un pequeño
ejército con el que se enfrentó a las fuerzas del gobierno.
Tras ser derrotado en el combate de Cerro Grande, Gallo
se dirigió a la Argentina, hecho que cerró el capítulo
revolucionario.
La oposición temía que el presidente impusiera para el
próximo período presidencial a Antonio Varas. Pero éste,
en un gran gesto conciliador, renunció a su candidatura.
Ante esa situación, el partido Nacional eligió a José
Joaquín Pérez como candidato a la presidencia.
10. Como consecuencia de las revoluciones de 1851 y
1859, sumado a la “Cuestión del Sacristán” surgió el
Partido Nacional y la formación de la extraña coalición
liberal conservadora, la cual terminaría dominando el
proceso de transición que llevó a los liberales al poder
en 1861.