1. La escritura a través de la educación: Perspectiva de la caligrafía y
producción de textos
Carmen Serrano Bruno
La escritura como proceso resulta pieza medular en todo sistema educativo. Utilizarla
sería inútil si se deja a un lado el cómo llevarla a cabo, el por qué es importante su uso y el para
qué aplicarla. Durante muchos años, la educación básica en Puerto Rico, estuvo, en gran escala,
dirigiendo el proceso de escribir de manera incompleta. Responsablemente y por compromiso se
le enseñaba al alumno a trazar símbolos, convirtiéndolo en “pendolista”. Acción que descuidó en
cierto modo la intencionalidad lingüística que conlleva el acto: Transferir el mensaje oral a un
código escrito.
El origen de la escritura, según fue adoptado desde la Mesopotamia o Egipto, y su uso ha
permanecido claro por siglos. El hombre necesita comunicarse. Un pueblo establece y traspasa
su legado de generación en generación. Por lo que es sumamente importante conservar unas
costumbres, unas tradiciones, un vocabulario, unas ideas y características. Este acto sería
plasmado en diferentes soportes y de diversas maneras. Algunas veces se preservan para uso
privado, otras para hacerlo público. Lo fundamental del proceso es que el sistema de signos que
se utilice sea comprendido por el receptor para que se capte el mensaje.
Es, por lo descrito anteriormente, que el educador puertorriqueño tiene una delicada
misión. Debido a que no sólo se enseña a entender el código sino que resulta de igual calidad el
transmitirlo correctamente. En los últimos años, se describe el proceso de escribir con el fin de
2. producir textos (Marín (2008), Belencishi (2013), entre otros.) Sin embargo, este proceso se
lleva a cabo en tres etapas primordiales, que como menciona Blanco y Sánchez (2014), se haría
de manera equivocada si solo se estudia un lado de la escritura. Considerando lógico que para
comunicar una idea por medio de la escritura hay que aprender a trazar los símbolos. Siendo esta
la primera etapa del proceso de escribir. El niño desde muy temprana edad, se prepara para la
escritura, aprendiendo a decodificar y codificar. Usa el elemento alfabético indicado y se somete
a la práctica del trazado, cuya finalidad básica es la legibilidad.
Algunos estudiosos del tema consideran que la parte manual de enseñar a escribir los
trazos no es lo primordial porque se distancia de expresar el lenguaje. Sin embargo, este
elemento de la caligrafía no debe desligarse ni obviarse. Aunque el propósito fundamental
consista en llevar un mensaje claro, si no se enseña a trazar el símbolo, no se lograría. El proceso
mecánico de la escritura es una destreza sicomotriz; mediante la cual se aprende a escribir
palabras y oraciones (González, 2008). Ese ejercicio practicado con regularidad y de manera
progresiva permite que se logre la soltura y la legibilidad al escribir.
Por otro lado, se encuentran los que insisten en la evolución de la tecnología.
Descartando en el futuro, la mecánica del escribir como ente de aprendizaje necesario integrado
al currículo escolar. Las investigaciones deben hacerse de manera responsable y ética. Muchos se
preguntan para qué enseñar a escribir, hablando en términos caligráficos, si la tecnología avanza
y existen las computadoras. Definitivamente, la tecnología avanza, pero dónde queda el daño que
pueda causar al sistema neurológico, sicomotor y creativo.
De otra parte, se encuentra el hecho de la accesibilidad de todos los seres humanos a los
artefactos tecnológicos. No es solo adquirirlo, sino mantener su funcionalidad y adaptabilidad a
3. la evolución. Además, está más que probado la necesidad de actividades manuales que ayudan a
crear seres funcionales y capaces para trabajar individualmente. Sumando, entre tantos factores,
aspectos esenciales para dedicarle el tiempo que merece el aprendizaje de trazar letras. Algunos
profesores argumentan que se enseña a trazar por tradición, no por necesidad. Ellos desconocen
la importancia que conlleva este proceso mecánico para el mejor desarrollo neurológico y
sicomotor del niño (Levy, 2008)
Una vez, se inicia en el proceso, pasa a la segunda fase, la transcripción mecánica o
transcripción por conocimiento adquirido. Durante el cual se preservan ideas, conceptos y
cualidades. Esta establece el aprendizaje de la escritura en el estudiante. Ciertamente, a esta
etapa se le ha dedicado mucho tiempo. Años atrás, el estudiante era guiado por su maestro para
copiar textos de otros. Rara vez, se dirigía el proceso a la creación o producción de textos.
Desvirtuando la finalidad primordial de la escritura, que insiste en que el niño pueda comunicar
sus ideas, y convirtiendo el proceso en uno de refinamiento de trazos o en uno de cumplimiento
del deber escolar. En la actualidad, se enfatiza en ella por medio de la lectoescritura y, se supone,
que incluya la escritura cursiva.
Investigadores coinciden en la pobre ejecución que el alumno muestra al escribir. La cual
deriva de la enseñanza automatizada de un “libreto”. Si el maestro no aprendió el cómo enseñar a
escribir, no puede enseñar el proceso (González (2008), Gómez (2007)). Por lo que recurre a
guías o libros diversos y muchas veces, alejados de todo currículo. Situación que se complica al
tener que seleccionar el tipo de letra o cambiar de una letra de “molde” al tipo cursivo. Más allá
de aspectos lingüísticos o de actitud, se anteponen los didácticos. Puesto que el factor tiempo y
el evaluativo determinan la inclinación en el contenido a escoger por el maestro. Entonces, esta
4. segunda etapa se convierte en un proceso monótono para el estudiante y bastante distante
lingüísticamente hablando.
La producción de textos escritos constituye la tercera etapa del proceso. Algunos teóricos
y estudiosos del tema la consideran la más importante. De hecho, es para ellos, la única fase de
vital importancia. En especial a nivel universitario, donde los estudiantes, deberían demostrar su
habilidad adquirida en la escritura. Esta se basa en varias teorías del proceso de escribir. Por lo
que Cadena (2009) la describe como un proceso de composición para elaborar escritos de
diferentes contextos cuyo fundamento principal lo constituye el conocimiento esencial de la
lengua. Tomando relevancia la propuesta en el modelo de Flower y Hayes (Marín (2008),
Belencishi (2013)), donde se establecen las elecciones que adopte el autor en la planificación,
redacción o textualización y revisión del texto. Así como, la variedad de procesos a las que
recurre mental e intelectualmente para producir.
La tercera etapa desarrolla la adquisición de un estilo propio. El autor transmite sus ideas.
Permite que se escuche por medio del signo escrito, su voz interior. Durante este proceso, el
docente debe enseñar elementos estructurales de la gramática y de los aspectos lingüísticos
correspondientes. De tal manera que el alumno conciba la lengua como una actividad textual de
gran significado y no solo como una composición oracional (Marín, 2008). La frase clave estriba
en “enseñar el proceso”. Por lo que no debe convertirse la actividad en una dinámica de
meramente corregir el producto.
El proceso de escribir consta de pasos importantes y relevantes que intentan plasmar, en
un texto, los conocimientos almacenados en la memoria. Así como transmitir el mensaje y
comunicar ideas de forma clara y concisa. El reto de todo educador de lengua es enseñarlo con
5. mucha responsabilidad. Por lo que debe apoderarse del mismo para que con mucha confianza
pueda dirigir a su estudiantado en el desarrollo pleno del mismo. Investigar, estudiar y aplicar los
conocimientos adquiridos generan un ciclo procesal que permea en cualquier individuo. La vida
es un proceso continuo de aprendizaje. Definitivamente, todo elemento que le acompaña
constituye, a su vez, un proceso.
Desarrollar la escritura es un proceso que se enseña, se revisa constantemente y se
estructura. Cada etapa en si misma establece su propio proceso. En cada una de ellas puede haber
una planificación, textualización y revisión del proceso. Hacerlo correctamente denota
interiorización y exteriorización de ideas que se comunicarán con efectividad. También, se
construirá en cada estudiante un ciudadano capaz de adueñarse del mismo y mostrar la seguridad
y confianza necesarias para demostrarles a todos el dominio de sus competencias.
Referencias:
• Belencishi (2013) Modelo de Flower y Hayes. La escritura. www.slideshare.com
• Blumenfeld, S. (2006). How Should We Teach Our Children to Write? Cursive
First, Print Later! ERIC www.donpotter.net
• Cadena Ayarzagoitia, Amabeli R. Definición de redacción. Uso adecuado de la lengua
escrita. Recuperado el 12 de febrero de 2010, de
www.usoadecuadodelalenguaescrita.blogspot.com
• Diccionario DE (2014). Escritura www.definición.de
• Diccionario de la Lengua Española (2014) Escritura. www.rae.es
• El Virrey (2012). Caligrafía en Tiempos de Internet: Los Niños Escriben Menos y
Peor… Periódico Digital de Argentina. www.periodicoelvirrey.com.ar
6. • Etcheverry, G. J. (2012) La Importancia de la Letra Cursiva.
www.elixiresparaelalma.com.ar
• Fernández, A. & Gairín, J. (2010) Escritura. Didáctica de la Escritura. Editorial
Humanitas, Barcelona, España. Págs. 7-25 www.accelera.uab.cct
• Gómez, Luis Felipe. Caligrafía y legibilidad. Correo del maestro, núm. 131.
Certidumbres e incertidumbres, abril 2007
• González, Susana B. La escritura en la escuela. Recuperado el 12 de febrero de
2010, www.educar.org/artículos/aprendizaje.asp
• Graves, D. H. (1985). All Children Can Write. University of New Hampshire Learning
Disabilities Focus, http://www.ldonline.org
• Levy, Daniel. La escritura cursiva-Reflexiones. Escritura Cursiva-Una habilidad que se
está perdiendo. Recuperado el 12 de febrero de 2010, de www.english.com
• Marlow, E. (2001). Assessing Handwriting Achievement. ERIC
• Marin, M. (2008) Lingüística y Enseñanza de la lengua. Ed Buenos Aires, Aique
• Sandavol, C. (2012) La Letra Cursiva, importante saber porque… Temas de
Grafología. Revista Mundo Mujer, Chile Recuperado en:
www.grafologiamm.blogspot.com