La apetencia como arte interpretativo Comestible y Acto cultural
1. La geometría de la fruta se basa en una figu-
ra elemental: el círculo. Este se presenta en
todas las frutas, definiéndose como la base
de lo frutos y por lo tanto recibiendo cualida-
des de este como son la curva y las figuras
cerradas.
Que es una fruta? La biología la define como
el producto del desarrollo de una flor, en el
que quedan contenidas las semillas para su
desarrollo y protección. Pero hay más que
decir que un solo contenedor, la fruta es color,
textura, geometría y tramas que se relacionan
y construyen lo apetitoso de la fruta.
También dice de lo apetitoso los colores in-
tensos o saturados y texturas porosas que
construyen lo brillante de los colores.
2. La geometría de la textura de la frutilla
se basa en un orden de relación de sus
poros, a la vez en su interior se reitera
esa forma alargada
Las formas curvas y serradas son propias de
algunas frutas formándose pequeñas densi-
dades en donde varia su espesor
Los contras de los colores más saturados
dicen de un tiempo de la fruta
La naranja, se contiene a sí misma, es decir
tiene que ver con una medida que contiene,
por ejemplo al ver una se sabe en qué mo-
mento está podrida o no. Al introducirnos en
la dimensión del bocado se nota que esta tie-
ne esa medida que permite la partición y por
consecuencia permite el compartir.
Se construye el espesor a través de la densi-
dad de los colores y su superposición
Las tramas apetitosas dicen de lo frutoso a
través de las formas curvas y cerradas, la
asimetría es otro elemento que habla de ese
deseo
3. La utilización del contraste hace que se apun-
te la atención en una superficie, en este caso
la atención esta puesta en le amarillo como
superficie mayor y un color más brillante. Este
atención revela una situación de poca ape-
tencia al relacionarse estos colores a lo vene-
noso y no apetitoso
Cambiando el orden de los colores se denota
el amarillo como color secundario en la tra-
ma, y al notarse más el morado como color
más oscuro se equilibra el contraste llamando
a la apetencia
Las formas cerradas y ovaladas conforman
lo frutoso, y el contraste detiene la atención
armándose la unidad y el total
4. La medida del bocado es la síntesis de la
trama, aquí aparecen los conceptos básicos
de la apetitoso como son los contrastes las
figuras cerradas u circulares y la construcción
de espesores a través de la densidad de los
colores
Propuesta final
5. La apetencia como arte
interpretativo
Comestible y Acto cultural
Cotidianamente hacemos uso
de frases como: - “tengo mu-
cho apetito”- , para referirse a
la sensación de hambre que se
esta experimentando. Esta frase
tiene un error de significado, el
error recae en la utilización de
la palabra apetito, ya que la fra-
se correcta es: - “tengo mucha
hambre”-.
Se tiende a confundir estos dos
conceptos que están estrecha-
mente relacionados haciéndose
uso del concepto de forma equi-
vocada confundiendo APETITO
con HAMBRE.
El HAMBRE por definición co-
rresponde a una necesidad fisio-
lógica, siendo definido como un
“conjunto de sensaciones pro-
vocadas por la disminución de
los depósitos de nutrientes” y por
otro lado el APETITO es; el impul-
so instintivo que lleva a satisfacer
deseos o necesidades”, o tam-
bién definido como; “el deseo de
comer”. Como notamos en estas
dos definiciones existe la idea de
apetencia no como un resolutivo
biológico, sino como una relación
de placer o deseo, más que una
necesidad.
La apetencia como arte
interpretativo comestible
Como bien lo dice su definición
apetito es un impulso o deseo;
¿pero que lo provoca?
La comida como la vida está re-
pleta de signos, signos que tra-
ducimos a una escala mental y
cultural .Estos signos vienen en
formas, colores, texturas y sen-
saciones táctiles diferentes, que
el hombre va captando para
armarse una imagen de lo ape-
tente. Podemos decir entonces,
que la apetencia es un concepto
interpretativo.
Para poder comprender el con-
cepto, tomemos como ejemplo
una fruta que presente signos
que se puedan interpretar como
apetitosos, en este caso la Na-
ranja.
En un primer momento sostene-
mos la naranja sin intervención
alguna, al sentirla sabemos que
está en su punto de maduración
optima, porque mantiene una fir-
meza y no se desase al tomarla,
la turgencia entonces dice de la
apetencia.
Ahora, al verla nos damos cuen-
ta del color, un naranja intenso,
que además es brillante. Al pa-
recer una fruta con estas carac-
terísticas es mas apetitosa que
uno con colores opacos o cafés,
esta viene dada por la concep-
ción de madurez de la fruta.
Comenzaremos ahora a sacarle
la cascara, lo primero que nota-
mos es el tiempo que nos tomo
perlara por completo, esta es-
pera que nos trae el pelar la
naranja hace que se vuelva más
deseada. Al sacarle la cascara por
completo, nos encontramos con
que esta fruta está dividida en
partes que constituyen un total
mayor, esta medida dice de un
bocado y además permite el com-
partir al separase en unidades
más pequeñas. Notamos también
que en su interior existe una tex-
tura basada en formas curvas y
ovaladas y una geometría que si
bien no es simétrica es regu-
lar.
Con estas dimensiones pode-
mos concluir que lo apetitoso
tiene que ver con una unidad
que se contiene así misma, en
donde también se involucra el
deseo, a través de la espera, y
hay además particiones que
me dan la posibilidad de com-
partir.
Como se ve en el ejemplo exis-
ten muchas dimensiones a to-
mar en cuenta cuando se habla
de lo apetente; pero las mas
significativas serian: el color, la
geometría y el tiempo.
Color
Al observar las frutas lo primero
que notamos son los colores. En
lo frutoso estos se comportan de
una manera lineal en donde se está
en constante cambio, los colores
indican el tiempo de la fruta, por
ejemplo con la frutilla. Podemos
decir que al notar en ella tonos ver-
des y amarillos esta se encuentra
inmadura y no apta para comer. Lo
mismo sucede cuando esta misma
fruta presenta tonos marrones que
dice de un estado putrefacto. Pero
está en ese punto medio, con esos
tonos de rojo brillante, el valor de
la apetencia, porque se asocia a un
esta
6. do de madurez óptima para ser
consumida. Esta situación es prin-
cipalmente un acto cultural que
se ha ido construyendo a través
de los tiempos y que es diferente
en cada cultura, por ejemplo, en
las zonas tropicales, las frutas en
el estado de maduración avanza-
da son igual de apetitosas que en
su término medio en el hemisferio
sur.
Los colores en lo frutoso no se
contiene por si solos, si no que
existen constantes contrastes claro
oscuros que vinculan el centro con
la periferia a través de la constitu-
ción de espesores que se degradan
y le dan una densidad al color.
Geometría de lo frutoso
La fruta mantiene una geometría
constante en donde lo circular com-
pone la forma base. Así se esta-
blece una constante en las curvas
como forma natural que identifica a
lo frutoso. Como el circulo compo-
ne a la fruta, se puede decir, que
dice de las figuras cerradas que
mantienen una estabilidad en el
trazo. Esto no quiere decir, que lo
simétrico diga de lo frutoso, si no
que por el contrario lo asimétrico
en las tramas dice de apetitoso.
Tiempo
Al tomar un fruto nos percatamos
de la existencia de 2 tiempos. Uno
de ellos es el tiempo de la fruta que
se relaciona con el estado en el
que se encuentra. Este se identifi-
ca por dos dimensiones, uno es el
color descrito anteriormente, y el
otro tiene que ver con una sensa-
ción táctil, ya no tiene solo que ver
con la grafica del elemento, si no
que va mas allá al unírsele nuevas
coordenadas por ejemplo l con-
sistencia. Para explicar mejor este
término tomemos como ejemplo el
kiwi.
Esta fruta mantiene una consisten-
cia que dice del tiempo de la fruta.
Esta al parecer tiene que ver más
con la integridad del kiwi y no nece-
sariamente con la turgencia como
es el caso de la naranja.
Cada fruta es diferente al momento
de pelarla, esto tiene que ver con
el tiempo relacionado a la espera,
no es lo mismo pelar una naranja,
que un kiwi o un plátano, cada uno
constituye una espera que aumen-
ta el deseo para obtener o ver lo
que hay adentro. Este deseo au-
menta en proporción a la demora,
por ejemplo, al pelar una naranja
con las manos como en el ejemplo
anterior o el kiwi con cuchillo. Con
esto se construye un momento, que
no solo se ve en la espera, si no
que también al comerla, cada fru-
ta constituye momentos diferentes,
por ejemplo cuando se como un
gajo de naranja lo primero que se
siente es el liquido que rápidamen-
te desaparece y al mismo tiempo
aparece lo fibroso.
Como ya vimos el apetito es un
concepto interpretativo que viene
del deseo del hombre por obtener
o en este caso por comer.
La apetencia como un reactivo
cultural
Antes de la llegada de los homíni-
dos los seres se alimentaban por el
instinto de sobrevivir, y así cazaban
cuando su necesidad biológica se
manifestaba. Pero a medida que
fueron evolucionando, esta nece-
sidad se transformo en el deseo,
para esto tuvo que pasar muchos
miles de años, en donde el hombre
cambio su estilo de vida y su forma
de alimentarse, y a la vez su forma
de alimentarse transformo la histo-
ria del hombre.
Este concepto de “apetito” tanto
como la comida ha estado pre-
sente a través de toda la historia
del hombre. Desde un principio,
las actividades culinarias previas
a los homínidos comenzaron a ser
pruebas empíricas, las primeras re-
gistradas por el hombre. Tambien,
cando por la posibilidad de acce-
so directo a las especies de oriente
que condimentaban la mesa des-
de la época de los romanos lleva-
ron al descubrimiento del nuevo
mundo y cambió la historia de la
humanidad.
En esta búsqueda constante de la
apetencia, el hombre en las dis-
tintas generaciones ha encontra-
do nuevas formas de comer y no
solo eso, sino que también el qué
se come, logrando generar este
deseo a lo cual el hombre ha lla-
mado comida.
Hace seis millones de años atrás
el hombre se movía por la tierra
alimentándose y sobreviviendo por
medio de la recolección y la caza,
esta necesidad casi instintiva se re-
petía de generación en generación
constituyéndose como parte de la
herencia de sobrevivencia. Enton-
ces hace quinientos mil años atrás
aparece el fuego como energía
manejable por el hombre primitivo.
El hombre de la época entonces es-
tablece una relación entre energía
y materia, aplicando el fuegozzv
para tratar los alimentos que obtie-
ne, así se inventa la cocción. Este
fue el primer paso que dio el hom-
bre hacia la cocina que conocemos
hoy en día.
Esta práctica se especializa con los
años, agregando procesos cada
vez más complejos a la comida, y
fue entonces, en la época romana
cuando esta necesidad de comer
pasó a ser un placer que se tradu-
cía en el deseo por crear nuevas
preparaciones, hacer grandes fes-
tines y banquetes siempre en torno
a la comida.
La apetencia y la comida entonces
se relacionaron estrechamente,
hasta que en una publicación de
1801 del libro de J.Berchoux apa-
rece la palabra “gastronomía”
como concepto que unía ambos
siendo traducido como “el arte de
comer bien”.
Hoy en día tenemos una sociedad
que ha cambiado sus prioridades
hoy por hoy el acto de comer se
ha vuelto parte de la cotidianidad
dentro de las costumbres del ho-
gar, entonces dejo de ser una pre-
ocupación y paso a ser un placer
y esto trajo como consecuencia el
desarrollo de nuevas técnicas que
le darán a la comida este nuevo
concepto de la apetencia.