1. “Para seguir pensando y haciendo”
Basta con solo observar a los adolescentes y jóvenes de hoy para comprender que
esta franja etaria no es igual a la de antaño, ni siquiera a la que pertenecimos en
nuestra juventud.
Evidentemente la educación que se brinda a los alumnos del nivel medio no puede
ser igual a aquella que recibimos nosotros, ni nuestros padres, mucho menos
nuestros abuelos.
Es por ello que la construcción de la nueva secundaria es un histórico desafío. No se
puede en la actualidad impartir los conocimientos como antes, donde el alumno lo
recepcionaba y lo aprendía memorísticamente, o donde solo repetía lo que conocía.
Como docentes del S. XXI, debemos enfrentar esta situación desde el
constructivismo, permitiendo al alumno pensar, razonar, participar, crear o
construir su propio conocimiento, dejando que lo haga a través del descubrimiento,
de sus experiencias con este.
Por otro lado, todos debemos bregar por una escuela inclusiva, donde los jóvenes
estén dentro, aprendiendo. Y, considerando que la Ley de Educación Nacional N°
26.206 concibe a la educación secundaria como obligatoria, se deben realizar las
transformaciones necesarias para adaptarla a nuestras épocas, teniendo en cuenta
los intereses de nuestros jóvenes. De esta manera, si consideramos que las
tecnologías y las comunicaciones son un recurso que los atrapa, sobre todo
teniendo en cuenta que están todo el día con el celular enviando y recibiendo
mensajes de texto o en las redes sociales, principalmente facebook, debemos
incorporarlo de manera creativa y didáctica.
Además, se trata de abordar la permanencia de los jóvenes en la escuela
secundaria, encontrando las formas de integrar en las aulas a quienes, por distintas
circunstancias, quedaron fuera del sistema. Debemos tener en cuenta que esta no
es una tarea fácil, pero tampoco imposible.
De gran ayuda para la integración a las aulas de los chicos que están fuera del
sistema educativo es la incorporación de las TIC en nuestras áreas. Cuando
hablamos de integración de TIC, nos estamos refiriendo al proceso de hacerlas
parte del currículum, de los principios educativos y de la didáctica que sienta las
bases de la enseñanza con el fin explícito de aprender. (Sanchez, 2002)
El proceso de integración de las TIC a nuestras aulas no será automático, sino
paulatino. Es imprescindible tener en cuenta que un individuo que no maneje las
nuevas tecnologías está en riesgo de quedar excluido y limitado en sus
posibilidades de desarrollo. Hoy, la cantidad y dinámica de la información nos
supera y desborda enormemente. Las formas de conectarnos con los demás se
realizan por medios digitales y electrónicos, lo cual permite aumentar la frecuencia,
cantidad y calidad de las interacciones.
Es necesario que los ciudadanos cuenten con herramientas cognitivas y
competencias que les permitan accionar de modo crítico, creativo, reflexivo y
responsable sobre la abundancia de datos, para aplicarlos a diversos contextos y
2. entornos de aprendizajes, así como construir conocimiento relevante basado en
ellos, proceso en el que la escuela adquiere un lugar fundamental. (Sagol, 2011)
En los nuevos trabajos, oficios y actividades que surgen se requiere este
conocimiento actualizado.
También es necesario saber que la simple presencia de las TIC en las escuelas y en
las aulas no es garantía de un mejor aprendizaje.
“La integración de las TIC a las prácticas educativas aporta a la calidad de la enseñanza y
de los aprendizajes, en tanto sea incluida desde una perspectiva multidimensional que
contemple sus potencialidades para la actualización curricular, la construcción de
conocimiento y la apropiación de diversos lenguajes para la expresión”.(Consejo Federal de
Educación-2010)
No obstante, cambiar las matrices de aprendizaje implica una ardua labor,
generalmente, los docentes enseñamos de la manera que aprendimos en nuestra
vida escolar.
El dilema es que la brecha generacional entre adultos y jóvenes se amplía cada vez
más y es usual que los alumnos tengan más habilidades que los docentes con las
TIC.
Por lo tanto, deben abrirse espacios de diálogo entre las generaciones, ya que
constituye una estrategia clave de integración con las TIC y de su aporte a una
educación de calidad.
De este modo, deben repensarse las prácticas pedagógicas sobre la base de la
reflexión.
Actualmente, existen innumerables programas informáticos y diversas aplicaciones
con las cuales trabajar con alumnos en todas las áreas: Facebook, Correo
electrónico, Google Drive, Blogger, Voki, Sladeshare, Tagxedo, ppt, prezi, cmat, e
innumerables imágenes, videos y documentos en general, entre otros.
Para concluir, solo resta decir, que es imprescindible abrir nuestras mentes a la
realidad de hoy, permitiendo modificar nuestras matrices de aprendizaje al
incorporar las herramientas TIC a las tradicionales clases que se han brindado
siempre. Además, abordando diversos temas integrados con las tecnologías y
comunicaciones, permitiendo la participación del alumnado desde su propia
construcción del conocimiento.