2. "Aquí el pobre no tiene derecho a encender el fuego en su choza
para ponerse al abrigo del frío, si no lo compra bien caro al señor,
por una contribución descontada de sus medios de subsistencia y
los de su familia. Este derecho inhumano existe en Broues bajo el
nombre de derecho de fuego. Allí el agricultor no tiene ni siquiera
el derecho de alimentar su ganado con la hierba que crece en su
campo; si la toca, se le denuncia y castiga con una multa que lo
arruina, y el ejercicio más legítimo de los derechos de su
propiedad está subordinado a la voluntad arbitraria del señor, que
tiene la pretensión al derecho universal sobre todos los pastos del
territorio. Se deben abolir todos los derechos de los señores (...)."
CUADERNO DE QUEJAS DEL TERCER ESTADO DE LA BAILÍA
DE NANCY
1. La Asamblea pide que la persona de los diputados en los
Estados Generales sea inviolable y sagrada, y durante todo
el tiempo de la reunión no estén sometidos más que a la
jurisdicción y la policía de los mismos Estados.
3. La Asamblea pide que sea establecido que el Tercer
Estado tendrá en las Asambleas de la nación, por lo menos
tantos diputados como los otros dos órdenes reunidos; que
las deliberaciones se realizarán por los tres órdenes
reunidos y que los votos serán contados por cabezas.
4. El objeto del que deben ocuparse esencialmente y en
primer lugar, es el de asegurarse a Francia una Constitución
buena y sólida, que fije para siempre y de la forma más
clara posible los derechos del Trono y los de la Nación.
5. Piden como primer punto de la Constitución la reunión
periódica de los Estados Generales y que la segunda sesión
de los mismos sea muy próxima.
7. Se reconocerá solamente que la Nación es la única que
tiene derecho a crear impuestos, es decir, a conceder o
rehusar subsidios y reglamentar cuál será su montante, su
uso y reparto y su duración (...).
8. Que se establezca la libertad de prensa y que se pueda,
sin necesidad de censura previa ni permiso, imprimir y
hacer imprimir toda clase de escritos, salvo la obligación
del impresor y del autor de hacer constar sus nombres al
pie de sus escritos y el riesgo de ser castigados según
exigiere el caso, si el impreso incluyera cosas contrarias a la
Religión, a las costumbres y al buen orden y al honor de las
familias
Extracto de “Los Cuadernos de Quejas” de la ciudad de
Marsella.
3. «En un tiempo en que los diferentes Órdenes del Estado se ocupan de sus intereses, (…) las mujeres (…) ¿no podrán también hacer oír su
voz?
(…) Las mujeres del Tercer Estado nacen casi todas sin fortuna; su educación está totalmente olvidada (…) se las enseña a trabajar, eso a la
edad de los quince o dieciséis años (…). Si la naturaleza les ha negado la belleza, se casan, sin dote, con desgraciados artesanos, vegetan
penosamente en las provincias y dan la vida a los niños que no están en condiciones de criar. Si por el contrario nacen hermosas, (…) se
convierten en presas del primer seductor, cometen una primera falta y vienen a París a ocultar su vergüenza, acaban por perderla totalmente
y mueren víctimas del libertinaje.
Hoy que la dificultad de subsistir fuerza a miles de ellas a vender su conciencia, (…) las mujeres a las que una feliz inclinación lleva a la
virtud, las que desean instruirse (…), las mujeres que tienen una grandeza de alma … y a las que se llama “beatas”, se ven obligadas a entrar
en religión … o se ven obligadas a ponerse a servir …
Muchas veces por el hecho de nacer mujeres son desdeñadas por sus padres que se niegan a casarlas para concentrar su fortuna en la
persona de su hijo al que destinan a perpetuar su nombre en la capital; porque es bueno que Su Majestad sepa que nosotras también
tenemos nombres que conservar. Así, si la vejez les sorprende solteras, la pasan sufriendo y son objeto del desprecio de sus parientes más
cercanos.
Para obviar tantos males, Señor, nosotras pedimos: que los hombres no puedan, bajo ningún pretexto, ejercer los oficios que son patrimonio
de las mujeres, como costurera, bordadora, modista, etc.; que se nos deje, por lo menos, la aguja y el huso y a nosotras no nos entrará nunca
la manía de usar el compás y la escuadra.
Pedimos, Señor, que vuestra bondad nos proporciones los medios para hacer valer los talentos de que nos haya provisto la naturaleza, a
pesar de las trabas que no cesan de poner a nuestra educación.
(…) Pedimos ser ilustradas, poseer empleos, no para usurpar la autoridad de los hombres, sino para ser más estimadas (…)
Os suplicamos, Señor, que establezcáis escuelas gratuitas donde podamos aprender nuestra lengua, los principios de la Religión y la moral;
(…) que nos formen el corazón (…)
Pedimos salir de la ignorancia para dar a nuestros hijos una educación sana y razonable, para formar personas dignas de serviros».
Petición de las mujeres del Tercer Estado al Rey (1 de enero de 1789)
Women’s March on Versailles, 5-6 october 1789.
This picture shows the women's march on
Versailles. Louis XVI agreed to accompany them
back to Paris.
4. “Nosotros declaramos que nunca consentiremos que extingan los derechos que han
caracterizado hasta hoy el orden nobiliario y que hemos recibido de nuestros antepasados
(...) Recomendamos a nuestros diputados oponerse a todo lo que pueda atentar contra
nuestras propiedades útiles y honoríficas.”
Cuaderno de Quejas de la nobleza de Montargis. Mayo de 1789.