La crisis económica de 2008 comenzó con la explosión de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en 2005 y se profundizó en 2008. Las causas incluyeron la crisis hipotecaria, créditos subprime, crisis alimentaria mundial y aumento excesivo de los precios del petróleo. Los efectos fueron el estancamiento del comercio mundial, quiebra de bancos y entidades financieras, y altas tasas de desempleo en Estados Unidos.