El documento describe los roles que debe adoptar el maestro del siglo XXI. Señala que el maestro debe guiar a los estudiantes en el autoconocimiento, reconocimiento de sus emociones y potencial creador para que se conciban a sí mismos como causas de su propia realidad. También debe enseñarles a reconocer y manejar sus miedos y emociones para alcanzar la sabiduría y felicidad. El maestro debe formar "alquimistas" que transformen cualquier cosa en oro a través del autoconocimiento,
UNIDAD DIDACTICA nivel inicial EL SUPERMERCADO.docx
Los ROLES que ha de adoptar el maestro del siglo XXI
1. LOS ROLES DEL MAESTRO DEL SIGLO XXI
Los roles que ha de adoptar el maestro del siglo XXI, deben expandirse. El verdadero maestro es
quien logra que sus alumnos se conciban como entes creadores de su propia realidad, por el
contrario, que no se vean como efecto de ella, sino como causa. Que el maestro cree su propia
vida, requiere confianza en sus capacidades y reconocimiento de lo que es y quiere llegar a ser. He
aquí un rol importante: Guiar a los niños en el reconocimiento y manejo de sus sentimientos,
emociones y de su potencial creador. Certificamos tecnológicamente a los maestros, pero
¿cuántos programas de formación hay para recrear en el maestro un ser espiritualmente
conectado e inspirado para crear su propia felicidad, su autoconocimiento?
El maestro como guía-trasmisor tecnificado, no ha logrado mucho acercar a la sociedad hacia el
ideal de ser pensante, y capaz de construir realidades de felicidad. Entonces el maestro del siglo
XXI debe apuntar a formar alquimistas y permitir que ellos se experimenten como tal. Un
alquimista transforma cualquier metal en oro y eso es perfección, porque el oro en el ser humano,
es haber podido reconocer los miedos, manejar las emociones, creer en sí mismo, y minimizar el
sufrimiento. Eso es crear SABIDURIA, porque ser sabio, es “hacer con lo que se sabe “, es
precisamente eso. Alcanzaríamos alumnos con espíritu autoconstructores de su felicidad, capaces
de autoanalizarse y creerse verdaderamente imagen y semejanza de un Dios creador, como
vehículo para que la fuerza universal, sea manifestada, en su ser. Un maestro capaz de apartarse
violentamente de esos paradigmas de juez, para convertirse en un proveedor de estrategias que
potencien el DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRITICO, puesto que es la única herramienta que le
permitirá al ser, analizar , discernir y tomar decisiones, tan majestuosas como aceptar, que la
verdadera fuente de la felicidad es, mantenernos provistos de deseos, y tan relevantes, como para
poder ver que la única fuente de la infelicidad es la contradicción a la dinámica de la vida,
expresado esto en los apegos. ¿Acaso en la escuela enseñamos a superar los apegos? Desde la
época de los pensadores griegos, el grito es uno solo, CONÓCETE Y BUSCA LA MÁXIMA EXPRESIÓN
DE TU SER. Y es a través de los deseos cuando surge el último de ellos, poder conocer a Dios y ser
su manifestación, en lo que se es y se quiere llegar a ser. Los grandes hombres de la historia de la
humanidad se movieron por la fuerza de creer en ellos mismos y crearon sus circunstancias, pero
los que han afectado a la humanidad de manera negativa, también hicieron lo mismo, pero fueron
impulsados por el MIEDO, por observarse como efecto de, y por un inadecuado manejo de sus
emociones. El maestro debe propiciar el análisis que lleve al niño a su propio conocimiento, a la
formulación de deseos y a la aspiración de quien quiere llegar a ser. Sólo cuando te conoces y llegas
a amarte, puedes amar a los demás y reconocerlos, como manifestación de amor. Con esto
acabaría la búsqueda de una sociedad sin violencia, porque los miedos desaparecerían cuando nos
reconociéramos como seres manejando sus circunstancias y no las circunstancias manejándolos.
Un ser analítico - critico que maneja sus pensamientos, emociones y sentimientos, y que además
2. se ama a sí mismo y reconoce su poder creador, estará en capacidad de remembrar el sentido
último de la existencia humana, el cual encaja en todo concepto de felicidad del Yo realizado, el
ello valorado y el superyo armonioso. Se da entonces, la utilización del libre albedrio, en beneficio
de la realización de metas que encajan en una sociedad feliz, creativa, confiada y plagada de
maravillas que podemos ver. Hemos alcanzado una sociedad cada día más tecnificada y mecánica,
pero menos humana y feliz. Entonces, es plantearse, ¿Qué hace al hombre feliz? La felicidad
está dada por la plena realización, del “ser amor”. Lo contrario a ello, es lo que nos permite
reconocer al amor, pero cuando aparece el rencor, la ira, o cualquier otra emoción, sancionamos
a los niños y no lo vemos como una oportunidad de visualizar su contrario. Por otro lado un niño
desprovisto del pensamiento crítico, será incapaz de observarse y tomar la decisión que le hace
más feliz. Cuando los jóvenes se amen y busquen su realización de lo que quieren llegar a ser,
observarán la vida COMO UN MILAGRO, y esta es una de las dos formas que planteó el físico
cuando dijo: "hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si
todo es un milagro”. Cuando dotemos a los niños y jóvenes de la capacidad de observar y
observarse, sin juzgarse como buenos o malos, irrumpirá el don de maravillarse el entusiasmo
por conocer y, desaparecerá el miedo, ese que crea suicidas, homicidas, y en resumidas cuentas,
personas inconscientes, deshonestas e irresponsables con ellos y con los demás.
En estos momentos de crisis, de divorcios, de adolescentes sin rumbo, me he atrevido a
IMAGINAR, cómo sería nuestra educación, nuestros maestros, nuestras escuelas, si los maestros
fueran expertos en manejo de emociones, potenciadores de alquimistas, y creyentes en el espíritu
creador de las juventudes. En resumen el rol del maestro es:
1. Ser un experto en manejo de autoconocimiento del ser, la realización del ser y del quiero
llegar a ser, para que pueda dirigir la auto-transformación de sus alumnos y de la sociedad.
2. Formador y experimentador de alquimistas.
3. Un ser que reconozca y evidencie en su ser, la majestad de un ser superior del cual es
imagen, semejanza y manifestación; que guie a sus estudiantes en la definición de su ser y
del quiero llegar a ser.
4. Un mago que permite y propicia el conocimiento aplicado, es decir, la sabiduría de sus
alumnos, y que se maravilla ante el proceso de formación de los magos.
5. Un experto formador en desarrollo de habilidades de pensamiento crítico desde la práctica
del aprendizaje significativo y el manejo psicológico de la etapa del pensamiento en la que
se encuentra el estudiante.