1. Historia Medieval y Temprano Moderna
Fernando de los Ángeles
Tema N° 4: EL FEUDALISMO
El término “FEUDALISMO” ha generado dentro de la historiografía un intenso debate
conceptual. Este no fue un concepto que se utilizó durante el periodo medieval, sino que es
producto de los juristas renacentistas del siglo XVII. En su aspecto etimológico deriva del latín
foedus, cuyo significado es alianza o juramento.
El tratamiento del tema se divide en dos etapas, de acuerdo a la historiografía. La Primera
Edad Feudal, donde se dio la fijación de los vínculos interpersonales, al establecer costumbres e
incluso ciertas reglas de conductas, a una mayor precisión del vocabulario político-social, al carácter
hereditario de feudos y cargos; En la Segunda Edad Feudal el gobierno de los hombres se rigió por
estas relaciones de vasallaje, siendo las “monarquías feudales” la expresión perfecta de la misma.
A la hora de trabajar el término feudalismo así como su sistema socio-económico y político,
será necesario mencionar los aportes de tres escuelas historiográficas:
La Escuela Institucionalista, dará una visión que provenga del Derecho, centrándose en los
aspectos jurídicos y políticos del feudalismo. La mejor expresión de esta corriente vendrá de la
mano de F. L. Ganshof, quien definió al feudalismo “como un conjunto de obligaciones que crean y
rigen obligaciones de obediencia y servicio –principalmente militar– por parte de un hombre libre,
llamado vasallo, hacia un hombre libre llamado señor, y obligaciones de protección y sostenimiento
por parte del señor respecto del vasallo, dándose el caso de que la obligación de sostenimiento
tuviera la mayor de las veces como efecto la concesión, por parte del señor al vasallo, de un bien
llamado feudo”.
Desde esta visión, el concepto de feudalismo sólo tendría espacio en el marco de lo que
denominamos instituciones feudo-vasalláticas, es decir, las que respaldarán los compromisos y
alianzas entre los grupos dominantes. Desde esta perspectiva, el feudalismo se restringe tanto en el
tiempo como el en espacio. A nivel temporal solo al medioevo, debido a las instituciones
anteriormente mencionadas fueron perdiendo peso a finales de la Edad Media. Mientras que
espacialmente, sólo se adapta a la Europa Occidental, y en específico, a aquellos reinos que
surgieron tras la desintegración del Imperio Carolingio.
2. Este planteamiento fue objeto de duras críticas por parte de otros historiadores, ya que
sostienen que restringen el feudalismo a tan sólo el 2% de la población, las clases dominantes que
formaron parte de los contratos de vasallajes. Pero los institucionalistas vinculan el feudalismo con
el término feudo, donde el campesino sólo es considerado en los ámbitos afectados por los
contratos de vasallaje.
La Escuela Marxista, definirá el feudalismo como un modo de producción que tendría unas
formas peculiares de relaciones socioeconómicas, por este motivo debe entenderse en un sentido
más amplio el feudalismo, como un fenómeno que no es simplemente medieval ni europeo. Dentro
de esta vertiente conceptual, deberíamos distinguir dos planteamientos a la hora de distinguir el
origen del feudalismo. Por un lado, nos encontramos con la postura del marxismo clásico de Perry
Anderson. Este plantea que el feudalismo es una síntesis histórica entre elementos romanos y
elementos germanos, y es la fusión de estos la que produce el feudalismo, es decir que tiene sus
inicios en la síntesis de dos medios de producción: el esclavista y el germano. Por otro lado nos
encontramos con la visión mutacionista, llamada así, debido a que hacia el año mil se habría
producido una revolución feudal la cual produjo la mutación de las estructuras sociopolíticas. Esta
línea de pensamiento tendrá como máximo representante a Bonnassie, quien define al feudalismo
como “un régimen social que se basaba en la confiscación, con frecuencia brutal, de los beneficios
(del excedente) del trabajo campesino y que garantizaba, mediante un sistema más o menos
complejo de redes de dependencia (vasallaje) y de gratificaciones (feudos), su redistribución dentro
de las clases dominantes”.
Este planteamiento ha sido cuestionado por los institucionalistas, quienes sostienen que las
teorías marxistas del feudalismo definen otro concepto diferente del feudalismo: al régimen
señorial, mediante el cual se desarrollan las relaciones entre señores y campesinos.
La Escuela Medievalista, siendo Marc Bloch quien inicia esta línea de pensamiento, con la
publicación de su obra “La Sociedad Feudal”, en dicha obra el autor no pretende realizar una
síntesis, sino que inaugura una distinción dentro del feudalismo de los dos subsistemas distintos y
complementarios: régimen feudal, marcado por los compromisos militares que marcan las
relaciones de dependencia entre el señor y el vasallo (visión Institucionalista); Régimen Señorial,
basado en el conjunto de relaciones de producción y dependencia entre el señor y el campesino
(visión Marxista).
3. Durante el periodo carolingio se definirá el feudalismo en Europa tanto a nivel jurídico-
institucional, como en lo socioeconómico. Esta fase del feudalismo, está ligado al Imperio
Carolingio, desde sus inicios hasta su desaparición.
Hay que remontarnos a los orígenes de los carolingios y a la figura de Carlos Martel, quien
decidió otorgar una función de primer orden a la caballería franca, para detener el avance de los
árabes (quienes habían tenido la clásica organización romana de infantería). Debido a que la
infantería era un arma cara, Carlos Martel recurrió a confiscar las tierras de la Iglesia que entrego a
los nobles vasallos a cambio de su servicio militar. El será quien unirá encomienda y beneficio
(beneficio que comienza en esta época a llamarse feudo), dando así origen al contrato de vasallaje y
a las instituciones feudo-vasalláticas a las que Ganshof se refiere. Lo que si se debe aclara que aun
el feudo no se entregaba de forma hereditaria.
En primer lugar Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel, quien establecerá la dinastía de los
carolingios, al coronarse como rey de los Francos. Y luego quien le sucederá en el año 768, su hijo
Carlomagno, quien logro crear un imperio de gran extensión en Europa.
La fórmula empleada por éste último para poder administrar el vasto territorio del imperio, se
rigió por la extensión de las relaciones de vasallaje a todo el imperio, creando una red de
subordinaciones que proporcionará el establecimiento de la pirámide feudal. Así como afirma
Brotruche,, el sistema de vasallaje pasó a ser una institución política, y no sólo miliar.
El sistema feudal estará relacionado con la caída del imperio carolingio. A través del Tratado
de Verdún del año 843, el imperio carolingio fue dividido en tres partes, lo que incitó fuertes
enfrentamientos entre los sucesores que dieron origen al proceso de descomposición del imperio.
Estos hechos, sumados a lo que fueron las segundas invasiones europeas, provocaron el absoluto
debilitamiento del poder político y la crisis de la pirámide feudal que Carlomagno había puesto en
funcionamiento.
Hacia el siglo X el feudalismo ha adoptado sus formas definitorias. El poder, en manos del
monarca, pasará a manos de los nobles, a quienes ya podemos clasificarlos como señores feudales.
Los vínculos de vasallajes, ahora se generaliza, creando una nueva casta de nobles, dada su
importancia a los enfrentamientos armados, y una asimilación del campesino libre a la condición de
servil. Imposibilitado a acceder al ámbito militar.
4. La plenitud de las instituciones feudo-vasalláticas se dará entre el siglo XI y XIII, precisamente
cuando el sistema de relaciones personales se ritualiza en el “contrato de vasallaje”. Boutruche
sistematizo el ritual y estaba comprendido por los siguientes pasos: El homenaje, compuesto
por dos ceremonias. La primera en la que el vasallo pone sus manos sobre las del señor; en la
segunda ceremonia el vasallo declaraba verbalmente el compromiso de hacerse hombre del señor,
y este último aceptaba dicho compromiso; Tras el homenaje, se procedía al juramento de fidelidad,
este se prestaba de pie y con una de las manos sobre un objeto sagrado. Aquí vemos la importancia
de la fe en tiempos de la sociedad medieval. El rito finalizaba con el beso; Le seguía la investidura
del feudo, donde el señor realizaba la entrega simbólica de un objeto a su vasallo en representación
de la concesión de un feudo.
Las relaciones de tipo feudo-vasallático cubrían, un porcentaje escueto de la población
medieval: la constituida por la clase militar aristocrática. Desde finales de la Alta Edad Media se
consolidará una concepción teórica y orgánica de la sociedad cristiana, concebida como una
comunidad unida y a su vez tripartita, reflejando así el esquema de la división divina. Como afirma
George Duby, se concibe una sociedad trinitaria, compuesta por tres categorías (sacerdotes,
guerreros y campesinos) que si bien son distintas, también se complementan puesto que en su
conjunto formarán el cuerpo armónico de la sociedad (función religiosa, militar y económica). En la
tripartición de este orden feudal será fundamental el papel de la iglesia. Así estarían los Oratores,
que son los que rezan, o bien los clérigos cuya función será la primordial puesto que serán los que
garanticen la salvación de los hombres. Los Bellatores, formada por los guerreros que combaten en
defensa del pueblo cristiano, sería la aristocracia militar que estaría directamente afectada por los
contratos de vasallaje y que incluye al poder regio. Finalmente nos encontramos con el tercer grupo
de los Laboratores, que son aquellos que trabajan la tierra para cubrir las necesidades de los otros
dos grupos. Estos últimos son el escalón más bajo de la sociedad, sometidos al dominio de otras
personas, debiendo respeto al señor y el pago de unas tasas a cambio de la protección