4.
Manipulando el erudito juego de palabras de
Marx, y aplicándolo al caso, hoy en día, más que
filosofía de la pobreza, lo que existe es pobreza
de la filosofía para estudiar la pobreza.
Muchos autores practican la ‘ciencia’ de la
contabilidad de los pobres como si fuera un
problema coyuntural, sin intención de identificar
la relevancia de una acumulación desigual
originaria-reproducida. Otros prefieren el
reduccionismo, muy propio de la academia
dominante, para unidimensionar la pobreza, y así
dejarla condenada a una única variable focal.
Incluso los más atrevidos deciden casi jugar con
ellos, con los pobres, y se dedican solo a
enumerar si uno es pobre o no lo es, como si se
tratara de ponerle un sombrero que lo
identificara, y sanseacabó.