1. Humanidades e ingeniera
Javier Aracil
Escuela Superior de Ingenieros
Universidad de Sevilla
1 La ingeniera hasta la Ilustracion
Los mundos de la ingeniera y de las humanidades aparecen, en nuestros das,
aparentemente disociados. La relacion entre ellos, cuando la hay, tiende a ser
super
2. cial. Por una parte, para los cultivadores de las humanidades, la histo-ria
de la ingeniera puede suministrar un campo de estudio, o la
3. losofa de la
tecnica uno de re
exion; pero, tambien existe el temor de que la expansion de
los conocimientos tecnicos produzca una inevitable disminucion de la cultura
humanstica tradicional. Por el otro lado, para la mayora de los ingenieros
el mundo de las humanidades pertenece al de la simple curiosidad, si no al
del ocio, por lo que no esperan de el aportaciones signi
4. cativas para su labor
profesional. Sin embargo, esto no siempre ha sido as. En otros tiempos una
concepcion mas integrada del conjunto de saberes que constituyen el patri-monio
de la humanidad, rehua toda disociacion y trataba de mantener una
cierta unidad entre los distintos campos de actividad humana. Es cierto que
hoy en da la desbordante acumulacion de conocimientos ha llevado a una
inevitable especializacion. Pero ello no justi
5. ca la ignorancia, cuando no el
desden, de lo que sucede en otros ambitos (la barbarie del especialismo). Por
ello, vamos a tratar de aportar argumentos en favor de la reconciliacion de
las humanidades y la ingeniera. A lo largo de la historia estos dos ambitos
Conferencia pronunciada en la Universidad de La Laguna el 28 de mayo de 2000.
1
6. del quehacer humano han tenido momentos de gran aproximacion y otros de
cierto distanciamiento. Vamos a recordar algunos de ellos, especialmente los
producidos en los tiempos mas recientes, con la intencion de postular el en-riquecimiento
mutuo que ambos {al menos, sin ninguna duda, la ingeniera{
pueden obtener si se prestan la atencion adecuada.
En una primera instancia, y aun a un nivel muy super
7. cial, los mundos
de las humanidades y de la ingeniera comparten el ser de difcil delimitacion.
Por lo que respecta a las humanidades, y puesto que nos encontramos en una
Facultad dedicada a cultivarlas, no voy a cometer la temeridad de pretender
precisar a que nos referimos cuando hablamos de ellas. Se trata de un mundo
de gran riqueza, y posiblemente poca estructuracion, en el que con
uyen la
literatura, la historia, el arte y la
8. losofa, por enunciar someramente sus
manifestaciones mas asumidas. En todo caso, el mundo de las humanidades
se asocia, con todas las ambiguedades que ello pueda tener, con lo subjetivo y
lo creativo frente a las pretensiones de objetividad del mundo de la ciencia1.
Sin embargo, y precisamente por el auditorio al que esta dirigida esta
intervencion, quizas convenga hacer algunos apuntes sobre la ingeniera que,
a su vez, tambien es un campo muy vasto, y tampoco es susceptible de una
de
9. nicion precisa. Podemos referirnos a la ingeniera como al campo profe-sional
de los ingenieros. Este campo es tan amplio que resulta practicamente
imposible de describir exhaustivamente: construccion de obras publicas, ex-plotaciones
agrarias, redes de comunicacion informatica y tantos otros ambitos
de actividad profesional cuyo unico denominador comun posiblemente sea el
ser creaciones del hombre {algo que previamente no exista en el mundo
natural{ y el haber contribuido con ello decisivamente a erigir el mundo arti-
10. cial en el que hoy se desenvuelve nuestra vida. Si miramos a nuestro entorno
veremos que en todo lo que encuentra nuestra vista hay, de una forma u otra,
el rastro de la ingeniera.
En realidad no poda ser de otra forma, ya que la ingeniera es la forma
suprema de la tecnica, y la tecnica es algo indisociablemente ligado al pro-ceso
de hominizacion. Los orgenes del hombre son inseparables de los de la
tecnica. Y al hablar de tecnica no cabe limitarse a herramientas (de hecho
muchas especies animales las utilizan y presentan formas rudimentarias de
1Ver Snow, Las dos culturas, Alianza Editorial, 1977.
2
11. tecnica, y algunas, como los primates superiores, relativamente complicadas)
sino a formas mas elaboradas de actuacion en las que estan presentes no solo
las herramientas sino su utilizacion inteligente {con todas las ambiguedades
y matices que pueda tener este termino{. Los primates superiores usan oca-sionalmente
herramientas para auxiliarse en determinadas labores, pero no
existen evidencias convincentes de que estas actuaciones sean el resultado
de una plani
13. namiento que alcanza en los seres
humanos. Por mucha continuidad que trate de establecerse entre primates
superiores y humanos, es claro que estos ultimos utilizan la tecnica de una
forma inconmensurablemente mucho mas rica y elaborada que aquellos. Ello
ha sido lo que ha conferido a la especie humana su enorme ventaja adaptativa,
que la ha llevado a dominar el planeta.
Si hubiera que destacar algun rasgo que nos distingue de las otras especies
animales posiblemente sera el grado de elaboracion incomparablemente supe-rior
alcanzado por nuestra capacidad de representacion mental de la realidad,
y la utilizacion de esa representacion como elemento basico para la actuacion
sobre ella. Y ese rasgo esta presente de forma predominante en el quehacer
de los ingenieros {aunque obviamente no es exclusivo de ellos{. En todo
caso podemos identi
14. car la ingeniera con las manifestaciones superiores de
quehacer tecnico; y, en consecuencia, como una de las formas supremas de
actuacion sobre el mundo natural para transformarlo o simplemente para re-conducir
su comportamiento de la forma mas adecuada a nuestros objetivos
{fundamentalmente en el orden material{.
Sin embargo, es notable que aunque las labores que hoy consideramos
propias de los ingenieros {desde la aparicion de la agricultura, las explota-ciones
mineras, los puentes, calzadas, abastecimientos de agua y saneamien-tos
de ciudades,...{ estan presentes en las mas antiguas civilizaciones, no
aparece en ellas un cuerpo profesional asociado a estas actividades, como,
por otra parte, s lo hace con el sacerdocio, la milicia, la medicina, el dere-cho...
Aunque en todas estas civilizaciones existen personas a las que se les
encomienda realizar estas labores tecnicas, no existe el concepto de un cuerpo
profesional que las aglutine. Lo mas cercano a ello es lo que sucede con los
arquitectos, a los que estan ntimamente asociados los ingenieros de obras
publicas, hasta el extremo de que en algunos casos son indistinguibles. Pero
las otras labores tecnicas quedan relegadas a artesanos, y otros trabajadores
manuales, que en la mayora de los casos tienen una baja consideracion social.
3
15. En el mundo griego empiezan a despuntar personalidades en las que su la-bor
de ingeniera alcanza cotas de excelencia. El ejemplo mas notable es el de
Arqumedes. Pero, aun en este caso, Arqumedes pasa a la historia mas como
matematico que como ingeniero; y posiblemente esto responda con
16. delidad
a la propia percepcion del valor que el adjudicaba a su actividad: la excelsi-tud
del mundo de la matematica y la ciencia frente al caracter utilitario {y
por ello de un rango menos noble{ de sus actividades como ingeniero. Estos
rasgos son comunes al mundo griego en el que las artes practicas y utilita-rias
se consideran de categora inferior {que se podan incluso encomendar a
esclavos{ frente a las artes nobles e intelectuales propias de los ciudadanos
libres. A pesar de ello son notables las realizaciones de ingenios mecanicos
que alcanzan un relativo esplendor en el helenismo alejandrino.
El mundo romano, mas pragmatico, concede mayor importancia a la in-genier
a, especialmente a la de obras publicas, y aun hoy conservamos un
legado considerable y admirable de la ingeniera romana.
La Edad Media es una etapa convulsa y contradictoria en la historia
de la civilizacion occidental, en la que aparecen los primeros brotes de lo
que sera el mundo moderno. Algunas ordenes monasticas {especialmente los
benedictinos{ empiezan a considerar que el dominio de la naturaleza por el
hombre, mediante la tecnica, es una forma de redencion de la cada original.
Este hecho tiene gran trascendencia, porque la vida intelectual en la Edad
Media esta practicamente limitada y dominada por el mundo eclesial. Por
ello, el que las artes practicas dejen de considerarse asociadas a un castigo
divino para pasar a poder ser un elemento de redencion, tiene considerable
importancia a la hora de abrir las sendas que conduciran al mundo moderno.
Nombres como los de Juan Escoto Erigena o Roger Bacon son representativos
a este respecto. El producto tecnico mas notable de este perodo es el reloj,
cuyos orgenes precisos desconocemos, pero que apuntan claramente hacia
algun monasterio benedictino.
Al
17. nal de la Edad Media alcanza un cierto auge el empleo de ingenios
belicos {llamados en castellano antiguo enge~nos{ empleados en el ataque
y forti
18. cacion de plazas y ciudades. En torno a las actividades ligadas a
estos artefactos, y a otras de caracter mas civil, como el suministro de agua
a las ciudades, empiezan a aparecer durante el Renacimiento los primeros
profesionales que empiezan a denominarse ingenieros. Surgen en el norte de
4
20. gura mas representativa es, sin lugar a dudas, Leonardo da Vinci.
Para el el lugar de trabajo es tanto el taller mecanico, como el estudio de
pintura. Se interesa por los objetos de la realidad y no exclusivamente por
lo escrito en los libros. Y sobre todo, y esto es lo que le caracteriza como
ingeniero, ennoblece hasta las mas altas cimas la labor de concepcion de
maquinas, que sera el rasgo distintivo de los ingenieros, haciendo con
uir un
conocimiento riguroso {hoy diramos cient
21. co{ de las cosas con un desarrollo
portentoso de la imaginacion para organizarlas de modo que funcionen de
acuerdo a determinados objetivos.
El Renacimiento representa la transicion de la Edad Media al mundo
moderno. Sin embargo, en el propio Renacimiento empieza a apuntarse una
dicotoma que se acentuara mas tarde con la Ilustracion y el romanticismo
entre el espritu de las humanidades, individualista y creativo, y el de la
naciente ciencia representada, por ejemplo, por Francis Bacon y por Rene
Descartes, con pretensiones de universalidad y objetividad. Esta escision se
mantiene hasta los tiempos actuales, y es vivida con particular intensidad
por el ingeniero, como veremos luego, en cuya labor con
uyen el mundo
relacionado con la ciencia, de leyes generales y calculos matematicos, con el
de las humanidades, por el caracter inevitablemente creativo y sintetico de
su labor, y por las ineludibles implicaciones eticas de su trabajo.
Como ya hemos visto, es durante el Renacimiento, en una epoca ya rela-tivamente
reciente en la historia de la civilizacion, cuando hacen su aparicion
los primeros profesionales que se autoproclaman ingenieros. En la Espa~na
de Felipe II, la mayor potencia de su tiempo, ocupan un papel relevante y el
propio Rey, ante la ine
22. cacia de la Universidad para ocuparse de formarlos,
encomienda a Juan de Herrera la creacion de un centro con este
23. n: la Real
Academia Matematica. Sin embargo, ni la Academia ni el cuerpo profesional
alcanzan gran consolidacion mas alla del Ejercito. De hecho, los primeros
ingenieros son militares.
El ingeniero, tal como hoy lo entendemos, es un producto genuino de
la Ilustracion. El profundo proyecto de transformacion social que la Ilus-traci
on pretende llevar a cabo requiere de profesionales adecuados. Como
haba sucedido ya en tiempos de Felipe II, la Universidad, anquilosada en
disquisiciones especulativas, es incapaz de suministrarlos y hay que crear
Escuelas de Ingenieros para dotar a la Administracion y a la sociedad de
5
24. profesionales capaces de llevar a cabo el proyecto ilustrado, al menos en los
aspectos relativos a las actividades economicas e industriales. Tambien hacen
su aparicion otros centros de naturaleza analoga, como son las Academias y
las Sociedades Economicas de Amigos del Pas.
El ingeniero renacentista posee un patrimonio en el que estan presentes
la tecnica, la ciencia, el arte y el humanismo. Durante la primera etapa de
la Ilustracion este legado se adapta a los tiempos. Quiza la muestra mas
representativa de ello sea la de la Ecole de Ponts et Chaussees de Perronet
en la que el ingeniero adquiere una formacion rica y diversi
25. cada, en la que
estan presentes de forma equilibrada esos cuatro componentes.
A esa Escuela va un grupo de pensionados espa~noles {becarios, diramos
hoy{ encabezados por Agustn de Betancourt, y del que formaba parte otro
notable personaje como es Jose Luis Lopez de Pe~nalver. Los problemas
inherentes a la Revolucion Francesa precipitaron el regreso a Espa~na de estos
estudiosos de la ingeniera que crearon, a su vuelta, el Real Gabinete de
Maquinas del Palacio del Buen Retiro, que es una pieza capital en la historia
de la ingeniera en nuestro pas.
Durante la Revolucion Francesa se produce un hecho llamado a tener
una profunda in
uencia en el futuro desarrollo de la ingeniera: la creacion
por la Convencion Francesa de la Ecole Polythecnique. Esta creacion tiene
considerables connotaciones ideologicas y esta relacionada con el racionalismo
cientifsta frances. Con ella se pretende que el ingeniero sea mas sabio que
artista. Representa, en ese sentido, una ruptura frontal con la tradicion
renacentista, que en Francia estaba representada por la Escuela de Perronet.
La Ilustracion es una epoca de desbordante riqueza y complejidad, muy
difcil de reducir a unas pocas palabras. Pero aun con los riesgos que ello com-porta,
podemos adoptar la propuesta de Isaiah Berlin2 segun la cual durante
la Ilustracion alcanza su culminacion una concepcion de nuestra capacidad
de representarnos la realidad, que se puede resumir en tres supuestos:
1. Toda pregunta admite una respuesta y si no la tiene es que en realidad
es una falsa pregunta.
2Vease, por ejemplo, El fuste torcido de la humanidad, Ediciones Pennsula, 1992.
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26. 2. Todas las respuestas pueden conocerse y son susceptibles de ser clara-mente
expresadas y transmitidas a los demas.
3. Todas las respuestas han de ser compatibles entre s.
Estos supuestos estan presentes, en realidad, en todos los intentos realiza-dos
a lo largo de la historia del pensamiento humano para integrar todo lo
conocido en un sistema conceptual unico y coherente. En el perodo de la
Ilustracion alcanzan, por lo que respecta al pensamiento de Occidente, su
asuncion mas neta, aunque no sea de forma explcita. La tradicion raciona-lista
alcanza durante la Ilustracion un punto algido bajo el in
ujo de la fasci-naci
on producida por la mecanica newtoniana: con unos pocos supuestos,
y un tratamiento matematico adecuado, una enorme cantidad de hechos
aparentemente inconexos podan ser explicados de forma precisa e incluso
cuantitativa. Mediante el lenguaje matematico se puede comprender la cor-relaci
on racional de las cosas. La tentacion de extender este modo de proceder
a todos los ambitos de la realidad se hace irresistible. Ello hace creer que es
posible descubrir el metodo por el que se rige la naturaleza (el mecanismo del
reloj de la naturaleza como maquina, que sirve de metafora); y este metodo
consiste en leer adecuadamente la propia naturaleza, cuya estructura mas
ntima podra desvelarse; es decir, podra levantarse el velo que la presenta
de forma confusa, para permitir alcanzar a ver las cosas como son verdadera-mente
y lograr una descripcion del mundo consistente con los tres supuestos
anteriores.
El punto de vista monista puede resumirse en el supuesto de que la na-turaleza
consiste en un vasto e inmenso rompecabezas cuyas piezas, un ser
omnisciente, sera capaz de clasi
27. car y descubrir como encajar de un modo
unico y coherente. En este magno esquema unico universal se integraran
tanto las preguntas relativas a hechos (lo que normalmente es el objeto de la
ciencia) como aquellas de caracter normativo (las relativas a preguntas como
que debo hacer? y similares).
Esta forma unitaria de concebir la realidad se hace presente en todos los
ambitos de la cultura humana. Incluso en las artes, pintores y escultores
tratan de captar las formas ideales que corresponderan a esta version ide-alizada
de la realidad. El universalismo y generalismo estan en el nucleo de
la Ilustracion. Es indudable que ello estaba llamado a tener una in
uencia
7
28. trascendental en la concepcion de lo que era la tecnica, y en particular de
la ingeniera. El ingeniero debe limitarse a conocer las piezas del magno
rompecabezas y la forma de articularlas para producir los objetos tecnicos
que le son propios. El desvelamiento de las partes del rompecabezas, y de
las reglas mediante las cuales se pueden articular, es labor del cient
29. co. El
papel del ingeniero parece quedar relegado al de la mera aplicacion de ese
conocimiento a casos concretos. Empieza a proclamarse que la ingeniera no
es sino ciencia aplicada. El giro en la concepcion de la ingeniera introducido
por la Ecole Polythecnique comienza a gozar de amplia aceptacion.
Por otra parte, y al mismo tiempo, en el dominio de las obras publicas em-piezan
a establecerse diferencias entre arquitectos e ingenieros. Los primeros
aspiran a regirse por un canon estetico; mientras que los segundos lo hacen
por criterios racionales y funcionales, ntimamente relacionados con los desar-rollos
cient
30. cos. Los primeros no desde~nan ser considerados artistas, mien-tras
que los segundos se sienten halagados al ser cuali
32. cos.
2 La irrupcion del romanticismo
Mientras el espritu de la Ilustracion, con su foco de irradiacion en Pars,
parece dominar el mundo de la cultura y el pensamiento, se esta produciendo
el germen de una reaccion que cuestionara radicalmente sus principios basicos:
el romanticismo. Uno de los primeros pensadores que, aun en la epoca
ilustrada, asesto un duro golpe al supuesto de que el universo era una totali-dad
racional fue David Hume, al poner en entredicho la relacion de causali-dad,
y al cuestionar la posibilidad de deducir logicamente la existencia de un
mundo externo. Para el, la aceptacion del mundo es una cuestion de asimi-laci
on de la experiencia previa, de creencia, de con
33. anza en los datos que nos
aportan nuestros sentidos, elaborados mediante los utiles conceptuales que
ha avalado la tradicion y el progreso.
El movimiento romantico se situa en las antpodas del racionalismo ilustrado.
Produce, entre otras muchas cosas, una ruptura del mundo del arte con el
de la ciencia. Una obra de arte es la expresion irreemplazable del mundo
subjetivo de un artista; es siempre la voz concreta de alguien singular que
8
34. se expresa. Frente a la ciencia, que busca la universalidad, el arte se ocupa
de lo particular, lo concreto. Para el romanticismo es esencial la autonoma
del creador de una obra de arte, pero al destacar la singularidad del acto
creativo resulta inevitable que in
uya tambien en otros dominios en los que
tambien esta presente el acto de creacion, como es la ingeniera.
Cualquier artefacto creado por el hombre {sea una obra de arte, o un
objeto tecnico{ es en alguna medida la expresion de su creador. Los artefac-tos
tecnicos no son objetos equiparables a los de la naturaleza, sino que son
algo que el hombre {en la epoca romantica un hombre{ ha creado con un de-terminado
proposito. Es patente la ruptura que el romanticismo representa
con relacion a la tradicion ilustrada. Para esta ultima hay una naturaleza
de las cosas que puede conocerse y a la que los hombres, y sus realizaciones,
deben indefectiblemente ajustarse. Hay una componente dominante de pre-determinismo
en la concepcion ilustrada del mundo; determinismo regido por
leyes que una vez desveladas permitiran conocer el mundo en todos sus de-talles
y, con su concurso, se podra predecir y controlar el comportamiento de
la naturaleza, e incluso de las sociedades humanas. Por el contrario, para los
romanticos en las acciones humanas hay siempre un ineludible componente
de creacion que escapa a todo determinismo previo. Para los romanticos los
valores no son algo preexistente en un mundo idealizado {platonico{ sino
que comprometen unicamente al que los crea y suscribe. Los ideales no se
descubren sino que se inventan. Lo mismo sucede con las otras manifesta-ciones
de la capacidad creativa del ser humano {sean los artefactos producto
de la tecnica, sean incluso las teoras cient
35. cas resultado del analisis de la
naturaleza{.
Frente a un mundo presidido por el racionalismo, como pretende la Ilus-traci
on, el romanticismo destaca lo inevitable de la voluntad. Frente a un
hipotetico mundo regido por leyes reguladoras de caracter determinista, y
con validez universal y absoluta, los romanticos postulan la ausencia de una
estructura en s de las cosas. La estructura que aparentan tener pertenece
al lenguaje {sea ordinario o matematico{ con el que nos las representamos,
en funcion de alguna utilidad {aunque sea meramente un divertimento{ que
pretendemos obtener de ellas.
Es indudable que las concepciones romanticas, aunque no fuesen adop-tadas
explcitamente por los ingenieros, todava fascinados por el raciona-
9
37. sta, estaban llamadas a tener una in
uencia basica en la con-cepci
on de la ingeniera en la que el acto de creacion es esencial.
Uno de los legados mas consolidados del romanticismo es el caracter in-cuestionable
de creacion que se da en todas las formas superiores de quehacer
humano. Se puede argumentar a favor de que crea tanto el artista que pro-duce
una obra de arte, como el cient
38. co que integra datos dispersos en
una teora; y tambien el ingeniero, que produce artefactos inexistentes en
el mundo natural. Sin embargo, el acto de creacion adquiere formas distin-tas
en cada uno de estos dominios y es precisamente la diferencia entre los
canones que rigen la aceptacion de las creaciones en cada uno de ellos lo
que determina las profundas diferencias existentes entre ellos. La creacion
artstica reside en la captacion en un objeto concreto de una emocion o de
una percepcion subjetiva de su autor; mientras que la creacion de una teora
cient
39. ca consiste en la concepcion de un sumario abstracto de multitud de
datos dispersos. La ingeniera comparte con la ciencia el canon de la raciona-lidad
{tomando este concepto en un sentido muy laxo, ya que escapa a toda
pretension de precisarlo{ aunque tambien posee connotaciones con el acto de
creacion artstica, en lo que todo artefacto tiene de objeto concreto, de algo
concebido con un
41. co, aunque regido por un canon de funcionali-dad
{que en algun caso puede no estar exento de pretension estetica{ y de
sometimiento a algun tipo de norma {por ejemplo deontologica{ ajena a la
mera funcionalidad.
3 El positivismo
El romanticismo impera durante un perodo que se alarga hasta mas alla de
mediados del siglo xix. En el ultimo tercio de este siglo se produce la reaccion
positivista que pretende restituir el espritu racionalista de la Ilustracion. El
positivismo nace en tiempos romanticos, y por obra de hombres romanticos,
pero acaba siendo la negacion radical de la concepcion romantica de la vida.
La recuperacion de los valores ilustrados por los positivistas es un fenomeno
complejo que presenta multiples facetas. Por lo que respecta al fomento
de la actividad industrial, y en general a las cuestiones relacionadas con
la ingeniera, la Ilustracion todava haba sido un fenomeno relativamente
10
42. minoritario y elitista. Por el contrario, la epoca del positivismo, el ultimo
tercio del siglo xix, coincide con un perodo de gran expansion del mundo
de la ingeniera en el que con
uyen una serie de circunstancias historicas
(el
43. n de la Guerra Civil americana, la union de Alemania bajo Bismark,
la epoca victoriana en Gran Breta~na, la uni
44. cacion de Italia, la estabilidad
francesa bajo la Tercera Republica, e incluso, en nuestro pas, la relativa
calma que representa la Restauracion) que permiten un perodo de gran
progreso industrial. Es la epoca en la que ferrocarriles y barcos de vapor
imprimen un considerable impulso al comercio y a las relaciones economicas,
e incluso a los movimientos migratorios.
Si lo analizamos con algun detalle veremos que aunque el positivismo
contiene elementos consustanciales con la Ilustracion, sin embargo retiene de
la epoca romantica el gusto por lo concreto y un substrato de espritu de
ruptura, que aun pervive. La epoca positivista de
45. nales del xix conserva la
fascinacion romantica por los viajes {se culmina la exploracion del planeta{
y por la ciencia experimental. En los dominios del arte y la literatura la
epoca positivista esta presidida por una recuperacion del realismo. En el
ambito del conocimiento el positivismo no aspira a las grandes explicaciones
teoricas, tan queridas por el racionalismo ilustrado, para postular que solo la
observacion rigurosa y objetiva de los hechos permitira determinar las leyes,
si existen, que rigen su comportamiento.
El desbordante progreso cient
46. co y tecnico determino que la gran mayora
de los hombres en los pases civilizados adoptase, consciente o inconsciente-mente,
el credo positivista. El optimismo positivista se basa en la fe ciega
en el progreso, en la e
47. cacia de la ciencia como fuente segura de certidumbre
y en la e
49. n practico. El hombre
haba encontrado en el metodo cient
50. co riguroso el camino seguro hacia el
conocimiento que durante siglos haba estado buscando.
De hecho, es posible encontrar citas de eminentes cient
52. esto una ingenua conviccion de que la ciencia estaba al-canzando
cotas de
53. nitivas. Por ejemplo, en el a~no 1887, el Ministro de
Instruccion Publica de la Republica francesa, Marcellin Berthelot, llego a
a
54. rmar: para la ciencia, el mundo ya no tiene ningun misterio3.
3Es notable que en nuestro tiempo se este reproduciendo una actitud de esta naturaleza
11
55. Para el teorico positivista el conocimiento humano progresa mediante la
ciencia tanto hacia la verdad como hacia el conocimiento util. La medi-cina,
una practica profesional milenaria, se bene
56. cia espectacularmente de
los logros alcanzados por la ciencia. Algo semejante ocurre con la ingeniera.
En ambas profesiones, el caracter de ciencia aplicada se considera como un
timbre de honor.
El siglo xx se inicia con una intensa crisis en los fundamentos del posi-tivismo,
que conducira a una profunda revision de los supuestos sobre los que
estaba basado. Las cosas parecan no ser tan simples como haban pensado
los positivistas, desbordantes de optimismo. Las primeras manifestaciones
de esta crisis se producen en el arte y la literatura, pero pronto alcanzan
tambien a la propia ciencia. El primer tercio del siglo xx asiste a una de
las mas profundas revoluciones que se han producido en la ciencia fsica que
pone en entredicho el realismo ingenuo de los positivistas decimononicos.
El mundo de la ciencia se convierte en algo complejo en donde coexisten
multiples teoras no necesariamente compatibles entre s, lo que socava la
pretension ilustrada de un marco unico, y con pretensiones de universalidad,
para la representacion de la realidad. La diversidad de descripciones en los
distintos ambitos de la realidad, no reducibles a una sola, las mil caras del
realismo {por emplear la feliz expresion del ttulo de una obra de Putnam4{
empieza a cobrar carta de naturaleza.
La in
uencia sobre la ingeniera, de esta nueva forma de ver el mundo, es
innegable. En la proxima seccion veremos como la ruptura con la acepcion de
la ingeniera exclusivamente como ciencia aplicada la lleva a reconciliarse con
valores como la peculiar creatividad del objeto tecnico, o la preferencia por
lo concreto frente a lo universal, que parecan haber quedado relegados desde
el romanticismo al dominio de las humanidades. El humanismo que haba
sido uno de los patrimonios del hombre ilustrado, del ingeniero primigenio
del xviii, haba quedado, en cierta manera, postergado por el cienti
57. smo del
ingeniero positivista. La conveniencia de recuperar ese patrimonio se hace
de nuevo patente en nuestros das.
y afamados cient
58. cos, como Stephen Hawkins, digan cosas parecidas. Parece conveniente
que, ademas de los ingenieros, algunos cient
59. cos se acerquen un poco mas a los libros de
historia.
4H. Putnam, Las mil caras del Realismo, Paidos, 1994.
12
60. 4 Sobre la creatividad en la ingeniera
En el ultimo cuarto del siglo pasado, en los pases occidentales, especialmente
en Estados Unidos, se vive un perodo de euforia en el que parece que por
61. n,
gracias a la tecnica y a la ciencia, el hombre iba a liberarse de servidumbres
seculares, de la miseria y del hambre, e incluso, con los progresos de la me-dicina,
del dolor y la enfermedad. Sin embargo, la crisis de principios del xx
en todos los campos de la cultura {la ciencia, el arte y la literatura{ haba
de alcanzar, tarde o temprano, al mundo de la tecnica y de la ingeniera.
Junto con los grandes inventos y el desarrollo industrial aparece la lucha de
clases, y otros efectos colaterales, como la contaminacion y la destruccion del
paisaje por las fabricas y las explotaciones mineras. La percepcion negativa
del progreso tecnico {en algunos casos de forma exagerada y magni
62. cada{
crece a lo largo del siglo xx con el empleo de la energa atomica {con el per-turbador
problema de los residuos radioactivos{; la depredacion del medio
natural, con la destruccion de la diversidad biologica y el acoso a determi-nadas
especies; la creciente contaminacion ambiental, producto del desarrollo
industrial o de simples aspiraciones de confort {con problemas anexos, como
el efecto invernadero{; y, problemas mas recientes, como puede ser la rup-tura
de determinados ambitos de intimidad mediante los nuevos y poderosos
medios informaticos. El triunfalismo tecnologico de principios de siglo va de-jando
paso a posiciones mas matizadas que requieren la adopcion por parte
de los ingenieros de principios deontologicos que hasta entonces haban sido
relativamente postergados ante el incuestionado balance positivo de su labor.
En todo caso, la ingeniera, al tratar de distanciarse de la mera consid-eraci
on de ciencia aplicada {una especie de subproducto del conocimiento
cient
63. co de las leyes de la naturaleza{ se ve progresivamente abocada a la
busqueda de su propia identidad, y de la de
64. nicion de un ambito metodologico
propio, en el que sin prescindir de los encomiables logros cient
65. cos {para ella
convertidos en valiosas herramientas{ alcance a de
67. co.
La tarea no es sencilla, entre otras razones por el vasto campo de actividades
que cubre la ingeniera {desde la agricultura y la preservacion del medio ambi-ente,
hasta la industrializacion y la alteracion de ese propio entorno natural{.
La di
68. cultad, sin embargo, no debe invitar al desistimiento. Al contrario, en
el mundo arti
69. cial en el que vivimos, que de una forma un tanto desbocada
y acumulativa estamos creando, y en el que la labor de los ingenieros es
13
70. determinante, se hace particularmente indispensable esa re
exion.
Aqu nos vamos a limitar, de momento, a cuestionar en profundidad la
consideracion de la ingeniera meramente como ciencia aplicada, para que
al liberarla de esa colonizacion con pretensiones de exclusividad, aparezcan
holguras por las que puedan introducirse nuevas componentes, entre las que
estaran presentes algunas procedentes del mundo de las humanidades.
Para analizar de forma rigurosa la diferencia entre ciencia e ingeniera
se puede recurrir a los propios argumentos de la
71. losofa de la ciencia {mas
complaciente con esta ultima, que con la ingeniera{ y recurrir a la teora
de la cobertura legal de Hempel. Carl G. Hempel ha propuesto un esquema
particularmente simple y sugestivo de la explicacion cient
72. ca. Este esquema
es el siguiente:
Explanans: T
C
Explanandum: A
que se interpreta diciendo que una explicacion cient
73. ca del fenomeno A
consiste en la derivacion logica de A a partir de la teora T y de los hechos
concretos C. Es decir, el fenomeno A esta, de alguna forma, implcito en la
teora T. Si concurren las circunstancias C se desprende logicamente de T
que se produzca el fenomeno A.
Este mismo esquema se ha pretendido que sirva de soporte a una apli-caci
on tecnica. De acuerdo con esta propuesta una aplicacion tecnica consiste
en producir un determinado artefacto A, para lo que la teora T se estima que
proporciona todo el conocimiento necesario. La actividad propia del tecnico
consiste en establecer que condiciones C son necesarias para que, de acuerdo
con lo previsto por la teora T, se produzca el acontecimiento A.
Una consecuencia de lo anterior es que solo si disponemos de una teora
T adecuada seremos capaces de producir el artefacto A. Esta interpretacion
puede considerarse como una aceptable caracterizacion de lo que es la apli-caci
on de la ciencia a un problema concreto, la produccion de A. Por ello
14
74. lo correcto sera decir que lo que la teora de la cobertura legal de Hempel
permite caracterizar es la aplicacion de la ciencia a un problema concreto,
que es lo que comunmente se conoce como ciencia aplicada5. Sin embargo,
la ingeniera es otra cosa. La ingeniera es concepcion de un artefacto A, aun
cuando no dispongamos de una teora que suministre todo el conocimiento
necesario para producir A. En la interpretacion de la aplicacion tecnica a
partir de la cobertura legal de Hempel se prescinde de la componente de
sntesis, de creacion basica en la concepcion de todo artefacto.
Conviene insistir un poco mas en lo que estamos diciendo. Por ejemplo,
la teora de la cobertura legal de Hempel capta la explicacion del movimiento
planetario a partir de la mecanica newtoniana. En efecto, a partir de la teora
de la mecanica de Newton T, y dadas las circunstancias C {la presencia en
el espacio del sol y los planetas con masas, posiciones y velocidades iniciales
adecuadas{ se deduce logicamente el acontecimiento A, que sus trayectorias
sean elpticas6. El acontecimiento A {el movimiento de los planetas{ se
desprende unvocamente de la teora T dadas las circunstancias C.
Nada semejante sucede en el ambito de la ingeniera. No hay nada pare-cido
a una teora T a partir de la cual se desprende el proyecto de un artefacto,
como puede ser un avion o un robot. Evidentemente en los distintos procesos
involucrados en el funcionamiento del avion o del robot hay subproblemas a
los que se puede aplicar la anterior caracterizacion de la aplicacion tecnica
mediante la cobertura legal de Hempel. Sea el proceso de combustion en un
motor, o el movimiento de determinadas partes de un robot, estos procesos
fsicos pueden ser explicados, entendidos, o incluso dise~nados de forma mas
e
76. co que se tenga de los procesos
fsicos involucrados. Pero la concepcion global del avion o del robot es el re-sultado
de un acto de creacion, de sntesis de diferentes subprocesos, ajeno,
aunque condicionado, a lo que entendemos por aplicacion de la ciencia. El
cuerpo de conocimientos cristalizado en las ciencias de la naturaleza no susti-tuye
a la creatividad, a la capacidad de sntesis, y a las habilidades propias
5Recordemos, no obstante, las protestas de Pasteur ante la denominacion ciencia apli-cada.
La ciencia aplicada es ciencia adjetivada, lo que desagradaba a Pasteur. Para el lo
que realmente se producan eran aplicaciones de la ciencia, de la ciencia sin adjetivar.
6Prescindiremos, por no ser relevantes a nuestro argumento principal, del caracter
extremadamente simpli
77. cado de los supuestos de Newton al considerar aisladamente el sol
y cada planeta.
15
78. del ingeniero, sino que le asiste para permitirle llevar a cabo su labor con
mayor ambicion. Un mundo en el que existiese una teora T al gusto de
Hempel tendra pocos incentivos para un ingeniero {y en el posiblemente no
tuviese ningun sentido la existencia de la profesion{.
En la actividad del ingeniero {en sus formas excelsas se entiende, no en las
rutinarias{ se articulan armoniosamente la capacidad de sntesis creativa, tan
cara al mundo de las humanidades, con el rigor de la ciencia que establece los
cauces por los que puede discurrir esa creatividad. Recordemos a Leonardo
da Vinci, el prototipo de ingeniero renacentista, cuya capacidad creativa fue,
en muchos casos {como en la maquina de volar{, mucho mas lejos de lo que
los conocimientos cient
79. cos y los recursos tecnicos de la epoca permitan.
Su obra es un claro ejemplo de la necesidad de la ciencia para la ingeniera
pero, igualmente, de lo autonomo y espec
80. co de la ingeniera frente a la
ciencia. En ella se pone de mani
81. esto la distincion entre, por una parte, la
disponibilidad de componentes teoricos, de materiales y de tecnicas {de lo
que hoy llamaramos recursos cient
82. cos y tecnologicos{ y, por otra, de la
componente creativa de la ingeniera7.
5 El pendulo invertido
El pendulo invertido es un artefacto, concebido por los ingenieros de control
automatico, que va a servirnos para ilustrar de forma directa algunos de
los conceptos que se acaban de exponer. Consiste en un motor electrico,
cuyo eje esta dispuesto verticalmente, al que es solidario un brazo del que
cuelga libremente un pendulo, que puede oscilar libremente. En la
83. gura 1
se ilustra este pendulo. El cilindro vertical de mayor volumen representa el
motor. Este motor permite girar el brazo, giro que se mide por el angulo '.
El movimiento del brazo hace oscilar al pendulo que cuelga de su extremo,
de modo que es el angulo que forma el pendulo con la vertical. Este angulo
se mide con un dispositivo adecuado. Si el motor esta parado el pendulo
7Es notable el amplio uso que hace Leonardo de la madera y del cuero, materiales que
contaban en su tiempo de una adecuada tecnologa. No suceda lo mismo con los metales,
que si bien se dispona de una tecnologa su
84. ciente para el escultor, era todava inadecuada
para obras de ingeniera.
16
85. se encuentra en posicion colgante o inferior = rad. {hacia abajo{, por
accion de la gravedad. Si se perturba ligeramente volvera a esta posicion tras
algunas oscilaciones. Es el comportamiento natural del pendulo.
Figura 1: Pendulo invertido rotatorio.
Se pretende que este artefacto tenga un comportamiento arti
86. cial, en
virtud del cual el pendulo se mantenga invertido {en posicion superior, erecto
o erguido{ con = 0 rad., como si la fuerza de la gravedad lo atrajese hacia
arriba. Ademas, se pretende que estando el pendulo en la posicion inicial
natural colgante ( = rad.) evolucione a la posicion arti
88. nidamente en ella. Esto se consigue mediante
una estructura de realimentacion como la que se muestra en la
89. gura 2.
A partir de la medida de se determina la actuacion sobre el motor para
conseguir el objetivo perseguido. El problema se conoce como el del pendulo
invertido y constituye un atractivo banco de pruebas para la ingeniera de
control, al que se han dedicado multiples esfuerzos estos dos ultimos decenios,
aunque no se ha alcanzado todava una solucion completamente satisfactoria.
Para conseguir el comportamiento deseado la estrategia de control se des-compone
en dos subproblemas. El primero es provocar un balanceo progre-sivo
de modo que el pendulo alcance cada vez mayor altura en las sucesivas
oscilaciones. Es un problema semejante al del que se columpia pretendiendo
cada vez aumentar el recorrido de las oscilaciones. La estrategia a seguir
es relativamente simple. Cuando se alcanza la maxima amplitud en una os-
17
90. Planta
u
Controlador
Figura 2: Estructura de realimentacion de un pendulo invertido rotatorio.
cilacion se aplica todo el esfuerzo posible en sentido contrario, de modo que,
en el caso del pendulo, el par maximo del motor se invierte cada vez que el
pendulo alcanza un maximo de oscilacion. De este modo, por aplicaciones
sucesivas de pares alternados, se van alcanzando amplitudes progresivamente
mayores que acercan al pendulo a la posicion invertida deseada. Conviene ob-servar
que mediante este proceso lo que se hace es inyectar energa, de modo
que la energa potencial del pendulo se incremente de la correspondiente a la
posicion inferior a la de la posicion superior.
Una vez el pendulo se encuentra en las proximidades de esta posicion se
cambia la estrategia de control. Ya no se trata de inyectar energa, mediante
aplicaciones sucesivas de pares maximos, sino de aplicar una estrategia se-mejante
a la del malabarista que trata de mantener un palo vertical en la
punta del dedo.
Combinando adecuadamente estas dos estrategias, la del balanceo progre-sivo
(conocida por su denominacion inglesa de swing-up) y la del malabarista
(estabilizacion local), se consigue el objetivo deseado: que el pendulo pase de
la posicion colgante natural a la invertida arti
92. nida-mente
en ella. Se trata, por tanto, de un artefacto concebido para conseguir
un comportamiento que no se da de forma natural. Podemos considerarlo
como un prototipo de artefacto, de objeto tecnico, de producto de la inge-nier
a, concebido con un proposito u objetivo determinado, el conseguir el
comportamiento arti
93. cial que se acaba de describir. El interes de este in-
18
94. genio radica en que pese a su simplicidad constituye un banco de pruebas,
hoy por hoy aparentemente inagotable, para la ingeniera de control. Pre-senta
multiples problemas tanto de naturaleza teorica como practica. Entre
los primeros esta el hecho de que no haya sido posible encontrar una unica
estrategia de control, que subsuma en una sola la del malabarista y la del
columpio. Se sospecha que no puede existir, pero tampoco esto ultimo ha
sido demostrado.
Entre los problemas adicionales esta, por una parte, la determinante in-
uencia que en su comportamiento tiene la friccion estatica, fenomeno que
se produce siempre que se inicia el deslizamiento de dos super
95. cies en con-tacto
8; y, por otra, los asociados a la saturacion del par maximo que puede
suministrar el motor. La importancia del fenomeno de friccion es difcil de
subvalorar, tanto en sus aspectos positivos {los automoviles se mueven gracias
a ella; piensese en un coche sobre una carretera helada, en la que desaparece
la friccion{ como en sus aspectos negativos, cuando tratamos de compen-sarla
para conseguir movimientos de alta precision, como sucede en el caso
del pendulo invertido (o en un radiotelescopio, o una pantalla de radar, que se
pretende posicionar con gran precision en una direccion determinada). Con-sideraciones
analogas pueden hacerse del fenomeno de saturacion: todos los
actuadores pueden saturarse (ninguna magnitud alcanza un valor in
96. nito).
Tanto la friccion como la saturacion son muestras de fenomenos no lineales
presentes en todos los ingenios electromecanicos.
Lo que aqu nos interesa resaltar, y por lo que hemos trado a colacion
el pendulo invertido, es que aun tratandose de un artefacto relativamente
sencillo no existe {al menos nadie ha sido capaz de encontrarla, y mientras
esto no suceda no existe; lo demas son actos de fe{ una teora T de la que
se desprenda el comportamiento A deseado. Se dira que existe una teora
T1 que explica como mediante los balanceos sucesivos el pendulo se acerca
a la posicion deseada. Existe tambien otra teora T2 que permite proyectar
una estrategia de control que emule a la del malabarista. Se tienen dos sub-problemas
cada uno de los cuales puede ser subsumido por la teora de la
cobertura legal de Hempel. Sin embargo, y esto es lo relevante, la combi-
8Es posible que fuese en epocas tempranas de la tecnica, en conexion con el dise~no de
ejes en los carros, cuando se descubrio que la friccion entre super
97. cies metalicas poda
reducirse mediante aceites y grasas. Tambien se descubrio que mediante agua jabonosa
poda lubricarse la madera.
19
98. nacion de ambas estrategias no es el resultado de ninguna teora preexistente,
sino el producto de un acto creativo que es el que estamos postulando que es
espec
99. co de la ingeniera.
A mayor abundamiento, a lo que se acaba de decir en el parrafo anterior
{la consideracion unicamente de las teoras T1 y T2{ hay que a~nadir la consid-eraci
on de los efectos colaterales de la friccion y de la saturacion del par mo-tor.
Por lo que respecta a la friccion, es un fenomeno de una complejidad tal
que carecemos de una teora en un sentido estricto. Disponemos de modelos
matematicos que permiten aproximar la emulacion de este fenomeno y con los
que se consiguen aminorar, de forma considerable, sus efectos perturbadores,
pero estos modelos no se derivan de una teora de la friccion {de la que
carecemos, y dada la propia naturaleza del fenomeno no parece que vayamos
a disponer nunca de ella{ sino que tienen un caracter fenomenologico, que
puede ser su
100. ciente para el ingeniero pero insatisfactorio para el cient
101. co.
Por lo que respecta a la saturacion, se puede estudiar mejor {desde un
punto de vista matematico{, pero en todo caso se esta ampliando el abanico
de teoras a las que recurre el dise~nador del pendulo. La pretendida teora
unitaria de Hempel T esta, cada vez, mas lejana. Puede que alguien sugiera
que, en este caso, T es la mera interseccion de T1, T2 y los conocimientos
de los que se dispone respecto a la friccion y a la saturacion. El problema,
sin embargo, reside en que la combinacion de estos conocimientos y teoras,
para concebir una ley de control del pendulo invertido, es cualquier cosa
menos trivial. Las leyes de control del pendulo invertido que funcionan no
se desprenden unvoca y logicamente de esa interseccion de conocimientos y
teoras, sino que son el resultado de una sntesis creativa en la que hay tanta
intuicion como calculo re
102. nado.
Por tanto, nos encontramos ante un artefacto en el que se pone de ma-ni
103. esto inequvocamente la diferencia entre ciencia aplicada e ingeniera. Es
evidente que los conocimientos cient
104. cos {basicamente, los de la mecanica
como parte de la fsica{ nos resultan de gran utilidad {podemos incluso admi-tir
que se diga que son imprescindibles{ para comprender aspectos parciales
del funcionamiento del artefacto. Sin embargo lo que es su concepcion, la
sntesis de diferentes subproblemas en una unidad de comportamiento, es el
producto de un acto creativo, que es una muestra de lo que constituye la
identidad y la especi
106. La simplicidad del artefacto que es el pendulo invertido permite clari-
107. car, con un ejemplo sencillo, algo que se puede decir de forma analoga de
productos muchsimo mas complejos como pueden ser {en escala progresiva
de complejidad{ un robot o un avion. Si decimos que no existe una teora
T para un avion parecera que estamos diciendo una obviedad. Sin embargo
somos capaces de construir el avion a pesar de que no exista T, y si esto se
olvida entonces se desdibuja y se pierde la idea de la labor de sntesis crea-tiva
en que consiste la ingeniera; apoyada y sustentada sobre conocimientos
cient
108. cos, pero autonoma con relacion a ellos. Esos conocimientos apor-tan
al ingeniero, por una parte, unos principios o leyes de la naturaleza que
establecen limitaciones para aquello que puede hacer, y al mismo tiempo,
cuando esta dentro del ambito de aplicacion de esas leyes, le ayudan de ma-nera
inapreciable a poder realizar determinados calculos imprescindibles, en
la gran mayora de los casos, para el exito de sus concepciones. Pero estas,
aunque resulten enriquecidas por ellos {en muchos casos hasta el extremo
de determinar su propia posibilidad{ son, sin embargo, autonomas y tienen
una identidad propia. Y es ah donde de nuevo encontramos, en el ambito
de la ingeniera, el serpenteante rastro de lo humano {por recordar otra feliz
expresion de Putnam{, que pareca haberse arrinconado en la esquina de las
humanidades.
6 La racionalidad acotada de Simon
Todo el pensamiento occidental esta presidido por una pretension de racio-nalidad.
Durante la Ilustracion y la epoca del positivismo esta pretension
alcanza altas cotas. Ingenieros y cient
109. cos, en su actividad profesional, la
invocan constantemente como el fundamento de la legitimidad del metodo
que emplean. Sin embargo, el concepto de racionalidad es mas impreciso y
escurridizo de lo que esas pretensiones pudieran hacer deseable.
Se han propuesto diferentes clasi
111. caciones, particularmente
interesante para lo que aqu estamos viendo, es la propuesta para Herbert Si-
9Jesus Mostern, Racionalidad y accion humana, Alianza Editorial, 1978.
21
112. mon10, que distingue entre racionalidad sustantiva u objetiva, y racionalidad
procedimental o acotada.
La racionalidad sustantiva es aquella que se da cuando el agente dispone
de descripciones exhaustivas de aquello que se propone explicar {si se esta en
el dominio de la ciencia{, o sobre lo que se pretende actuar, y de los objetivos
que se intentan alcanzar con esa actuacion, en el caso de que estemos ante un
problema de ingeniera o, en general, de toma de decisiones. La racionalidad
objetiva es la racionalidad ideal, pero requiere un conocimiento absoluto, o
al menos exhaustivo y global. Por ello se da rara vez en la practica, excepto
en casos triviales. En aquellos en los que es posible aislar convenientemente
el fenomeno que se esta estudiando y prescindir de los factores perturbadores
que alteran esa simpli
113. cacion, que es la que permite que la racionalidad
sea sustantiva. Es la racionalidad ideal del cient
114. co, que se asla en su
laboratorio, y prescinde de todo aquello que le impide edi
115. car una teora a
la vez simple y fecunda. Es la que esta implcita en la teora de la cobertura
legal de Hempel.
Por otra parte, distingue Simon una racionalidad procedimental y acotada
que es aquella que aplicamos cuando ante un determinado problema, o en
una cierta situacion, nos encontramos con una informacion incompleta, y
con una capacidad de procesarla a su vez limitada. Es la racionalidad que
normalmente se aplica en las complejas situaciones en las que habitualmente
nos encontramos, sea en los problemas de ingeniera, sea en los procesos
de toma de decisiones en la vida social, comunitaria o incluso en la vida
cotidiana. Esta forma de racionalidad trata de encontrar procedimientos
e
116. cientes para calcular soluciones efectivas a problemas concretos. Es la
racionalidad que esta presente en la ingeniosa combinacion de estrategias
para la resolucion del problema del pendulo invertido.
Esta distincion entre racionalidades se concreta, para Simon, en la dife-rencia
entre los objetivos que se pueden alcanzar con una u otra. Con la ra-cionalidad
sustantiva, cuando disponemos de una formalizacion completa del
problema que tenemos entre manos, podemos aspirar a obtener una solucion
optima, en un sentido preciso y formal {justamente el objetivo formalizado
que tratamos de alcanzar{. Por el contrario cuando estamos en el ambito de
10H. Simon, The Sciences of the Arti
118. la racionalidad procedimental lo mas que podemos alcanzar es una solucion
satisfactoria. Las soluciones ya no son unicas y en la decision sobre cual de
ellas se adopta estan presentes factores que el racionalista objetivo tildara de
subjetivos. Pero as son las cosas. Los ingenieros saben bien que el segundo
tipo de racionalidad propuesto por Simon es el que en ultimo extremo apli-can
cuando resuelven sus problemas, aun cuando con frecuencia a~noren que
no sea posible el aplicar el primero {a~noranza que cabe imputar a un cierto
espejismo heredado de la Ilustracion y que todava se mantiene, en algunos
casos, en la propia formacion del ingeniero{.
Propone Simon un ejemplo claramente ilustrativo de la distincion en-tre
las dos formas de racionalidad. Se trata del problema de emular in-form
aticamente al jugador de ajedrez. En este caso conocemos exhaustiva-mente
todas las reglas de los movimientos posibles y teoricamente podramos
construir un arbol de decisiones con todas las jugadas admisibles y de este
modo alcanzar una racionalidad sustantiva a la hora de programar un orde-nador
que jugase al ajedrez. Sin embargo, sabemos que esto es practicamente
imposible, que el arbol de posibilidades es tan inmenso que, a la hora de es-tablecer
estrategias informaticas para jugar, hemos de recurrir a horizontes
limitados de jugadas, a ponderaciones que re
ejen los habitos del contrario,
en suma a una racionalidad acotada de caracter procedimental. De nuevo
la anhelada objetividad se ve cuestionada en la practica. Si queremos hacer
un programa efectivo que juegue al ajedrez debemos combinar reglas y leyes
con creatividad e ingenio, combinacion que resume, de forma especialmente
afortunada, los rasgos caractersticos de la ingeniera.
7 Comentarios
120. esto la relevancia
de la recuperacion por parte de los ingenieros de un humanismo en cierta
manera perdido {o al menos postergado{ a lo largo del xix. Se trata de
planteamientos de amplio alcance que acaso algunos {o muchos{ ingenieros
consideren irrelevantes para su absorbente, y en muchos casos desbordante,
actividad profesional ordinaria. Sin embargo, concepciones como las que
acabamos de discutir pueden suponer a largo plazo diferencias sensibles en el
23
121. modo de entender la practica de la profesion. De hecho, en nuestros das aun
se considera culturalmente correcto el punto de vista que se gesto durante
la ultima parte de la Ilustracion, y que se rea
122. rmo en el posterior positivismo
decimononico, de subordinacion de la ingeniera a la ciencia, de consideracion
de la ingeniera como mera ciencia aplicada.
Hay una cita de Kant que expresa de forma especialmente concisa y afor-tunada
el substrato del espritu de la Ilustracion. Es la que dice: hay dos
cosas que nos llenan de creciente admiracion y asombro: el cielo estrellado so-bre
nuestras cabezas y el sentimiento del deber en nuestros corazones. Para
Kant solo hay dos motivos de admiracion: el mundo de la naturaleza y el de
la etica. Sus dos grandes crticas constituyen precisamente el desarrollo de
esa doble concepcion: la crtica de la razon pura y la de la razon practica. La
crtica de la razon para el acceso al conocimiento de la naturaleza; y la crtica
de la razon para la regulacion de nuestras relaciones en la comunidad social.
Ademas, en la cita de Kant esta implcita la disociacion entre el mundo del
saber y el de la accion; precisamente los mundos que aparecen entrelazados
en la actividad del ingeniero{ al menos en lo que respecta a la actuacion so-bre
el mundo natural{. El mundo de la tecnica, el de la ingeniera, aparece,
en la obra de Kant, como subordinado. No alcanza entidad propia. En gran
medida este ha sido el espritu imperante en el mundo moderno.
Sin embargo, hace dos mil quinientos a~nos, el viejo Estagirita distinguio
tres {y no dos{ formas de saber: el saber contemplativo, el de la razon pura;
el saber practico, el que nos dicta como desenvolvernos en el medio social; y
el saber productivo, el saber de la tecnica. Leemos en la Etica a Nicomaco11:
toda tecnica versa sobre llegar a ser, y sobre el idear y considerar como puede
producirse o llegar a ser algo de lo que es susceptible tanto de ser como de
no ser, y cuyo principio esta en el que lo produce y no en lo producido. En
efecto, la tecnica no tiene que ver ni con las cosas que son o se producen
necesariamente, ni con las que son o se producen de una manera natural,
porque estas cosas tienen su principio en s mismas. Y un poco mas abajo:
la tecnica o el arte es... una disposicion productiva acompa~nada de razon
verdadera.
Es posible encontrar una mejor caracterizacion de la tecnica que la que
11Aristoteles, Etica a Nicomaco, Libro VI, Captulo III.
24
123. subyace a los primeros parrafos de la primera de las citas? En el mundo griego
arte y tecnica se confundan. Se aplicaban a todo aquello que era producto
de la actividad creativa humana. Posteriormente se produjo la bifurcacion
entre bellas artes, dominadas por un canon estetico, y artes utiles presididas
por un criterio utilitarista. Esta bifurcacion separo a las artes practicas del
mundo de las humanidades y lo acerco al de la ciencia. Posiblemente sea
el momento de reconsiderar esa separacion, y de recuperar la re
exion y
la busqueda de la identi
124. cacion de las componentes creativas {producir es
crear{ que se perdieron con esa bifurcacion.
Algunos
125. losofos contemporaneos apuntan, a veces aun sin pretenderlo,
elementos de re
exion de gran valor para propiciar esa recuperacion. Por
ejemplo, Popper habla de las teoras como redes con las que captamos {
pescamos{ partes de la realidad, mientras otras se nos escapan12. El ingeniero
adoptara distintas redes segun los objetivos que persiga (como antes hemos
visto en el caso del pendulo con las teoras T1 y T2) y se las arreglara como
pueda con aquello que se le escapa entre las redes (como la friccion o la
saturacion, en el pendulo invertido).
La metafora de las redes de Popper puede resultar esclarecedora para com-prender
las complejas relaciones entre ciencia e ingeniera. En la acepcion
de Popper los cient
126. cos crean teoras, a las que asimila con redes. Parecera
que la ingeniera, si fuese meramente ciencia aplicada, se debera limitar a
aplicar esas redes a casos concretos. Estamos viendo que ese no es el caso.
Pero es que ademas el ingeniero tambien crea sus propias redes en aquellos
ambitos en los que las creadas por los cient
127. cos tradicionales {los que se ocu-pan
fundamentalmente de las ciencias de la naturaleza{ no han penetrado13.
Estas redes de los ingenieros son compatibles, o incluso intercambiables, con
las de los cient
128. cos, y en este sentido la ingeniera genera tanta ciencia como
la que mas. Sin embargo, para el ingeniero la construccion de redes tiene un
12K. Popper, 1982,Theories as nets, New Scientist, 29 July, pp 319-320.
13As la teora de circuitos, o la mecanica de los medios continuos, o la teora de los
sistemas realimentados, o tantas otras ramas del saber desarrolladas por ingenieros. Es
notable que la termodinamica naciese de manos de ingenieros, y fuese posteriormente
subsumida por la ciencia fsica convencional -no sin ciertos recelos respecto a su caracter
excesivamente fenomenologico-. Sin embargo la teora de circuitos o la mecanica de los
medios continuos no han sido completamente incorporadas al bagaje de la ciencia fsica
pese a su caracter indiscutiblemente cient
131. ere, pues su objetivo fundamental no
es hacerlas, sino aplicarlas a casos concretos. Es obvio que cuanto de mas
conocimiento empaquetado en teoras disponga, mas facil sera su labor.
Pero, tarde o temprano, su nivel de excelencia se medira por la habilidad
con la que, con ayuda de esos conocimientos, consiga concebir la solucion al
problema concreto que motiva su actuacion profesional.
Siguiendo con la metafora de Popper, por los intersticios de las redes
siempre se escapa parte de la realidad y es ah donde el ingeniero, que no
puede prescindir de nada, encuentra un ambito en el que desarrollar su crea-tividad.
El exito del ingenio que conciba dependera de la adecuada eleccion
de las redes {sean suministradas por la ciencia, o sean producto de su propia
actividad{, para captar aquello que sea posible, y de la habilidad con la que
se desenvuelva con aquello que se escape de ellas. Con ello la ingeniera ejerce
sus componentes de arte, y al hacerlo se situa en un nivel propio que, en prin-cipio,
no tiene porque tener una consideracion inferior a la de las ciencias de
la naturaleza. El conocimiento cient
132. co, sea en forma de leyes de compor-tamiento
de los elementos presentes en sus proyectos, sea de sus propiedades,
o sea mediante la realizacion de representaciones y calculos matematicos,
ocupa un lugar destacado, si no imprescindible, en la actividad del ingeniero.
Pero esta no se reduce solo a ello. Coordinando y dirigiendo esos conocimien-tos
y calculos esta la labor de sntesis creativa del artefacto al que el ingeniero
pretende dar el ser. Todo artefacto obedece a un proposito u objetivo, que es
algo esencialmente humano. Los instrumentos para alcanzarlo {entre los que
estan en un lugar primordial los conocimientos cient
133. cos{ siempre ocuparan
un lugar subordinado.
Ademas, la ingeniera incluye tambien formas de conocimiento no re-ducible
a formalizacion, en las que esta presente la experiencia, y algo tan
inde
134. nible e inevitable como es el buen sentido profesional en el ambito de
especialidad en el que trabaje el ingeniero. Ello sin mencionar los juicios de
valor, que por su propia naturaleza escapan al metodo cient
135. co, pero que
son inevitables en una labor tan compleja como es un proyecto de ingeniera,
en la que estan incluso presentes factores humanos. Es en este sentido en el
que hay que recuperar la cali
136. cacion de arte de concebir, de proyectar para
la labor del ingeniero.
As, el pluralismo, tan sugestivamente propuesto y cultivado por Berlin,
26
137. se convierte en una fuente de sugerencias metodologicas de gran valor para
el ingeniero. En el complejo proceso que es una obra de ingeniera debe
acatarse la inevitable riqueza y variedad del aspecto de la realidad sobre el
que se tiene que actuar; la multiplicidad de lenguajes para expresarlo; el
pluralismo de metodos y teoras, y la multidud de soluciones, que conduce
a un inevitable compromiso entre opciones alternativas; as como otro tipo
de cuestiones relacionadas con la etica profesional {a las que aqu se ha
aludido muy someramente{. Todos estos aspectos se veran enriquecidos por
la incorporacion al patrimonio de los ingenieros de los activos procedentes
del mundo de las humanidades. Ello, claro esta, sin olvidar que el cuerpo
fundamental de conocimientos de un ingeniero esta formado por metodos que
guardan una estrecha relacion con los empleados en el mundo de la ciencia.
Pero puesto que estos ultimos son hoy en da los dominantes en la formacion
del ingeniero, la recuperacion y adaptacion de los procedentes del mundo de
las humanidades, sin por ello abandonar su valioso patrimonio cient
139. gura como una tarea de una ventajosa rentabilidad. La ingeniera, al
140. n y al cabo, se desenvuelve en una peculiar encrucijada en la que con
uyen
el respeto y la explotacion racional de las leyes de la naturaleza, con el
ingenio creativo para concebir artefactos con los que resolver determinados
problemas.
27