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1rr;, u-ü.rto Eco (1 g7g/rggg)tt. ¡r.lttlrí:r rcp:rros cn reconocerla ríp.*i"encia de las dos actitudes ha-cie l,'s medios cre comunicación d.;r:;; [rr. hiro célebres hace casi rrestlí'car{as: una may oúa d,e..integrador"
thoy no tan optimistas como ha_cc un par décadas atrás), y una ínfima urrtr;, de oapsgarípdcos,, (pesi_rrrisras y ¿aguafiesras?). pero hoy diría;;;;". ¡ni lo uno ni ro orro! Enconrextos sociales adecuados, ras NT pued.en ser utirizadas ar ..5srvicio'de Ia menre' con ra biorogía, lr-.*.ñ^";;psiquiatría .o',o ciencias ytecnologías alservicio rriro drl rrrrpo;;;; ¿u io mente-.|" .or¡rnciónenrre Ia inform ática,ra teremá ticayl, ¡ior.*orogía, r, ,rr*.cnoiogía yla digitalizacíón, imprime n I^ ,r^íidad yi", i*rginarios sociares de lossiglos xx y XXI con imágenes, creencia, y r.tir,rdes porenciadas por er ci_ne, la televisión, las indirsrrias culrurare; ;l;: recienremente denomina*das como ..crearivas',. Esre conjunro d.p;";;sos recnorógicos y culrura_les, acompaña' y potencian un pro..rá de transformaciones humanasmayores a las que se hayan producido .n .nrlquier orra insrancia hisró_rica' La telemádct (iniormá úca y ..;;;; iian o dirtrr,.la) permireoPerar ya no solamente sobre la información, .sino también sobre Ia ma-
,19!';:::
estratégi ca y erconrror a. p.o..ro, firi.or, ,o.iur* y menra-
como cualquier acdvidad, al ig'ar que toc{a cxpresión de ra curtura-en su más amplio senrido anrropJogiá_ r", ,".,r,rlogías son una cons*trucción social, una manifesacián ¿i"irr*u a pcsar de que una visiónsimplista tiende a contrapo'erros. rr, .rr, ,.,rr¡..¡o, unu r^rru"terística dela cultura occicren ar
^
purt, a. r, Mo.t..,rljl¿ n" sicro precisamente Iade combinar el co"otiÁiento cienrífico .o,, .ii-¿..sarroilo permanente deinsrrumenros y aprica.c,rones prácticas. Más aú', ra ,r,od..rrij ,a t-r pro_movido una penetración ,rrrrirr.rral cre 1", t..',,rrogías a todos los ámbi_tos de las prácticas sociales e instirucionalc,s, rr:rrt"..r punro J. qr. hoydebemos hablar de ras orgunir.^rio'es ,o.i"r", .,r,r,,., sistemas sociotécni_cos' no solamenre como específicos de l" pr"¿rcci<in ..r"iuca (pormás
"flexible" que ésta tt"), sino como un r'.ci. clc arriculación de lasrrrúldples dimensiones de r'a vid,asociar
";;;;.,;,, ¡trác.ticas sociotécnicas.Las prácticas sociales no son <meramente> porítica.s, cconómicas, educa_tiv:rs o comunicativas, sino que tienden , t'rn".r.I :r s t c c n ol o gías e n r anr o o trans rr&, *, o, ;;;n;;;; ;il ff jj :T: ::il:n: :lrurn;uras como relacione, .-irírrrtemente articuracr as a ffavés de ra aso_
ttt
cirrc:irirr c()n tccncllogí:rs sobre las que se sustentan por mcdio clc disposi-
t iar¡s sociotécnicos.
Por otro lado, no se puede pensar en los procesos de mediatización
social aludiendo solamente a la función de "mediación" (de los meclios
de comunicación), sin hacer referencia de forma implícita a las transfor-
maciones que han tenido lugar debido a la penetración de la técnica en
las prácticas sociales. Imbricación creciente entre la ciencia, la tecnología
y la sociedad. Imbricación alimentada permanentemente por medio de
una relación triangular: por un lado los intereses económicos (sobre to-
do corporativos), en segundo lugar por el Estado y las instituciones edu-
cativas, y finalmeme (last but not least), por la inercia del consumo ali-
mentado por el glamowr de la publicida d y Ia propaganda.
La modernidad (en las figuras de la burguesía y el Estado) ha pro-
movido la institu cionahzación y la autonomización de los dispositivos
cognitivos que operan con una racionalidad técnica como instrumento
de expansión, y una práctica cultural de control y transformación de
la(s) realidad(es). Precisamente, es el desarrollo autosustentado -¿e ili-
mitado?- de la ..racionalidad instrumental" hacia todos los órdenes de
la realidad lo que caractertza los rasgos de lo que podemos denominar
la ..cultura tecnol ógtcarr. Como en toda tecnología, su valor y su legiti-
mación se determinan por sus usos, por el contexto social, y por las
consecuencias.
Cuando se habla de temas conflictivos o sobre conceptos demasiado
amplios y "polisémicosrr, es convenientc explicitar y acotar su significa-
do a alguna definición (no por una referencia objetiva en sí misma, sino
para definir un acuerdo cornunicativo con cl lector, lo que en el lengua-
je técnico de la semiología-valga el ejemplo- se llamaríaun <<contrato de
lectura' entre las dos partes). Según el diccionario Web ster, tecnología es
1) "La suma de los medios en que un grupo social se provee de los obje-
tos materiales de su civilizaciónr; o bien 2) "Ia terminoiogía de un arte o
ciencia, la nomenclatura técnicarr,y también 3) "la ramadel conocimien-
to que tratacon ciencia aplicada, ingenie ría, etcótera". El térrnino "técni-
g¿r' lo define como "el estudio o ciencia clc un arte o de las artes en gene-
ral, especialmente las artes mecánicas o industriales". Vale la pena hacer
algunas observaciones sobre el campo de realidad que se adscribe a las
diversas definiciones: para la primer a acepción, la tecnología es el con-
junto de los medios -eminentemente físicos- con que una sociedad se
sirve paraproveerse de los objetos materiales. Para la segunda, se inscri-
41
lrc ctrrtto drla o lt:nguajc' c()n'lo una terminologíaespecífic a; y enla tcr-
ccr¿r scr rcficrc:r la tccnología como un saber. un conocimiento aplicado.
Itcsumiendo, la tecnología se concibe como un medio materiar, como
lenguaje o colno saber. En .r-bio el término <<técnica>> implica un es_
tudio, el culdvo de un conocimienro, el proceso de produ..ión de un
saber.
Las figuras retóricas sobre la denominada .rsociedad del conocimien_
to> se acercan bastante a esta idea de la úcnicacomo proceso de conoci-
miento, así como s-e alejan de la noción tecnologicista y reduccionista de
..sociedad de Ia informaciónrr, que se halla ,rn Jn bog, enrre el discurso
de comunicadores, ingenieror, .-presarios y seudosociórogo s tigbt.Tar
como expuse en ¿sociedad de ra in-formació,n o de la ,o*riiroción? En_
tre el condicionamiento y la libertaá poo+,2005), es inreresanre romar en
cuenta las diferencias entre los tres paradigmas tomados como modelo
de sociedades futuras (la sociedad
"d.la irrflrmaciónrr, la de la ..comuni_
cación" y la del ..conocimientorr). Encontramos fácilmente estrechas
asociaciones de sentido que se establecen entre las nociones de ..socie_
dad" de la informaci6n y la tecnología (aunque no así con la noción de
técnica)' Las tecnologías de la inforÁacio" r. presenran como procesos
fundantes para la estructuración de las sociedades fururas ; i^supervi-
vencia de las actuales (sujetas a innumerables desafíos int.rrro, y exrer-
nos' que van desde las catástrofes naturales y las pande*i"r,-h"rta for_
mas extremas del terrorismo, la delinc.r.rr.iu, y i" *nrgirrr.io' social
crecientes en todo el mundo). S. está produciendo una estructuración
global y local marcadas por mod.lo, y (trans)formaciones eminenre-
mente sociotécnicas, en que las relaciones sociales se hallan condiciona-
das y contextu alizadaspot mediaciones tecnológicas (desde el teléfono a
Internet, desde códigos de procedimienro estandari zad,osa softwares di-
señados para el seguimiento y conrrol de personas, para el espion aje,pa-
rala implemenación en cualquier clase áe activid"d., .r, las organiza-
ciones, donde se deben seguir programas rígidos para ra evaluación de
prácticas y acciones públicar y pri*das, de Jptit,rj", y de morivaciones
humanas, etcétera).
Irónicamenre, parece que a medida que el software se hace mas flexi_
ble y "amigable, desde .fprrrrto de.,rirá individual, se va rornando me_
'rtrs
amigable y más hard desde la perspectiva del control org; zacional
1' Ias implemenraciones socioté.rri."r'por medio d. sirteás experros
'r1'licados a todos los órdenes estratégicos de la vida económica, la polí-
.t :'
tica, las esrrategias rnilitares y hasta el sistema educativo y las prácticas
asociadas a la salud. Gracias a los sistemas expertos y la inteligencia arti-
ficial, la ..infraestructura> de nuestras sociedades se va tornando gra-
dualrnente más soft y adaptable a las interferencias de la naturaleza, aIa
escasez de recursos naturales o para enfrentarse a situaciones de incerti-
dumbre. Al mismo tiempo, nuestras <<superestructurastt sociales están
sufriendo un doble proceso de mediatización: por un lado transforma-
das por medio de la implementación de sistemas sociotécnicos indispen-
sables parala sustentación de las condiciones de la vida modernar / por
.l otro lado -como ..la otra cara de la monedarr- percibimos la vida so-
cial -por ende, nuestra, propia, ztida personal- amenazada por procesos de
disolución de los vínculos y las relaciones sociales e intersubjetivas -por
las insrancias que Bauman (2003) define como ..relaciones líquidas', y
que se nos manifiestan como un mundo de crisis múltiples: de la familia,
d. lor valores, de la seguridad personal y de proyecciones de futuro la-
boral, etcétera-. Irónicamente, en nuestras sociedades permanentemente
conecradas, los lazos personales tienden a diluirse y la libertad individual
a asociarse al consumo y la soledad.
Pero hablar de ..Nuev¿5r, Tecnologías implica preguntarse Por la na-
turaleza y el sentido de la novedad. ¿Qné hay de <<nuevo>> en las NT?
iThis ís the qwestian!, o bien ¿/s this tlte question? (¿podemos convenir
que ésta es la cuestión desde la perspectiva del conocimiento, de la inter-
pretación?). Desde la tecnología en sentido estricto, no hay question, no
interesa, no es un problema en sí. Sólo interesa el "¿para
qué sirve?" (y
sobre todo: ..¿cuál es su mercado?"). Ésta es la lógica elemental que aso-
cia lo instrumental con 1o económico, con el <<pensamiento único de los
integradosr'. Tres décadas atrás, pensando las relaciones entre la televi-
sión, los medios y la cultura, Umberto Eco (1979/1,999) hizo célebre la
metáfora de los ..apocalípticos y los integradosr'. Y las metáforas siem-
pre son útiles, mientras sirvan paraabrir perspectivas y no para cerrarlas
.tt p.qrr.ños dominios. Pero hoy la disyuntivarealno se halla entre apo-
.*lípti.os o integrados (caras opuestas de una misma obsesión tecnolo-
giciita). Tanto los integrados como los apocalípticos se hallan obsesiona-
áot pot la tecnol ogía,,ya seapor las promesas o por los miedos hacia un
inevitable determinismo tecnológico. ¿Quiénes están en el <<otro lado"?
¿Es que hay otro lado, una alternativa viable? ¿Es que el desarrollo del
pensamiento y de conocimientos críticos se nos Presentan realmente
.o-o una alternativa viable? No sabemos si nos lleva a acciones viables,
43
[)cr'() 'sí t¡tlc l'a' rcf'laxiórt crítica sc ha tomaclo inevitable. precisamos cle
.rtrcv?ls nrct¿íf.ras quc aseguren más independencia intelectual, más sen-
':d: 
Lnejores interpret".ion., ,.rrr.nr"d"s en proyecros y en investiga-
ct()nes permanentes.
¿Qué hay de nuevo en las NT?: nuevos medios de producción (proce_
sos materiales, informacionares, etcétera); nuevas terminologías, nuevos
discursos' nuevas artes; y además -en su tercera acepción- nuevos sabe-
res asociados a conocimientos apricados. En cuan to aranoción de ..téc_
nica", o nuevas técnicas, han surgido nuevos procesos de producción de
conocimientos, nuevas metodorogías, .orr".bidas como nuevas artes.
Pero ¿qué hay sobre los conocimi.rrtos y los discursos sobre las propias
realidades sociales? ¿Qué pasa con la investigación científica, la inter-
pretación, la construcción discursiva que d.eüería propo,rrionar sentid.o
sobre tanto caos? Es inevitable invertir ..tisrnpo, .rf.r., zo ydineror, ne_
cesarios para desarroll ar y articr-rlar las diferentes disciplirr", q,r, cons-
truyen los discursos y las interpretaciones sobre .l ho*bre, la sociedad
y la culrura. A pesar de cierta d.uulua.ión académica , l; q;; re enfren_
tan las ciencias sociales, hoy es más importanre que nunca concebir las
problemáticas relaciones entre turno.logio y ,ocieiod, desd,elas perspecri-
vas de la sociología, las ciencias políri"casj l" ..or,;;r;; _";viamenre_
desde el ..gran encuadre' de la urrtropol sgía.Sin embario, ,lri es don_
de surgen orro tipo de probremas de ,^lár.'' epistemológico: los que
corresponden a las relaciones enrre d.lscwrso y ,uitldoa, urfr)¡es y obje_
to, el mundo de
.las
rcorías y el mund.o d.e
"lás hech"r". S,r?g.í, U, Iimi_
taciones de "lo impensado> en las ciencias sociales (Tallerít.irr, 199g).
El corsé cultural y epistemológico del siglo xrx, a partir delcual se cons-
truyeron los recortes de la realidad, las Áetáforas y las pregunras origi-
narias de las disciplinas sociale s nomotéticas (las q". ulr.irr-lr, ..leyes
objetivas" de la economía, las ciencias políti.ur, l, sociologá);.orrc"bi_
das todas como dominios de cono.i*i.rrto autílnomos, conocimientos
::T:ydos,sobre "realidades" humanas separaclas en ."*f"riimenros:
ia sociedad,la cultura, y la persona.
Para la gran rradición del sigro xx (salvo raras excepciones), y sobre
todo a partir del antihistoricismo positivista der siglo r*, ,oáo cambio
cn la sociedad -ya sea tecnológico, político o cultural- deberíaser ubi-
caclo dentro del espacio de ,rrro , otro dominio, enmarcarse y encor_
sctarse denrro de paradigmas y cuerpos discipiirr"rio, ,^-p;rai¡ados(lrsicología, sociología, antropología, eicétera). Esta visión científica ha
,l ,l
producido deformaciones y limitaciones en el lenguaje, en Ia rnetodolo-
gí*, .r, las instituciones de producción de conocimiento y en las prácti-
.", d. inteTtención social y las concepciones sobre la aplicación de los
saberes en la sociedad. Tenemo s ztiejas metáforas, y nuruas realidades:
¿las tecnologías actuales son sólo pafie de una continuidad histórica y
social qrr. ,rrrrrca con las pinturas de las cavernas y va por etapas (la es-
.rit.rr", la imprenta, las máquinas de procesar información, la realidad
virtual)? ¿O bi.tr las NT transforman cualitativamente la propia lógica de
los sistemas y las estructuras sociales? ¿Cuál es la relación entre tecnolo-
gíay estnrctura social (económica, políticay culrural, en un senddo in-
t.grfl y unitario, no disociado en compartimentos de conocimiento)?
¿C"at L, Ir relación con los actores sociales, las implicaciones para las
ior-r, de asociación y de organizaciínsocial? ¿Cuáles son las implican-
cias sobre las formas de producción, percepción y consumo cultural?
¿Cuál es la relación entre tecnología y cultura(y qué es culrura en el mun-
áo
"onr.mporáneo):
cibercultura, cultura tecnológica? ¿Y más aún, cuál
es la relacián -casi metafísica- entre tecnología(s) y realidad(es)? Si para
el paradigma constructivista, los hombres -y Ia sociedad- construyen
-*cwfuirranr-I^realidad, constmy en sus realidades mediante las práaicas
y por medio de los recursos de la cwhwra, acaso la penetración universal
d. lrr NT -y en especial de las TIC-, ¿no estará reconstruyendo y atrave-
sand.ocon sus ,rrirrormateriales, energéticos e informacionales toda for-
ma de realidad humana y social (la nv, o realidad virtual,la teleinmersión,
etcétera)? ¿A partir de qué metáforas podemos constnrir proposiciones
valederas sobre la nanotecnología que puede dirigir operaciones de nues-
rro cuerpo desde su propio interior, al punto de asimilarnos -milagrosa-
menre, ieligrosa-.nt.- a la figura de un cyborg? ¿Desde qué discursos
instituiáo, á. 16 ciencias sociales podemos desarrollar interpretaciones
sólidas, argumentos coherentes sobre las implicaciones y posibilidades
del uso social de las NT Y las Ttc?
Más aún, el conocimiento científico no solo es sentido y discwrso' es
ambién acción, prácticas, producción de conocimientos aplicables, de
usos y valores sociales y culturales. Cuando en 1,984 se inaugura en Bue-
,ro, Áir.s |a primera de las Conferencias lJsuaria sobre Informática, ni
un 1"/o de los participantes provenía de las ciencias sociales. Crear una
sola mesa (la única) sobre el tema ..informáricay sociedad, fue el resul-
tado de una dádlade los organizadores -mayoritariamente ingenieros-
más que un logro (curiosamente' a partir de ese momento los propios
45
ti'cllic,'s c i'gcrlicr..s fucr" l.s que pasaron a mostrar mayor interó,s s.-[rrc cstos tcmas; los sociólogos t^rd,^ií^naún bastanre en.árriorrrr, aun-que no así los cornunicólogos). La necesidad de contar.orr-U,renas pro-ptrsiciones desde el campo social (economia po]itica, sociolo gía, etcétera)es imprescindible paraJefinir,prog.r-r,
/iortiru, d. ¿.rrlrouo, y ro_mar decisiones [...] correctasr^(cJmo ,. i,i.de aprecirr, .rriro expresa_mente la tentación de rellenar el espacio .rirr.
"-do, términos con la pa-labra"política5",lo que nos lleuarád l;-; le ..políricamenre corre*o>>).
curiosamente' Ios logros de la sociologir ¿.1 conocimi.rrro sobrepa-san en relevancia y significación a los d. i" ,o.iología de la técnica. Laherencia del sigro xtrLrroreció ra creación de
";";iri;;;" discurso
"telescópico,, y generalista sobre t* ,o.i.JJl, er siglo ** ír, discurso yuna metodología ..microscópicarr. Las viejas m.táforas, los modelos derealidad (a los que el gtanhisioriador F. Braudel r. r.f.rí, ;;;" ..botes,,)
hacen aguapor toda r., .rrrrr. t:rra,y difícilmente puedan <<navegar sobreel mar de los hechos,, (Braudel d,rrí^;ü;;omo que cuando ..los mo_delos teóricos comienzan a hace,
^gui,debemos
d.ejar que se hundan,como los botes",
1
ro que pode-or"ugr.;r;;". si frotan, subámonos aellos y veamos a dónde ,ro, p.r.d." il.ürj.
-L*
rransformaciones im_puestas por las NT ciertamente.constituyen u, o_r, embravecidorr. pero
¿es que podemos navegar a la derivr, ,i'Ias palabras adecuadas, sinlain_
1' En febretr: de 1987 se organizó en las Naciones uniclas un seminari. sobre <<Interna-cionalizació' de la Economía .1. l" Irrfo.- ación ylos servici.s, un nuevo desafío para el Ter-cer Mundo"' como único representante sudamericano, podía argumentar *rr.-¿* posicio-nes enfrentadas: la postura clominante, sostenida po, lu, reprcsentantes de Esados unidos,expresaba la necesidad de un olibre flujo de informacióny a" ,..r,utogías,. La postura opues-ta -sostenida por Brasil y e'especial por la represenracián hin.lú- argumenraba que, en unanación de casi mil millones de person* y rirr r."rrror, cra ircvitable desarrollar una industriainformática nacional' L"
'e'pu"rta
norteameri
"^nn
p^rrrí^partir cle una lógica de hierro, sos-tenida en el argumento del alelerado desarrollo r..r.lógi.., I l".orrrigrriente obsolescencia dela producción autónoma en un país subdes."rrotl"¿o-ion jot..r,"lir.rro
primermundish, uninvestigador de la universidad ie columbia asegurau" qu{ .r, un par de años, la tecnologíahindú sería obsoleta' El hindú, sin embar go, parecíacontracJccir csa lógica con argumentos deeconomía política que encresPaban el determinismo tecnológico norreamericano: ..Los hin-dúes no tenemos otra alternativa que proteger y desarr'lla , )rertro propio mercad.orr. Dieci-séis años después -en 2003- t"di".*ponrbl rof*"r. f., -u, de 14.000 millones de dólaresnorteamericanos (y también sus ingenieros' que constituyen un rercio del plantel norteameri-cano)' Ha construido su versión del silicon ül.y e'Ba'g"lore, aunque sólo dene un millónclc usuarios en un océano de cienros de millones á. *"rg;oior.
4(;
tcrprctdción quc ponga cierto orclen, cierta coberencia (por míntmir quc
ósta sca)?
-É,rt. no es el espacio para tratñ las Nt en relación con lanatrralezani
en relación con la biología (aunque, como afirman los místicos orienta-
les ..en la última realidad, todo es Uno"). Me limitaré a las NT -específi-
camente a las Tecnologías de Información y Comunicación (las Ttc)*, en
relación con el mundo social, el mundo de la cultura y, más específica-
mente, con la problemática de la necesidad (¿inevitabilidad?) de contar
con metáforas capaces de articular relaciones de sentido: argumentacio-
nes, conceptos, instrumentos teóricos, términos sintéticos, discursos,
como se quiera llamarlos. Precisamos de ..elementos teórico-metodoló-
gicos que permítan alas comunidades y a los individuos hablar reflexiva
e intersubjetivamente sobre el mundo". La idea es que no es posible li-
diar con problemas y con realidades si no somos capaces de ponerlas en
palabras (mucho antes que Freud,y^ el teatro y la filosofía griegas nos
enseñaron que es fundamental <poner en palabras" el drama y los pro-
blemas humanos). Alejandro Piscitelli (1995:1,29), sin hacer juicios de
valor al respecto, observa que ..mientras el viejo mundo culrural se orga-
nizaba alrededor de una cascada de interpretaciones, el mundo contem-
poráneo está apunalado por una red de operaciones. Antes, el hilo con-
ductor era el gesto; ahora es la programación. Se abandona la materia
inerte en pos de modelos numéricos proteiformes, libres del tiempo lar-
go de la maduración. El orden del control efectivo suplanta alainterpre-
taci6n; el orden del código borra el del signo. El lenguaje comienza a su-
bordinarse al cálculo".
Ciertamente, las NT reconfiguran las coordenadas de tiempo y espa-
cio: untiempo continuo y eternamente presente, y un espacio construido
por las propias operaciones de las tecnologías. El espacio y el tiempo de
la vida social, el
"tiempo humanorr, el tiempo de la reflexión y la madu-
ración, del ahora-d.yer-rna.ñana, o del nunca jamás. Los espacios y las
distancias del aquí y del allá, de la vecindad, de los amigos y del traba-
jo... y hasta los tiempos y los espacios de la vida y dela muerte, y el sen-
tido y las interpretaciones subjetivas que las acompañan... Todo parece
ser transmutado en el mundo real/artificial de la computación, de las
operaciones sobre la realidad. Gradualmente, las relaciones entre el pen-
samiento y Ia realidad son interztenidas (¿mediadas, mediatizadas?) por
las operaciones constructivas de la tecnología. Como se decía del arte
hace ya tiemp a atrás (el arte como copia de la realidad y viceversa, la rea-
47
litl:rtl c()tllo un¿r_ trlala copia del artc). Hry podernos clecir que la rcaliclacl
tic¡rtlc a co¡riar los modclos de simulaciónjla ..realidad' tiende a rornar-
sc cn una copia del simulacro. Y por último, el delirio-realiclad: ¿y si la
ficción fuera la úldma realidad?
Pero lab'olla aún no está definida, los hombres siempre ..le encuen-
tran la vueka' a los grandes desafíos. No hay paradoja, qr. resistan a la
historia, y a
f?*f re es tiempo, y hace ra hisrori a (generalmenre a pesar
de sí mismo)' No hay
"cierre' definitivo, ni aun en los sistemas naturales
(para Prygogine, incluso la naturaleza tiene su hisrcna, los sistemas disi-
Pan energía, emiten' emergen, se transform an; y paraun constructivista
radical como von Foersrer, la parado ja no., orrroló gica,sino epistemo-
lógica, con lo que todo dilema enconrrará sus ,lt.rrrriirrrr, bif.rr.aciones,
salidas, reconstmcciones). La interpretación y el sentidoriirr.r, siendo los
constructores del ,rssn¡ido de realidad, a escala del homb"re (y de la mu_
ier). como Piscitelli reconoce, ..fuera de la metáforuno hay ádr".
Es interesante observar que algunos de los avances más sugestivos en
la investigación y la experiÁent"iión de las Nr siguen lo, priicipios del
paradigma de los sistemas vivientes. Las máquinal
"inteligintesr, (pobre
simulacro de la inteligencia humana) deben irrrit", al ho-É.., ,lrr^org"_
nizaciones sociales y, en fin, a los sistemas vivientes. Las *oóeraciones>>
superiores no son computaciones lineales y algorítmicas, son más bien
gestálticas. Turkle habla de pluralismo .piri.-álógico y de <<una plura-
lidad de epistemologías" ltls+¡. Además, lu, ."p.rj.r,.iu, de las máqui-
nas capaces de aprender no responden a un programa interno, sino a la
interacción con otras y con el medio (como -;quirr"s sociales). Las rec_
nologías expresan su mayor utilidad en ranro q,.r. ,...rologías ..socializa-
das' o "socializ,ablesr, y como producto r^, d" rolo, ,ori)l y valor cultw_
ral: a través de los usos, los meJios, los contextos y las .orr'r...r.ncias de
las NT. Fn la práctica, estamos hablando de la consrrucción de nuevas
realidades sociales. Y por último, nuevas realiclades sociales implican
nuevos problem as y nue'o¡¿s Perspectivas de observación y de análisis. En
conclusión, precisamos inte rprctar y constru ir sentid,o
^
p^rti, d,e nuer.,as
metáforas. Nuevas formas de pensa r cómo ,. d.rtr.ien y cómo se
(re)construyen cada vez más aceleradamenre las relacion.r, lás vínculos
y las nuevas formas_ de organizacióny comple jizaciónde la vida social y
cultural, rearticuladas o mediatizada, po, ln, ñr.
Para Castells (1999)..se manifiesta.rr rrrra nueva estructura social do_
rninante>, alaque denomina ..sociedad redrr, así como en una nueva eco-
4u
nomía ..informacional-global', y una nueva cultura: la de la "virtualidad
real,r. Ya no rige la ficcionalizacíónde la realidad, el simulacro de lo real
(una crítica t^i
"ur^
al Baudrillard de las décadas de 1,97Q-1980), sino la
virmalid ad realizada.Ya no existe el simulacro proPiamente dicho: más
bien, lo ..real' se realízaen tanto simulacro de una virtualidad diseñada
*en ciertos casos hasta program ada- por medio de modelos formales.
Las NT coronan la utopía del control de Ianaturaleza gracias a su suplan-
tación. La mejor ..r."iidrd ideal" es la que se asemeja ala de los diseños
y los modelos virtuales (algunos años atrás, calificados como "futuri-
tles";. Es lo..real' lo que pasa a ser apenas un simulacro de lo virtual. Si
.f..tirr**ente la ecuación entre ficción y realidad tiende a invertirse, el
debate enrre aquellos que sostienen que hay una continuidad en el desa-
rrollo tecnológico, aquellos que no esperan cambios estructurales pro-
fundos en la sociedad y, por último, aquellos ..transformacionistas>> que
efectivamente afirman que habrá cambios revolucionarios, tal debate Pa-
rece volcarse más bien h".i" estos últimos (aunque habráque ver cuál se-
rá el sentido de esos cambios, porque las resistencias y las tensiones so-
ciales comienz an a manifestarse de forma violenta y bastant e organizada
en todo el mundo).
Las transformaciones tecnológicas, mot orizadas por la globalizaciín
exponencial de las estructuras de producción y los mercados de consu-
*á, ,ro.iadas ala precartzaci1n de la fuerza de vabaio -en especial por
efectos de la irr..riid,rmbre de la..Nueva Economía" Y una nueva diai-
sión internacional del trabajo-, a las que se agrega la profundizaciín de
los procesos de marginación social, tienden a expresarse como crisis es-
tr.r.t.rrnles. La íntirna asociación entre tecnología y economía -relegan-
do lo social y lo cultu ral aacciones adaptativas de supervivencia- genera
tendencias irreversibles de cambio estructural más que coyuntural, au-
gurando la presencia inminente de procesos de aguda bifurcación tanto
i niveles locales como globales. Tanto es así que cuando I. tVallerstein
intenta abordar los profundos procesos de transformación actuales en
los rérminos de la ciencia social clásica (sobre todo la sociología), debe
recurrir a la construcción de un nuevo marco concePtual que no los en-
corsete en los discursos tradicionales. Así propone nociones como <<eco-
nomía-mundo y sistema-mundorr. lJna nueva metáfora que ayude a
construir proposiciones {rucúferas para interpretar nuestras cambiantes
realidades
"ctu"l.s,
sin perderse en discusiones escolásticas o en estudios
microscópicos.
49
I)or cjcttrpltl, sc pucdc desarrollar ulla perspecriva <Je análisis cliferc'-
tc y original si concebirnos la "globalizrriOrr" bajo la hipótesis de una
economía-mundo-global, que bajo un discurso de ,r.ioáli dad, y prag_
matismo (específico en el discurso neolib eral) pretende l, ,..orrrersió'
total de las sociedades nacionales (la reconverriór, *.orrómica, política e
institucional y los famosos ..ajusres>> consiguientes). Las fuerzas hegemó_
nicas pretenden instaurar un sistema *rrriid exclusivamente bajo la me-
táfora de una lógica insrrumenral (lógica de la máqui na y trmbiár, rógica
de la eficiencia económica). Las operaciones y ro, ',,"lores del mercado
son.como el paradigma (metáfora) de los procesos fundanres de la vida
institucio nal y asociativa de las sociedad*, iru*rnas. Es una meráfora so-
bre la vida social qu¡ en la práctica.-en ranro que modelo social excluyen-
te- reduce la compleiidad de los sistemas soiole, a los mecanismos y las
lógicas de las operaciones racionales guiadas solo por prinJf;o, de efi-
ciencia económica e inrerés individurlllrérr. la noia 1). Er cololario que
evidencia las limitaciones y falencias de esta metáfora económica sobre lo
social es que paraque un sistema de economía-mundo (como todo siste-
ma económico) pueda tornarse autosustentable, requiere de regulaciones,
de ttalores culturales y operaciones extraeconómicai(o seaexteinas al pro-
pio modelo)' Lapropia complejidad del sisrema social genera las condi-
ciones que permiten subsistii al sistema económico, r ,rá ,ri..,o.rsa. para
sobrevivir y legitimarse, la economía precisa del -rr.o institucional y
cultural, que a su vez crea las condicionl, prrr la estructuración de un in-
cipiente <sistema-mundor' (instituciones corrro las Naciones Unidas y los
bloques regionales como el Mercado común europeo, el Mercosur y el
Asean asiárico, reflejanprecisamente la ambigüe duiylo, ,orrflicros enrre
la necesidad de cr,ear organismos supranacionales d.ntro de un incipien-
te ..sistema-mundor, y los miedos a p.rd.r los márgenes de autodetermi_
nación y de soberaníae identidad c.rltural nacional).
Redes informáticas comunitarias: construir comunidades,
fe¡de una perspectiva tanto microsocial como institucio nalymacroso-
cial, un programa estratégico fundamental que avan za profundamente
2' Yale la pena reproducir parte de la propüesta elaborada por S. Finquelievich, como
tcmáticas para la comisión de "Innovaci¿n Tecnológica y sociedad,: XXIIi congreso de la
5o
en los diseños de articulación entre las TIC y los actores socialcs, y quc
busca reconfigurar los espacios de acción y de decisión tanto locales co-
mo globales, consiste en la creación de redes sociotécnicas comunitarias
de inform aci1ny comunicación, a las que Finquelievich (2000) denomi*
na ..redes comunitarias electrónicas sustentadas por TIC>. Con resPecto
a Inrernet, üolton (2000) clasifica los diferentes sitios en cuatro catego-
rías: aplicaciones de servicios, aplicaciones de entretenimiento, apli-
caciones ligadas a la información-evento y aplicaciones de tipo informa-
ción-conocimiento. Acced er a aralquiera de estas categorías implica
instalarnos desde la perspectiva del wso de la tecnología. La actividad
que realice el usuario depende rá de la intención, el objetivo, las decisio-
tt.t y los criterios de selección. Como en toda tecnología, su desarrollo
depende de una compleja ecuación entre ofertas y demandas. Internet'
en ranro tecnología de información-comunicación digital, cubre de for-
ma cada vez más acelerada la posibilidad de digitalizar cualquier orden
de hechos: naturales, sociales y culturales. Esto significa prácticamente
todo el orden de hechos y objetos materiales, energéticos e informacio-
nales que puedan ser referenciados o expresados digitalmente.
En relación con las redes sociales sustentadas por ttc, podemos refe-
rir en principio cuatro clases bien diferenciadas según su origen de for-
mación y los modos de participación de los individuos en las mismas.
Asociación Latinoame ricanade Sociología (ar.ns), octubre-noviembre de 2OO1', Guatemala'
..Los esrudios de la innovación aportan elementos para mejorar la comprehensión de las di-
mensiones social, material y simbólica en las que se despliega el fenómeno tecnocientífico.
Se estudia cómo la innovación produce nuevos elementos teórico-metodológicos que per-
miten a los colectivos e individuos hablar intersubjetivamente del mundo. Cómo aquélla
proporciona los artefactos para la reproducción material de la sociedad; y, finalmente, cómo
recrea las relaciones entre los actores sociales e instittlcionales de la sociedad contemporá-
nea y entre los actores y la naturaleza. Algunas de las cuestiones que proponemos explorar
en esta comisión de trabajo son las siguientes: ¿Cuáles son las nuevas formas de socializa-
ción en los espacios de reiación facilitados por las nuevas tecnologías? ¿Qué nuevas frag-
mentaciones sociales se crean? ¿Cómo narrala gente sus mundos tecnológicos (máquinas,
cuerpos reinventados, naturalezas modificadas) y cómo las instituciones se reorganizan a
partir de las nuevas tecnologías? ¿Cómo se organizan las comunidades de científicos e inge-
nieros para producir hechos científicos y tecnología? ¿Cómo se transfieren, adoptan y
adaptan los resulmdos de la tecnociencia? ¿Cómo inciden en el desarrollo social en Améri-
ca latina? Y finalmenre, ¿cómo se está estudiando, descle la sociología latinoamericana, la in-
terfase entre innovación tecnológica y sociedad?"
51
l"rr llrirrler¿ instancia podcrnos mcncionar la creación de redes comu-
nitarias clc'l'lc cn forma de redes electrónicas volunrarias, implementa-
das por gruPos preocupados por la promoción o el mantenimiento de
valores de capital social y cwltwral, o bienes e intereses públicos cornanes
(protección de espacios públicos, derechos humanos, salud, etcétera). En
un segundo caso,.exis_ten grupos que pueden nacer o crecer a partirde la
promoción de redes de creenc ias corporativas,como expresión de secto-
res con inrereses políticos o económicos específicos, qu. ,, atribuyen la
representación de esos valores o intereses en nombre á.1 g*po o sector,
y que sostienen actitudes de defensa, de araque o de presiá" ptiUtica. Un
tercer caso rePresenta mayoritariamente la oferta de servicios especiales,
de redes virtuales a partir de su origen y de sus fines, muchas veces liga-
das a nuevas formas surgidas de la ftopir dinámica de ofertas y empren-
dimientos -o microemprendimienior- d. las redes ,rirtu"ler ,y l^pásibi_
lidad de promover e increm entar serc.ticios hacia sectores ,.g*.rrtrdo,
con nuevas necesidades, gusros y demandas específicas. por jltimo, ha-
llamos la formación de redes surgidas de la economía privada tradicio-
nal, que buscan expandir las ventas de bienes y servicils cubriendo los
nuevos mercados virtuales con informaciónypublicidad (la economía y
el comercio ..realrr, explorando la expansión d. lo, *rrr)dos girtwares).
A la larga, se verá si las cuarro for-", no buscarán por la propia lógica
avasalladora del mercado una tendencia hacia la convergencia, en un es-
pacio virtualizado.
En la práctica de la investigación social, la universahzación-globali-
zaciín de estas redes sociotécnicas implicalanecesidad de una revisión
téorica y epistemológica. Flacen fahi nuevas proposiciones y nuevos
términos teóricos que ayud en a deconstruir y irro)rtruir (enlos térmi-
nos originarios de Derrida) las categorías fundamenrales a través de las
cuales radicional -e inconscientemenre- pensábamos ola realidad, (ac-
tores, espacios y tiempos). Nuevas catego rías y dimensiones espaciales y
temporales en las que debiéramos asentar el análisis de lo, pro..sos so-
ciales: las estructuras, las formas organizativas e institucior¡.r,los cam-
bios en los actores_y los procesos áecisionales, las creencias, las lógicas
de secuenciación, las nociones de sentido común sobre la ..¡¡¿¡sriali-
dadn, etcétera.
Las TIC ya no pueden ser pensadas como meras med.iaciones (en el
sentido atribuido a los medios de corntrnicación de masas). Las Trc efec-
tivament e constrwyen y constituyennuevas formas, espacios y tiempos de
52
relación social, nuevas formas institucionales, nucvas categorías dc aprc-
hensión de la experiencia personal y social, nuevas dimensiones dc la
cultura. Err r.ruÁen, ¿las fic efectivamente (re)construyen la(s) realida-
(des) humanas? ¿El capital soci.al, cultural e intelectual de una comuni-
dad puede acrecenr"rr. mediante el uso y el acceso generaltzado a las TIC
o, po1- el contrario, tienden inevitablemente a generar un ..efecto desi-
gual> en la formación del capital humano? La respuesta a esas Preguntas
irq,ri.r. investigaciones empíricas' pero -inevitablemente- se necesitan
miúfora, y *ri.os interpretativos capaces de transformar los datos en
información, y la información en interpretaciín,y ésta en nuevos cono-
cimientos. Por último, en un ciclo recursivo -o más bien en una espiral-,
los nuevos conocimientos deben cumplir la función de alimentar nuevas
hipótesis, y éstas deben promover el desarrollo de nuevas inquietudes e
investiga.íorr.r. Al fin 1.al cabo,h^y que coincidir con el epistemólogo
húngaÁ I. Lakato s $v7 en que ..la historia de la ciencia ha sido y de-
b. ,!r una historia de programas de investigación (o paradigmas si se
prefiere) en comp.t.rr"i"rr. Sirva de ejemplo la proposición revulsiva pa-
ir.l senrido común sobre la relación entre la comunicación y el espacio:
..El espacio no es [...] la distancia que la comunicación supera y cancela:
es el lng"t que la comunicación construye y destruye. La comwnicación
,orrrriy, ei ,spacio (Vidali,1995:271,). Otro ejemplo de los profundos
cambioi de paiadigma que han tenido lugar en las últimas décadas se ha-
lla en la, corcep.iáner sobr. el objeto de las disciplinas geográficas. La
.<naturale za, y;no es tanto objeto natural, sino objeto ..social, (es decir,
naturaleza ..social izadarr): o sea, se rrara de la modificación física de la
natvraleza como consecuencia de la acción humana espacial y temporal
sobre los procesos ambientales. En otras palabras, la problemáttca fun-
damental p^r^la geografía moderna ha llegado a ser "el lugar" de la re-
laciónenrre n tui^l"i^y sociedad (lo que prefiero concebir como un lu-
gar cwfuigad,o por los hombres y las comunidades, una organización del
entorno, tanto material como social y simbólico)'
La met áÍora del capital social
La emergencia reciente del paradigma del capital social (cS) provee un
marco teórico interesante para entender y/o construir relaciones suma-
mente fructíferas entre diferentes ciencias sociales. El término <<CS> -ori-
53
glnarlamcntc reprcsentativo de los procesos y los valores generados en
Ios vínculos asociativos de la vida social- ha comenzado , aro.iarse a las
mutuas influencias e interrelaciones entre redes, ya sean éstas estricta-
mente sociales o bien tecnológicamente mediadas (redes sociotécnicas
apoyadas en medios tecnológicos). La noción de cs va insertándose pau-
latinamente en diferentes disciplinas con senridos específicos, cada una
col una interpretaciínparticular. Por otro lado el cre"imiento exponen-
cial de los sistemas de redes electrónicas y telemáticas ranro públicas co-
mo privadas (rrc), puede concebirse teóric a y empíricr*.irte desde la
perspectiva de su función en la promoción y d.r"r-llo tanto cuanrirari-
vo como cualitativo de los contactos -como conexionismo social- entre
diferentes actores sociales (comunidades, agencias estatales y públicas,
instituciones, etcétera). Así también el
"...ro
a medios de intercambio
de información y comunicación pueden considerarse como agentes de
crecimiento (o bien de transformación) del capital social y de ia for*"-
ción y capacitación de capital humano y de conocimientosde una comu-
nidad, ya sea ésta local, regional o mundial, circunscriras a un espacio
geográfico o bien virrual (comunidad virtual sustentada en Trc).
Il Grupo de Interés del Capital Social de la Universidad de Michigan
define al cs como ,.los beneficios potenciales, ventaj as y tratamiento p"re-
ferencial que resulta dela simpatía y sentido de oblig"áion de una perso-
na o grupo hacia otra persona o grupo de persorrrrr. El capital social
también incluye los potenciales beneficios, ,rerrtajas y trarami..rto prefe-
rencial que se origina en la simpada y senddo de obiigación hacia.l *yo
idealizado".
Esta definición incluye consideraciones de otras definiciones de cs
como obligaciones sociales o <<conexiones' que son convertibles en
capital económico bajo ciertas condiciones; como un recurso de los in-
dividuos que emerge de sus relaciones sociales (colema n, 1,99g); como
actividades mutuamente beneficiosas que promueven y refuerzan un
sentido de bien común evidentemente asociable , l" ,ro.ión de bien pú-
blico; a la habilidad para crear y sostener asociaciones volunraria, y la
con{ianza enrre éstas (Fukuyama,1999);y
^las
relaciones de muruo cui-
dado (caring en el original en inglés) entre personas y sus instiruciones.
La intensidad y duración de las relaciones sociales varía de acuerdo
con la durabilidad e intensidad del cs creado por las interelaciones socia-
les. La intensidad de éstas puede describirrJ.o-o una función direcra
del tipo regular de comunicación involucrada entre los actores: cara a ca-
54
ra o bien a rravés de un medio de comunicación. La iritcnsidad clc las rc-
laciones sociales puede también depender del sentido y el objetivo de Ia
comunicación esrablecida. Si el propósito es fortalecer la propia posición
económi ca, éstaes tomlmente diferente de la que se establece entre ami-
gos o una pareja que intenta fortalecer sus vínculos emocionales y su
compromiso mutuo.
Una caracterísrica del cs es que -a diferencia de otras formas de capi-
tal- es intrínsecamenre social desde su origen (las propias relaciones so-
ciales). El capital financiero se origina en los mercados financieros. El ca-
pital hrr*6l se origina en las instituciones y los contextos educativos y
i. ."pr.itación, dentro de los cuales -o a través de los cuales- las <<capa-
cidades de funcionamiento>>, €fl el sentido que le otorga el economista
hindú Amartya Sen (2004), pueden desarrollarse como mlentos, técnicas
y conocimientos enseñados y aprendidos (según la calidad del sistema y
d. lo, procesos de enseñ anza-aprendizaje). El capital físico se origina en
l" proárrcción y el empleo de bienes materiales utilizados para el propio
pro..ro productivo. originariamente Bourdieu concibió el término de
copitol simbólico pararefárirse al acceso y la posesión de bienes cubwra-
lrr, y otros ,,rror., agregana la lista conceptos como capital emocional
p^.rá describir los sentimientos de apoyo' Pertenencia y adscripción a
.írr.rlo, y redes sociales (familia, amigos, iglesias, terapias, instituciones
de contención, etcétera).
En el cs desempeñan un papel fundamental la sociabilidad, las simpa-
tías y el sentido de obligación y solidaridad que se desarrollan debido a
h dúrabilidad -a veces i, p..-rnencia de por vida- así como la capaci-
dad de las relaciones ,o"iai.s paraproveer al individuo de afectos, y de la
percepción de que puede recibir con seguridad y repetidamente un tra-
i"*i*to pr.ferer,
"íaly
beneficios en la forma de apoyo afectivo, bienes-
tar y cuidado *"teriai. Así también este CS, en la forma de confianza y
simpatía, puede comenzar a disminuir si no hay reciprocidad, o sea si un
i"di"id"o, grupo o institución ..usan>> su CS en forma de abuso, engaño
o extorsió" ri" demostrar interés de compensar con alguna forma de
acción o de aPorte hacia los demás (interés en mantener y reponer su
propio cs).
^
É" todas las relaciones sociales, los vínculos solo son posibles si se lo-
gta crear un esrado de confia nza (propiedad fundamental del capital so-
Ji"l d. un grupo humano). En momentos muy especiales de la historia
colectiva o g*ptl -revoluciones, grandes éxitos, ceremonias religiosas c
55
irr'stittlttiollrllcs, lrr rttucrtc tle un lítlcr, o cl triunfo dcl pr,pi' clu[r o la sc-
lcccittrl clc fútb'l
'aci''al en un evenro deportivo- lá, g.,rpo, huma'os
Puc:clctr cxprcsar una forma de místi." ,o.iul que podríámás definir co-
rrrtr <cstado de gracia secularrr. Esto expresa l" f.rrr.i¿n de unión y reu_
nitirr de un grupo humano en una idendficación común -comwnión- con
un sentido y ul símbolo supraindividual. La noció n de comwniónes una
dimensión fundamental de la teoría del cs. Pero las tramas de la vida so-
cial también son la envidia, los celos, la ambición, el secreteo y.l rumor,
que -como la otra cara del mundo de los sentimientos y 1", .*o.iones*
son las arenas movedizas en que se disgrega ra confiani^ pri*ordiar.
El cs del que pueda disponer una persona, grupo o comunidad con_
dicionan el acceso aunaaÁpfsimr g"rru d. biá., y servicios. se puede
mencionar servicios públicos, Iegares, vivierrdr, .jrrcacionales, de em_
pleo, bienestar social, consumo ..rlmrrl y simbólico, etcétera. Así ram_
bién, el cs puede determinar en gran p^ri"diferentes términos del inter-
cambio de bienes y servicios: entre miembros de familias, desconocidos,
grupos de interés, etcétera. El cs incide enormemenre en los logros labo-
rales y educativos de la person a, así como en las pauras *igrlr"rias (la
migración hacia las ciudades, er apoyo ar migran ti y r^.orrrr"irr.rrcia con
parientes).
¿Nuevas metáforas?: tiempo y espacio
en la cultura tecnológica
La relación entre los términos ..cult ura>> y <<tecnología, revela una estre_
cha convivencia enrre dos universos sociales de formaciór, del;;il.'En una versión neurra, la tecnorogía actu ar ha sido concebida ;;;
"control de la naturaleza y permanente medio de desarrotto y ,rrnsfor-
mación social al servicio del hombrer. La ..cuhura>) po, orío lado, es
presentada tanto por el Romanticismo como en la inciiiente antropolo-
gía d¡l siglo xIX como la descripción y la interpretación de las madicio-
nes, las permanencias y la ideniiar¿ nacional (en Europa), así como un<<muestrario" ds la diversidad hum ana y cle los prrelrlos .r, .l resto del
mundo. También a comienzos del siglo rr*, .r, ra visión de saint Simon
la cultura y la tecnología se asocian Jrr rrr, relación positiva y.orrrrr,r._
tiva. Medio siglo después ya se contráponen enrr. ,í, ,o' la separación
establecida por Dilthey: ciencias de la Naturale za por un lado y cien-
56
ci¿rs clcl Espíritu por el otro. La tecnología quedaría en un inclefinido rol
clc mera aplicación instrumental del saber de las ciencias. En una media-
ción entre el saber racional y la realidad.
Pero habrá que esperar ala Segunda Guerra Mundial, con sus tecno-
logías de la muerte masiva y el surgimiento de las tecnologías de la infor-
mación y las técnicas de persuasión y manipulación al servicio de una ra-
cionalidad política y económica, para que la tecnología revelara sus
verdaderas potencialidades. Potencialidades ya no al servicio de la raz6n
y del senddo, sino del ..sistemarr, de los estrategas, del .técni co capaz de
manipular el instrumento, del profesional del medio. Surgen ineviable-
menre dos posiciones ante lo evidente: la tecnología como signo del
Apocalipsis, o bien como símbolo de la integraciót y el desarrollo hu-
mano permanente.
Las Trc y las denominadas industrias culturales -aunque se tiende a
hablar de "industrias creativas>- constituyen (junto a la biotecnología)
los capítulos más brillantes -y preocupantes- que ha producid o la Cwl-
twra Tecnológica de la era moderna (casi un cuarto de siglo después de
haber presentado el término en mi tesis doctoral del año 1982, conside-
ro que la noción de culrura tecnológica -como una característica de las
sociedades posmodernas- aún mantiene su validez genéríca en términos
anrropológicos). En síntesis, se tiende a producir una fusión (¿una
"fi-
siónr?) creciente entre los procesos socioculturales, atravesados por las
..tecnologías de la mente>> por un lado (comunicación, procesamiento de
la informaci6n y los conocimientos, producción cultural); y del otro,
por las tecnologías del cuerpo (biomedicina, biotecnología, que tienden
a converger con las primeras en complejas tramas de procesamiento,
control, acción y manipulación a distancia).
Las recnologías se han ido "humanizando>>,
p€ro con la condición de
que los seres humanos nos vayamos <<tecnologizando". Ha comenzado
la fusión irreztersible entre el hombre y la máquina, entre la carne y el sig-
no, entre lo real y lo virtwal.La infraestructura de la "sociedad real', se
sostiene sobre los pilares de los sistemas expertos, y éstos a su vez ss
"ali-
mentan>> con los recursos de la información, los dispositivos ingenieriles
de las nanotecnologías y los procesos de creciente digitalízación. La
Cultura Tecnológica ya no es solamente una <<superestructura>> en un
senrido clásico y antropológico, sino que ha devenido en una infraes-
trucrura dighalizada de sistemas expertos que <<sostienen el pdificio ma-
terial" de la producción económica y la reproducción social.
57
t I'ln las prirncras décadas clcl siglo xx, los medios c{e comunicación
surgicron como un nuevo campo de "l¡sg¡os>> tecnológicos, sociales y
curlturale.s. Sociológicamente se han manifiestado com o institwciones so-
ciotécnica.s de producción cultural y simbólica (Yizer,l9B2). En otras pa*
labras, como una nurua forma de organización de la prodwcción, la'cir-
culación y el consurno simbólico y cwltwral que odipta la tecnología
moderna de la información y la comunicación.
La fotografía y la grabaci1n del sonido permitieron ..congelar' el
tiempo en registros físicos. Su combinación en el cine y la televisión ase-
guraron la reproducción ilimitada en forma de secuencias, recreando así
las condiciones fenomenológicas parala construcción de escenarios fic-
cionales de tiempo y espacio. Pero esta ficci 6nyano es propiamenre un
fenómeno ingenieril (como los dispositivos técnicos qu. l" producen)
sino un proceso
{e
la percepción humana, donde se articulan los órganos
:omo
la vista y el oído con la imaginación y la memo ria. La organización
física de los dispositivos técnicos de los medios de .o*,rrrl" ación ya
permitió la difusión de los registros originales (películas, grabacionár,
etcétera) en el espacio. Difusión que determinó la aurénticl creación d,e
nuevos espacios (audiovisuales). De modo que la lógica original de los
medios nace de la posibilidad tecnol1gicade congelaiel tiemfo, de la re-
producción de registros materiales, y de su difusi ón y expansión hacia
espacios nuevos (más que una ..conquista del espaciorr, los medios han
producido una construcción del espacio). Sarcásticamente, podríamos
decir que el lema de esos primeros tiempos pudo haber sido *el dempo
real ha muerto' viva el tiempo de ficción y .i espacio en que se realizarr.
Las escenas de lo real, si se registran, permiten eliminar virtualmente la
fugacidad del tiempo mediante la reproductibilidad repetida indefinida-
mente.
Tenemos un espléndido ejemplo al comparar las tecnologías y los dis-
positivos de los medios de comunicación (en realidad medios de infor-
mación) masivos que marcaron al siglo xx, con las ..Nuevas' Tecnologías
de Información y Comunicación de finales de dicho siglo. Mienrras las
primeras tecnologías permitían ..detener>> o congelar el iiempo, registrar
escenas' reproducirlas y difun{irlas indefinidarnenre, consrruyerráo así
nuevos ..espacios mediático5rr, 'las nuevas TIC permiten inve rrír la ecua-
ción <<tiempo-espacio' instituiba por los medios tradicionales. Por me-
dio de las Ttc, el espacio físico se elimina, reconfigurado en espacio vir-
tual. La construcción de estos nuevos espacios en la p.r..p.lón es un
58
su[producto de los (nuevos) dispositivos tecnológicos quc nos Pcrrnitcll
uapiopiarnos>> del tiempo: controlarlo, cortarlo, compartirlo o <estirar-
to". Si lalógica interna de la primera revolución mediátrca operaba por
medio de disposirivos que congelaban el tiempo (eternízando a Chaplin
o a Marilyn Monroe), la lógica revolucionaria de las Trc realiza la opera-
ción inversa: lo ..eternerr, los espacios y las rePresentaciones sólo fluyen
en un tiempo indefinid a. EI control del tiempo se constitwye en la varia-
ble independiente de los procesos de apropiación d'e lo real, Apropiación
nunca realizadarotalmente, porque el fluir no se detiene. La única <apro-
piación real', ha devenido en la apropi actínvirtual. Volviendo a Herácli-
io, ,t"da es, todo ..deviener'. Curios a paradoia, pasaáos 2.500 años.
Es interesanre observar -por debajo de los discursos y los argumen-
tos promisorios sobre las tecnologías- la presencia de preocupaciones e
intereses políricos y sociales diversot. Éttot han marcado históricamen-
te tenden.i"r d. desarrollo de los medios de comunicación y las tecnolo-
gías en general, al menos desde el siglo xIX en adelante. IJna primera lí-
,r.r de preocupación evidencia como característica central lo que
podríamo, ,r., como vn control centralizado del espacio y de los inter-
cambios.Una segunda tendencia se asocia con una temática hegemónica
de la cT de nuesrros días: Ias wtopías de fwturo asociadas a los logros tec-
nológicos (la Autopista de la Información, por ejemplo). La terceralínea
de fierza se asocia con la expansión constante en el espacio y el tiempo,
que en nuesrros días tiende a acelerarse de forma exponencial. Por últi-
Áo, Ir relación enrre la comunicación y el individuo muestra una preo-
cupación siempre presente sobre dos temas: por un lado el crecimiento
de-la awtonomia individwal,y por el otro la preocwpación por la manipw-
lación de las mentes (el ..apocalíptico" tendería a PreocuParse por el po-
der de los medios; el más ..integradorr, por usar la tecnologíapara su de-
sarlollo personal e"iluyettte). ^ "
,'En ,o.rmen, podemos sustentar la hipótesis de que es factible cons-
' tr'wir tecnológicd,mente espacios y tiempos donde los seres hwmanos esta-
blecen inteielaciones rnutwas en tanto actores y obseraadores (dentro de
ecosistemas tecnológicamente reales y socialmente <zsirtuales,,).La CT se
va expandiendo con la demanda social inducida por las propias corpora-
.iorÁ, los medios de comunicación, el mercado omnipresente y la cons-
ranre ayudade alguna <<mano invisible". Es la constrwcción sociotécnica de
la realidad hwmana.Es el pasado y el futuro fundidos en un presente me-
diático virrual, registrable y reproducible interminablemente Por medios
59
tt'trrrolti¡4ico.s. l.a cultura tecnológica mec{iática puede crear una realiclacl
I'r:rctal. [l.rr un futuro no lejano, la rninia turizacíán creciente podría llegar
;r irrcluir el todo en cada parte componente de un sisremr.oÁpl.jo. cJda
parta cle un conjunto tecnológico -real o virtual - podría r.piod,rcir a la
ttrtalidad del sistema. Las categorías racional.r tradi.ionales con las que
cl hombre ha construido su percepción -¿ordenada?- de la realidad y el
nrundo de la experiencia espacio*tempo ral y de sentido común podirr'
volverse obsoletos' como el individuo sometido al efecro de drogas alu-
cinógenas. Para el hombre de la calle, la tecnol ogía -la NT-, el confor-
mismo acrítico y el mainstreaming podrían diluii la débil distancia que
separa la realidad de la fantasía (personal o colectiva). El conrrol y l^ Á^-
nipulación tecnológica por parte de grandes inrereses y la creaci1n de
una raza de tecnólogos hiperesp ecíalizados en la gestión de los <<sistemas
expertos> de los que dependemos, podrían rer lo, verdader os gestores d.e
una sociedad desm ovilizada e inerme, en el caso de que no ,. á.rrrrolla-
ran controles y regulaciones efectivas por parre de unpod,er institucional
surgido de los propios ámbitos de la comunidrd y rrrrtentado en insran-
cias legítimas y legales (acaso los yuppies no represenraron un adelanto
de este ..sisrema" global impersonal?; ¿no ..g.riior"nrr, orientany ayu-
dan a tomar decisiones a los inversorer en los mercados financieros-del
mundo, condicionando los vaivenes de la supervivencia de cientos de
millones de seres humanos en todo el planeta?).
_ -Podemos
pensar la culru ra a partir de varios enfoques -y metáforas-
diferentes: como un universo de signos para r., irrt.rpr.r"do, (la ..5s-
miosfera" de Lotman) como un capital *fundamentalment, ,imióliro-,
o bien desde la concepción que la literatura francesa ha denominado ..lo
institwido r, o bien como una topología de objetos producidos por el
hombre. Enfoques que, en sus interrelacioncs ,nuruur]han creado io, .r-
pacios y los tiempos que habitamos -las ..realiclades, que habitamos_.
Podemos concebir la cultura como un instituycnre ordenador y .codifi-
cador" de la praxis social, y delaproducci ón y reproducción je los bie-
nes y los "lugares>>, tanto materiales como simbírlicos. La cultura conce-
bida como la infinita muldplicidad de objetos producidos por los
hombres' pero además como el universo espacirl y i.-poral -materiali-
zado y cultivado- que hemos construido frr" vivir; .ie"rrdo formas y
modelos de artefactos. Podemos pensarla .o-o recnrsostanto materiales
como simbólicos e imaginarios, a los cuales los hombres y las comunida-
des pueden acceder (de forma totalmente clesigual). Al pro-orrrr meca-
60
nismos e instituciones parael acccso social al capital sirnbólirc y c'ultural
-por medio de sus ..ob;.torrr, o bien a través de rastros de la tnctnoria
que permanecen del pasado-, una sociedad puede <activarlos conlo rc-
..rrror2 utilizado, prp construir y reconstruir tanto las prácticas dcl
presente como la inierpretación de la historia, de sus tiempos, de su me-
-ori" y de sus mod.los de identidad. La cwltura en este sentido pwede
conceb-irse corr.o el proceso y la estrwctura a trat¡és de las cwales se constru-
yen y regwlan los u-sos de los espacios y los tiempos públicos y p-rirtados, co-
iraíroiftticos y mmbién imiginarios. En todas las sociedades' la cultu-
ra ha sido la á.porit"ria del tiempo, tanto del tiempo pasado-futuro
como del preseni., y por ende la fuente de reconocimiento del ser y de
la identid"¿ ¿. .rralqui.r sociedad. En el presente, la cultura ya no po-
dría llegar ser la deptsiartaúnica de la memoria fugaz de una sociedad
(y ,-rr.ná, aún los ittdi't iduos por sí mismos), si no fuera por la ayuda de
i, t..trología, los medios de comunicación y la información'
LJna característica crítica de nuestros tiemPos, consecuencia en buena
medida de la revolución tecnológica, se halla en el temor a los desafíos de
la homog eneizaciln de las prácticas y de los discursos de una economía
política pragmárica y fund"*.t trl-ente utilitarista (muchas veces ni si-
irri.r, -.r"iorrada de forma explícita como economía política -conserva-
iorr-, sino bajo un indefinido sello legitimador de ..ciencia económica").
Orro d.rrfío se halla en la pérdida de la diversidad originaria de las
l.rltrrras,3 así como de los marcos de referencia en los tiempos y los espa-
3 . 1g,ay que reconocer que desde la década dc I 990 ha tenc{ido a disminuir el miedo a una
homogenei zación..hegemoni zante>> de la cultura tecnológica (o el .'pensamiento tecnocén-
¡dgq,r, en términos d. S. P"p.rt). Más bien, por el contrario, se ha producido una cierh ba-
nalizaciónde los usos de lalecnolog ía enlavida cotidiana y una multiplicación de gadgets
y de programas informáticos (de entretenimiento, de sexo y de ofertas infinitas de servi-
cios). Este proceso -cibercultural- ha presentado un crecimiento exponencial de nuevos
..nichos de merc¿do >> paraser explorados y explotados. El fomento de la creatividad ha ido
de la mano con la búsqueda de la diversidad y la oreflexividad". Sin embargo,los promoto-
res y las razones fund"m.rrtales de esta creatividad no han sido la búsqueda de los valores
humanos o culturales per se, sino la búsqueda de la diferencia como producto, como un va-
lor económi"o ,gr.g"áo. En orras palabras, Ia begemonía de los aalores d'el mercado ha pro-
moaid,o ta dit,ersidid corno tuna pitt lro y una estrategia creatiaa y competititsa pdra' Ia ex-
pansión d.e los capitales. En este sentido, la homogeneidad y Ia wniforrnidad no son riesgos
'que
surgen d,, ,io propiedad, intrínseca de Ia tecnología, ni de la política ni de la cwbura, si-
io d., li hrgu*oría d;l capital y de Ia lucha en la competencia por conquistar oreflexhtamen-
61
cio.s, tlctcrllritlados por la aceleración tecnológica, las clemanclas de los
Itrcrcados globalizados, los cambios de lo, protesos producrivos, el tra-
bajo y el consumo. Se trastocan los tiempor, lo, ,odo*, y las necesidades
c{e grandes masas de población, que tienden a ser marginadas de rodo
control sobre los cambios de sus entornos y sobre ,r, p-ropias vidas. Es
interesante recordar que la antropología denomin"
"
.rr, iro..ro acwl-
tyrlción, y que el antropólogo francés Marc Augé (lgg3)iefine la pér-
dida de identidad y significado de los espacios-p,ibli.o, en esra pos-
modernidad (o ..sobremodernidadrr, comó prefiere llamarla), .o-l .r¡
"no lugar>>' un vacío de espacio significativo, la pérdida de una marca de
identidad)1 Con respecto a la formación y l" p.rtenencia de los indi-
viduos a colectivos y a identidades socialer (,rrtb.r.n ejemplo de capital
social y culrural), el sociólogo R. Castel (rggg) d.r.rib. .l pro..ro
de pérdida de sentido de pertenencia social en los inmigranres, como
"desafiliación socialrr. En esre senrido, los síntomas de desafiliación so_
cial parecen una característica común de nuestros tiempos de cambios
acelerados, de incertidumbre generahzada. ¿No .rrrr.Ás todos ..desa-
filiados" con la realidad, con la cultura, .on l" historia? ¿No es esro lo
que revela el atrc contemPoráneo, como síntomas de una ..pérdida de
realidad"' como un reflejo de espejismos en una consrante búsqueda
de la última novedad?
Estudiar las lógicas sociales y culturales de los procesos asociarivos,
¡ la incidencia de las NT en los mismos, los discursos que circulan, las insi
tituciones' sus mecanismos y creencias, sus transformaciones, su creci-
miento y estab ilización, arí.t-o los procesos de confli úo ydesrrucción
i d.-lot mismos, constituye un objetilro fundamenral de invéstigación pa-
t, ra la mayoría (si no todas) de las diferenres clisciplinas social.r, y .r, .r-
 pecial para promover el conocimiento de los ,ist.-ar, las estructuras y
los procesos de producci 6ny reproducción social y cuhural.
Cuando el sociólogo y filósofo alemán Ulrich BLck (1998) propone la
noción de ..sociedad del riesgorr, plantea el tema clel prese"rá y .if.rrrrro
te" porciones crecientes del mercad'o.Ladiversidad hum¿rna y cultural (y el auge del turismo
exótico Presenta un ejemplo típico de ello) ha dejado ,1. ,"i. un valor.orr.rjorrdiente a la
naturaleza humana y alapropia cultura, transmutánclosc en un valor-prod,r.to que ha de
ser consumido por turistas o teleespectadores en viajes y en irnágen., m.di"tizadas. paradó-
jicamente, la diferencia y la diversidad se uniformizan y se homogenei zan enel propio mer-
cado.
62
en térrninos cle incertidumbre y de los límites dc una cottc:c¡rci<tll itlt'olti
gica clel conocimienro asociado a las posibilidades de control racional st,-
Ér. lo, hechos. Esta ideología impulsó a la modernidad: el control sobrc
la naturalezay la construcción deliberada de un futuro a ..escala del honr-
brer,. y ese conrol se apoyaba en las certezas sobre las posibilidades ili-
mitadas de la Razón (razlncon mayúscula en tanto racionalidad deifica*
da). Las certidumbres se asentaron en una fe ingenua sobre las relaciones
absolutas entre el objeto (de conocimiento) y un saber creciente sobre las
leyes científicas que <<mueven al mundo y explican la realidad". En otras
pálrbrrr, una fe .i.gt en que la realidad física es estable' y que por ende
iffi 1.y., que la gobiernan son Permanentes. Pero la propia ciencia con-
temporán., ,. er.argó de echar por tierra esas certidumbres. La causali-
dad dejó lugar a las probabilidades y a la incertid,r*br.-f-as claves de la
fe en las relaciones
"fe.ti,ras
entre conocimiento y realidad se hallaron
siempre en la capacidad del ser humano para desarroll ar estrategias de in-
formación que
"li*.rrtrran
más posibilidades de conocimiento. Pero la
infor*r.ión siempre es parcial y relati ra. Es el producto obietivado de
procesos metodológicos y técnicas de recolección de datos aplicados a un
ob;.ro de esrudio.i
"q"í
se halla el nudo de la cuestión: ¿cómo producir
información confiJbl.l.onocimiento) cuando la causalidad ha dejado de
5s¡ ..fsy> paratornarse en excepción, y cuando la única ley posible es la
ley de i6 probrbilidades? No hay más uinformación objetiva", ni posibi-
[áades de ,orrtrol en un mundo regiclo por la incertidumbre. En este
mundo ,rfverade controlrr, la racionalidad meramente instrumental pue-
de fácilmente tornarse en un ingenuo y peligroso instrumento de fomen-
to del descontrol y una mayor incertidumbre. Estamos recorriendo un
camino que tiende a reducir las estrategias de conocimiento y dt saber a
.rtr"t.gius instrumentales de información. Se ha producido un downsca-
hng dias fantasías omnipotentes de control de la realidad (en primer lu-
gar"de la naturaleza),y h.-ot pasado a contentarnos con una fe -igual-
ir.nt. ciega, pero más modesta- basada en que al menos somos caPaces
de controlr. i"t tecnologías, los instrumentos' los medios que han servi-
do de intermediarios .otr Ir realidad. Hemos ido de las utopías de futuro
y de los fines (que se nos muestran esquivos e inciertos) a una autoenga-
ñosa -pero reconfortante- confianza en los medios.
En un mundo globalízado, ciencia, tecnol ogía y sociedad_han dejado
de operar armóni"r*.rrt.. Más bien parecen constituirse en los motores
d..mr complejidad creciente y conflictiva. Conforman procesos emer-
63
g('lltc:s clLlc sc rc¿rlinlcntan cntrc sí, gcncrando mundos intcrdepe ndicntcs
¿rullquc clifercnciados que consumen velozmente los recursos naturales y
transforman ala sociedad y a los hombres en sus propios <<recursos na-
turales", ya sea para la producción o para el consumo. En este mundo,
los rnedios de comunicación tienen una función estratégicay parad,6jica:
Presentan y ocultan, inflaman las pasiones y al mismo tiempo virtualizan
y ..dulcifican>> los conflictos, transformándolos en objetos de consumo
simbólico y en descarga de tensiones.
Solitario y final
El "s5¡¿do de situación' creado por un nuevo universalismo, inducido
por la aperturadesigual de los mercados y las comunicaciones ha puesto
en jaque valores I .<conceptos fuerza> tradicionales como: nación, iden-
tidad, democracia, equidad, diferencia, etcétera. <El exrrañamiento do-
mina la escena: desestabilizados, desorientados, perdidos en el tiempo y
el espacio' es como si todos fuéramos ltomeless, sin casa; sin una consis-
tencia subjetiva palpable, sin la familiaridad de cierras relaciones con el
mundo, sin sentimientos compartidos. De esa casa invisible -pero real-
carece la humanidad globalízad¿' (Rolnik y Guattari ,20e6).dg, es una
hermosa rr'anera de describir, en clave poética, la sensación de desencan-
to, desre alizaci1n y precari edad que aqueja a bue n a parre de la humani-
dad. Y también podría ser una descripción de la sensación de pérdida de
capital social, simbólico y afectivo, desde la pcrspecriva del ..s5¡¿do de la
situación" de la percepción subjetiva y personal de miles de millones de
seres humanos en este nuevo siglo xxt.
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2
Procesos sociotécnicos y media tizaciín
en la cultu ra tecnológica''
Edwardo A. Vizer
Las grandes transformaciones
(entie las metáforas y la realidad)
Desde casi mediados del siglo xx, la ciencia y la tecnología han produci-
do tres transformaciones fundamentales en solo cinco décadas: primero
la tecnología nuclear (producción de energía física). Luego las tecnolo-
gías de la comunicación y la información (producción, procesamiento y
ieprodwcción de símbolos, información y conocimiento.s); y finalmente la
biotecnología, como producci 6n y transformación tecnológica de pro-
cesos biológicos. Es sumamente sugestiva la articulación sistemática y
estratégica entre las tres. Las dos primeras en función del conocimiento
y el dominio tecnológico de la naturaleza; las dos últimas -las ciencias de
la información y la comunicación conjugadas con la biología- como tec-
nologías biológicas, tecnologías del cuerpo y tecnologías de la mente, a
,!-
Esre artículo es una reelaboraci 6n actualizada del capítulo VII del Libro La trama ín-
aisible d,e la r.,ida social: cornwnicaciín, sentido y realid'ad', Buenos Aires, La Crujía 2003.
También fue publicado en el n" 40 de la revista electrónica Razón y Pakbra,2004.

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Las NT y la transformación social

  • 1. l'r's t¡ttt' l'trt'it'rr Slcz' ( l()95) (rlc.s)calif ic¿r conr, pcrigrosas tcc'.¡.gí;rs clcl"r"s¡rír'itu". Arrrc ra.s Nucv¿l.s;I'..,r.rrogi", 1rr;, u-ü.rto Eco (1 g7g/rggg)tt. ¡r.lttlrí:r rcp:rros cn reconocerla ríp.*i"encia de las dos actitudes ha-cie l,'s medios cre comunicación d.;r:;; [rr. hiro célebres hace casi rrestlí'car{as: una may oúa d,e..integrador" thoy no tan optimistas como ha_cc un par décadas atrás), y una ínfima urrtr;, de oapsgarípdcos,, (pesi_rrrisras y ¿aguafiesras?). pero hoy diría;;;;". ¡ni lo uno ni ro orro! Enconrextos sociales adecuados, ras NT pued.en ser utirizadas ar ..5srvicio'de Ia menre' con ra biorogía, lr-.*.ñ^";;psiquiatría .o',o ciencias ytecnologías alservicio rriro drl rrrrpo;;;; ¿u io mente-.|" .or¡rnciónenrre Ia inform ática,ra teremá ticayl, ¡ior.*orogía, r, ,rr*.cnoiogía yla digitalizacíón, imprime n I^ ,r^íidad yi", i*rginarios sociares de lossiglos xx y XXI con imágenes, creencia, y r.tir,rdes porenciadas por er ci_ne, la televisión, las indirsrrias culrurare; ;l;: recienremente denomina*das como ..crearivas',. Esre conjunro d.p;";;sos recnorógicos y culrura_les, acompaña' y potencian un pro..rá de transformaciones humanasmayores a las que se hayan producido .n .nrlquier orra insrancia hisró_rica' La telemádct (iniormá úca y ..;;;; iian o dirtrr,.la) permireoPerar ya no solamente sobre la información, .sino también sobre Ia ma- ,19!';::: estratégi ca y erconrror a. p.o..ro, firi.or, ,o.iur* y menra- como cualquier acdvidad, al ig'ar que toc{a cxpresión de ra curtura-en su más amplio senrido anrropJogiá_ r", ,".,r,rlogías son una cons*trucción social, una manifesacián ¿i"irr*u a pcsar de que una visiónsimplista tiende a contrapo'erros. rr, .rr, ,.,rr¡..¡o, unu r^rru"terística dela cultura occicren ar ^ purt, a. r, Mo.t..,rljl¿ n" sicro precisamente Iade combinar el co"otiÁiento cienrífico .o,, .ii-¿..sarroilo permanente deinsrrumenros y aprica.c,rones prácticas. Más aú', ra ,r,od..rrij ,a t-r pro_movido una penetración ,rrrrirr.rral cre 1", t..',,rrogías a todos los ámbi_tos de las prácticas sociales e instirucionalc,s, rr:rrt"..r punro J. qr. hoydebemos hablar de ras orgunir.^rio'es ,o.i"r", .,r,r,,., sistemas sociotécni_cos' no solamenre como específicos de l" pr"¿rcci<in ..r"iuca (pormás "flexible" que ésta tt"), sino como un r'.ci. clc arriculación de lasrrrúldples dimensiones de r'a vid,asociar ";;;;.,;,, ¡trác.ticas sociotécnicas.Las prácticas sociales no son <meramente> porítica.s, cconómicas, educa_tiv:rs o comunicativas, sino que tienden , t'rn".r.I :r s t c c n ol o gías e n r anr o o trans rr&, *, o, ;;;n;;;; ;il ff jj :T: ::il:n: :lrurn;uras como relacione, .-irírrrtemente articuracr as a ffavés de ra aso_ ttt cirrc:irirr c()n tccncllogí:rs sobre las que se sustentan por mcdio clc disposi- t iar¡s sociotécnicos. Por otro lado, no se puede pensar en los procesos de mediatización social aludiendo solamente a la función de "mediación" (de los meclios de comunicación), sin hacer referencia de forma implícita a las transfor- maciones que han tenido lugar debido a la penetración de la técnica en las prácticas sociales. Imbricación creciente entre la ciencia, la tecnología y la sociedad. Imbricación alimentada permanentemente por medio de una relación triangular: por un lado los intereses económicos (sobre to- do corporativos), en segundo lugar por el Estado y las instituciones edu- cativas, y finalmeme (last but not least), por la inercia del consumo ali- mentado por el glamowr de la publicida d y Ia propaganda. La modernidad (en las figuras de la burguesía y el Estado) ha pro- movido la institu cionahzación y la autonomización de los dispositivos cognitivos que operan con una racionalidad técnica como instrumento de expansión, y una práctica cultural de control y transformación de la(s) realidad(es). Precisamente, es el desarrollo autosustentado -¿e ili- mitado?- de la ..racionalidad instrumental" hacia todos los órdenes de la realidad lo que caractertza los rasgos de lo que podemos denominar la ..cultura tecnol ógtcarr. Como en toda tecnología, su valor y su legiti- mación se determinan por sus usos, por el contexto social, y por las consecuencias. Cuando se habla de temas conflictivos o sobre conceptos demasiado amplios y "polisémicosrr, es convenientc explicitar y acotar su significa- do a alguna definición (no por una referencia objetiva en sí misma, sino para definir un acuerdo cornunicativo con cl lector, lo que en el lengua- je técnico de la semiología-valga el ejemplo- se llamaríaun <<contrato de lectura' entre las dos partes). Según el diccionario Web ster, tecnología es 1) "La suma de los medios en que un grupo social se provee de los obje- tos materiales de su civilizaciónr; o bien 2) "Ia terminoiogía de un arte o ciencia, la nomenclatura técnicarr,y también 3) "la ramadel conocimien- to que tratacon ciencia aplicada, ingenie ría, etcótera". El térrnino "técni- g¿r' lo define como "el estudio o ciencia clc un arte o de las artes en gene- ral, especialmente las artes mecánicas o industriales". Vale la pena hacer algunas observaciones sobre el campo de realidad que se adscribe a las diversas definiciones: para la primer a acepción, la tecnología es el con- junto de los medios -eminentemente físicos- con que una sociedad se sirve paraproveerse de los objetos materiales. Para la segunda, se inscri- 41
  • 2. lrc ctrrtto drla o lt:nguajc' c()n'lo una terminologíaespecífic a; y enla tcr- ccr¿r scr rcficrc:r la tccnología como un saber. un conocimiento aplicado. Itcsumiendo, la tecnología se concibe como un medio materiar, como lenguaje o colno saber. En .r-bio el término <<técnica>> implica un es_ tudio, el culdvo de un conocimienro, el proceso de produ..ión de un saber. Las figuras retóricas sobre la denominada .rsociedad del conocimien_ to> se acercan bastante a esta idea de la úcnicacomo proceso de conoci- miento, así como s-e alejan de la noción tecnologicista y reduccionista de ..sociedad de Ia informaciónrr, que se halla ,rn Jn bog, enrre el discurso de comunicadores, ingenieror, .-presarios y seudosociórogo s tigbt.Tar como expuse en ¿sociedad de ra in-formació,n o de la ,o*riiroción? En_ tre el condicionamiento y la libertaá poo+,2005), es inreresanre romar en cuenta las diferencias entre los tres paradigmas tomados como modelo de sociedades futuras (la sociedad "d.la irrflrmaciónrr, la de la ..comuni_ cación" y la del ..conocimientorr). Encontramos fácilmente estrechas asociaciones de sentido que se establecen entre las nociones de ..socie_ dad" de la informaci6n y la tecnología (aunque no así con la noción de técnica)' Las tecnologías de la inforÁacio" r. presenran como procesos fundantes para la estructuración de las sociedades fururas ; i^supervi- vencia de las actuales (sujetas a innumerables desafíos int.rrro, y exrer- nos' que van desde las catástrofes naturales y las pande*i"r,-h"rta for_ mas extremas del terrorismo, la delinc.r.rr.iu, y i" *nrgirrr.io' social crecientes en todo el mundo). S. está produciendo una estructuración global y local marcadas por mod.lo, y (trans)formaciones eminenre- mente sociotécnicas, en que las relaciones sociales se hallan condiciona- das y contextu alizadaspot mediaciones tecnológicas (desde el teléfono a Internet, desde códigos de procedimienro estandari zad,osa softwares di- señados para el seguimiento y conrrol de personas, para el espion aje,pa- rala implemenación en cualquier clase áe activid"d., .r, las organiza- ciones, donde se deben seguir programas rígidos para ra evaluación de prácticas y acciones públicar y pri*das, de Jptit,rj", y de morivaciones humanas, etcétera). Irónicamenre, parece que a medida que el software se hace mas flexi_ ble y "amigable, desde .fprrrrto de.,rirá individual, se va rornando me_ 'rtrs amigable y más hard desde la perspectiva del control org; zacional 1' Ias implemenraciones socioté.rri."r'por medio d. sirteás experros 'r1'licados a todos los órdenes estratégicos de la vida económica, la polí- .t :' tica, las esrrategias rnilitares y hasta el sistema educativo y las prácticas asociadas a la salud. Gracias a los sistemas expertos y la inteligencia arti- ficial, la ..infraestructura> de nuestras sociedades se va tornando gra- dualrnente más soft y adaptable a las interferencias de la naturaleza, aIa escasez de recursos naturales o para enfrentarse a situaciones de incerti- dumbre. Al mismo tiempo, nuestras <<superestructurastt sociales están sufriendo un doble proceso de mediatización: por un lado transforma- das por medio de la implementación de sistemas sociotécnicos indispen- sables parala sustentación de las condiciones de la vida modernar / por .l otro lado -como ..la otra cara de la monedarr- percibimos la vida so- cial -por ende, nuestra, propia, ztida personal- amenazada por procesos de disolución de los vínculos y las relaciones sociales e intersubjetivas -por las insrancias que Bauman (2003) define como ..relaciones líquidas', y que se nos manifiestan como un mundo de crisis múltiples: de la familia, d. lor valores, de la seguridad personal y de proyecciones de futuro la- boral, etcétera-. Irónicamente, en nuestras sociedades permanentemente conecradas, los lazos personales tienden a diluirse y la libertad individual a asociarse al consumo y la soledad. Pero hablar de ..Nuev¿5r, Tecnologías implica preguntarse Por la na- turaleza y el sentido de la novedad. ¿Qné hay de <<nuevo>> en las NT? iThis ís the qwestian!, o bien ¿/s this tlte question? (¿podemos convenir que ésta es la cuestión desde la perspectiva del conocimiento, de la inter- pretación?). Desde la tecnología en sentido estricto, no hay question, no interesa, no es un problema en sí. Sólo interesa el "¿para qué sirve?" (y sobre todo: ..¿cuál es su mercado?"). Ésta es la lógica elemental que aso- cia lo instrumental con 1o económico, con el <<pensamiento único de los integradosr'. Tres décadas atrás, pensando las relaciones entre la televi- sión, los medios y la cultura, Umberto Eco (1979/1,999) hizo célebre la metáfora de los ..apocalípticos y los integradosr'. Y las metáforas siem- pre son útiles, mientras sirvan paraabrir perspectivas y no para cerrarlas .tt p.qrr.ños dominios. Pero hoy la disyuntivarealno se halla entre apo- .*lípti.os o integrados (caras opuestas de una misma obsesión tecnolo- giciita). Tanto los integrados como los apocalípticos se hallan obsesiona- áot pot la tecnol ogía,,ya seapor las promesas o por los miedos hacia un inevitable determinismo tecnológico. ¿Quiénes están en el <<otro lado"? ¿Es que hay otro lado, una alternativa viable? ¿Es que el desarrollo del pensamiento y de conocimientos críticos se nos Presentan realmente .o-o una alternativa viable? No sabemos si nos lleva a acciones viables, 43
  • 3. [)cr'() 'sí t¡tlc l'a' rcf'laxiórt crítica sc ha tomaclo inevitable. precisamos cle .rtrcv?ls nrct¿íf.ras quc aseguren más independencia intelectual, más sen- ':d: Lnejores interpret".ion., ,.rrr.nr"d"s en proyecros y en investiga- ct()nes permanentes. ¿Qué hay de nuevo en las NT?: nuevos medios de producción (proce_ sos materiales, informacionares, etcétera); nuevas terminologías, nuevos discursos' nuevas artes; y además -en su tercera acepción- nuevos sabe- res asociados a conocimientos apricados. En cuan to aranoción de ..téc_ nica", o nuevas técnicas, han surgido nuevos procesos de producción de conocimientos, nuevas metodorogías, .orr".bidas como nuevas artes. Pero ¿qué hay sobre los conocimi.rrtos y los discursos sobre las propias realidades sociales? ¿Qué pasa con la investigación científica, la inter- pretación, la construcción discursiva que d.eüería propo,rrionar sentid.o sobre tanto caos? Es inevitable invertir ..tisrnpo, .rf.r., zo ydineror, ne_ cesarios para desarroll ar y articr-rlar las diferentes disciplirr", q,r, cons- truyen los discursos y las interpretaciones sobre .l ho*bre, la sociedad y la culrura. A pesar de cierta d.uulua.ión académica , l; q;; re enfren_ tan las ciencias sociales, hoy es más importanre que nunca concebir las problemáticas relaciones entre turno.logio y ,ocieiod, desd,elas perspecri- vas de la sociología, las ciencias políri"casj l" ..or,;;r;; _";viamenre_ desde el ..gran encuadre' de la urrtropol sgía.Sin embario, ,lri es don_ de surgen orro tipo de probremas de ,^lár.'' epistemológico: los que corresponden a las relaciones enrre d.lscwrso y ,uitldoa, urfr)¡es y obje_ to, el mundo de .las rcorías y el mund.o d.e "lás hech"r". S,r?g.í, U, Iimi_ taciones de "lo impensado> en las ciencias sociales (Tallerít.irr, 199g). El corsé cultural y epistemológico del siglo xrx, a partir delcual se cons- truyeron los recortes de la realidad, las Áetáforas y las pregunras origi- narias de las disciplinas sociale s nomotéticas (las q". ulr.irr-lr, ..leyes objetivas" de la economía, las ciencias políti.ur, l, sociologá);.orrc"bi_ das todas como dominios de cono.i*i.rrto autílnomos, conocimientos ::T:ydos,sobre "realidades" humanas separaclas en ."*f"riimenros: ia sociedad,la cultura, y la persona. Para la gran rradición del sigro xx (salvo raras excepciones), y sobre todo a partir del antihistoricismo positivista der siglo r*, ,oáo cambio cn la sociedad -ya sea tecnológico, político o cultural- deberíaser ubi- caclo dentro del espacio de ,rrro , otro dominio, enmarcarse y encor_ sctarse denrro de paradigmas y cuerpos discipiirr"rio, ,^-p;rai¡ados(lrsicología, sociología, antropología, eicétera). Esta visión científica ha ,l ,l producido deformaciones y limitaciones en el lenguaje, en Ia rnetodolo- gí*, .r, las instituciones de producción de conocimiento y en las prácti- .", d. inteTtención social y las concepciones sobre la aplicación de los saberes en la sociedad. Tenemo s ztiejas metáforas, y nuruas realidades: ¿las tecnologías actuales son sólo pafie de una continuidad histórica y social qrr. ,rrrrrca con las pinturas de las cavernas y va por etapas (la es- .rit.rr", la imprenta, las máquinas de procesar información, la realidad virtual)? ¿O bi.tr las NT transforman cualitativamente la propia lógica de los sistemas y las estructuras sociales? ¿Cuál es la relación entre tecnolo- gíay estnrctura social (económica, políticay culrural, en un senddo in- t.grfl y unitario, no disociado en compartimentos de conocimiento)? ¿C"at L, Ir relación con los actores sociales, las implicaciones para las ior-r, de asociación y de organizaciínsocial? ¿Cuáles son las implican- cias sobre las formas de producción, percepción y consumo cultural? ¿Cuál es la relación entre tecnología y cultura(y qué es culrura en el mun- áo "onr.mporáneo): cibercultura, cultura tecnológica? ¿Y más aún, cuál es la relacián -casi metafísica- entre tecnología(s) y realidad(es)? Si para el paradigma constructivista, los hombres -y Ia sociedad- construyen -*cwfuirranr-I^realidad, constmy en sus realidades mediante las práaicas y por medio de los recursos de la cwhwra, acaso la penetración universal d. lrr NT -y en especial de las TIC-, ¿no estará reconstruyendo y atrave- sand.ocon sus ,rrirrormateriales, energéticos e informacionales toda for- ma de realidad humana y social (la nv, o realidad virtual,la teleinmersión, etcétera)? ¿A partir de qué metáforas podemos constnrir proposiciones valederas sobre la nanotecnología que puede dirigir operaciones de nues- rro cuerpo desde su propio interior, al punto de asimilarnos -milagrosa- menre, ieligrosa-.nt.- a la figura de un cyborg? ¿Desde qué discursos instituiáo, á. 16 ciencias sociales podemos desarrollar interpretaciones sólidas, argumentos coherentes sobre las implicaciones y posibilidades del uso social de las NT Y las Ttc? Más aún, el conocimiento científico no solo es sentido y discwrso' es ambién acción, prácticas, producción de conocimientos aplicables, de usos y valores sociales y culturales. Cuando en 1,984 se inaugura en Bue- ,ro, Áir.s |a primera de las Conferencias lJsuaria sobre Informática, ni un 1"/o de los participantes provenía de las ciencias sociales. Crear una sola mesa (la única) sobre el tema ..informáricay sociedad, fue el resul- tado de una dádlade los organizadores -mayoritariamente ingenieros- más que un logro (curiosamente' a partir de ese momento los propios 45
  • 4. ti'cllic,'s c i'gcrlicr..s fucr" l.s que pasaron a mostrar mayor interó,s s.-[rrc cstos tcmas; los sociólogos t^rd,^ií^naún bastanre en.árriorrrr, aun-que no así los cornunicólogos). La necesidad de contar.orr-U,renas pro-ptrsiciones desde el campo social (economia po]itica, sociolo gía, etcétera)es imprescindible paraJefinir,prog.r-r, /iortiru, d. ¿.rrlrouo, y ro_mar decisiones [...] correctasr^(cJmo ,. i,i.de aprecirr, .rriro expresa_mente la tentación de rellenar el espacio .rirr. "-do, términos con la pa-labra"política5",lo que nos lleuarád l;-; le ..políricamenre corre*o>>). curiosamente' Ios logros de la sociologir ¿.1 conocimi.rrro sobrepa-san en relevancia y significación a los d. i" ,o.iología de la técnica. Laherencia del sigro xtrLrroreció ra creación de ";";iri;;;" discurso "telescópico,, y generalista sobre t* ,o.i.JJl, er siglo ** ír, discurso yuna metodología ..microscópicarr. Las viejas m.táforas, los modelos derealidad (a los que el gtanhisioriador F. Braudel r. r.f.rí, ;;;" ..botes,,) hacen aguapor toda r., .rrrrr. t:rra,y difícilmente puedan <<navegar sobreel mar de los hechos,, (Braudel d,rrí^;ü;;omo que cuando ..los mo_delos teóricos comienzan a hace, ^gui,debemos d.ejar que se hundan,como los botes", 1 ro que pode-or"ugr.;r;;". si frotan, subámonos aellos y veamos a dónde ,ro, p.r.d." il.ürj. -L* rransformaciones im_puestas por las NT ciertamente.constituyen u, o_r, embravecidorr. pero ¿es que podemos navegar a la derivr, ,i'Ias palabras adecuadas, sinlain_ 1' En febretr: de 1987 se organizó en las Naciones uniclas un seminari. sobre <<Interna-cionalizació' de la Economía .1. l" Irrfo.- ación ylos servici.s, un nuevo desafío para el Ter-cer Mundo"' como único representante sudamericano, podía argumentar *rr.-¿* posicio-nes enfrentadas: la postura clominante, sostenida po, lu, reprcsentantes de Esados unidos,expresaba la necesidad de un olibre flujo de informacióny a" ,..r,utogías,. La postura opues-ta -sostenida por Brasil y e'especial por la represenracián hin.lú- argumenraba que, en unanación de casi mil millones de person* y rirr r."rrror, cra ircvitable desarrollar una industriainformática nacional' L" 'e'pu"rta norteameri "^nn p^rrrí^partir cle una lógica de hierro, sos-tenida en el argumento del alelerado desarrollo r..r.lógi.., I l".orrrigrriente obsolescencia dela producción autónoma en un país subdes."rrotl"¿o-ion jot..r,"lir.rro primermundish, uninvestigador de la universidad ie columbia asegurau" qu{ .r, un par de años, la tecnologíahindú sería obsoleta' El hindú, sin embar go, parecíacontracJccir csa lógica con argumentos deeconomía política que encresPaban el determinismo tecnológico norreamericano: ..Los hin-dúes no tenemos otra alternativa que proteger y desarr'lla , )rertro propio mercad.orr. Dieci-séis años después -en 2003- t"di".*ponrbl rof*"r. f., -u, de 14.000 millones de dólaresnorteamericanos (y también sus ingenieros' que constituyen un rercio del plantel norteameri-cano)' Ha construido su versión del silicon ül.y e'Ba'g"lore, aunque sólo dene un millónclc usuarios en un océano de cienros de millones á. *"rg;oior. 4(; tcrprctdción quc ponga cierto orclen, cierta coberencia (por míntmir quc ósta sca)? -É,rt. no es el espacio para tratñ las Nt en relación con lanatrralezani en relación con la biología (aunque, como afirman los místicos orienta- les ..en la última realidad, todo es Uno"). Me limitaré a las NT -específi- camente a las Tecnologías de Información y Comunicación (las Ttc)*, en relación con el mundo social, el mundo de la cultura y, más específica- mente, con la problemática de la necesidad (¿inevitabilidad?) de contar con metáforas capaces de articular relaciones de sentido: argumentacio- nes, conceptos, instrumentos teóricos, términos sintéticos, discursos, como se quiera llamarlos. Precisamos de ..elementos teórico-metodoló- gicos que permítan alas comunidades y a los individuos hablar reflexiva e intersubjetivamente sobre el mundo". La idea es que no es posible li- diar con problemas y con realidades si no somos capaces de ponerlas en palabras (mucho antes que Freud,y^ el teatro y la filosofía griegas nos enseñaron que es fundamental <poner en palabras" el drama y los pro- blemas humanos). Alejandro Piscitelli (1995:1,29), sin hacer juicios de valor al respecto, observa que ..mientras el viejo mundo culrural se orga- nizaba alrededor de una cascada de interpretaciones, el mundo contem- poráneo está apunalado por una red de operaciones. Antes, el hilo con- ductor era el gesto; ahora es la programación. Se abandona la materia inerte en pos de modelos numéricos proteiformes, libres del tiempo lar- go de la maduración. El orden del control efectivo suplanta alainterpre- taci6n; el orden del código borra el del signo. El lenguaje comienza a su- bordinarse al cálculo". Ciertamente, las NT reconfiguran las coordenadas de tiempo y espa- cio: untiempo continuo y eternamente presente, y un espacio construido por las propias operaciones de las tecnologías. El espacio y el tiempo de la vida social, el "tiempo humanorr, el tiempo de la reflexión y la madu- ración, del ahora-d.yer-rna.ñana, o del nunca jamás. Los espacios y las distancias del aquí y del allá, de la vecindad, de los amigos y del traba- jo... y hasta los tiempos y los espacios de la vida y dela muerte, y el sen- tido y las interpretaciones subjetivas que las acompañan... Todo parece ser transmutado en el mundo real/artificial de la computación, de las operaciones sobre la realidad. Gradualmente, las relaciones entre el pen- samiento y Ia realidad son interztenidas (¿mediadas, mediatizadas?) por las operaciones constructivas de la tecnología. Como se decía del arte hace ya tiemp a atrás (el arte como copia de la realidad y viceversa, la rea- 47
  • 5. litl:rtl c()tllo un¿r_ trlala copia del artc). Hry podernos clecir que la rcaliclacl tic¡rtlc a co¡riar los modclos de simulaciónjla ..realidad' tiende a rornar- sc cn una copia del simulacro. Y por último, el delirio-realiclad: ¿y si la ficción fuera la úldma realidad? Pero lab'olla aún no está definida, los hombres siempre ..le encuen- tran la vueka' a los grandes desafíos. No hay paradoja, qr. resistan a la historia, y a f?*f re es tiempo, y hace ra hisrori a (generalmenre a pesar de sí mismo)' No hay "cierre' definitivo, ni aun en los sistemas naturales (para Prygogine, incluso la naturaleza tiene su hisrcna, los sistemas disi- Pan energía, emiten' emergen, se transform an; y paraun constructivista radical como von Foersrer, la parado ja no., orrroló gica,sino epistemo- lógica, con lo que todo dilema enconrrará sus ,lt.rrrriirrrr, bif.rr.aciones, salidas, reconstmcciones). La interpretación y el sentidoriirr.r, siendo los constructores del ,rssn¡ido de realidad, a escala del homb"re (y de la mu_ ier). como Piscitelli reconoce, ..fuera de la metáforuno hay ádr". Es interesante observar que algunos de los avances más sugestivos en la investigación y la experiÁent"iión de las Nr siguen lo, priicipios del paradigma de los sistemas vivientes. Las máquinal "inteligintesr, (pobre simulacro de la inteligencia humana) deben irrrit", al ho-É.., ,lrr^org"_ nizaciones sociales y, en fin, a los sistemas vivientes. Las *oóeraciones>> superiores no son computaciones lineales y algorítmicas, son más bien gestálticas. Turkle habla de pluralismo .piri.-álógico y de <<una plura- lidad de epistemologías" ltls+¡. Además, lu, ."p.rj.r,.iu, de las máqui- nas capaces de aprender no responden a un programa interno, sino a la interacción con otras y con el medio (como -;quirr"s sociales). Las rec_ nologías expresan su mayor utilidad en ranro q,.r. ,...rologías ..socializa- das' o "socializ,ablesr, y como producto r^, d" rolo, ,ori)l y valor cultw_ ral: a través de los usos, los meJios, los contextos y las .orr'r...r.ncias de las NT. Fn la práctica, estamos hablando de la consrrucción de nuevas realidades sociales. Y por último, nuevas realiclades sociales implican nuevos problem as y nue'o¡¿s Perspectivas de observación y de análisis. En conclusión, precisamos inte rprctar y constru ir sentid,o ^ p^rti, d,e nuer.,as metáforas. Nuevas formas de pensa r cómo ,. d.rtr.ien y cómo se (re)construyen cada vez más aceleradamenre las relacion.r, lás vínculos y las nuevas formas_ de organizacióny comple jizaciónde la vida social y cultural, rearticuladas o mediatizada, po, ln, ñr. Para Castells (1999)..se manifiesta.rr rrrra nueva estructura social do_ rninante>, alaque denomina ..sociedad redrr, así como en una nueva eco- 4u nomía ..informacional-global', y una nueva cultura: la de la "virtualidad real,r. Ya no rige la ficcionalizacíónde la realidad, el simulacro de lo real (una crítica t^i "ur^ al Baudrillard de las décadas de 1,97Q-1980), sino la virmalid ad realizada.Ya no existe el simulacro proPiamente dicho: más bien, lo ..real' se realízaen tanto simulacro de una virtualidad diseñada *en ciertos casos hasta program ada- por medio de modelos formales. Las NT coronan la utopía del control de Ianaturaleza gracias a su suplan- tación. La mejor ..r."iidrd ideal" es la que se asemeja ala de los diseños y los modelos virtuales (algunos años atrás, calificados como "futuri- tles";. Es lo..real' lo que pasa a ser apenas un simulacro de lo virtual. Si .f..tirr**ente la ecuación entre ficción y realidad tiende a invertirse, el debate enrre aquellos que sostienen que hay una continuidad en el desa- rrollo tecnológico, aquellos que no esperan cambios estructurales pro- fundos en la sociedad y, por último, aquellos ..transformacionistas>> que efectivamente afirman que habrá cambios revolucionarios, tal debate Pa- rece volcarse más bien h".i" estos últimos (aunque habráque ver cuál se- rá el sentido de esos cambios, porque las resistencias y las tensiones so- ciales comienz an a manifestarse de forma violenta y bastant e organizada en todo el mundo). Las transformaciones tecnológicas, mot orizadas por la globalizaciín exponencial de las estructuras de producción y los mercados de consu- *á, ,ro.iadas ala precartzaci1n de la fuerza de vabaio -en especial por efectos de la irr..riid,rmbre de la..Nueva Economía" Y una nueva diai- sión internacional del trabajo-, a las que se agrega la profundizaciín de los procesos de marginación social, tienden a expresarse como crisis es- tr.r.t.rrnles. La íntirna asociación entre tecnología y economía -relegan- do lo social y lo cultu ral aacciones adaptativas de supervivencia- genera tendencias irreversibles de cambio estructural más que coyuntural, au- gurando la presencia inminente de procesos de aguda bifurcación tanto i niveles locales como globales. Tanto es así que cuando I. tVallerstein intenta abordar los profundos procesos de transformación actuales en los rérminos de la ciencia social clásica (sobre todo la sociología), debe recurrir a la construcción de un nuevo marco concePtual que no los en- corsete en los discursos tradicionales. Así propone nociones como <<eco- nomía-mundo y sistema-mundorr. lJna nueva metáfora que ayude a construir proposiciones {rucúferas para interpretar nuestras cambiantes realidades "ctu"l.s, sin perderse en discusiones escolásticas o en estudios microscópicos. 49
  • 6. I)or cjcttrpltl, sc pucdc desarrollar ulla perspecriva <Je análisis cliferc'- tc y original si concebirnos la "globalizrriOrr" bajo la hipótesis de una economía-mundo-global, que bajo un discurso de ,r.ioáli dad, y prag_ matismo (específico en el discurso neolib eral) pretende l, ,..orrrersió' total de las sociedades nacionales (la reconverriór, *.orrómica, política e institucional y los famosos ..ajusres>> consiguientes). Las fuerzas hegemó_ nicas pretenden instaurar un sistema *rrriid exclusivamente bajo la me- táfora de una lógica insrrumenral (lógica de la máqui na y trmbiár, rógica de la eficiencia económica). Las operaciones y ro, ',,"lores del mercado son.como el paradigma (metáfora) de los procesos fundanres de la vida institucio nal y asociativa de las sociedad*, iru*rnas. Es una meráfora so- bre la vida social qu¡ en la práctica.-en ranro que modelo social excluyen- te- reduce la compleiidad de los sistemas soiole, a los mecanismos y las lógicas de las operaciones racionales guiadas solo por prinJf;o, de efi- ciencia económica e inrerés individurlllrérr. la noia 1). Er cololario que evidencia las limitaciones y falencias de esta metáfora económica sobre lo social es que paraque un sistema de economía-mundo (como todo siste- ma económico) pueda tornarse autosustentable, requiere de regulaciones, de ttalores culturales y operaciones extraeconómicai(o seaexteinas al pro- pio modelo)' Lapropia complejidad del sisrema social genera las condi- ciones que permiten subsistii al sistema económico, r ,rá ,ri..,o.rsa. para sobrevivir y legitimarse, la economía precisa del -rr.o institucional y cultural, que a su vez crea las condicionl, prrr la estructuración de un in- cipiente <sistema-mundor' (instituciones corrro las Naciones Unidas y los bloques regionales como el Mercado común europeo, el Mercosur y el Asean asiárico, reflejanprecisamente la ambigüe duiylo, ,orrflicros enrre la necesidad de cr,ear organismos supranacionales d.ntro de un incipien- te ..sistema-mundor, y los miedos a p.rd.r los márgenes de autodetermi_ nación y de soberaníae identidad c.rltural nacional). Redes informáticas comunitarias: construir comunidades, fe¡de una perspectiva tanto microsocial como institucio nalymacroso- cial, un programa estratégico fundamental que avan za profundamente 2' Yale la pena reproducir parte de la propüesta elaborada por S. Finquelievich, como tcmáticas para la comisión de "Innovaci¿n Tecnológica y sociedad,: XXIIi congreso de la 5o en los diseños de articulación entre las TIC y los actores socialcs, y quc busca reconfigurar los espacios de acción y de decisión tanto locales co- mo globales, consiste en la creación de redes sociotécnicas comunitarias de inform aci1ny comunicación, a las que Finquelievich (2000) denomi* na ..redes comunitarias electrónicas sustentadas por TIC>. Con resPecto a Inrernet, üolton (2000) clasifica los diferentes sitios en cuatro catego- rías: aplicaciones de servicios, aplicaciones de entretenimiento, apli- caciones ligadas a la información-evento y aplicaciones de tipo informa- ción-conocimiento. Acced er a aralquiera de estas categorías implica instalarnos desde la perspectiva del wso de la tecnología. La actividad que realice el usuario depende rá de la intención, el objetivo, las decisio- tt.t y los criterios de selección. Como en toda tecnología, su desarrollo depende de una compleja ecuación entre ofertas y demandas. Internet' en ranro tecnología de información-comunicación digital, cubre de for- ma cada vez más acelerada la posibilidad de digitalizar cualquier orden de hechos: naturales, sociales y culturales. Esto significa prácticamente todo el orden de hechos y objetos materiales, energéticos e informacio- nales que puedan ser referenciados o expresados digitalmente. En relación con las redes sociales sustentadas por ttc, podemos refe- rir en principio cuatro clases bien diferenciadas según su origen de for- mación y los modos de participación de los individuos en las mismas. Asociación Latinoame ricanade Sociología (ar.ns), octubre-noviembre de 2OO1', Guatemala' ..Los esrudios de la innovación aportan elementos para mejorar la comprehensión de las di- mensiones social, material y simbólica en las que se despliega el fenómeno tecnocientífico. Se estudia cómo la innovación produce nuevos elementos teórico-metodológicos que per- miten a los colectivos e individuos hablar intersubjetivamente del mundo. Cómo aquélla proporciona los artefactos para la reproducción material de la sociedad; y, finalmente, cómo recrea las relaciones entre los actores sociales e instittlcionales de la sociedad contemporá- nea y entre los actores y la naturaleza. Algunas de las cuestiones que proponemos explorar en esta comisión de trabajo son las siguientes: ¿Cuáles son las nuevas formas de socializa- ción en los espacios de reiación facilitados por las nuevas tecnologías? ¿Qué nuevas frag- mentaciones sociales se crean? ¿Cómo narrala gente sus mundos tecnológicos (máquinas, cuerpos reinventados, naturalezas modificadas) y cómo las instituciones se reorganizan a partir de las nuevas tecnologías? ¿Cómo se organizan las comunidades de científicos e inge- nieros para producir hechos científicos y tecnología? ¿Cómo se transfieren, adoptan y adaptan los resulmdos de la tecnociencia? ¿Cómo inciden en el desarrollo social en Améri- ca latina? Y finalmenre, ¿cómo se está estudiando, descle la sociología latinoamericana, la in- terfase entre innovación tecnológica y sociedad?" 51
  • 7. l"rr llrirrler¿ instancia podcrnos mcncionar la creación de redes comu- nitarias clc'l'lc cn forma de redes electrónicas volunrarias, implementa- das por gruPos preocupados por la promoción o el mantenimiento de valores de capital social y cwltwral, o bienes e intereses públicos cornanes (protección de espacios públicos, derechos humanos, salud, etcétera). En un segundo caso,.exis_ten grupos que pueden nacer o crecer a partirde la promoción de redes de creenc ias corporativas,como expresión de secto- res con inrereses políticos o económicos específicos, qu. ,, atribuyen la representación de esos valores o intereses en nombre á.1 g*po o sector, y que sostienen actitudes de defensa, de araque o de presiá" ptiUtica. Un tercer caso rePresenta mayoritariamente la oferta de servicios especiales, de redes virtuales a partir de su origen y de sus fines, muchas veces liga- das a nuevas formas surgidas de la ftopir dinámica de ofertas y empren- dimientos -o microemprendimienior- d. las redes ,rirtu"ler ,y l^pásibi_ lidad de promover e increm entar serc.ticios hacia sectores ,.g*.rrtrdo, con nuevas necesidades, gusros y demandas específicas. por jltimo, ha- llamos la formación de redes surgidas de la economía privada tradicio- nal, que buscan expandir las ventas de bienes y servicils cubriendo los nuevos mercados virtuales con informaciónypublicidad (la economía y el comercio ..realrr, explorando la expansión d. lo, *rrr)dos girtwares). A la larga, se verá si las cuarro for-", no buscarán por la propia lógica avasalladora del mercado una tendencia hacia la convergencia, en un es- pacio virtualizado. En la práctica de la investigación social, la universahzación-globali- zaciín de estas redes sociotécnicas implicalanecesidad de una revisión téorica y epistemológica. Flacen fahi nuevas proposiciones y nuevos términos teóricos que ayud en a deconstruir y irro)rtruir (enlos térmi- nos originarios de Derrida) las categorías fundamenrales a través de las cuales radicional -e inconscientemenre- pensábamos ola realidad, (ac- tores, espacios y tiempos). Nuevas catego rías y dimensiones espaciales y temporales en las que debiéramos asentar el análisis de lo, pro..sos so- ciales: las estructuras, las formas organizativas e institucior¡.r,los cam- bios en los actores_y los procesos áecisionales, las creencias, las lógicas de secuenciación, las nociones de sentido común sobre la ..¡¡¿¡sriali- dadn, etcétera. Las TIC ya no pueden ser pensadas como meras med.iaciones (en el sentido atribuido a los medios de corntrnicación de masas). Las Trc efec- tivament e constrwyen y constituyennuevas formas, espacios y tiempos de 52 relación social, nuevas formas institucionales, nucvas categorías dc aprc- hensión de la experiencia personal y social, nuevas dimensiones dc la cultura. Err r.ruÁen, ¿las fic efectivamente (re)construyen la(s) realida- (des) humanas? ¿El capital soci.al, cultural e intelectual de una comuni- dad puede acrecenr"rr. mediante el uso y el acceso generaltzado a las TIC o, po1- el contrario, tienden inevitablemente a generar un ..efecto desi- gual> en la formación del capital humano? La respuesta a esas Preguntas irq,ri.r. investigaciones empíricas' pero -inevitablemente- se necesitan miúfora, y *ri.os interpretativos capaces de transformar los datos en información, y la información en interpretaciín,y ésta en nuevos cono- cimientos. Por último, en un ciclo recursivo -o más bien en una espiral-, los nuevos conocimientos deben cumplir la función de alimentar nuevas hipótesis, y éstas deben promover el desarrollo de nuevas inquietudes e investiga.íorr.r. Al fin 1.al cabo,h^y que coincidir con el epistemólogo húngaÁ I. Lakato s $v7 en que ..la historia de la ciencia ha sido y de- b. ,!r una historia de programas de investigación (o paradigmas si se prefiere) en comp.t.rr"i"rr. Sirva de ejemplo la proposición revulsiva pa- ir.l senrido común sobre la relación entre la comunicación y el espacio: ..El espacio no es [...] la distancia que la comunicación supera y cancela: es el lng"t que la comunicación construye y destruye. La comwnicación ,orrrriy, ei ,spacio (Vidali,1995:271,). Otro ejemplo de los profundos cambioi de paiadigma que han tenido lugar en las últimas décadas se ha- lla en la, corcep.iáner sobr. el objeto de las disciplinas geográficas. La .<naturale za, y;no es tanto objeto natural, sino objeto ..social, (es decir, naturaleza ..social izadarr): o sea, se rrara de la modificación física de la natvraleza como consecuencia de la acción humana espacial y temporal sobre los procesos ambientales. En otras palabras, la problemáttca fun- damental p^r^la geografía moderna ha llegado a ser "el lugar" de la re- laciónenrre n tui^l"i^y sociedad (lo que prefiero concebir como un lu- gar cwfuigad,o por los hombres y las comunidades, una organización del entorno, tanto material como social y simbólico)' La met áÍora del capital social La emergencia reciente del paradigma del capital social (cS) provee un marco teórico interesante para entender y/o construir relaciones suma- mente fructíferas entre diferentes ciencias sociales. El término <<CS> -ori- 53
  • 8. glnarlamcntc reprcsentativo de los procesos y los valores generados en Ios vínculos asociativos de la vida social- ha comenzado , aro.iarse a las mutuas influencias e interrelaciones entre redes, ya sean éstas estricta- mente sociales o bien tecnológicamente mediadas (redes sociotécnicas apoyadas en medios tecnológicos). La noción de cs va insertándose pau- latinamente en diferentes disciplinas con senridos específicos, cada una col una interpretaciínparticular. Por otro lado el cre"imiento exponen- cial de los sistemas de redes electrónicas y telemáticas ranro públicas co- mo privadas (rrc), puede concebirse teóric a y empíricr*.irte desde la perspectiva de su función en la promoción y d.r"r-llo tanto cuanrirari- vo como cualitativo de los contactos -como conexionismo social- entre diferentes actores sociales (comunidades, agencias estatales y públicas, instituciones, etcétera). Así también el "...ro a medios de intercambio de información y comunicación pueden considerarse como agentes de crecimiento (o bien de transformación) del capital social y de ia for*"- ción y capacitación de capital humano y de conocimientosde una comu- nidad, ya sea ésta local, regional o mundial, circunscriras a un espacio geográfico o bien virrual (comunidad virtual sustentada en Trc). Il Grupo de Interés del Capital Social de la Universidad de Michigan define al cs como ,.los beneficios potenciales, ventaj as y tratamiento p"re- ferencial que resulta dela simpatía y sentido de oblig"áion de una perso- na o grupo hacia otra persona o grupo de persorrrrr. El capital social también incluye los potenciales beneficios, ,rerrtajas y trarami..rto prefe- rencial que se origina en la simpada y senddo de obiigación hacia.l *yo idealizado". Esta definición incluye consideraciones de otras definiciones de cs como obligaciones sociales o <<conexiones' que son convertibles en capital económico bajo ciertas condiciones; como un recurso de los in- dividuos que emerge de sus relaciones sociales (colema n, 1,99g); como actividades mutuamente beneficiosas que promueven y refuerzan un sentido de bien común evidentemente asociable , l" ,ro.ión de bien pú- blico; a la habilidad para crear y sostener asociaciones volunraria, y la con{ianza enrre éstas (Fukuyama,1999);y ^las relaciones de muruo cui- dado (caring en el original en inglés) entre personas y sus instiruciones. La intensidad y duración de las relaciones sociales varía de acuerdo con la durabilidad e intensidad del cs creado por las interelaciones socia- les. La intensidad de éstas puede describirrJ.o-o una función direcra del tipo regular de comunicación involucrada entre los actores: cara a ca- 54 ra o bien a rravés de un medio de comunicación. La iritcnsidad clc las rc- laciones sociales puede también depender del sentido y el objetivo de Ia comunicación esrablecida. Si el propósito es fortalecer la propia posición económi ca, éstaes tomlmente diferente de la que se establece entre ami- gos o una pareja que intenta fortalecer sus vínculos emocionales y su compromiso mutuo. Una caracterísrica del cs es que -a diferencia de otras formas de capi- tal- es intrínsecamenre social desde su origen (las propias relaciones so- ciales). El capital financiero se origina en los mercados financieros. El ca- pital hrr*6l se origina en las instituciones y los contextos educativos y i. ."pr.itación, dentro de los cuales -o a través de los cuales- las <<capa- cidades de funcionamiento>>, €fl el sentido que le otorga el economista hindú Amartya Sen (2004), pueden desarrollarse como mlentos, técnicas y conocimientos enseñados y aprendidos (según la calidad del sistema y d. lo, procesos de enseñ anza-aprendizaje). El capital físico se origina en l" proárrcción y el empleo de bienes materiales utilizados para el propio pro..ro productivo. originariamente Bourdieu concibió el término de copitol simbólico pararefárirse al acceso y la posesión de bienes cubwra- lrr, y otros ,,rror., agregana la lista conceptos como capital emocional p^.rá describir los sentimientos de apoyo' Pertenencia y adscripción a .írr.rlo, y redes sociales (familia, amigos, iglesias, terapias, instituciones de contención, etcétera). En el cs desempeñan un papel fundamental la sociabilidad, las simpa- tías y el sentido de obligación y solidaridad que se desarrollan debido a h dúrabilidad -a veces i, p..-rnencia de por vida- así como la capaci- dad de las relaciones ,o"iai.s paraproveer al individuo de afectos, y de la percepción de que puede recibir con seguridad y repetidamente un tra- i"*i*to pr.ferer, "íaly beneficios en la forma de apoyo afectivo, bienes- tar y cuidado *"teriai. Así también este CS, en la forma de confianza y simpatía, puede comenzar a disminuir si no hay reciprocidad, o sea si un i"di"id"o, grupo o institución ..usan>> su CS en forma de abuso, engaño o extorsió" ri" demostrar interés de compensar con alguna forma de acción o de aPorte hacia los demás (interés en mantener y reponer su propio cs). ^ É" todas las relaciones sociales, los vínculos solo son posibles si se lo- gta crear un esrado de confia nza (propiedad fundamental del capital so- Ji"l d. un grupo humano). En momentos muy especiales de la historia colectiva o g*ptl -revoluciones, grandes éxitos, ceremonias religiosas c 55
  • 9. irr'stittlttiollrllcs, lrr rttucrtc tle un lítlcr, o cl triunfo dcl pr,pi' clu[r o la sc- lcccittrl clc fútb'l 'aci''al en un evenro deportivo- lá, g.,rpo, huma'os Puc:clctr cxprcsar una forma de místi." ,o.iul que podríámás definir co- rrrtr <cstado de gracia secularrr. Esto expresa l" f.rrr.i¿n de unión y reu_ nitirr de un grupo humano en una idendficación común -comwnión- con un sentido y ul símbolo supraindividual. La noció n de comwniónes una dimensión fundamental de la teoría del cs. Pero las tramas de la vida so- cial también son la envidia, los celos, la ambición, el secreteo y.l rumor, que -como la otra cara del mundo de los sentimientos y 1", .*o.iones* son las arenas movedizas en que se disgrega ra confiani^ pri*ordiar. El cs del que pueda disponer una persona, grupo o comunidad con_ dicionan el acceso aunaaÁpfsimr g"rru d. biá., y servicios. se puede mencionar servicios públicos, Iegares, vivierrdr, .jrrcacionales, de em_ pleo, bienestar social, consumo ..rlmrrl y simbólico, etcétera. Así ram_ bién, el cs puede determinar en gran p^ri"diferentes términos del inter- cambio de bienes y servicios: entre miembros de familias, desconocidos, grupos de interés, etcétera. El cs incide enormemenre en los logros labo- rales y educativos de la person a, así como en las pauras *igrlr"rias (la migración hacia las ciudades, er apoyo ar migran ti y r^.orrrr"irr.rrcia con parientes). ¿Nuevas metáforas?: tiempo y espacio en la cultura tecnológica La relación entre los términos ..cult ura>> y <<tecnología, revela una estre_ cha convivencia enrre dos universos sociales de formaciór, del;;il.'En una versión neurra, la tecnorogía actu ar ha sido concebida ;;; "control de la naturaleza y permanente medio de desarrotto y ,rrnsfor- mación social al servicio del hombrer. La ..cuhura>) po, orío lado, es presentada tanto por el Romanticismo como en la inciiiente antropolo- gía d¡l siglo xIX como la descripción y la interpretación de las madicio- nes, las permanencias y la ideniiar¿ nacional (en Europa), así como un<<muestrario" ds la diversidad hum ana y cle los prrelrlos .r, .l resto del mundo. También a comienzos del siglo rr*, .r, ra visión de saint Simon la cultura y la tecnología se asocian Jrr rrr, relación positiva y.orrrrr,r._ tiva. Medio siglo después ya se contráponen enrr. ,í, ,o' la separación establecida por Dilthey: ciencias de la Naturale za por un lado y cien- 56 ci¿rs clcl Espíritu por el otro. La tecnología quedaría en un inclefinido rol clc mera aplicación instrumental del saber de las ciencias. En una media- ción entre el saber racional y la realidad. Pero habrá que esperar ala Segunda Guerra Mundial, con sus tecno- logías de la muerte masiva y el surgimiento de las tecnologías de la infor- mación y las técnicas de persuasión y manipulación al servicio de una ra- cionalidad política y económica, para que la tecnología revelara sus verdaderas potencialidades. Potencialidades ya no al servicio de la raz6n y del senddo, sino del ..sistemarr, de los estrategas, del .técni co capaz de manipular el instrumento, del profesional del medio. Surgen ineviable- menre dos posiciones ante lo evidente: la tecnología como signo del Apocalipsis, o bien como símbolo de la integraciót y el desarrollo hu- mano permanente. Las Trc y las denominadas industrias culturales -aunque se tiende a hablar de "industrias creativas>- constituyen (junto a la biotecnología) los capítulos más brillantes -y preocupantes- que ha producid o la Cwl- twra Tecnológica de la era moderna (casi un cuarto de siglo después de haber presentado el término en mi tesis doctoral del año 1982, conside- ro que la noción de culrura tecnológica -como una característica de las sociedades posmodernas- aún mantiene su validez genéríca en términos anrropológicos). En síntesis, se tiende a producir una fusión (¿una "fi- siónr?) creciente entre los procesos socioculturales, atravesados por las ..tecnologías de la mente>> por un lado (comunicación, procesamiento de la informaci6n y los conocimientos, producción cultural); y del otro, por las tecnologías del cuerpo (biomedicina, biotecnología, que tienden a converger con las primeras en complejas tramas de procesamiento, control, acción y manipulación a distancia). Las recnologías se han ido "humanizando>>, p€ro con la condición de que los seres humanos nos vayamos <<tecnologizando". Ha comenzado la fusión irreztersible entre el hombre y la máquina, entre la carne y el sig- no, entre lo real y lo virtwal.La infraestructura de la "sociedad real', se sostiene sobre los pilares de los sistemas expertos, y éstos a su vez ss "ali- mentan>> con los recursos de la información, los dispositivos ingenieriles de las nanotecnologías y los procesos de creciente digitalízación. La Cultura Tecnológica ya no es solamente una <<superestructura>> en un senrido clásico y antropológico, sino que ha devenido en una infraes- trucrura dighalizada de sistemas expertos que <<sostienen el pdificio ma- terial" de la producción económica y la reproducción social. 57
  • 10. t I'ln las prirncras décadas clcl siglo xx, los medios c{e comunicación surgicron como un nuevo campo de "l¡sg¡os>> tecnológicos, sociales y curlturale.s. Sociológicamente se han manifiestado com o institwciones so- ciotécnica.s de producción cultural y simbólica (Yizer,l9B2). En otras pa* labras, como una nurua forma de organización de la prodwcción, la'cir- culación y el consurno simbólico y cwltwral que odipta la tecnología moderna de la información y la comunicación. La fotografía y la grabaci1n del sonido permitieron ..congelar' el tiempo en registros físicos. Su combinación en el cine y la televisión ase- guraron la reproducción ilimitada en forma de secuencias, recreando así las condiciones fenomenológicas parala construcción de escenarios fic- cionales de tiempo y espacio. Pero esta ficci 6nyano es propiamenre un fenómeno ingenieril (como los dispositivos técnicos qu. l" producen) sino un proceso {e la percepción humana, donde se articulan los órganos :omo la vista y el oído con la imaginación y la memo ria. La organización física de los dispositivos técnicos de los medios de .o*,rrrl" ación ya permitió la difusión de los registros originales (películas, grabacionár, etcétera) en el espacio. Difusión que determinó la aurénticl creación d,e nuevos espacios (audiovisuales). De modo que la lógica original de los medios nace de la posibilidad tecnol1gicade congelaiel tiemfo, de la re- producción de registros materiales, y de su difusi ón y expansión hacia espacios nuevos (más que una ..conquista del espaciorr, los medios han producido una construcción del espacio). Sarcásticamente, podríamos decir que el lema de esos primeros tiempos pudo haber sido *el dempo real ha muerto' viva el tiempo de ficción y .i espacio en que se realizarr. Las escenas de lo real, si se registran, permiten eliminar virtualmente la fugacidad del tiempo mediante la reproductibilidad repetida indefinida- mente. Tenemos un espléndido ejemplo al comparar las tecnologías y los dis- positivos de los medios de comunicación (en realidad medios de infor- mación) masivos que marcaron al siglo xx, con las ..Nuevas' Tecnologías de Información y Comunicación de finales de dicho siglo. Mienrras las primeras tecnologías permitían ..detener>> o congelar el iiempo, registrar escenas' reproducirlas y difun{irlas indefinidarnenre, consrruyerráo así nuevos ..espacios mediático5rr, 'las nuevas TIC permiten inve rrír la ecua- ción <<tiempo-espacio' instituiba por los medios tradicionales. Por me- dio de las Ttc, el espacio físico se elimina, reconfigurado en espacio vir- tual. La construcción de estos nuevos espacios en la p.r..p.lón es un 58 su[producto de los (nuevos) dispositivos tecnológicos quc nos Pcrrnitcll uapiopiarnos>> del tiempo: controlarlo, cortarlo, compartirlo o <estirar- to". Si lalógica interna de la primera revolución mediátrca operaba por medio de disposirivos que congelaban el tiempo (eternízando a Chaplin o a Marilyn Monroe), la lógica revolucionaria de las Trc realiza la opera- ción inversa: lo ..eternerr, los espacios y las rePresentaciones sólo fluyen en un tiempo indefinid a. EI control del tiempo se constitwye en la varia- ble independiente de los procesos de apropiación d'e lo real, Apropiación nunca realizadarotalmente, porque el fluir no se detiene. La única <apro- piación real', ha devenido en la apropi actínvirtual. Volviendo a Herácli- io, ,t"da es, todo ..deviener'. Curios a paradoia, pasaáos 2.500 años. Es interesanre observar -por debajo de los discursos y los argumen- tos promisorios sobre las tecnologías- la presencia de preocupaciones e intereses políricos y sociales diversot. Éttot han marcado históricamen- te tenden.i"r d. desarrollo de los medios de comunicación y las tecnolo- gías en general, al menos desde el siglo xIX en adelante. IJna primera lí- ,r.r de preocupación evidencia como característica central lo que podríamo, ,r., como vn control centralizado del espacio y de los inter- cambios.Una segunda tendencia se asocia con una temática hegemónica de la cT de nuesrros días: Ias wtopías de fwturo asociadas a los logros tec- nológicos (la Autopista de la Información, por ejemplo). La terceralínea de fierza se asocia con la expansión constante en el espacio y el tiempo, que en nuesrros días tiende a acelerarse de forma exponencial. Por últi- Áo, Ir relación enrre la comunicación y el individuo muestra una preo- cupación siempre presente sobre dos temas: por un lado el crecimiento de-la awtonomia individwal,y por el otro la preocwpación por la manipw- lación de las mentes (el ..apocalíptico" tendería a PreocuParse por el po- der de los medios; el más ..integradorr, por usar la tecnologíapara su de- sarlollo personal e"iluyettte). ^ " ,'En ,o.rmen, podemos sustentar la hipótesis de que es factible cons- ' tr'wir tecnológicd,mente espacios y tiempos donde los seres hwmanos esta- blecen inteielaciones rnutwas en tanto actores y obseraadores (dentro de ecosistemas tecnológicamente reales y socialmente <zsirtuales,,).La CT se va expandiendo con la demanda social inducida por las propias corpora- .iorÁ, los medios de comunicación, el mercado omnipresente y la cons- ranre ayudade alguna <<mano invisible". Es la constrwcción sociotécnica de la realidad hwmana.Es el pasado y el futuro fundidos en un presente me- diático virrual, registrable y reproducible interminablemente Por medios 59
  • 11. tt'trrrolti¡4ico.s. l.a cultura tecnológica mec{iática puede crear una realiclacl I'r:rctal. [l.rr un futuro no lejano, la rninia turizacíán creciente podría llegar ;r irrcluir el todo en cada parte componente de un sisremr.oÁpl.jo. cJda parta cle un conjunto tecnológico -real o virtual - podría r.piod,rcir a la ttrtalidad del sistema. Las categorías racional.r tradi.ionales con las que cl hombre ha construido su percepción -¿ordenada?- de la realidad y el nrundo de la experiencia espacio*tempo ral y de sentido común podirr' volverse obsoletos' como el individuo sometido al efecro de drogas alu- cinógenas. Para el hombre de la calle, la tecnol ogía -la NT-, el confor- mismo acrítico y el mainstreaming podrían diluii la débil distancia que separa la realidad de la fantasía (personal o colectiva). El conrrol y l^ Á^- nipulación tecnológica por parte de grandes inrereses y la creaci1n de una raza de tecnólogos hiperesp ecíalizados en la gestión de los <<sistemas expertos> de los que dependemos, podrían rer lo, verdader os gestores d.e una sociedad desm ovilizada e inerme, en el caso de que no ,. á.rrrrolla- ran controles y regulaciones efectivas por parre de unpod,er institucional surgido de los propios ámbitos de la comunidrd y rrrrtentado en insran- cias legítimas y legales (acaso los yuppies no represenraron un adelanto de este ..sisrema" global impersonal?; ¿no ..g.riior"nrr, orientany ayu- dan a tomar decisiones a los inversorer en los mercados financieros-del mundo, condicionando los vaivenes de la supervivencia de cientos de millones de seres humanos en todo el planeta?). _ -Podemos pensar la culru ra a partir de varios enfoques -y metáforas- diferentes: como un universo de signos para r., irrt.rpr.r"do, (la ..5s- miosfera" de Lotman) como un capital *fundamentalment, ,imióliro-, o bien desde la concepción que la literatura francesa ha denominado ..lo institwido r, o bien como una topología de objetos producidos por el hombre. Enfoques que, en sus interrelacioncs ,nuruur]han creado io, .r- pacios y los tiempos que habitamos -las ..realiclades, que habitamos_. Podemos concebir la cultura como un instituycnre ordenador y .codifi- cador" de la praxis social, y delaproducci ón y reproducción je los bie- nes y los "lugares>>, tanto materiales como simbírlicos. La cultura conce- bida como la infinita muldplicidad de objetos producidos por los hombres' pero además como el universo espacirl y i.-poral -materiali- zado y cultivado- que hemos construido frr" vivir; .ie"rrdo formas y modelos de artefactos. Podemos pensarla .o-o recnrsostanto materiales como simbólicos e imaginarios, a los cuales los hombres y las comunida- des pueden acceder (de forma totalmente clesigual). Al pro-orrrr meca- 60 nismos e instituciones parael acccso social al capital sirnbólirc y c'ultural -por medio de sus ..ob;.torrr, o bien a través de rastros de la tnctnoria que permanecen del pasado-, una sociedad puede <activarlos conlo rc- ..rrror2 utilizado, prp construir y reconstruir tanto las prácticas dcl presente como la inierpretación de la historia, de sus tiempos, de su me- -ori" y de sus mod.los de identidad. La cwltura en este sentido pwede conceb-irse corr.o el proceso y la estrwctura a trat¡és de las cwales se constru- yen y regwlan los u-sos de los espacios y los tiempos públicos y p-rirtados, co- iraíroiftticos y mmbién imiginarios. En todas las sociedades' la cultu- ra ha sido la á.porit"ria del tiempo, tanto del tiempo pasado-futuro como del preseni., y por ende la fuente de reconocimiento del ser y de la identid"¿ ¿. .rralqui.r sociedad. En el presente, la cultura ya no po- dría llegar ser la deptsiartaúnica de la memoria fugaz de una sociedad (y ,-rr.ná, aún los ittdi't iduos por sí mismos), si no fuera por la ayuda de i, t..trología, los medios de comunicación y la información' LJna característica crítica de nuestros tiemPos, consecuencia en buena medida de la revolución tecnológica, se halla en el temor a los desafíos de la homog eneizaciln de las prácticas y de los discursos de una economía política pragmárica y fund"*.t trl-ente utilitarista (muchas veces ni si- irri.r, -.r"iorrada de forma explícita como economía política -conserva- iorr-, sino bajo un indefinido sello legitimador de ..ciencia económica"). Orro d.rrfío se halla en la pérdida de la diversidad originaria de las l.rltrrras,3 así como de los marcos de referencia en los tiempos y los espa- 3 . 1g,ay que reconocer que desde la década dc I 990 ha tenc{ido a disminuir el miedo a una homogenei zación..hegemoni zante>> de la cultura tecnológica (o el .'pensamiento tecnocén- ¡dgq,r, en términos d. S. P"p.rt). Más bien, por el contrario, se ha producido una cierh ba- nalizaciónde los usos de lalecnolog ía enlavida cotidiana y una multiplicación de gadgets y de programas informáticos (de entretenimiento, de sexo y de ofertas infinitas de servi- cios). Este proceso -cibercultural- ha presentado un crecimiento exponencial de nuevos ..nichos de merc¿do >> paraser explorados y explotados. El fomento de la creatividad ha ido de la mano con la búsqueda de la diversidad y la oreflexividad". Sin embargo,los promoto- res y las razones fund"m.rrtales de esta creatividad no han sido la búsqueda de los valores humanos o culturales per se, sino la búsqueda de la diferencia como producto, como un va- lor económi"o ,gr.g"áo. En orras palabras, Ia begemonía de los aalores d'el mercado ha pro- moaid,o ta dit,ersidid corno tuna pitt lro y una estrategia creatiaa y competititsa pdra' Ia ex- pansión d.e los capitales. En este sentido, la homogeneidad y Ia wniforrnidad no son riesgos 'que surgen d,, ,io propiedad, intrínseca de Ia tecnología, ni de la política ni de la cwbura, si- io d., li hrgu*oría d;l capital y de Ia lucha en la competencia por conquistar oreflexhtamen- 61
  • 12. cio.s, tlctcrllritlados por la aceleración tecnológica, las clemanclas de los Itrcrcados globalizados, los cambios de lo, protesos producrivos, el tra- bajo y el consumo. Se trastocan los tiempor, lo, ,odo*, y las necesidades c{e grandes masas de población, que tienden a ser marginadas de rodo control sobre los cambios de sus entornos y sobre ,r, p-ropias vidas. Es interesante recordar que la antropología denomin" " .rr, iro..ro acwl- tyrlción, y que el antropólogo francés Marc Augé (lgg3)iefine la pér- dida de identidad y significado de los espacios-p,ibli.o, en esra pos- modernidad (o ..sobremodernidadrr, comó prefiere llamarla), .o-l .r¡ "no lugar>>' un vacío de espacio significativo, la pérdida de una marca de identidad)1 Con respecto a la formación y l" p.rtenencia de los indi- viduos a colectivos y a identidades socialer (,rrtb.r.n ejemplo de capital social y culrural), el sociólogo R. Castel (rggg) d.r.rib. .l pro..ro de pérdida de sentido de pertenencia social en los inmigranres, como "desafiliación socialrr. En esre senrido, los síntomas de desafiliación so_ cial parecen una característica común de nuestros tiempos de cambios acelerados, de incertidumbre generahzada. ¿No .rrrr.Ás todos ..desa- filiados" con la realidad, con la cultura, .on l" historia? ¿No es esro lo que revela el atrc contemPoráneo, como síntomas de una ..pérdida de realidad"' como un reflejo de espejismos en una consrante búsqueda de la última novedad? Estudiar las lógicas sociales y culturales de los procesos asociarivos, ¡ la incidencia de las NT en los mismos, los discursos que circulan, las insi tituciones' sus mecanismos y creencias, sus transformaciones, su creci- miento y estab ilización, arí.t-o los procesos de confli úo ydesrrucción i d.-lot mismos, constituye un objetilro fundamenral de invéstigación pa- t, ra la mayoría (si no todas) de las diferenres clisciplinas social.r, y .r, .r- pecial para promover el conocimiento de los ,ist.-ar, las estructuras y los procesos de producci 6ny reproducción social y cuhural. Cuando el sociólogo y filósofo alemán Ulrich BLck (1998) propone la noción de ..sociedad del riesgorr, plantea el tema clel prese"rá y .if.rrrrro te" porciones crecientes del mercad'o.Ladiversidad hum¿rna y cultural (y el auge del turismo exótico Presenta un ejemplo típico de ello) ha dejado ,1. ,"i. un valor.orr.rjorrdiente a la naturaleza humana y alapropia cultura, transmutánclosc en un valor-prod,r.to que ha de ser consumido por turistas o teleespectadores en viajes y en irnágen., m.di"tizadas. paradó- jicamente, la diferencia y la diversidad se uniformizan y se homogenei zan enel propio mer- cado. 62 en térrninos cle incertidumbre y de los límites dc una cottc:c¡rci<tll itlt'olti gica clel conocimienro asociado a las posibilidades de control racional st,- Ér. lo, hechos. Esta ideología impulsó a la modernidad: el control sobrc la naturalezay la construcción deliberada de un futuro a ..escala del honr- brer,. y ese conrol se apoyaba en las certezas sobre las posibilidades ili- mitadas de la Razón (razlncon mayúscula en tanto racionalidad deifica* da). Las certidumbres se asentaron en una fe ingenua sobre las relaciones absolutas entre el objeto (de conocimiento) y un saber creciente sobre las leyes científicas que <<mueven al mundo y explican la realidad". En otras pálrbrrr, una fe .i.gt en que la realidad física es estable' y que por ende iffi 1.y., que la gobiernan son Permanentes. Pero la propia ciencia con- temporán., ,. er.argó de echar por tierra esas certidumbres. La causali- dad dejó lugar a las probabilidades y a la incertid,r*br.-f-as claves de la fe en las relaciones "fe.ti,ras entre conocimiento y realidad se hallaron siempre en la capacidad del ser humano para desarroll ar estrategias de in- formación que "li*.rrtrran más posibilidades de conocimiento. Pero la infor*r.ión siempre es parcial y relati ra. Es el producto obietivado de procesos metodológicos y técnicas de recolección de datos aplicados a un ob;.ro de esrudio.i "q"í se halla el nudo de la cuestión: ¿cómo producir información confiJbl.l.onocimiento) cuando la causalidad ha dejado de 5s¡ ..fsy> paratornarse en excepción, y cuando la única ley posible es la ley de i6 probrbilidades? No hay más uinformación objetiva", ni posibi- [áades de ,orrtrol en un mundo regiclo por la incertidumbre. En este mundo ,rfverade controlrr, la racionalidad meramente instrumental pue- de fácilmente tornarse en un ingenuo y peligroso instrumento de fomen- to del descontrol y una mayor incertidumbre. Estamos recorriendo un camino que tiende a reducir las estrategias de conocimiento y dt saber a .rtr"t.gius instrumentales de información. Se ha producido un downsca- hng dias fantasías omnipotentes de control de la realidad (en primer lu- gar"de la naturaleza),y h.-ot pasado a contentarnos con una fe -igual- ir.nt. ciega, pero más modesta- basada en que al menos somos caPaces de controlr. i"t tecnologías, los instrumentos' los medios que han servi- do de intermediarios .otr Ir realidad. Hemos ido de las utopías de futuro y de los fines (que se nos muestran esquivos e inciertos) a una autoenga- ñosa -pero reconfortante- confianza en los medios. En un mundo globalízado, ciencia, tecnol ogía y sociedad_han dejado de operar armóni"r*.rrt.. Más bien parecen constituirse en los motores d..mr complejidad creciente y conflictiva. Conforman procesos emer- 63
  • 13. g('lltc:s clLlc sc rc¿rlinlcntan cntrc sí, gcncrando mundos intcrdepe ndicntcs ¿rullquc clifercnciados que consumen velozmente los recursos naturales y transforman ala sociedad y a los hombres en sus propios <<recursos na- turales", ya sea para la producción o para el consumo. En este mundo, los rnedios de comunicación tienen una función estratégicay parad,6jica: Presentan y ocultan, inflaman las pasiones y al mismo tiempo virtualizan y ..dulcifican>> los conflictos, transformándolos en objetos de consumo simbólico y en descarga de tensiones. Solitario y final El "s5¡¿do de situación' creado por un nuevo universalismo, inducido por la aperturadesigual de los mercados y las comunicaciones ha puesto en jaque valores I .<conceptos fuerza> tradicionales como: nación, iden- tidad, democracia, equidad, diferencia, etcétera. <El exrrañamiento do- mina la escena: desestabilizados, desorientados, perdidos en el tiempo y el espacio' es como si todos fuéramos ltomeless, sin casa; sin una consis- tencia subjetiva palpable, sin la familiaridad de cierras relaciones con el mundo, sin sentimientos compartidos. De esa casa invisible -pero real- carece la humanidad globalízad¿' (Rolnik y Guattari ,20e6).dg, es una hermosa rr'anera de describir, en clave poética, la sensación de desencan- to, desre alizaci1n y precari edad que aqueja a bue n a parre de la humani- dad. Y también podría ser una descripción de la sensación de pérdida de capital social, simbólico y afectivo, desde la pcrspecriva del ..s5¡¿do de la situación" de la percepción subjetiva y personal de miles de millones de seres humanos en este nuevo siglo xxt. Bibliog rafía Atian, H. (1991), ..Ruido, complejidad y significado en los sistemas cognitivos>>, Re.rwe Internationale de Systemiqwe, vol. III, 3, l9g9;rcs al día, n" 1, Bue- nos Aires. Auerswald, E. H. (1gg3), Paradigms and Definitioni (mimeog rafía),San Fran- cisco (California). Augé, M. (1993), Los no lwgares. Espacios del anonimdto: una antropología de la s o br e mo dernida d, Gedisa, B arcelona. 64 lJal:rrrclicr, G. ( I 9tt9), El tlesarden, la te oría tlcl cat¡s y las ciarx'ias sot'i¿lt's' lilogitt rlc la l'ecuntlidad del movimiento, Gedisa, Barcelona. Bauman, Z. (2003), Mod,ernid,ad.líquida,Fondo de Cultura Econírmica, Móxictr D.F. Beck, Ultich (1998), La socied,ad, d.el riesgo: hacia una nuel)a modernidad' Pat- dós, Barcelona. B.rg.r, P., y T. Luckmann (1986), La constrwcción social de la realidad, Amo- rrortu, Buenos Aires. Bernstein, R. J. Ogg3), Beyond Objectirtism and Relativism' Science, Herme- newtics anil Praxis, university of Pennsylvania Press, Pensilvania' Cabello, R. (2000), olmplican"i"t d" la expansión de las tecnologías de la infor- *rríór, j a. tá.omunicación (nc's) en materia de equid¿d", Ponencia' Jor- nadas de Investigación de la comunicación, Entre Ríos. castel, R. (1999), *i.rlrr.rrbilidad social, exclusión: la degradación de la condi- ción salarialrr, en Carpio, Jorge y Novacovsk¡ Irene (comp')' De igwal a igwal, el d.esafío d.el Esiad,o ort, lo, nuevos problemas sociales,Fondo de Cul- ñrra Ecorrómica, Siempro y Flacso, Buenos Aires' castells, M. (1999) , A socíed,ade em rede (A era da informagño: econo?nia, socie- d,ad,e u ,rltrroj,Paze Terra, San Pablo .lLa era de Ia información: ecanomía, socied.ad, y cuhwra,3 vols., AianzaEditorial, Madrid.] Chang, Briankle G. (1996), Deconstructing Communication, Representation' S,|U¡rrt and, Econo'rnies of Excbanre, university of Minnesota Press, Minne- sota. ciapuscio, G. E. (1998), Lengwaje y ciencia. creación y Transmisión' un par in dis o lwb le ( mimeo gt afía) . Coleman, James (1998t .,Sources of social capital in the creation of human ca- pitalr,, American Jowrnal of Sociolo$/, Lecturas clave S95-S120. Coüier, paul (1998), *Social capital and p.verty" (archivo en formato van), Pa- pers in Progress, fashington' E.á, Flrrrrrb.ño ltVZl¡, ,ipocatípticos e integrado.s, Perspectiva, San Pablo' lAp o calíptico s e inte grados, Lumen, Barcelona, 1999') Ev*i P.tei (1996), ocorrrn*ent Action, Social Capital an/ Po_yyrty Net Rre* sources Develop,ment: Rez,tiewing and Tools,, (mimeo gtafía),world Bank' Finquelievich, S,rürr, (2000), o Las iedes ciwdadanas sustentadas por 16t". Pro- y..to de investigación, Conicet (Argentina)' Forcrult, Michel 1 iles¡, Nietzsch e, Fre ud, M arx, Anagrama, Barcelona' Fukuyam a,F. (1,9i1¡, -ih, Great Disrwption: Human Natwre and tbe Reconsti* tw'tion of So,ciat Ord,er,Los Angeles Times Syndicate ' lLa gran rwptwra'Edi- ciones B, Barcelona, 2000.] Geertz,Clifford (1988), La interpretación de las cwltwras, Gedisa, Barcelona' Giddens, A. y J. H. Tirrne r (1,987), La teoría social boy, Alianza Editorial, Mé- xico D.F. 65
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  • 15. f iorcl, Aníl¡al 0999). La. rnnu^- r- t , 2 Procesos sociotécnicos y media tizaciín en la cultu ra tecnológica'' Edwardo A. Vizer Las grandes transformaciones (entie las metáforas y la realidad) Desde casi mediados del siglo xx, la ciencia y la tecnología han produci- do tres transformaciones fundamentales en solo cinco décadas: primero la tecnología nuclear (producción de energía física). Luego las tecnolo- gías de la comunicación y la información (producción, procesamiento y ieprodwcción de símbolos, información y conocimiento.s); y finalmente la biotecnología, como producci 6n y transformación tecnológica de pro- cesos biológicos. Es sumamente sugestiva la articulación sistemática y estratégica entre las tres. Las dos primeras en función del conocimiento y el dominio tecnológico de la naturaleza; las dos últimas -las ciencias de la información y la comunicación conjugadas con la biología- como tec- nologías biológicas, tecnologías del cuerpo y tecnologías de la mente, a ,!- Esre artículo es una reelaboraci 6n actualizada del capítulo VII del Libro La trama ín- aisible d,e la r.,ida social: cornwnicaciín, sentido y realid'ad', Buenos Aires, La Crujía 2003. También fue publicado en el n" 40 de la revista electrónica Razón y Pakbra,2004.