El retrato es un género pictórico por derecho propio, ya que tiene una larga y rica historia, que abarca desde las antiguas civilizaciones hasta la actualidad, y que ha dado lugar a obras maestras de la pintura universal. También es una forma de comunicación, de expresión y de creación, que refleja la diversidad y la riqueza de la condición humana.
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
Ensayo: el retrato como género pictórico. Por Dante Amerisi
1. 1
El retrato como género pictórico
Por Dante Amerisi
El retrato es una forma de arte que consiste en representar la imagen de una persona, ya sea real o
imaginaria, con el propósito de captar su esencia, su personalidad y su expresión. El retrato puede ser un
encargo, un homenaje, un testimonio, una crítica o una forma de autoconocimiento. El retrato se puede
clasificar según el tipo de medio, el estilo, la técnica, el grado de realismo, la postura, el tamaño, el número de
personas, el fondo, etc. El retrato es un género pictórico por derecho propio, ya que tiene una larga y rica
historia, que abarca desde las antiguas civilizaciones hasta la actualidad, y que ha dado lugar a obras maestras
de la pintura universal. También es una forma de comunicación, de expresión y de creación, que refleja la
diversidad y la riqueza de la condición humana.
La práctica del retrato pintado en la prehistoria es muy escasa y difícil de demostrar. La mayoría de las
representaciones humanas de la prehistoria son esquemáticas, simbólicas o estereotipadas, y no pretenden
reflejar la apariencia o la personalidad de un individuo concreto. Ejemplo de esto es la pintura rupestre de la
cueva de Borneo, que se considera el arte figurativo más antiguo que se conoce, y que muestra a varias figuras
humanas con rasgos distintivos, como el cabello, la ropa y los adornos.
Existen más muestras de ejemplos de arte escultórico que pictórico de la prehistoria, y esto se explica
porque los materiales empleados para la escultura, como la piedra, el hueso o el marfil, son más resistentes y
duraderos que los utilizados para la pintura, como la arcilla, el carbón o los pigmentos vegetales. Además, las
esculturas se podían transportar y conservar con mayor facilidad que las pinturas, que dependían del soporte y
del lugar donde se realizaban. Por otra parte, la escultura podía tener una función práctica, como la de servir
de amuleto, de herramienta o de juguete, mientras que la pintura tenía un carácter más simbólico, religioso o
artístico
En la búsqueda del primer retrato, propiamente dicho, de la historia, nos encontramos con diversas
teorías y posibles candidatos. Algunos expertos consideran que la estatua de Gudea de Lagash, un gobernante
sumerio del siglo XXII a.C., es el primer retrato conocido. Se piensa que es un retrato porque se encontraron
alrededor de 30 estatuas de este personaje, todas con rasgos similares. Otros argumentan que la estatua de la
reina Nefertiti, del antiguo Egipto, es una de las primeras representaciones individuales de una persona.
Tres estatuillas de Gudea de Lagash, gobernante sumerio del siglo XXII a.C.
2. 2
El retrato aparece en el siglo V a. C. sobre las monedas de los
reyes persas. Su uso se expandió sobre todo desde la muerte de
Alejandro Magno. Conoció un desarrollo considerable en la época
romana, donde se plasmaban los rasgos fisonómicos y el carácter
de los emperadores, los nobles, los ciudadanos y los esclavos. En
la Edad Media se siguió realizando retratos en las monedas, así
como en los manuscritos, las vidrieras, los mosaicos y las
esculturas. Sin embargo, el retrato pictórico perdió importancia frente al retrato simbólico, que representaba a
las personas mediante atributos, emblemas o escenas alegóricas.
En el Renacimiento el retrato pictórico resurgió con fuerza, gracias al interés
por el humanismo, la individualidad y el naturalismo. Los artistas buscaron reflejar
la personalidad, el estado de ánimo y la situación social de los retratados, así
como su belleza ideal. El retrato se convirtió en un medio de afirmación personal,
de prestigio social y de propaganda política. Se desarrollaron nuevos tipos de
retrato, como el autorretrato, el retrato de grupo, el retrato de corte, el retrato de
boda, el retrato de niños, etc. Algunos de los grandes maestros del retrato
renacentista fueron Leonardo da Vinci, Rafael, Tiziano, Durero, Holbein y Van Eyck.
En el Barroco el retrato pictórico alcanzó un gran esplendor, debido al
auge de la burguesía, el mecenazgo y el coleccionismo. Los artistas se
centraron en la expresividad, el movimiento y el dramatismo de los retratados,
así como en el uso de la luz, el color y el claroscuro. El retrato se enriqueció con
elementos decorativos, simbólicos y narrativos, que revelaban el gusto, la
cultura y la ideología de los retratados. Los tipos de retrato más cultivados
fueron el retrato de género, el retrato histórico, el retrato alegórico, el retrato
ecuestre, el retrato de vanitas, etc. Podemos contar entre los grandes maestros
del retrato barroco a Velázquez, Rembrandt, Rubens, Van Dyck y Caravaggio.
En el Neoclasicismo el retrato pictórico se caracterizó por la sobriedad,
la elegancia y la sencillez, inspiradas en el arte clásico. Los artistas buscaron
representar la dignidad, la razón y la moralidad de los retratados, así como
su papel en la historia y la sociedad. El retrato se convirtió en un
instrumento de educación, de crítica y de reforma. Se practicaron varios
tipos de retrato, como el retrato de academia, el retrato de viaje, el retrato
que evocaba la revolución, el retrato de ilustración, etc. Algunos de los
grandes maestros del retrato neoclásico fueron David, Ingres, Goya,
Reynolds y Gainsborough.
3. 3
En el Romanticismo el retrato pictórico se caracterizó por la subjetividad, la
sensibilidad y la originalidad, inspiradas en el arte medieval y oriental. Los artistas
buscaron expresar la emoción, la imaginación y la personalidad de los retratados, así
como su relación con la naturaleza y la libertad. El retrato se convirtió en un medio de
introspección, de rebeldía y de exotismo. Se exploraron nuevos tipos de retrato, como
el retrato de paisaje, el retrato de fantasía, el retrato de melancolía, el retrato de
bohemia, etc. Algunos de los grandes maestros del retrato romántico fueron
Delacroix, Géricault, Friedrich, Turner y Blake.
En el Realismo el retrato pictórico se caracterizó por la
objetividad, la veracidad y la sencillez, inspiradas en el arte popular y
cotidiano. Los artistas buscaron mostrar la realidad, la condición y el
carácter de los retratados, así como su pertenencia a una clase social
y a una época. El retrato se convirtió en un medio de denuncia, de
testimonio y de compromiso. Se desarrollaron nuevos tipos de
retrato, como el retrato de campesinos, el retrato de obreros, el
retrato de burgueses, el retrato de prostitutas, etc. Algunos de los
grandes maestros del retrato realista fueron Courbet, Millet,
Daumier, Manet y Eakins.
En el Impresionismo el retrato pictórico se caracterizó por la
espontaneidad, la luminosidad y la vivacidad, inspiradas en el arte japonés y
moderno. Los artistas buscaron captar la impresión, el momento y el ambiente
de los retratados, así como su disfrute de la vida y la naturaleza. El retrato se
convirtió en un medio de experimentación, de diversión y de libertad. Se
practicaron varios tipos de retrato, como el retrato de aire libre, el retrato de
jardín, el retrato de baile, el retrato de ocio, etc. Algunos de los grandes
maestros del retrato impresionista fueron Monet, Renoir, Degas, Morisot y
Cassatt.
En el Modernismo el retrato pictórico se caracterizó por la innovación, la
creatividad y la diversidad, inspiradas en el arte de otras culturas y épocas.
Los artistas buscaron expresar la visión, el estilo y el mensaje de los
retratados, así como su ruptura con la tradición y la sociedad. El retrato se
convirtió en un medio de exploración, de expresión y de comunicación. Se
exploraron nuevos tipos de retrato, como el retrato de vanguardia, el retrato
de símbolo, el retrato de collage, el retrato de abstracción, etc. Algunos de los
grandes maestros del retrato modernista fueron Picasso, Matisse, Kandinsky,
Klimt y Modigliani.
4. 4
En el arte Contemporáneo el retrato pictórico se caracteriza por
la pluralidad, la interdisciplinariedad y la globalización, inspiradas en el
arte de otras disciplinas y medios. Los artistas buscan representar la
identidad, la diversidad y la problemática de los retratados, así como
su interacción con el mundo y la cultura. El retrato se convierte en un
medio de reflexión, de crítica y de transformación. Se practican varios
tipos de retrato, como el retrato de fotografía, el retrato de video, el
retrato de instalación, el retrato de performance, etc. Algunos de los
grandes maestros del retrato contemporáneo son Warhol, Freud,
Hockney, Sherman y Close.
En conclusión, el retrato es un género pictórico con derecho propio, que ha evolucionado a lo largo de la
historia, adaptándose a los cambios sociales, culturales y artísticos. El retrato es una forma de arte que nos
muestra la imagen, la personalidad y la historia de las personas, así como la visión, el estilo y el mensaje de los
artistas. El retrato es una forma de comunicación, de expresión y de creación, que nos revela la diversidad y la
riqueza de la condición humana.
Aspectos a tomar en cuenta para pintar un retrato
Pintar un retrato es una forma de arte que implica no solo la representación de la apariencia física de una
persona, sino también la expresión de su personalidad, su estado de ánimo, su historia y su relación con el
artista, o la forma en que este la percibe. Pintar un retrato requiere de varios aspectos que se pueden analizar
desde diferentes perspectivas: el aspecto plástico, el aspecto técnico, el aspecto psicológico y el aspecto
emocional.
El aspecto plástico se refiere a los elementos visuales que componen el retrato, como el color, la forma, la
luz, la sombra, la composición, el fondo, el encuadre, etc. Estos elementos contribuyen a crear el efecto
estético y el estilo del retrato, así como a transmitir el mensaje y el significado que el artista quiere comunicar.
El aspecto plástico puede variar según el estilo de retrato, que puede ser realista, simbólico, abstracto,
expresionista, impresionista, etc.
El aspecto técnico se refiere a las habilidades y los recursos que el artista emplea para realizar el retrato,
como el medio, el material, la herramienta, la técnica, el proceso, el tiempo, etc. Estos factores influyen en la
calidad y el grado de dificultad del retrato, así como en las posibilidades y las limitaciones que el artista tiene
para plasmar su visión. El aspecto técnico puede depender del medio que usará para pintarlo, que puede ser,
dibujo, pintura al óleo, al acrílico, a la acuarela, que tienen que ver con los materiales que se usarán, el soporte
en que estos se aplicarán, así como la forma de aplicarlos.
El aspecto psicológico se refiere a los aspectos cognitivos y afectivos que intervienen en el retrato, tanto
del artista como del retratado, como la percepción, la memoria, la imaginación, la identidad, la personalidad, el
carácter, el temperamento, el humor, la emoción, etc. Estos aspectos determinan la forma en que el artista
5. 5
interpreta y representa al retratado, así como la forma en que el retratado se reconoce y se siente
representado. El aspecto psicológico puede revelar el grado de similitud o diferencia, de afinidad o conflicto, de
admiración o crítica, de intimidad o distancia, que existe entre el artista y el retratado.
El aspecto emotivo se refiere a los sentimientos y las sensaciones que el retrato provoca en el artista, en el
retratado y en el espectador, como la alegría, la tristeza, la sorpresa, el miedo, la ira, el asco, el amor, el odio,
etc. Estos sentimientos pueden ser positivos o negativos, intensos o débiles, conscientes o inconscientes, y
pueden variar según el contexto y el momento en que se produce el retrato y se contempla. El aspecto emotivo
puede generar una conexión o una reacción, una identificación o una extrañeza, una admiración o un rechazo,
entre el artista, el retratado y el espectador. El impacto emotivo que causará el retrato puede ser calculado por
el artista hasta cierto punto, de acuerdo al manejo que este haga de los elementos compositivos como el
contraste de colores, el equilibrio de masas, los destaques, las claves tonales, el manejo de líneas y formas,
etcétera. Entre mejor sean utilizados estos elementos, el mensaje que se ha propuesto hacer llegar el artista al
espectador será más preciso. Aún así, las capacidades de percepción del espectador, e incluso su propia
idiosincrasia tendrá efectos en cómo este percibirá el retrato pintado.
En conclusión, pintar un retrato es una actividad artística compleja y fascinante, que implica múltiples
aspectos que se relacionan entre sí y que reflejan la visión del artista, la realidad del retratado y la
interpretación del espectador. Pintar un retrato es una forma de comunicación, de expresión y de creación, que
puede tener diversos fines y funciones, como el recuerdo, el homenaje, el testimonio, la crítica, la protesta, el
autoconocimiento, el aprendizaje, el disfrute, etc. Pintar un retrato es, en definitiva, una forma de arte que
perdura en el tiempo y que nos muestra la diversidad y la riqueza de la condición humana.