3. ,
DIasdelfuturoquevivimos
Díasdelfuturoquevivimos
Días del futuro que vivimos
Conversamos tantas veces, hablando de todo y de nada,
de nuestros días y nuestras jornadas.
Viajamos en pensamientos y memorias,
en e-mails y mensajes de texto,
regalando compañía, haciendo presencia a distancia;
mirando sin mirar, estando sin estar;
Sin saber lo que pasaría mañana,
hilvanamos esperanzas cotidianamente,
esperando soluciones y respuestas;
imaginamos amaneceres que un buen día
habrían de iluminar nuestras mañanas.
“Sueños, anhelos y espejismos”, quizá algunos dirían.
Quimeras, sortilegios y acertijos fueron los bloques
que formaron paredes y cimientos de nuestros castillos.
Y ese pasado que ahora recordamos
fue alguna vez el presente
De los días del futuro que vivimos.
Por eso es que hoy somos
el fruto de lo que alguna vez anhelamos.
6. Te beso
No te beso siempre.
Te beso cuando puedo,
cuando estás a mi alcance,
cuando ambos callamos,
cuando el silencio dice: “bésala”.
Entonces, la humedad de tu beso me impregna
y lo llevo conmigo segundos y minutos después,
horas, días y quizá hasta meses.
Luego, un día, sucede que estás a mi alcance,
que ambos callamos,
y que el silencio dice: “bésala”.
Es entonces que te vuelvo a besar.
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Tebeso
8. Un día tomaste algunas emociones,
la pasión y el sabor a sexo,
unas gotas de alegría y de tristeza
mezcladas con melancolía;
empacaste sentimientos
y acomodaste recuerdos
en la maleta de tu corazón,
y saliste al mundo.
Pero no pudiste
llevarte la felicidad,
pues para contenerla
hacen falta dos corazones.
Esa no puede llevarse
en una maleta.
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Empacastesentimientos
Empacaste sentimientos
9. ,
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Teconozco
Te conozco
Si no te conociera tan bien,
aceptaría lo que me dices a pies juntillas.
Pero te conozco tanto,
que percibo el significado oculto de cada palabra tuya.
Incluso aunque calles, sé lo que pasa,
aunque no sepa los detalles.
10. ,
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Laspalabrassederrumban
Las palabras se derrumban
La vida va dictando los más sentidos poemas,
las más profundas reflexiones,
los más complicados pensamientos,
a veces fácil y a veces sufriendo.
Pero nada es más afortunado que ese momento
en que una sencilla frase hace surgir
la maravillosa sonrisa de una mujer.
Es entonces, que los edificios de palabras pierden sentido
y se derrumban.
12. ,
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Lapalabrasencilla
La palabra sencilla
No entiendo al poeta que escribe
grandilocuencias, ni preciosismos,
ni palabras rebuscadas u obligadas,
o al que llena las frases de adjetivos.
No entiendo al que intenta sacudir con
altisonantes innecesarios, o palabrotas,
o al que pone en lenguaje escrito los
vericuetos de su lengua, sin importar si
hace cunnilingus o sólo habla de ello.
Me gusta la palabra sencilla y
entendible, que expone ideas, que
mueve el razonamiento y la emoción,
y que guía la imaginación de quien lee
sin artificios, de forma directa,
mostrando un significado lógico tan
pleno y cristalino que embellece
lo escrito a niveles de locura.
14. ,
DIasdelfuturoquevivimos
Díasdelfuturoquevivimos
Días del futuro que vivimos
No existe palabra alguna capaz de describir tu belleza,
ni frases que se atrevan a igualar
la extraordinaria sensación que tu rostro produce al verle.
Nada llega hasta ese horizonte desde el que tu mirada observa.
Todos son sólo vanos intentos de alcanzar el infinito.
16. ,
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Tusimágenes
Tus imágenes
Tus imágenes caen a raudales,
como lluvia vaciando nubes,
como río que desborda caudales.
¡Tantas miradas, tantas sonrisas, tantos labios,
tantas mejillas tuyas no podrán ser silenciadas fácilmente!
No resisto, así que cedo complacido
y las dejo que corran impetuosas
en ese murmullo constante,
vibrante, insistente,
que me habla de ti.
18. ,
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Unjuevesporlatarde
Un jueves por la tarde
Así de simple,
un jueves como cualquier otro,
por la tarde,
el encanto personificado
dijo de la forma más sencilla y encantadora:
“Hola, estoy aquí…”
Y eso es algo que pudiera suceder en la vida,
cualquier jueves por la tarde,
si uno es lo suficientemente afortunado para presenciarlo.
20. ,
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Caricias
Caricias
Caricias del tacto que dejan de ser huellas
para convertirse en besos;
Besos que rondan
las veredas de tu cuerpo
y exploran tu piel,
cual mapa del tesoro
en la isla inhabitada de tu libido
y que resguarda joyas
que habré de encontrar,
justo después de recorrerte.
21. ,
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Teresa
Teresa
Abría la puerta de mi casa y podía ver su puerta abrirse al
mismo tiempo, en la acera de enfrente. Teresa salía del porche
y me esperaba bajo el árbol de moras. Yo cruzaba la calle,
animado por la alegre inocencia de sus ojos. Ambos tomábamos
moras caídas del árbol y con ellas hacíamos figuras en la
banqueta. Después nos reprenderían por eso, pero
¡que importaba, éramos felices!
Desde que Teresa se convirtió en recuerdo,
nunca volvió a pisar la realidad.
Toda mi vida esperé por ella
y jamás regresó.
23. ,
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Deunhombrealamujerqueadora
De un hombre a la mujer que adora
Si hubiese una mujer más hermosa que tú,
seguramente sería una quimera,
pues eres tú quien borda los linderos
de lo etéreo y lo tangible,
de lo soñado y lo real, de lo mágico y lo cotidiano.
Más que un espejismo, eres horizonte;
más que mar, eres puerto;
más que espacio, eres arco iris;
más que suerte, eres buenaventura;
más que recuerdo, eres sentimiento.
Más allá de ti sólo hay quimeras.
24. ,
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Encontrarybuscar
Encontrar y buscar
Es el hombre que busca, el que rompe límites, el que trasciende
fronteras, el que no se contenta con convencionalismos, quien
verdaderamente hace la diferencia. Encontrar puede ser
fortuito, pero buscar implica una voluntad, una decisión, una
valentía y un abandono.
25. ,
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Tusbocas
Tus bocas
No tienes una boca, tienes miles.
unas ríen, otras hablan y otras callan;
unas besan, otras hacen muecas;
otras jamás parecen inmutarse,
pero a veces surge alguna que permanece tan inmóvil
que pareciera inanimada,
Tus bocas entreabren la sensualidad,
se humedecen, se transfiguran, se curvan…
Tus bocas son casi los ladrillos que forman tu castillo,
tus murallas, tus calles empedradas,
tus puentes, los canales por donde tus ríos pasan;
tus barrios, tus ciudades, tus naciones.
!Tu mundo!
Tu boca lanza besos al aire
y es entonces que pequeñas bocas aladas
vuelan como colibríes en los jardines,
llenando de algarabía mis días.
29. ,
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Estéticadelaverdad
Estética de la verdad
La verdad no es bella por su hermosura estética, sino por su
objetividad. No bastan las palabras bonitas para hacer una
verdad, ni frases grandilocuentes o complacientes, ni mentiras
blancas o piadosas. Sólo lo dicho por la razón, con honestidad
de espíritu, es capaz de hablar con la verdad, aunque duela.
¿Quién opta por la mentira por sobre la verdad, por hermosa
que esta sea? Sólo quien se engaña a sí mismo.
Engáñate a ti mismo y todos querrán hacerlo.
31. ,
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Elserqueveoenti
El ser que veo en ti
Y cuando el tiempo pase
y la belleza que te cubre tienda a desvanecerse,
tus sentimientos más esenciales quedarán a la vista
y descubrirán tu verdadero rostro.
Es entonces que aparecerá el ser que yo ya veo en ti.
32. ,
DIasdelfuturoquevivimos
¡María,María!
¡María, María!
¿Quién ama a María?
¿Quién ama a esa novia que no es la mía?
¡María, María!
¿Quién le da a esa niña su melancolía?
¿Quién la ama de noche y deja de día?
¡María, María!
Vas por la vereda que no está vacía,
Amas a la brisa como a la poesía.
¡María, María!
Es tu vida un canto, una letanía.
Es tu tiempo un poco de la vida mía.
¡María, María!
34. ,
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Tebusco
Te busco
Llego hasta el umbral que se imprime en los muros de tu indiferencia
y sus paredes de roca parecen tener ojos y boca.
Es un rostro conocido. Sin embargo,
yo busco tus paisajes, tus campos abiertos,
tus veredas, tus bosques, tus árboles,
tus manantiales, tus arroyos y tus lagos.
Sin temor a extraviarme, la esperanza por encontrarte renace
y la vera revive a mi paso el amor de tiempos ancestrales.
Mientras intento dejar mis propias huellas
en el suelo que nadie ha vuelto a pisar,
silvestres emociones tuyas me miran,
escondidas tras la maleza, aún temerosas.
Tú, a lo lejos. Reconozco tu silueta entre la niebla,
como si fuese un recuerdo que viene y va,
apareciendo en instantes y desvaneciéndose de nuevo,
casi incorpórea, ingrávida.
Mas, si acaso tu esencia se siente sorprendida,
no abandona ni huye. Permanece.
Y te mantiene serena, tranquila, esperando.
35. ,
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Tebusco
De algún modo, tus temores se evaporan
y tus tristezas se hacen nubes
que se elevan y se alejan para irse a llover a otra parte.
Y así, poco a poco, tu cielo se limpia de penas.
En un momento, quizá me escuchas,
quizá me presientes o recuerdas mis palabras.
Quizá hasta lees las emociones que he dejado impresas
en algún encuentro casual, casi efímero.
Recuerdas las veces que he subido a mi barca, en mi propósito por
encontrarte
las veces que he soltado amarras, que he levado anclas;
las veces que decidí buscar tu horizonte;
las veces que he buscado tu luz,
como faro natural que impida naufragar mis esperanzas.
Y me aventuro así a adentrarme en parajes lejanos,
buscando caminos que me conduzcan a ti,
como quien busca agua en el desierto
o una sombra que le proteja del sol ardiente.
36. ,
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Tebusco
Te busco, sí. Te busco.
Porque buscarte me gusta;
porque da sentido a mi vida;
porque siento que vale la pena,
aunque tu saeta hiera en ocasiones mi alma,
aunque a veces guste y a veces duela.
Y a pesar de lo que pueda parecer,
esto es más un salvamento que una búsqueda.
Pero no me malinterpretes, yo no he venido a salvarte.
Soy yo quien queda a salvo contigo.
38. ,
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Poemaagradecido
Poema agradecido
A pesar de todas las cosas que tienes por hacer,
por un momento detienes todo y miras hacia acá,
a este paisaje de apariencia confusa y lleno de símbolos,
rescatando significados que sólo yo creía entender.
Entonces sucede la magia y todo toma sentido.
Y quizá pienses que el mérito me lo he llevado yo,
mas no es así.
El verdadero poema no son las letras,
no son las frases,
ni la intención oculta o velada.
La poesía la haces tú que vas leyendo
y te conectas con ella.
Nace de tu comprensión y tu emotividad,
aunque fuera concebida tiempo atrás.
Eres la parte fundamental que faltaba a mis letras,
pues la palabra no es nada sin la vida que le das.
Por ti, mi poesía existe.
Por eso, a ti que me lees, ¡gracias!