El mito de Psique y Eros se originó en la antigua Grecia y es una de las historias de amor más bellas y conmovedoras de la mitología griega. Culpamos a Walt Disney de arraigar en la mentalidad contemporánea el concepto de amor idealizado, principesco, imbatible, irrenunciable, todopoderoso, loable, pero a la vez imposible de alcanzar, cuando esta idea viene de tiempos aún más antiguos. Quizá desde los orígenes de la civilización misma.

1. El mito de Psique y Eros
Y la percepción actual del modelo mítico del amor
Por Dante Amerisi.
El mito de Psique y Eros se originó en la antigua Grecia y fue transmitido oralmente antes
de ser registrado por escrito. Esta historia fue mencionada por primera vez en la novela “El
asno de oro” de Apuleyo, un escritor romano del siglo II d.C. Sin embargo, se cree que el mito
tiene raíces aún más antiguas en la mitología griega.
El mito narra la historia de amor entre Eros, el dios del amor, y Psique, una hermosa
princesa mortal. Afrodita, la diosa de la belleza y madre de Eros, celosa de la fama de Psique,
le ordena a su hijo que la haga enamorarse del ser más horrible que exista. Pero Eros se
enamora de ella y la lleva a un palacio secreto, donde la visita solo de noche y le prohíbe ver
su rostro. Psique, movida por la curiosidad, desobedece y descubre la identidad de su amado.
Eros, herido por la traición, la abandona y Psique debe superar una serie de pruebas
impuestas por Afrodita para recuperarlo. Finalmente, los dioses se apiadan de la pareja y
conceden la inmortalidad a Psique, para que pueda vivir feliz con Eros.
El mito de Eros y Psique es una de las historias de amor más bellas y conmovedoras de la
mitología griega. Es una alegoría de la unión del amor y el alma, y también una reflexión
sobre la confianza, el perdón y la superación. También es una historia que encierra múltiples
metáforas, simbologías y enseñanzas, tanto a nivel psicológico como espiritual. A
continuación, voy a analizar algunos de los aspectos más relevantes de este mito. La belleza
de Psique.

2. Dante Amerisi: El mito de Psique y Eros
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Psique era una joven de una belleza tan extraordinaria que despertaba la admiración y el
respeto de todos los que la veían, incluso de los dioses. Sin embargo, su belleza también le
acarreó problemas, ya que provocó los celos de Afrodita, la diosa del amor y la belleza, que la
consideraba una rival. Afrodita ordenó a su hijo Eros que la hiciera enamorarse del ser más
horrible y despreciable que existiera, pero el plan se frustró cuando Eros se pinchó con una
de sus flechas y se enamoró de Psique. La belleza de Psique puede interpretarse como una
metáfora de la perfección y la armonía del alma humana, que es capaz de atraer el amor
divino, pero también de generar envidia y hostilidad en los que se sienten inferiores o
amenazados. Psique también representa la inocencia, la pureza y la bondad, que la hacen
digna de ser amada por Eros, el dios del amor.
El amor de Eros.
Eros era el dios del amor, el deseo y la pasión, que podía hacer que los mortales y los
inmortales se enamoraran con sus flechas. Sin embargo, él mismo nunca había
experimentado el amor, hasta que conoció a Psique. Eros se enamoró perdidamente de ella, y
la llevó a su palacio, donde la colmó de atenciones y placeres. Sin embargo, le impuso una
condición: que nunca viera su rostro, pues temía que, si lo hacía, ella lo rechazaría o lo
traicionaría. El amor de Eros puede interpretarse como una metáfora del amor divino, que es
incondicional, generoso y protector, pero también misterioso, exigente y celoso. Eros también
representa el deseo, la pasión y la sensualidad, que son aspectos esenciales del amor, pero
que pueden ocultar la verdadera identidad y naturaleza del amado.
La prueba de Psique.
Psique estaba feliz con Eros, pero también sentía curiosidad por conocer su rostro, y
además extrañaba a su familia. Un día, sus hermanas la visitaron y la convencieron de que
Eros era un monstruo que la devoraría, y que debía verlo para comprobarlo. Psique,
influenciada por sus hermanas, aprovechó que Eros dormía y encendió una lámpara para
verlo. Quedó maravillada al descubrir que era el dios más hermoso que jamás había visto,
pero al hacerlo, una gota de aceite cayó sobre su hombro, despertándolo. Eros, herido y
enfadado, la abandonó, y Psique se quedó sola y desesperada. La prueba de Psique puede
interpretarse como una metáfora de la búsqueda de la verdad y el conocimiento, que implica
un riesgo y un sacrificio, pero también una recompensa y una liberación. Psique también
representa la curiosidad, la duda y la desobediencia, que son aspectos humanos que pueden
conducir al error, pero también al aprendizaje y al crecimiento.

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La redención de Psique.
Psique se arrepintió de haber traicionado la confianza de Eros, y se propuso encontrarlo y
recuperarlo. Para ello, tuvo que superar una serie de pruebas que le impuso Afrodita, que
seguía odiándola y quería hacerla sufrir. Estas pruebas consistían en separar una gran
cantidad de granos, recoger un mechón de lana de unas ovejas salvajes, llenar una jarra con
agua de una fuente custodiada por dragones y bajar al inframundo para pedirle a Perséfone,
la reina de los muertos, un poco de su belleza. Psique logró superar todas las pruebas, con la
ayuda de algunos animales y dioses que se compadecieron de ella, pero en la última, cometió
otro error: abrió la caja que contenía la belleza de Perséfone, esperando aumentar la suya
para agradar a Eros. Al hacerlo, cayó en un profundo sueño, del que solo la despertó Eros,
que la había perdonado y la había buscado. Eros llevó a Psique ante Zeus, el rey de los dioses,
y le pidió que la hiciera inmortal, para poder casarse con ella. Zeus accedió, y así Psique se
convirtió en una diosa, y pudo vivir feliz con Eros para siempre. La redención de Psique puede
interpretarse como una metáfora de la transformación y la elevación del alma humana, que
implica un camino de pruebas, sufrimientos y desafíos, pero también de ayuda, perdón y
gracia. Psique también representa la perseverancia, la valentía y la fe, que son aspectos
humanos que pueden conducir al éxito, pero también a la trascendencia y a la unión con lo
divino.
El mito de Eros y Psique es una historia que intenta enseñarnos el valor y el poder del
amor, que puede superar todos los obstáculos y vencer todas las adversidades. Nos enseña
que el amor implica confianza, respeto y fidelidad, pero también curiosidad, pasión y libertad.
El amor es un regalo, pero también una responsabilidad, que requiere de compromiso, pero
también de creatividad. El amor es una fuerza, pero a la vez es fragilidad, que necesita de
protección, pero también requiere de riesgo. El amor es una aventura, y al mismo tiempo un
destino que nos lleva a conocer, pero también a reconocer, al otro y a nosotros mismos.
Psique y Eros en el contexto actual.
La historia detrás del mito es inspiradora, pero podríamos preguntarnos, en el contexto y
percepción actuales ¿es realista decir que el amor lo supera todo, o es solo una aspiración
idealizada e irrealizable?
Aquí entramos en un campo muy diferente. El mito de Psique y Eros no pretende, de
ninguna manera, ofrecer una respuesta realista a los cuestionamientos sobre lo que debe ser
una relación amorosa o de pareja. El amor es un sentimiento complejo y subjetivo, que puede
tener diferentes significados y manifestaciones según la persona, la pareja y el contexto. Por
eso, no hay una respuesta única y definitiva a esta cuestión, sino que depende de la
perspectiva y la experiencia de cada uno.

4. Dante Amerisi: El mito de Psique y Eros
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Sin embargo, podemos intentar analizar algunos aspectos que pueden ayudarnos a
reflexionar sobre el tema. Por un lado, el amor es una motivación poderosa que puede
impulsarnos a superar obstáculos, a luchar por nuestros sueños, a apoyar a nuestra pareja y a
crecer como personas. El amor también puede generar una conexión profunda y una
intimidad emocional con el otro, que nos hace sentir felices, seguros y plenos. El amor, en
este sentido, puede ser una fuerza positiva y transformadora en nuestra vida. Es ahí a donde
se dirige el mito de Psique y Eros.
Por supuesto, podemos argumentar que el amor no es suficiente para garantizar el éxito y
la estabilidad de una relación. El amor implica responsabilidad, compromiso, respeto,
comunicación, confianza y compatibilidad. El amor requiere de cuidado, de atención, de
renovación y de adaptación. El amor no es estático, sino que cambia y evoluciona con el
tiempo y las circunstancias. El amor, en este sentido, puede ser un desafío constante y una
fuente de conflicto. No nos imaginamos cuál sería la historia de Psique y Eros a partir de
donde la ha dejado Apuleyo.
Además, el amor puede estar condicionado por creencias irracionales, mitos culturales,
idealizaciones románticas y expectativas irreales, que pueden generar frustración, decepción,
dependencia o sufrimiento. El amor puede estar influenciado por factores externos, como la
presión social, la familia, los amigos, el trabajo o el dinero, que pueden interferir o amenazar
la relación. El amor puede estar afectado por problemas personales, como la autoestima, la
salud, el estrés o la depresión, que pueden dificultar la expresión y el disfrute del amor.
Por lo tanto, el amor no puede con todo, ni lo soluciona todo, ni lo justifica todo. El amor
es una condición necesaria, pero no suficiente, para tener una relación sana y feliz. El amor es
una realidad, pero también una ilusión, que depende de cómo lo vivamos y lo compartamos.
El amor es un ideal, pero también un reto, que requiere de esfuerzo, de aprendizaje y de
madurez.
Culpamos a Walt Disney de arraigar en la mentalidad contemporánea el concepto de amor
idealizado, principesco, imbatible, irrenunciable, loable, pero a la vez imposible de alcanzar,
cuando esta idea viene de tiempos aún más antiguos. Quizá desde los orígenes de la
civilización misma.
Tal vez lo mejor es no desgastarnos pidiendo encontrar ese tipo de enfoque en el mito de
Psique y Eros. Llegamos al punto en donde la realidad se asoma solo un poco a ese mundo
mítico, y encontramos una idealización quizá un tanto ingenua, pero legítima, que apunta
hacia encontrar la pureza del amor, a pesar de las vicisitudes. Pero ¿no son acaso los sueños
un pequeño atisbo a nuestra realidad, pero que forman parte de nuestras motivaciones más
arraigadas?

5. Dante Amerisi: El mito de Psique y Eros
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Tal como en nuestros sueños, el mito griego viene para disuadir, motivar, hacernos
imaginar, hacernos desear, anhelar, aunque alcanzar el fin sea imposible. Psique y Eros
representan una imagen mental, un tema con muchas aristas que podemos representar de
muchas formas, y por muchos medios. Nos sirve de inspiración.
Desde el momento en que se eligen los personajes del panteón griego, sabemos que la
historia es atemporal e irreal. Si bien es un mito, bien podría representar, para nosotros en la
actualidad, un sueño, una idealización a la que hay que apuntar. Una utopía que, para
comprenderla en nuestros días, conviene citar a Eduardo Galeano (aunque él dice que la frase
no es suya): “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el
horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve
para caminar.”
“Abrazo de Psique y Eros”. Lápiz sobre papel, 50x70 cm. Dante Amerisi, 2023.