1. Taller de escritura – Prof. Edgardo Cifuentes B.
Los géneros textuales
Una de las primeras consideraciones que debemos hacer cuando comenzamos a escribir
textos formales es que todo texto se sitúa en un género, es decir, un conjunto de textos similares
en características formales, canales de difusión y objetivos. De este modo, si nuestro objetivo
es ponernos en contacto por escrito con un profesor por un asunto concerniente a la asignatura
que imparte, probablemente utilizaremos un correo electrónico –en vez de escribirle a un chat,
un mensaje de texto o un mensaje por WhatsApp–. El correo que le escribamos será distinto del
que podamos escribir a un amigo; por ejemplo, llevará un encabezamiento (“Estimado
profesor...”), un saludo y una despedida formal.
Ahora bien, cuando el objetivo es más complejo y sofisticado, el texto también se
complejiza en todas estas dimensiones. Por ejemplo, cuando se busca demostrar a la comunidad
académica que se han adquirido la independencia de trabajo, las destrezas y conocimientos
necesarios en una disciplina como para graduarse de una carrera, se escribe una memoria de
título, un seminario u otro texto similar.
Al proponernos escribir, siempre debemos tener en consideración el género en que se
inscribe nuestro texto. Generalmente, los géneros textuales están asociados a distintas maneras
de comunicar, códigos, espectativas, etc., que contribuyen y facilitan la comprensión más
completa del contenido. Por esto, en este curso prestaremos especial atención a los géneros: cada
vez que nos enfrentemos a la tarea de escribir un texto, recurriremos a otros textos del género,
buscando allí elementos que nos ayuden a organizar y dar forma a nuestro propio texto.
Ejercicio: Lea el siguiente texto y determine sus características: ¿qué objetivo tiene? ¿Qué
cualidad formales resaltan en él? ¿A través de qué medio o canal podríamos haber llegado a
leerlo?
Cada vez más frecuentemente puedo oír la frase “mientras más conozco a las personas, más
quiero a mi perro”. Esta declaración no corresponde a una simple expresión de amor a los
animales, sino que encierra una jerarquización: dice que los animales son mejores, que son más
dignos de amar. Pero esa idea del amor es todo lo contrario de lo que entendemos por amor: no
es un sentimiento desinteresado, sino centrado en el que ama. El hincha de fútbol, por ejemplo,
no elige su equipo por la cantidad de triunfos; y el mejor hincha es el que elige un equipo que
está más propenso a perder. Dejar de amar a las personas por lo que hacen es una negación del
amor; no actúa así, por ejemplo, el amor de madre o de familia en general. Preferir amar a un
animal es no amar en realidad; es amar a medias, sin exponerse al peligro de amar, sino que
pensando primero en mí. Quien ama así, “a la segura”, en realidad no ama, sino que prefiere,
como cuando uno prefiere un producto para comprar, porque es más barato o de mejor calidad.
2. Taller de escritura – Prof. Edgardo Cifuentes B.
Actividad: escriba un párrafo de comentario sobre alguna frase conocida (de un libro, de una
película, un refrán, una declaración de un político, etc.). Para esto, tenga en cuenta las
aclaraciones sobre el párrafo y sobre el discurso del comentario que se presentan a
continuación.
El párrafo
El párrafo es una unidad de división del texto, del mismo modo que lo son el capítulo, el
apartado, el tomo, etc. El objetivo es el mismo que tienen éstos: demarcar una unidad de
contenido, los límites de una idea. Un texto está compuesto habitualmente por una
concatenación de ideas, que se van articulando de forma lógica para llegar finalmente a
establecer una idea general. Quien escribe divide su texto en párrafos para ayudar al lector a
comprender mejor el texto, indicándole claramente cuándo se comienza y se termina de
desarrollar una idea puntual. En lo formal, el párrafo se delimita con dos marcas gráficas
fundamentales: se inicia con una sangría y con letra mayúscula y finaliza con un punto aparte.
¿Qué comenta un comentario?
El texto que hemos leído antes podría inscribirse en el género del comentario, una forma
de discurso expositivo cuya finalidad es expresar opiniones del autor sobre un tema. Puede
formar parte de distintos géneros textuales, tales como ensayos, columnas de opinión, crítica de
obras de arte, etc. Incluso, podría conformar una entrada o post de alguna red social o Blog.
¿Cómo comenzar a escribir un comentario? Una de las primeras cosas que se deben
aprender al comenzar a escribir textos formales es: no se escribe por escribir; se escribe para
expresar algo que necesita ser expresado. Y la segunda máxima es similar: el objetivo del texto no
es ser bello u ornamentado, sino que ser preciso y claro.
Un texto académico o profesional no es una exploración; no debe al autor sentarse a
escribir sin un plan, sin algunas ideas sobre qué desea expresar y cómo lo hará. El autor debe
tener clara desde el comienzo la idea central que desea expresar. Todo lo que agregamos a un
texto debe apuntar de alguna u otra manera a que se comprenda esa idea central. Por supuesto,
hay momentos en que se escribe sin un plan, solamente con una idea o un ejemplo o incluso una
broma en mente. Pero estos son momentos preparatorios para la escritura final, donde reunimos
materiales e ideas que luego organizaremos y desarrollaremos en la escritura final del texto.
Por lo tanto:
Determine previamente una idea que quiere expresar. Debe ser una idea digna de
expresarse, es decir, no una nimiedad ni una obviedad ni una idea continuamente
repetida.
Si no tiene claridad sobre qué expresar o cómo hacerlo, háblelo antes con un compañero.
Tome apuntes previos sobre las ideas, palabras, ejemplos o expresiones que le gustaría
incluir en su escrito.