Este documento trata sobre la psicopatología infanto-juvenil. Discuten los precedentes históricos del estudio de los problemas de desarrollo e intelectuales en los niños. También describen varios trastornos como el déficit de atención e hiperactividad, incluyendo sus síntomas, causas, modelos cognitivos y formas de tratamiento como la terapia cognitivo-conductual y modificación de la conducta.
3. La psicopatología infanto-juvenil, aunque ha tenido precedentes estelares,
es relativamente reciente.
Ciertamente, desde los primeros días de la psicología científica, hubo un
claro interés hacia el estudio de los problemas infantiles relacionados con el
desarrollo y el retraso mental.
Estos dos temas vinieron casi a monopolizar la atención de los
investigadores.
Grupo de trastornos que tienen su origen en el periodo de desarrollo - Se
caracterizan por déficits en el desarrollo que producen limitaciones en
áreas específicas o limitaciones globales - Estos déficits producen
dificultades/limitaciones en lo personal, social, académico o en el
funcionamiento ocupacional.
4. TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS INFANTO/JUVENILES
MARCO GENERAL
DIFERENCIAS ENTRE EL DSM IV-TR Y EL DSM V
5.
6. Grupo de trastornos caracterizados por un comienzo precoz, la
combinación de un comportamiento hiperactivo y pobremente
modulado con una marcada falta de atención de continuidad en
las tareas y por que estos problemas se presentan en las
situaciones mas variadas y persisten a lo largo del tiempo.
7. El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del
neurodesarrollo, caracterizado por alteraciones o retraso en el desarrollo de
funciones vinculadas a la maduración del sistema nervioso central, que se inician
en la infancia y siguen un curso evolutivo estable. Estas alteraciones en las áreas
madurativas del cerebro dan como resultado alteraciones en las áreas cognitivas
provocando la sintomatología propia del TDAH (Artiaga y Narbona, 2001.) Los
síntomas nucleares del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad; déficit
de atención, hiperactividad e impulsividad son la expresión conductual y
observable de un trastorno en el funcionamiento cognitivo (Artigas, 2009).
Los modelos basados en la hipótesis cognitiva plantean que las alteraciones
neuroanatomícas y neurofuncionales de los pacientes con déficit atencional se
traducirían en la desregulación del control cognitivo del comportamiento,
mecanismo que mediaría y explicaría por completo la sintomatología del TDAH.
8. Modelos cognitivos
de déficit único
Según los modelos cognitivos de déficit
único, la baja eficiencia de un mecanismo
cognitivo básico permite explicar, por sí solo,
todas las manifestaciones clínicas del
trastorno, es decir, el funcionamiento
deficitario o disfuncional de un área
cognitiva daría como resultado las
alteraciones conductuales y cognitivas del
Trastorno.
Dentro de estas teorías explicativas de
modelo único tendríamos:
El Modelo Motivacional
El Modelo de Inhibición Conductual de
Barkley
El Modelo de Regulación del estado de
Sergeant
Modelos cognitivos
duales o de déficit
múltiple
La presencia de déficit en el control ejecutivo
objetivado en algunos casos de TDAH, pero
ausente en otros, ha conducido a algunos
investigadores a proponer que el TDAH es un
trastorno psicopatológico basado en un déficit
cognitivo heterogéneo, en lugar de un trastorno
con un déficit único. Esto representa un cambio
radical en la interpretación del TDAH, por ello,
se han desarrollado distintos modelos de déficit
múltiple.
Dentro de estas teorías explicativas de modelo
de déficit múltiple tendríamos:
El Modelo Cognitivo- Energético
El Modelo dual de Sonuga-Barke
El Modelo dual de comorbilidad con la
dislexia
El Modelo dual de comorbilidad con el
autismo
9. El origen del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con exactitud así
como los factores específicos que contribuyen a sus aparición se desconocen a día de hoy a
pesar de las múltiples investigaciones que se llevan a cabo en este campo. Los estudios
hasta la fecha sugieren que no existe una causa única que provoque el TDAH y las
características de su cuadro sintomático, sino que éste se origina, más bien, en respuesta a
la interacción de muchas factores durante la etapa gestacionaria.
En este sentido, podemos distinguir entre factores de origen biológico y factores
psicosociales-ambientales como posibles agentes desencadenantes, faciliatadores y/o
agravantes.
10.
11.
12. Los niños con TDAH, experimentan sentimientos de culpa,
fracaso y temor a la critica. Dentro de estas se identifican las
siguientes distorsiones cognitivas:
Etiquetación: Es una sobre generalización mayor. Al usar
etiquetas se incluyen, o están implícitas, muchas
características que no son aplicables a esa persona. Ejemplo:
Cuando se equivoca se dice “Soy una persona muy estúpida”.
Cuando no consigue algo que quiere se dice “Soy un perdedor”
Pensamiento Dicotómico: Ver las cosas como blancas o negras,
falsas o verdaderas. Ejemplo: Una niña siempre saca un “10”
en los exámenes, un día le califican con un 8,9 y piensa “Me ha
salido fatal, soy un fracaso total".
“Debería”: Intentar mejorarse a sí mismo con “debería…”,
“tendría que…”, “debo hacerlo mejor”…. La consecuencia
emocional de estos pensamientos es la culpa, la ira y el
resentimiento. Utilizar los “debería” en vez de “me gustaría”.
Ejemplo: “Debería sacar siempre sobresaliente”.
13. Un elemento bastante desconocido del Déficit Atencional es la presencia muchas
veces invisible, que habita en tu propia mente y que puede influir negativamente
en tu estado de ánimo en situaciones difíciles. En algunos casos acerca del poder
de los pensamientos automáticos y de su interacción con las emociones y la
conducta.
EJEMPLO:
Tabla de Registro de Pensamientos
SITUACIÓN PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS EMOCIÓN E INTENSIDAD
-
En mi casa, pensando en
hacer el presupuesto
mensual
-
Esto es demasiado trabajo
Nunca lo voy a terminar
Jamás encontraré las cuentas
No me va a alcanzar la plata
Qué aburrido
-
Agobiada (80)
Ansiosa (75)
Frustrada (80)
14. La intervención psicológica en el Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) es
una terapia para ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar sus capacidades cognitivas. La
terapia psicológica, resulta imprescindible de cara a aportar las estrategias conductuales y
cognitivas necesarias para su correcto abordaje por parte de la familia, del entorno escolar y
del propio niño.
Focos de intervención
• Cambiar los precedentes y las consecuencias de los comportamientos
inapropiados para modificar éstos.
• Establecer reglas claras y consistentes, lo que brinda la oportunidad de
predicción de consecuentes, dando lugar a la corrección oportuna.
• Incrementar las oportunidades de éxito en sus actividades y disminuir las
situaciones de fracaso.
• Darle valor y utilidad a las recompensas extrínsecas e intrínsecas.
• Desarrollar el autoconocimiento: Conocer más sobre el propio desarrollo y
los aspectos de la persona.
• Abordar los aspectos problemáticos y que generan malestar en la persona.
• Descubrir las potencialidades y posibilidades de la persona.
• Desarrollar competencias a través de métodos de entrenamiento.
• Identificar aquellos factores (internos y externos) que me generan malestar
y aprender a evitarlos y/o afrontarlos.
15. ABORDAJE PSICOEDUCACIONAL:
• Explicación del TDAH al afectado
• Posibles problemas o riesgos asociados al trastorno
• Las diferentes vías de intervención y tratamiento
que existen
• Aceptación activa del diagnóstico por parte del
afectado
• Acuerdos de compromiso y cumplimiento terapéutico
TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL:
• Desarrollo y orientación personal
• Resolución de conflictos
• Entrenamiento en auto-instrucciones
• Organización y planificación de la conducta en
función de objetivos y metas.
• Autorregulación emocional
• Entrenamiento en habilidades y estrategias
internas
TERAPIA DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA:
• Normas y limites
• Entrenamientos en hábitos positivos
• Modificación de conductas disruptivas y problemas de
conducta
• Entrenamiento en conductas positivas
ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES:
• Autoestima, comunicación emocional
• Entrenamiento asertivo
• Reglas de sociabilización
• Entrenamiento en conductas prosociales
• Habilidades de competencia social
TÉCNICAS DE RELAJACIÓN Y CONTROL DEL ESTRÉS Y LA
ANSIEDAD:
• Relajación y respiración
• Expresión corporal
• Realización de actividades externas como actividades
deportivas, hobbies, actividades socio-culturales
• Psicomotricidad
16. Analiza la conducta e identifica los factores que hacen que la conducta
sea inadecuada, se determinan las conductas que se desea cambiar y se
establecen unos objetivos. A partir de ahí se organiza un plan para ir
modificando el comportamiento que se quiere eliminar.
17. REFUERZO
POSITIVO
Es un procedimiento
mediante el cual se
presenta un estímulo
“bueno” (algo que le
gusta o le interesa)
después de la
realización de una
conducta aumentando
la probabilidad de que
la conducta vuelva a
producirse.
ECONOMIA
DE
FICHAS
Este sistema establece
una serie de conductas
específicas y unos
premios que se podrán
conseguir al
respetarlas. Esta
técnica pretende
fomentar las buenas
conductas
(reforzamiento positivo
– al conseguir fichas) y
disminuir las conductas
indeseadas (castigo
negativo – al perder
fichas).
EXTINCION
Es el modelo más
utilizado para reducir
una conducta. Se trata
de disminuir la
respuesta reforzada a
un comportamiento
indeseado, para lo cual
es fundamental
determinar qué es lo
que está reforzando ese
comportamiento, para
dejar de reforzarlo.
TIEMPO
FUERA
Está técnica pretende
privar al niño de cualquier
reforzador que pueda
tener en el contexto de
una mala conducta,
aislándolo durante un corto
período de tiempo (1 a 5
minutos). Se le debe
explicar previamente al
niño (sin mostrar mucha
atención) que su
comportamiento no es el
correcto y que dispone de
un momento aislado para
reflexionar sobre ello.
SOBRECORRECCION
Se aplica cuando hay un
comportamiento negativo y
se le pide que rectifique lo
que ha hecho mal y
restaurar el daño que ha
hecho. En el caso de la
sobrecorreción de práctica
positiva, la persona que ha
hecho algo mal, debe
repetir una conducta
positiva que se le indique.
18. La cognición está compuesta de procesos como el aprendizaje, la atención, la
memoria, la toma de decisiones… Y la terapia cognitiva lo que pretende es
identificar cuáles de estos procesos están creando problemas, y trabaja para
cambiarlos por otros más adecuados.
19. Técnicas de inhibición de respuesta
Básicamente este entrenamiento consiste en “párate y piensa”, que consiste en
realizar un entrenamiento ante una señal visual de stop para inhibir una
respuesta y tomar decisiones.
20. Pararse
De esta forma se inhibe la respuesta
que inicialmente íbamos a tener. En
ese momento hay que analizar qué es
lo que ha ocurrido y tomar consciencia
de la situación.
No actuar
Entrenar así la capacidad de demora,
controlando el impulso y
recapacitando sobre la respuesta
adecuada que se debe dar.
Pensar
Pensar en cómo se puede solucionar el
problema y las alternativas posibles, y
las consecuencias que pueden tener
cada una de ellas.
Planificar
Decidir cuál de las alternativas es la
mejor y decidir cómo se debe actuar.
Actuar
Es importante mantener la atención
frente a la distracción o la tentación
de hacer algo.
Autoevaluación
Esta etapa es fundamental para seguir
aprendiendo y también para valorar
cómo hemos gestionado la situación..
Imaginar el pasado y el futuro
El paciente debe visualizar en su
mente el recuerdo de una situación
del pasado similar a la que en ese
momento debe enfrentarse.
T de resolución de problemas
Consiste en la presentación y práctica
de un método estructurado en una
serie de pasos, con el objetivo de
ayudar al paciente a resolver sus
propios problemas, mejorando las
competencias sociales y disminuyendo
el malestar
Autoevaluación reforzada
en este paso se trabaja el que el
paciente sea capaz de realizar una
valoración más objetiva y ajustada a
la realidad de las cosas que hace y de
cómo reacciona antes ellas
Vigilancia cognoscitiva
Permite trabajar la conciencia de
atención del paciente
21. Para mejorar estas habilidades sociales,
se emplean técnicas de terapia cognitivo-
conduc2tual, generalmente en grupo,
trabajando aspectos como:
- Autoestima, comunicación
emocional.
- Entrenamiento en asertividad.
- Reglas de sociabilización.
- Entrenamiento en conductas
prosociales.
- Habilidades de competencia social.
En el entrenamiento para padres se
trabaja sobre los siguientes puntos:
Identificar las situaciones que
generan problemas específicos y los
problemas de comportamiento que
generan. Así como los elementos
que precipitan las conductas
disruptivas. Es importante registrar
la evolución constantemente.
Analizar las consecuencias positivas
y negativas de los comportamientos
apropiados y no apropiados con los
padres.
-Enseñar a los padres métodos de
comunicación efectiva para
establecer normas y llevar el mando
(establecer contacto visual, dando
órdenes de una en una, dando
órdenes en un contexto positivo).
22.
23. Actualmente el Trastorno negativista-desafiante pasa a la categoría de Trastornos
destructivos, del control de los impulsos y de la conducta.
El T.N.D, es un patrón de conducta que se manifiesta en un recurrente rechazo a la
autoridad, normalmente diagnosticado a edad temprana y se caracteriza por :
Un patrón de enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante ó vengativa.
Este trastorno interfiere casi siempre en sus relaciones interpersonales, su vida
familiar y su rendimiento escolar.
Como consecuencias secundarias a estas dificultades. Los niños/adolecentes pueden
tener baja autoestima, escasa tolerancia a las frustraciones y depresión.
24. Enfado/irritabilidad
1. A menudo pierde la calma.
2. À menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
3. A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante
4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso
de los niños y los adolescentes.,
5. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por
parte de figuras de autoridad o normas.
6. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal
comportamiento.
Vengativo
8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los
últimos seis meses.
Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia.
25. B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en
el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato
o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa,
profesional u otras importantes.
C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el
transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de
sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar.
Especificar la gravedad actual:
Leve: Los síntomas se limitan a un entorno (p. ej., en casa, en la
escuela, en el trabajo, con los compañeros).
Moderado: Algunos síntomas aparecen en dos entornos por lo
menos.
Grave: Algunos síntomas aparecen en tres o más entornos.
26. PREVALENCIA
• Se han hallado tasas de
trastornos negativista
desafiante que se sitúan
entre el 2 y el 16% en
función a la naturaleza de
la población estudiada y de
los métodos de evaluación.
• Se presentan
predominantemente
hombres durante la
infancia, mientras que
durante la pubertad las
cifras son similares entre
ambos sexos, pero los
hombres tienden a tener
negativismo activo y las
mujeres manifiestan
principalmente
negativismo pasivo.
EN COLOMBIA.
• En un estudio llevado a
cabo por Muñoz-Farias en
varios colegios de Bogotá,
durante el año 2014, se
encontró que el 59,4% de
los preescolares tenían
T.N.D.
• La mayoría provenían de
hogares desintegrados de
los estratos 1 y 2, con baja
capacidad para el
establecimiento de normas
y casi todas las madres
cabeza de familia
presentaban comorbilidad
con depresión.
27. Los adolescentes y niños negativistas pueden presentar:
Evitación a la escuela, baja tolerancia a la frustración y trastorno del
sueño y la alimentación.
Cuando se convierte en un problema crónico el oposicionismo
interfiere en las relaciones interpersonales, la persona se aísla y
experimenta las demandas externas como una intrusión.
Su autoimagen esta deteriorada, presentan sentimientos de
inadecuación y depresión por sus dificultades académicas y sociales,
así como también se pueden observar síntomas como labilidad
emocional, consumo precoz de alcohol o sustancias ilegales.
Puede terminar en un desorden de personalidad pasivo-agresivo o
síntomas obsesivos.
28. podrían estar implicados diversos
factores.
Primeros intercambios recíprocos que
se producen entre el niño y los
adultos significativos de su entorno,
en especial, los padres y otras figuras
con autoridad (maestros, etc.).
los conflictos maritales (en especial si
hay malos tratos), la labilidad
emocional, la depresión materna y
presencia de psicopatología parental.
Finalmente, respecto a la influencia
de factores genéticos.
29. TEORIA BIOLOGICA-FISIOLOGICA:
Factores heredados de tipo neurofisiológico, psicofisiológico, y bioquímico de
conducta que los predisponen a manifestar conductas inmaduras, infantiles y de
baja tolerancia a la frustración. La testosterona ha sido muy relacionada con la
conducta agresiva.
TEORIA DEL APRENDIZAJE:
Plantea que las características negativas del trastorno son actitudes que los
jóvenes aprenden de las técnicas negativas empleadas por los padres y figuras
de autoridad(castigos, gritos, golpes, ignorarlos)
30. Postula que el T.N.D no debe tomarse en cuenta como
un problema conductual sino como una disfunción
cognitiva que causará una conducta inadecuada posteriormente,
donde hay un retraso en el desarrollo de las habilidades cognitivas
concretas.
Este se basa en que la conducta explosiva no es intencional y que
las conductas oposicionistas se debe a la falta de compatibilidad
entre el adolescente y el adulto, ya que este último exige
demandas cognitivas que superan la capacidad del
niño/adolescente, causando así que este se sienta en cierta forma
atacado y por lo tanto deba de reaccionar de manera defensiva.
31. Como se ha mencionado, la conducta oposicionista puede
ser normal en ciertas etapas del desarrollo; es necesario
para asumir una individualidad y poder establecer normas y
controles internos.
Cuando no se puede Expresar abiertamente la “agresión”
esta es bloqueada, entonces puede expresarse como una
resistencia, es decir:
No coopera, No sigue instrucciones, así se convierte en
una forma de manejar el estrés para el niño o el
adolecente. De esta manera, estas conductas se
conviertes en parte de las manifestaciones que persisten
aun después de que su función «Adaptativa» hubiera
terminado.
32. La investigación en cuanto a
las distorsiones cognitivas en
el área de la interacción
social señala, que los niños
con este trastorno perciben
e interpretan los eventos del
medio de manera diferente
que los niños sin el y que
atienden a un menor número
de señales cuando
interpretan el significado de
la conducta de los otros.
Los niños hostiles generalmente
atribuyen la responsabilidad del
conflicto al otro, por lo que
estiman que su agresión está
totalmente justificada.
No se toman el tiempo para planificar
o hacer inferencias más profundas
sobre la conductas de los demás y que
tienen la expectativa de que la
intención de los otros es hostilizarlos.
33. Esto se debe a que la falta de habilidades sociales transforman a las conductas
oposicionistas en conductas funcionales para llamar atención de otros en
ausencia de las primeras (Dadds, 1987).
34. Debemos entender las circunstancias especiales,
únicas, que generan las respuestas particulares de
cada caso.
Debemos avanzar desde unos principios generales
hacia una perspectiva más individualista que nos
haga entender las circunstancias especiales, únicas,
que generan las respuestas particulares de cada
caso.
Muchas veces, el terapeuta no podrá cambiar
algunos de los factores externos que inciden sobre
la patología, pero sí puede modificar la forma en
que el sujeto los percibe y responde ante ellos.
35. a) ENTRENAMIENTO DE PADRES
Proporcionar recursos a los padres para
regular y atenuar toda la sintomatología
disruptiva.
Controlar las conductas negativas sino
también de reforzar las positivas.
b) INTERVECION CON EL
NIÑO/ADOLECENTE.
Enseñarles habilidades
cognitivas para que sean
capaces de gestionar sus
emociones y afrontar
situaciones difíciles.
Técnicas sean capaces de
generalizarlo o aplicarlo en el
ambiente exteriores.
36. Según el caso, podemos intentar también
complementar la intervención con técnicas de
Relajación.
También se aplica:
entrenamiento en empatía,
entrenamiento en control de impulsos,
herramientas de habilidades sociales con el
niño/adolecente
y prevención de recaídas.
38. Los trastornos de comportamiento destructivo se encuentran entre los más
fáciles de identificar entre todas las condiciones coexistentes pues involucran
comportamientos que se detectan fácilmente como rabietas, agresión física
como atacar a otros niños, discusiones excesivas, robar y otras formas de
desafío y resistencia a la autoridad. Estos trastornos, que incluyen trastorno
oposicionista desafiante (TOD) y trastornos de conducta (TC), con frecuencia
atraen primero la atención cuando interfieren con el rendimiento escolar o
con las relaciones familiares y con sus compañeros y frecuentemente se
intensifican con el tiempo.
39.
40.
41. TRASTORNO DE LA CONDUCTA
A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de
la edad, lo que se manifiesta por la presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los quince criterios siguientes en cualquier de las
categorías siguientes, existiendo por lo menos uno en los últimos seis meses:
Agresión a personas y animales (criterios 1-7), destrucción de la propiedad (criterios 8 y 9), engaño o robo (criterios 10-12) y incumplimiento
grave de normas (criterios 13-15):
A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.
A menudo inicia peleas.
Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón, un ladrillo, una botella rota, un cuchillo, un arma).
Ha ejercido la crueldad física contra personas.
Ha ejercido la crueldad física contra animales.
Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión, atraco a mano armada).
Ha violado sexualmente a alguien.
Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio del fuego).
Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones (p. ej. “engaña” a otros).
Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto en una tienda sin violencia ni invasión; falsificación).
A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años.
Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez sí estuvo
ausente durante un tiempo prolongado.
A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.
B. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente significativo en las áreas social, académica o laboral.
C. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad antisocial.
42.
43. En términos conductuales, podemos distinguir igualmente ambos factores: la ira,
como respuesta emocional a ciertos estímulos, y los comportamientos agresivos en
tanto conductas intencionales o potencialmente controladas por sus consecuencias.
Las emociones en general son respuestas biológicamente determinadas que preparan
al organismo para la acción.
En el caso de la ira, la activación fisiológica y la vivencia subjetiva de rabia o enojo
predisponen al individuo para el ataque o la lucha, por lo cual los comportamientos
agresivos resultan más probables. Sin embargo, la expresión más o menos violenta de
los sentimientos hostiles depende de numerosos factores que detallaremos más
adelante, como la adquisición previa de patrones de conducta violenta, el desarrollo
de respuesta alternativas a la agresión, las posibles consecuencias para el agresor y la
capacidad de éste para anticipar dichas consecuencias.
Por tal motivo, conviene analizar en forma separada ambas fases de la respuesta.
Técnicamente, las conductas «violentas», es decir aquellas que suponen agresión
física o verbal (insultos, críticas, ironías, amenazas) contra personas u objetos, son
intencionales y por tanto operantes, mientras que la «ira» es una respuesta
automática, emocional y neurovegetativa y por ende una respondiente. Las dos fases
del proceso son susceptibles de intervenciones diferentes aunque complementarias,
por lo cual examinaremos por separado ambas fases de la respuesta. Este análisis
permite además diseñar una estrategia racional y personalizada de modificación
conductual.
44. Ideas específicas y errores lógicos El aprendizaje cognitivo se ocupa precisamente de
la evaluación e interpretación de los sucesos desencadenantes.
Este modelo se refiere a la incorporación de “esquemas nucleares” de
pensamiento que definen una visión global de “los otros” (percibiéndolos por ejemplo
como hostiles, amigables, protectores, etc.), de la propia vulnerabilidad y de los
recursos más eficaces para relacionarse con ellos (por ej.: dependencia, seducción,
persuasión, agresión, etc.).
Se trata de concepciones amplias, rígidas y absolutas cerca de uno mismo, de los
demás y del mundo, por ej.: «los demás son peligrosos», «soy especial, «deben
complacerme». Como señala Aaron Beck (1995), los esquemas nucleares de
pensamiento activan pautas de conducta heredadas, que en el curso de la evolución
tuvieron valor adaptativo para la especie (facilitando por ejemplo la supervivencia o
la reproducción).
45.
46. Los procesos cognitivos sesgados o distorsiones cognitivas representan las
interpretaciones erróneas que facilitan los conflictos sociales, al proporcionan
una visión negativa sobre el entorno social. Desde este planteamiento, el interés
específico va dirigido a conocer qué tipo de distorsiones cognitivas se relacionan
con la conducta agresiva, este conocimiento sistemático no se limita sólo a
explicar cómo las personas procesan la información e interpretan sus
experiencias y/o como influyen estas interpretaciones en su conducta, mas bien,
es intentar conocer cómo mediante estos procesos cognitivos, pueden contribuir
al desajuste social (Crick y Dodge, 1994), en términos donde el agresor
interpreta los hechos a su favor, exagera la supuesta transgresión y atribuye
hostilidad a la oposición (Beck, 2003) y a la vez, conocer cómo estos mecanismos
de interpretación permiten al agresor no asumir las consecuencias por los daños
causados a los demás o desplace la responsabilidad a la víctima y que a pesar del
comportamiento transgresor sigue manteniendo una autoimagen positiva.