1. Padres
Escribo este artículo todavía horrorizada por el caso de esa joven rociada en
Madrid con un ácido que le abrasó la carne hasta llegar al hueso. Días antes había
iniciado los trámites de separación de su marido, cuya implicación aún no ha sido
probada (está denunciado por malos tratos). Este suceso atroz, y otros semejantes, aviva
en muchas mujeres un núcleo instintivo de desconfianza y rencor hacia los hombres,
aunque a la inmensa mayoría de ellos les espante lo del ácido tanto como a nosotras.
Pero el sexismo deja heridas que terminan convirtiéndose en prejuicios.
Digo esto por la reforma del Código Civil para que la custodia compartida deje
de ser un régimen excepcional (hasta ahora prima la custodia materna: se otorga en el
90% de los divorcios). Enseguida se ha reactivado la polémica y, para mi asombro,
muchas mujeres y en general la izquierda se han declarado en contra, como si la
custodia materna fuera algo progresista. Es cierto que hay padres que reclaman la
custodia sólo para fastidiar a la mujer, cuando jamás han hecho caso de los niños. Pero
también es cierto que hay mujeres que dificultan el contacto de los padres con sus hijos
como venganza. La prioridad en la custodia materna es un concepto sexista, una
predeterminación social que nos vuelve a encerrar en el destino de madres y sólo
madres. ¿Queremos que los padres cuiden más de sus hijos? En primer lugar, ya lo están
haciendo: hay un claro corrimiento de muchos varones hacia papeles menos machistas.
Pero, además, para que se desarrolle esa tendencia hay que cambiar las leyes, porque el
marco legal nos da la forma social. Superemos los prejuicios y reconozcamos estas
obviedades: los niños necesitan a sus padres y a sus madres. Los hijos no deberían ser
munición de ataque. Los padres tienen el derecho y el deber de ser padres.
Rosa Montero, El País, 26 de junio de 2012
Nos encontramos ante un texto periodístico de opinión, “Padres”, cuya autora es Rosa
Montero. Fue publicado el 26 de junio de 2012 en el periódico El País. Trata un tema de
muchísimo interés en nuestros días, lo que, unido a una sintaxis sencilla, nos permite afirmar
que va dirigido a todo tipo de lectores, sin distinción alguna.
Como todos los textos argumentativos, el autor se posiciona ante un tema actual, con la
intención de persuadir a los lectores de su idea a través de diferentes argumentos. Por esta
razón, las funciones del lenguaje dominantes son:
-
En primer lugar nos encontramos la función apelativa ya que, como ya hemos
mencionado anteriormente, muestra una sintaxis sin complicaciones y eso lo acerca a
los lectores influyendo en ellos. El mismo objetivo persigue la presencia de una
pregunta retórica (“¿Queremos que los padres cuiden más de sus hijos”?) y, además,
podemos advertir alguna perífrasis de obligación, como por ejemplo, “Hay que
cambiar las leyes.”

2. -
En segundo lugar, la función expresiva, cuando hace uso de la utilización de la primera
persona. También los adjetivos explicativos como “malos tratos”… aportan
subjetividad al texto.
-
En tercer lugar, la función referencial: percibimos un sentido objetivo con el uso de la
tercera persona y una serie de adjetivos especificativos (“joven rociada”, “suceso
atroz”, “núcleo instintivo”…)
El texto presenta el tema del sexismo. Rosa Montero muestra su disconformidad ante
algunos problemas derivados de un divorcio, desde los malos tratos hasta las luchas por las
custodias de los hijos. Estas actitudes tienen como fin el hacerse daño mutuamente, sin darse
cuenta del sufrimiento que se genera. Por último, plantea la conclusión de que, aunque la
pareja se separe, ha de ejercer como padres por igual, independientemente de la relación que
se profesen ambos progenitores. Precisamente esta es la tesis, que, como observamos, es
inductiva, puesto que en primer lugar vemos un planteamiento, seguido de una sucesión de
argumentos que nos conducen hacia la posición de la autora en último lugar.
Además este texto, como podemos observar, trata un tema de actualidad, y no solo
porque e l artículo fue escrito recientemente, sino porque y es un tema que todos nos
encontramos en el día a día y que afecta a todo tipo de familias, sin distinguir entre edades,
grupos sociales y se da en todas las comunidades autónomas.
Los argumentos utilizados son varios: estadísticos, cuando hace referencia a que en los
divorcios el 90% de la custodia es materna; legales, al citar al Código Civil como documento
jurídico; de obviedad, “Los niños necesitan a sus padres y a sus madres”; de noticia , con la
alusión al caso de la chica rociada con ácido.
Al analizar las características de la lengua, lo haremos de la siguiente manera:
-
Nivel Léxico semántico: el texto hace referencia al ´sexismo’ y, como es lógico, nos
encontramos con palabras propias de ese campo semántico, como “separación”,
“divorcio”, “malos tratos”… Con esto se consigue una gran coherencia y cohesión,
porque permite comprobar que las ideas están perfectamente entrelazadas.
Itziar Viera Sosa