2. ÍNDICE:
1. BIOGRAFÍA
2. OBRAS
• Bautismo de Cristo
• Camino del Calvario
• La Piedad (sexta angustia)
• Descendimiento
• El señor atado a la columna
3. BIBLIOGRAFÍA
3. Gregorio Fernández fue un escultor español del Barroco, máximo
exponente de la escuela castellana. Heredero de la expresividad de Alonso
Berruguete y Juan de Juni, supo reunir a estas influencias el clasicismo de
Pompeyo Leoni y Juan de Arfe, de manera que su arte se liberó
progresivamente del Manierismo imperante en su época hasta convertirse
en uno de los paradigmas del Barroco español.
Nació en Sarria (Lugo) abril de1576; y murió en Valladolid, el 22 de enero de
1636.
Hijo de un escultor homónimo que vivió en Sarria entre los años 1573 y
1583. Su madre contrajo nupcias dos veces, naciendo él de su primer
matrimonio y su hermanastro Juan Álvarez del segundo, quien sería un
ayudante muy destacado en su taller.
Se trasladó a Valladolid hacia 1600 o 1601 con unos 24 años de edad y
práctica en el oficio, entrando en el taller de Francisco del Rincón que era
por entonces el escultor más prestigioso de la capital castellana.
4. En 1605 abre su propio taller. A la muerte del maestro (16 de agosto de
1608) Gregorio Fernández tuteló y enseñó el oficio a su hijo mayor,
Manuel de Rincón.
Se casó con María Pérez Palencia, madrileña, en 1605. Ese mismo año
nació Gregorio, su primer hijo, bautizado el 6 de noviembre de 1605,
que fallecería a los cinco años de edad. En junio de 1606 vivía en la calle
de Sacramento, de Valladolid. Bautizó a sus hijos en la Parroquia de San
Ildefonso. En 1607 nació su hija Damiana, que contraería matrimonio
sucesivamente con cuatro esposos, dos de los cuales fueron escultores
del taller de Gregorio Fernández.
5. Asistió en su propia casa a infinidad de desvalidos y hambrientos. Famoso y
prestigioso como escultor y venerado por su virtud, fue considerado en vida casi
un santo. Antes de trabajar se postraba en profunda oración, ayunaba y se
sometía a penitencia. Este misticismo se guiaba por los mismos principios de
Bernini o Martínez Montañés; esculpir una imagen religiosa era un compromiso
de fe.
Sufrió serios y recurrentes problemas de salud desde 1624 hasta que falleció el
martes 22 de enero de 1636. Fue sepultado en el Convento del Carmen Calzado,
frente al que vivía y para el que había trabajado, que ocupaba el terreno donde
hoy se ubica el antiguo Hospital Militar.
7. BAUTISMO DE CRISTO
Fue realizada en 1630 y se encuentra en el
museo de Escultura de Valladolid.
plena madurez, en una etapa en que se hace
obsesiva para el escultor la búsqueda del
naturalismo, ofreciendo una esmerada
corrección anatómica en aquellos trabajos
propensos a la presentación de recatados
desnudos, como ocurre en este caso, siempre
envueltos en voluminosos ropajes de bruscos
plegados y con un magistral tratamiento de
las cabezas, que incorporan como postizos
ojos de cristal y dientes de hueso, así como
una acentuada teatralidad barroca en la que
adquiere una importancia fundamental el
lenguaje de las manos.
El relieve, con un formato de 2,83 por 1,55
metros, presenta el pasaje evangélico del
bautismo de Cristo en el río Jordán a manos
de Juan el Bautista, con las figuras principales
en tamaño natural.
8. CAMINO DEL CALVARIO
Se talló en 1614, se encuentra en el Museo
Nacional de Escultura,(Valladolid)
los elementos son de tipo técnico, tales como
su concepción para ser vistos desde distintos
ángulos y así poder captar todos sus matices, el
establecimiento de un juego de diagonales
imaginarias que inducen al espectador hacia el
foco emocional, generalmente la figura de
Cristo. Otros son de tipo estético y siempre
basados en un naturalismo convincente, como
el lenguaje gestual de las manos y los cruces de
miradas, el juego diferenciador y maniqueo
entre los personajes sagrados y la soldadesca,
hasta llegar a constituir las figuras de los
llamados "sayones" un verdadero subgénero
procesional, así como estudiados contrapuntos
en los roles de las figuras y la incorporación en
las imágenes de abundantes postizos y
elementos de atrezo que acentuaban el
carácter narrativo de los pasajes evangélicos.
9. LA PIEDAD (SEXTA ANGUSTIA)
Se realizó en 1616 y se encuentra en el Museo
Nacional de escultura, de Valladolid.
También la escena de la Piedad tiene origen
medieval centroeuropeo, En 1616 ejecuta el
paso de “La Sexta Angustia”, introduciendo el
prototipo de representación de la Piedad, una
imagen de María sujetando el cuerpo muerto
de Cristo en su regazo, pero sin tocarlo
directamente. La Virgen eleva el brazo y la
cabeza hacia el cielo, un gesto muy teatral que
se convertirá en arquetípico de la imaginería
barroca y el Cristo está esculpido con una
magnífica anatomía y un color cerúleo propio
de un cadáver con rigor mortis..
consta en conjunto de cinco figuras: La
Virgen de la Piedad, el buen ladrón, el mal
ladrón, San Juan y La Magdalena.
10. DESCENDIMIENTO
Fue tallada en 1623, y se encuentra en la
iglesia de la Vera Cruz, Valladolid.
El Descendimiento es el único paso
vallisoletano en el que las siete figuras que lo
componen, todas ellas obras maestras,
mantienen la disposición original sobre el
tablero, tal como las concibió y ensambló su
autor, sin pérdidas considerables, alteraciones
en su contenido o recientes recomposiciones
especulativas. Asimismo, es el único paso
procesional tallado enteramente en madera
que ha mantenido su integridad a lo largo del
tiempo ensamblado y expuesto al culto en una
capilla para él adaptada en la iglesia penitencial
de la Santa Vera Cruz.
Lo componen Jesús, María, María Magdalena,
San Juan, Nicodemo, José de Arimatea y el
mozo ayudante.
11. EL SEÑOR ATADO A LA COLUMNA
Fue realizada en 1619, y se encuentra en Iglesia
Penitencial de la Santa Vera Cruz.
Jesús; desnudo, de pie, con las manos atadas y con
una cuerda a la columna. La cabeza, de expresión
profundamente conmovedora, que está ligeramente
inclinada sobre el hombro derecho, la boca
entreabierta, su cuerpo inclinado por la fatiga del
suplicio. El paño de pureza, de duros y quebrados
pliegues, anudado a la cadera derecha. Va
policromado conforme a las reglas del mejor arte: la
encarnación mate, las huellas del cruento suplicio
están patentes "con sus desollones". Las llagas que en
la divina espalda dejara el flagelo, para mayor
apariencia de realidad. Los ojos de cristal que miran
con tierna piedad; Y los hilos de sangre -finas
pinceladas- que corren por el torso desnudo, también
dan cierto realismo a la obra.