Discurso de bienvenida a la nueva cohorte 2011 de la Universidad Simón Bolívar, en representación de los egresados. Caracas, 17 de septiembre de 2006.

1. Muchas gracias a la Asociación de Amigos de la Universidad Simón Bolívar por esta
invitación.
Mi historia con la USB comienza hace 30 años.
Los tiempos cambian, pero hay cosas que quiero compartir con ustedes.
Algunas algunas ideas de lo que ha significado para mí el haber estudiado y
egresado de esta universidad.
Mi testimonial.
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2. Es fácil mirar atrás y describir el camino que ya has hecho.
Cada etapa parece una inevitable sucesión de la anterior.
La hilación es aparentemente lógica, directa, sencilla.
> Más dificil es ver hacia adelante… donde todo está por construir.
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3. El futuro está lleno de incertidumbre.
De opciones que aún no se presentan y decisiones que aún no tomamos.
Oportunidades que sólo veremos nosotros, que aún no existen y para las que no
sabemos si estamos preparados.
> Construir el futuro es una tarea muy personal
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4. No queremos vivir la vida de otros.
Queremos hacer nuestro propio camino.
Queremos vivir nuestra vida “a propósito”, con nuestro propósito personal.
> La universidad es una pieza fundamental para construir ese futuro…
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5. Bienvenidos a la Universidad Simón Bolívar.
Su lema es: La universidad del futuro.
Pero no es DEL futuro, de un futuro cualquiera. Ahora es de TU futuro.
Normalmente nuestros padres deciden cuál es nuestro colegio.
Empiezas a asumir tu futuro cuando te decides por ciencias o humanidades.
Seleccionar una universidad es tu primera GRAN decisión personal como adulto.
Determinante para tu futuro.
> Hoy quiero invitarte a integrar esa universidad a tu vida, a tu futuro…
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6. Mi invitación específica de hoy es a…
Conocer tu universidad, qué ofrece y que puedes/quieres obtener de ella
Querer, conociéndola la querrás, integrándola a tu presente y a tu futuro
Aprovechar tu universidad, descubriendo cosas en ti y en ella. Crecer gracias a ella,
para ser mejor persona, mejor profesional, mejor ciudadano.
> A título de testimonial, esta invitación quedará ilustrada en cuatro puntos
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7. Compartiré con ustedes cuatro puntos de mi relación con la USB:
Qué encontré, qué la define y por qué es distinta
Qué me dio la USB, las cosas que la universidad me ofreció en mi etapa estudiantil
Qué hice con eso, algunos logros en los que contribuyó la USB
Qué me quedó, esos elementos permanentes que me permitieron surgir y aún me
sirven cada día.
> Todo comienza al llegar a “La Simón”
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8. Entré a la USB como casi cualquier otro bachiller, sin saber muy bien de qué se
trataba todo esto.
18 años y pensando que –simplemente- allí estudiaría mi carrera.
> Pero la universidad era mucho más
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9. Al llegar a “La Simón”, lo primero que nos llama la atención son sus jardines.
Más allá de su apariencia visual, encontré que la USB era una institución reconocida
por su calidad, prestigiosa por su producto, una referencia nacional y regional.
> Una institución muy singular…
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10. Encontré que la USB era una universidad pública donde coinciden gran variedad de
gentes, historias y circunstancias, atraídos por su calidad y prestigio.
Mis compañeros venían de distintas regiones del país, traían costumbres y culturas
que no eran iguales a las mías ni iguales entre sí.
Pero con algo en común: TODOS queríamos estar a la altura de la institución…
llegamos con ganas de construir futuro.
> Y esta organización tenía sus particularidades
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11. Encontré que esta universidad se organizaba por departamentos, no por facultades:
Gente reunida por sus intereses y no sólo por sus carreras.
La ciencia dura era el foco en el pregrado, pero el humanismo era su marca en el
postgrado… y estaban interconectados.
Nuestro calendario se medía por trimestres: veloz, exigente, concentrado, más
contenidos… Una rareza en su época y a donde todos apuntan hoy..
> Allí recibí formación con un enfoque distinto
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12. De la USB recibí un año para escoger mi carrera. Un ciclo básico compartiendo con
todos los recién llegados.
Me ofrecieron un pensum mixto, ingeniería + arquitectura… más exigente, con 6
años de duración, en lugar de los 5 tradicionales, alineado con los requerimientos
del país.
Me incorporé en varios convenios productivos de la USB con distintas instituciones
públicas y privadas, con impacto social y profesional, mucho antes de la invención
del servicio comunitario obligatorio
> La USB también me dio la oportunidad de estudiar con los mejores…
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13. Me dio una impresionante variedad de profesores.
Unos muy jóvenes y otros muy experimentados, nacidos en nuestra patria y venidos
de otras tierras, algunas leyendas e ilustres desconocidos, pero TODOS
comprometidos.
Con invitados de primer nivel, distinguidos con el Premio Nacional de Arquitectura
(mi carrera), conocidos y reconocidos dentro y fuera del país…
T. Sanabria, F. Vivas, D. Bornhorst, C. Bentata… presentes en la historia de
nuestras ciudades y en las revistas de nuevas tendencias.
> También estudié con los mejores compañeros, construyendo juntos una
profesión…
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14. De la USB recibí la formación teórico-práctica y la autorización legal para ejercer
una profesión, para ser un ciudadano productivo.
La oportunidad para experimentar con formas, estructuras, esquemas, ideas,
colores… pero también con otros aspectos de la vida.
> Era un campo de pruebas.
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15. La USB me dio cancha para ensayos de todo tipo.
Vocacionales, sociales, profesionales…
Para salir de la dependencia con la que todos nacemos…
Para empezar a ejercer la independencia con seguridad…
Para apuntar a la interdependencia del profesional comprometido con su país.
> Con esa formación hice varias cosas en la USB…
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16. Aprovechando ese laboratorio social, académico, profesional… sin saberlo me
preparaba para la vida.
- De mis dos opciones, ingeniería electrónica y arquitectura, decidí por la segunda.
- Comencé a compartir lo que aprendía, haciendo de preparador universitario y
ganando una compensación por ello.
- Además de seguir el currículum, trabajé 5 años en una excelente firma de
arquitectura mientras estudiaba, ampliando mis horizontes.
- Participé en grupos de estudio, independientes del pensum, debatiendo ideas con
compañeros mayores y menores, interesados en crecer más aún.
Mientras estudiaba seguía ensayando.
> Y al salir de la USB seguí estudiando…
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17. Con lo que aprendí en la USB pude continuar estudiando.
Me comprometí y culminé postgrados fuera de mi carrera.
Mercadeo en la UNIMET, gestión de proyectos en la UCAB.
Estudios avanzados en IESA, tocando varias áreas de aplicación profesional, y
mercadeo de consumo en Kellogg, la Meca mundial de esta disciplina.
En muchas ocasiones fui de los estudiantes más destacados gracias a lo que
aprendí en la USB.
> Pero también intenté nuevas carreras
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18. Con lo que aprendí en la USB cambié exitosamente de carrera…
Me convertí en gerente, me especialicé en mercadeo, comercialización,
comunicación…
Fui desde personal de apoyo hasta gerente general de varias empresas.
Contribuí en empresas locales y extranjeras, manejé productos y servicios, dirigí
equipos… y hoy en día tengo mi propia firma de consultoría.
> La USB me dejó más que un título…
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19. Más allá de una medalla y un título, la USB me dejó la satisfacción del logro, un
orgullo personal y familiar por haber salido de una de las mejores instituciones del
país y la región.
> Me dejó bases intelectuales y metodológicas para enfrentar la vida
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20. La USB consolidó en mí el impulso a la curiosidad, la inquietud por las soluciones
innovadoras.
Me dejó una sólida estructura de pensamiento y potenció mi capacidad de análisis.
Conexión con la realidad de mi país, sensibilidad y solidaridad.
> Y el inicio de mis conexiones…
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21. La USB me dejó mi primera red de contactos profesionales. Compañeros y colegas
comprometidos con la excelencia.
Me dejó la referencia de haber estudiado en una de las mejores universidades del
país.
Una referencia que me ha permitido destacarme aún antes de decir una palabra.
> La USB me dejó recursos para hacer más cosas…
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22. La USB me dejó una plataforma de lanzamiento…
Un sólido punto de partida para atacar y dominar otras disciplinas, carreras y
actividades que no existían cuando estudiaba en la USB.
Hoy el 95% de mi trabajo se enfoca en el mercadeo digital y las redes sociales.
Recordemos que en 1981 –cuando entré en la USB- la Internet era casi un proyecto
secreto, la computadora personal no existía, y mucho menos las redes sociales.
> Y me permitió conectar etapas de mi vida…
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23. La Universidad me dejó un puente, una conexión entre la vida del adolescente y la
del adulto joven.
Un tránsito muy activo, con oportunidades de explorar y crecer, como persona y
como profesional.
> Viendo hacia atrás parece planificado…
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24. Retomando la idea inicial: viendo hacia atrás todo está “armadito”.
Parecen secuencias lógicas, decisiones sencillas, pero nunca fue así.
Mirando al futuro, como lo hacen ustedes hoy, los caminos están llenos de
circunstancias y particularidades que aún no vemos.
> Lo que nos lleva a la invitación que les hacía antes…
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25. Conociendo y queriendo la universidad, les invito a vivirla y aprovecharla a SU
PROPIA manera.
Hay infinitos caminos por hacer, y seguramente no querrán tomar los míos.
> La invitación es a escoger un campo…
entender, aprovechar y disfrutar el proceso universitario…
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26. Les invito a entender, aprovechar y disfrutar el proceso universitario.
A buscar allí nuevos campos abiertos, algunos de ellos despoblados.
> A encontrar oportunidades, estar atento a las opciones…
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27. Les invito a ver allí donde no hay caminos hechos, a fijar metas y deducir cómo
llegar a ellas.
A descubrir oportunidades en las circunstancias.
> A imaginar rutas…
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28. Les invito a meditar sobre las necesidades conocidas en su campo profesional, en
las necesidades del país y la sociedad.
A pensar en ser productivos… en ser agentes de cambio, de cambio positivo.
A ver allí donde no hay caminos…
> Y construirlos…
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29. Les invito a conocer, querer y aprovechar su universidad para construir un camino…
SU camino personal, el camino que les lleve a las cumbres que ustedes desean.
A construir un nombre profesional, a traer orgullo a su familia y a nuestro país.
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30. Les invito a apoyarse en su universidad para sembrar esfuerzos y cosechar éxitos,
personales y colectivos.
> ¡Muchas gracias!
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