Las Fuerzas de Seguridad controlan a 300 grupos radicales activos en España
1. Las Fuerzas de Seguridad controlan
a 300 grupos radicales activos en
España
La llegada de Podemos a las instituciones ha hecho disminuir la actividad de
los grupos antisistema.
P. MUÑOZ/L.L.CARO- 27/03/2016 a las 21:41:04h. - Act. a las 08:12:47h.Guardado en: España
El Ministerio del Interior controlaba en enero a 296 grupos radicales, tanto
de extrema derecha como antisistema, cuyas actividades provocaron la
apertura, solo el año pasado, de más de 200 diligencias. La mayor actividad de
estas organizaciones se concentra en Madrid en lo que se refiere a la
demarcación de las Fuerzas de Seguridad del Estado –también hay un foco
muy importante en Cataluña, pero ese es territorio de los Mossos–, y buena
parte de ellas son legales.
Los institutos son el mejor caldo de cultivo para el reclutamiento de
nuevos miembros
A primera vista llama la atención el hecho de que, a pesar de que los grupos de
ultraizquierda multiplican por cuatro a los de signo contrario –241 por 55–, en
2015 hubo más intervenciones policiales entre los ultras (119), que entre los
antisistema (88). Lo mismo puede decirse de las detenciones, ya que se
produjeron 204 arrestos de individuos de extrema derecha y 145 de sus
oponentes. No obstante, las fuentes policiales consultadas por ABC consideran
que si se tiene en cuenta la serie histórica, las cifras de unos y otros son
bastante parejas.
Los datos de 2015, en apariencia paradójicos, tienen sin embargo una
explicación. La llegada a las instituciones de Podemos, primero tras las últimas
elecciones municipales y autonómicas, y luego también después de las
2. generales, ha hecho disminuir la actividad de los grupos antisistema, toda vez
que esta formación les da acceso a algunas de sus reivindicacionesy
recoge buena partes de su ideario. Además, los líderes de estos grupos son
conscientes de que convocar manifestaciones para provocar incidentes como
los que se sucedieron en los últimos años pondría en dificultades ante la
opinión pública a los responsables de la formación de Pablo Iglesias y de sus
satélites.
«La extrema izquierda y los grupos antisistema, con Podemos instalado en las
instituciones, han puesto fin, de momento, a su estrategia de llevar la violencia
a las calles, por lo que su actividad ha bajado muchísimo», sostienen los
expertos de las Fuerzas de Seguridad consultados, que consideran que «en
general, la presencia en la calle de los grupos radicales tiene mucho que
ver con la coyuntura política de cada momento». El movimiento del 15 M
movilizó en su día a los radicales de izquierda y ahora, en la extrema derecha,
es el desafío independentista de Cataluña y la inmigración sus principales «leit
motiv».
Estrategia conjunta
En cuanto a su cohesión, los expertos consultados por ABC consideran quelos
grupos antisistema están mejor organizados internamente que los de
ultraderecha y también están más cohesionados entre ellos, de modo que
responden a una estrategia conjunta cuando así lo requieren sus líderes. Se vio
especialmente con las llamadas «marchas de la dignidad», la iniciativa «rodea
el Congreso» o los incientes del barrio del Gamonal, en Burgos, por citar solo
tres ejemplos. Además, se financian a través de conciertos, venta de camisetas
y otro tipo de «merchandasing» y en ocasiones con huchas que se ponen en los
locales que frecuentan.
Las bandas de extrema izquierda cuadruplican a las ultras, pero en
2015 hubo más detenciones entre estas últimas
Por su parte, los grupos de extrema derecha son menos numerosos, su
organización es más débil y buena parte de su actividad se concentra en
propinar palizas, como sucedió hace solo unos días en Alcobendas (Madrid),
cuando dos neonazis golpearon brutalmente a un antifascista y apuñalaron a
otro. La reacción de los correligionarios de las víctimas no se hizo esperar e
individuos de la Coordinadora Antifascista atacaron a dos ultras como
venganza. Se trata dfe unos casos ya resueltos en los que los autores han sido
detenidos por la Policía.
En cuanto a su financiación, los grupos de extrema derecha se nutren muy
especialmente de los fondos de las peñas radicales del fútbol, con las que
mantienen lazos muy evidentes, hasta el punto de que no pocos de sus
miembros mantienen una doble militancia. Sin embargo, cada vez son menos
frecuentes los conciertos organizados por tramas fascistas al sentirse
controlados por las Fuerzas de Seguridad y cuando se hacen se conovocan en
zonas alejadas de Madrid donde suponen que están menos controlados.
Perfil similar
Las características de los militantes de los grupos de extrema derecha e
izquierda, al contrario de lo que pudiera pensarse, no difieren mucho. Se trata
por lo general de individuos varones de entre 16 y 22 años –en el caso de los
antisistema esa edad se puede prolongar algo más–, con una prevalencia
entre ellos del fracaso escolar, captados en los institutos, con poca
3. formación ideológica y que en general «están en uno u otro bando no por
ideas previas, sino porque ven estas organizaciones como la mejor forma de
socialización», sostienen los especialistas en la lucha contra esta delincuencia
consultados por ABC. «Para que se entienda mejor: se unen a unos grupos o a
otros en función de quien actúa en su zona», añaden.
Hay un ejemplo que explica perfectamente cuál es la situación. Se produjo hace
seis años en las dependencias de la Brigada de Información de la Jefatura
Superior de Policía de Madrid, donde acababa de producirse unaoperación
contra grupos de ultraizquierda con 35 detenidos. Uno de los investigadores,
vestido con chaqueta y corbata, fue confundido por los arrestados con un
abogado –también en este ámbito a veces el hábito hace al monje–, lo que le
permitió ganarse la confianza de los sospechosos.
Encuesta reveladora
«¿Conoces al Ché Guevara?, ¿es contemporáneo o de la época de
Jesucristo?», les pregunto el policía, para conocer hasta qué punto la actividad
de estos sujetos respondía a unas firmes convicciones políticas. El resultado de
la «encuesta» fue devastador: de los 35 detenidos solo la mitad habían oído
hablar de él y tan solo 7 lo situaban como una persona de nuestro tiempo...
En realidad, lo que se produce es que la mayoría de este tipo de gente, si se
exceptúa a algún líder muy concreto que incluso puede dar la sensación de ser
gente sensata, se une a estas tramas por su fascinación por la violencia y
como una forma de socialización.
Con este panorama, la pregunta es hasta qué punto los grupos radicales son
una amenaza contra la seguridad. Todas las fuentes consultadas por ABC
coinciden en que se trata de organizaciones que están muy controladas, de
modo que la respuesta policial ante cualquier tipo de incidente es rápida y
contundente. Esa monitorización continua permite conocer la evolución del
número de individuos que integran estos grupos, hasta el punto de poderse
conocer cuántas incorporaciones se producen. Fuentes de Interior precisan en
este sentido que en 2015 se detectaron 544 incorporaciones a los grupos de
extrema derecha y hasta 739 a los de extrema izquierda.
Escaparate
Los datos de Madrid son especialmente significativos al ser la comunidad con
más actividad de estos grupos radicales. Fuentes policiales precisan que serían
500 los individuos que se mueven entre las tramas ultras y hay un millar de
antisistema, de los cuáles el 50 por ciento son especialmente peligrosos.