El terrorismo ha alcanzado la consideración de reto de primera magnitud en España, Europa y el mundo: los países de la OCDE han sido testigos de unas 10.000 muertes por terrorismo desde la década de 1970 debido a la actividad de IRA o la ETA: el IRA ha sido responsable de un 19%, mientras que a ETA le debemos atribuir el 7% de los fallecidos por sus atentados tanto en España como en Francia. Este informe plantea que el terrorismo afecta negativamente a la economía. Las estimaciones publicadas hasta la fecha así lo avalan. Un informe del Parlamento Europeo sobre el coste económico del terrorismo para la Unión Europea demuestra que el impacto del terrorismo para la economía europea se estima en 179.811,9 millones de euros para el periodo 2004-2016. Para España, Abadie y Gordeazabal (2003) estipularon que el País Vasco estuvo perdiendo alrededor de un 10% de PIB per cápita en los años duros del terrorismo etarra. El estudio coordinado por Ugarte (La bolsa y la vida, 2018) sobre el coste que ha representado para España el terrorismo de ETA defiende que el coste directo para el Estado ascendió a 25.000 mil millones de euros, atendiendo a la necesidad de dotar a policías nacionales, guardias civiles y ertzaintzas. Desde que ETA puso fin a su actividad, el Estado ha podido reacomodar sus recursos y efectivos, aunque sigue haciendo frente a las necesidades de las víctimas. El Ministerio del Interior reporta que en 2013 se destinaron unos 18 millones de euros a asistir a las víctimas, en 2014 se incrementó notablemente por encima de los 74 millones de euros, en 2015 descendió el gasto. • Se estima que el coste económico de ETA ascendió al 10% del PIB anual del País Vasco. • Los países de la OCDE logran adaptarse rápidamente al impacto económico de los atentados terroristas de los llaneros solitarios. • Las muertes por terrorismo en países de la OCDE representan un diminuto 1 por ciento del total de muertes globales por terrorismo para el año 2016.

1. El impacto de los
ataques terroristas
en la economía
española
Autor
Ivan Medina
Colaborador de OBS Business School
www.obs-edu.com
Doble Titulación:

2. 2 3
Índice
4
6
8
10
12
14
17
18
Introducción
La magnitud del terrorismo en el mundo
La financiación del terrorismo de ETA y el
yihadista
El coste del terrorismo
El gasto público contra el terrorismo
Impacto sobre el turismo y el comercio
Conclusiones
Bibliografía de referencia

3. 4 5
Introducción Introducción
El objetivo de este informe es ofrecer una visión global de los aspectos
económicos del terrorismo en España ofreciendo datos de diversas fuentes
sobre el coste de las acciones terroristas en el mundo, así como el impacto
indirecto del terrorismo en la economía. Este informe plantea que el
terrorismo afecta negativamente a la economía, especialmente en países
con inestabilidad política donde los grupos terroristas son más activos. Ya
no son solo los costes directos de cada uno de los ataques en términos de
fallecidos y destrozos, el impacto económico considera también que los
países dejan de atraer inversiones, desincentivan la actividad económica y
generan la fuga de capitales y personas. No obstante, se argumentará que
las economías de las democracias estables llegan a recuperarse con cierta
facilidad tras sufrir ataques terroristas puntuales. La cuestión en los países
de la OCDE es que, pese a sufrir esporádicamente los ataques de llaneros
solitarios –y, por lo tanto, no tener que padecer costes directos de forma
constante-, el incremento del gasto en políticas de defensa y seguridad
hacen que el terrorismo se haya convertido en una de las principales
motivaciones de aumento de gasto público y burocrático.
Una definición rápida de terrorismo entiende que un colectivo organizado
recurre a la violencia como principal estrategia de acción para lograr sus
objetivos políticos. Aceptando que las organizaciones terroristas se
sustentan en una base ideológica difusa –o un propósito político
contestable-, éstas buscan crear un clima de terror en la sociedad por medio
de asesinatos, extorsión y atentados, cosa que repercute tanto en las
personas, la sociedad, la política y la economía. Para comprender la
estructura de estas organizaciones no basta con analizar su vertiente
militar; se trata de organizaciones enormemente complejas con
ramificaciones contables, administrativas, de vigilancia, etc., que les
permite subsistir financieramente a la vez que aposentarse socialmente.
Pareciera que el terrorismo sea un fenómeno político actual, pero lo cierto
es que los países de la OCDE han sido testigos de unas 10.000 muertes por
terrorismo desde la década de 1970 debido a la actividad de IRA o la ETA:
el IRA ha sido responsable de un 19%, mientras que a ETA le debemos
atribuir el 7% de los fallecidos por sus atentados tanto en España como en
Francia. Lo novedoso hoy es el carácter global e islamista del terrorismo
(por ejemplo, Al Qaeda fue responsable del 31% de las muertes por
terrorismo en los países de la OCDE tan solo como resultado del 11S),
mientras que décadas atrás las democracias occidentales se enfrentaban
sobre todo a bandas terroristas locales.
Un breve repaso a la trayectoria violenta de ETA ayuda a pensar en el daño
social del terrorismo en España tanto como en el impacto económico que
ha tenido desde su fundación en julio de 1959. ETA ha estado activa 52 años
hasta declarar en octubre de 2011 el cese definitivo de su actividad armada.
La oficina de asistencia a las víctimas de la Audiencia Nacional cifra en 864
el número de atentados perpetrados por ETA, la inmensa mayoría tras la
muerte del Dictador Franco, aunque debemos considerar que tanto la
banda como la kale borroka han llevado a cabo más de 2.400 acciones
terroristas.
La Guardia Civil ha sido el principal objetivo de ETA (352 ataques), seguido por
las Fuerzas Armadas (234 ataques) y la Policía Nacional (212 ataques). Con
todo, el Ministerio del Interior reconoció oficialmente que a fecha de 2017
había 10.181 víctimas del terrorismo, con 853 personas asesinadas y 6.389
personas heridas. A todo ello debe sumarse una ochentena de secuestros y
miles de empresarios y profesionales extorsionados que ayudaron a sostener
económicamente a la banda.
De todas formas, el terrorismo de ETA no ha sido el único que ha acontecido
en España. En las últimas décadas, se ha podido identificar hasta cuatro tipos
de terrorismo en nuestro país: a) el terrorismo derivado de nacionalistas
radicales, donde incluimos a la banda terrorista ETA como organización más
sangrienta y longeva, aunque debemos sumar EPOCA y Terra Lliure en
Cataluña, el Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive en Galicia y MPAIAC
en Canarias; b) el terrorismo de la ultraderecha española (60 asesinatos) de la
mano del Batallón Vasco Español, Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista)
y GAE (Grupos Armados Españoles), especialmente activos entre 1975 y 1982
reclamando la vuelta a la dictadura franquista y respondiendo a la actividad
de ETA; c) el terrorismo de la extrema izquierda en torno a GRAPO, siendo
responsables de alrededor de 80 asesinatos y múltiples extorsiones; y d) el
terrorismo yihadista que se manifestó por primera vez en España con un
atentado al restaurante El Destino en 1985 y posteriormente con atentados
promovidos por Al Qaeda en Madrid (11M, 2004, 193 muertos) y Barcelona y
Cambrils (17 de agosto de 2017, 16 muertos).
En los siguientes epígrafes damos cuenta de la magnitud del terrorismo en
España y el mundo, de los aspectos económicos de la actividad terrorista y de
cómo el terrorismo afecta al turismo, con especial foco en los atentados
yihadistas de agosto de 2017 en Las Ramblas de Barcelona y Cambrils.

4. 6 7
La magnitud del
terrorismo en el mundo
El terrorismo es un acontecimiento de primera magnitud a nivel mundial que
impacta especialmente en la población civil y la propiedad privada. Las muertes
por terrorismo aumentan tanto como las muertes derivadas de conflictos
bélicos, especialmente evidente en países fuera de la OCDE. Las muertes por
terrorismo en países de la OCDE representan un 1 por ciento del total de
muertes globales por terrorismo para el año 2016. Esto no significa que no se
produzcan ataques: durante el periodo comprendido entre enero del 2014 a
junio de 2017, en el Reino Unido se realizaron casi 300 ataques terroristas de
diferente magnitud, en los Estados Unidos se llevaron a cabo algo más de 110
ataques, en Alemania ocurrieron un centenar de ataques y en Francia se
produjo unos setenta. La parte positiva en estos países es que las fuerzas de
seguridad han logrado anticiparse a muchas acciones terroristas, sumado a que
no resulta fácil organizar explosiones o secuestros a gran escala.
La forma de actuar de los grupos terroristas en estos países se ha vuelto menos
elaborada, buscando objetivos poco convencionales por medio decolaboradores
desamparados y rápidamente radicalizados. El caso del atropello masivo en Las
Ramblas de Barcelona en agosto de 2017 es un claro ejemplo. Los ataques
llevados a cabo porllaneros solitarios se han ido incrementando en estos países
por los esfuerzos de la policía de contener acciones más elaboradas: se ha
pasado de un ataque de este tipo en 2008 a 56 en 2016. El país de la OCDE con
mayor actividad por parte de llaneros solitarios es los Estados Unidos,
especialmente por las facilidades que ofrece el país para la posesión de armas.
Otro dato curioso de los 81 atentados de este tipo en Estados Unidos durante el
periodo 2008-2017 es que el número de los ataques perpetrados por
fundamentalistas islámicos fue similar a los ataques bajo el argumento del
supremacismo blanco (algo más de una decena). Sin embargo, el grueso de
estos ataques en los Estados Unidos corresponde a llaneros solitarios con otras
motivaciones políticas que no se corresponden con el fanatismo religioso o el
supremacismo blanco. Esta caracterización difiere a lo ocurrido en países
europeos como Francia, Alemania, Italia o Austria en los que, cuando se llega a
identificar la motivación de los ataques, el fundamentalismo islámico resulta
ser la motivación más frecuente.
No es posible trazar un perfil sociológico de los terroristas. Se trata de
individuos con una enorme variabilidad en sus perfiles educativos, sociales y
religiosos que, de alguna manera, se han radicalizado. En este sentido, algunos
estudios indican que la conexión entre pobreza e integración en un grupo
terrorista es débil (Krueger y Maleckova, 2003); en la mayoría de casos los
miembros de las ramas militantes de los grupos terroristas, incluso los
atacantes suicidas, están altamente concienciados por la falta de libertad
política en su país. Si un factor parece ser determinante en el proceso de
radicalización, este sería la rápida privación relativa –casos de marginalidad
social- que facilitan el consumo de un discurso centrado en el “nosotros contra
ellos”. Los grupos terroristas conocen el perfil social de los potenciales
reclutados y hacen uso de lazos de amistad, familiares y redes sociales. Estos
grupos saben que los individuos formados son más proclives a tener intereses
políticos y también que son más fácil de adoctrinar (Bueno de Mesquita, 2005).
Actualmente son cuatro los grupos terroristas más notorios: DAESH, Boko
Haram, Al Qaeda, y los Talibanes. Estos cuatro grupos son responsables de casi
el 60% de las muertes por ataques terrorista en el mundo.
La magnitud del
terrorismo en el mundo
Hoy en día, hablar ya de proyectos Big Data es también hablar de todas
las técnicas y tecnologías que están bajo el perímetro como es la
Inteligencia Artificial. Durante este año, apenas se distingue la información
segmentada y se trata como un conjunto, es decir, proyectos de Big Data e
Inteligencia Artificial.
Según la encuesta de NVP realizada a las empresas líderes de cada uno de
los segmentos industriales, el 97,2% de las compañías han realizado
inversiones en de proyectos de Big Data y IA.
Tabla 1.
Países con
mayor impacto
de terrorismo en
el mundo, 2016
Fuente: Institute for Economics & Peace, Global Terrorism Index 2017
Para el 2016, hasta 77 países tuvieron que lidiar con al menos un atentado, un
número superior a los 65 países en los que el terrorismo aconteció en 2015. Más de
la mitad de las acciones terroristas en el mundo toman forma de explosiones; es
una forma relativamente sencilla para la organización terrorista de causar
destrozos de gran envergadura en un instante. En Europa las explosiones no
suelen causar víctimas, pero son altamente dañinas en Oriente Medio.
Alternativamente se llevan a cabo asaltos y secuestros de rehenes. No obstante,
las víctimas mortales por ataque terrorista vienen decreciendo en los últimos
años –un 22% desde 2014, según reporta el Institute for Economics & Peace en un
informe publicado en 2017-, alcanzando la preocupante cifra de 25.673 muertos
en 2016 en todo el mundo. Afganistán, Nigeria, Siria, Paquistán e Iraq son los
países con mayor número de ataques terroristas en los últimos años, sobre todo
por la actividad de grupos como Boko Haram y el DAESH en la zona. Viene siendo
preocupante el número de fallecidos en estos países en los últimos años a causa
del terrorismo; en Iraq murieron 9.765 personas por terrorismo en 2016 y 6.962 en
2015, en Afganistán fueron 5.315 muertes en 2015 y 4.574 en 2016, mientras que
Nigeria perdió 4.940 personas en 2015 por actos terroristas y 1.832 en 2016.
Hubo a lo largo de 2016 una serie de atentados terroristas realmente
demoledores. El más sangriento tuvo lugar en Palmira (Siria) el 10 de diciembre
donde un número de suicidas pertenecientes al DAESH mataron a 421 personas.
Unos meses antes, a principios de julio el DAESH acabó con la vida de 283
personas en Bagdad al detonar un coche en un centro comercial, replicando el
ataque en el que asesinaron a 300 personas el 7 de febrero en Mosul. El cuarto
ataque terrorista más sanguinario fue también organizado por el DAESH: 284
personas fueron raptadas y asesinadas en Mosul a finales de octubre. Otros
ataques se cobraron un número elevado de fallecidos: 283 en Pajut (Sudán del
Sud) a manos del Movimiento de Liberación Popular, otros 250 en Mosul el 21 de
abril (de nuevo el DAESH), 190 muertos (sobre todo ex-policías) en Hammam Al-
Alil asesinados por el DAESH, 154 muertos por los Talibanes en Junduz
(Afganistán), entre otros muchos.
El impacto de los ataques
terroristas en la economía
española

5. 8 9
Los grupos terroristas encuentran una multitud de fuentes de financiación que
van desde las extorsiones, las donaciones de simpatizantes, el tráfico de drogas,
el blanqueo de dinero hasta la venta de obras de arte el mercado negro
(Woodford y Smith, 2018). Recientemente la Brigada de Patrimonio Histórico de
la policía encontró conexión entre el tráfico ilegal de arqueología en Europa con
la financiación de grupos yihadistas1, mientras se supo que el DAESH
extorsionó a la multinacional franco-suiza del cemento LafargeHolcim en los
años 2013 y 2014 ante la amenaza de atacar a sus instalaciones y trabajadores
en Siria2. Desde Europa se ha detectado la circulación de capitales hacia cuentas
del DAESH y Al Qaeda, en muchas ocasiones de personas que recibían algún
tipo de prestación social (para más detalle al respecto, ver Ranstorp, 2018), así
como la financiación a partir de organizaciones benéficas. Posiblemente, la
estimación más acertada del presupuesto de las bandas yihadistas sea la
realizada por Bernard Bajolet, director de la Agencia Francesa de Inteligencia, al
establecer en 2 mil millones de dólares americanos el presupuesto anual del
DAESH3.
Podría considerarse que estas dos anécdotas son esporádicas en la trayectoria
del terrorismo global de no ser porque la documentación extraída a grupos
como ETA demuestran que se trata de organizaciones criminales en todos los
sentidos. ETA extorsionó a miles de personas, la mayoría empresarios, que
convivían con el temor a ser señalados. A lo largo de su historia, ETA recaudó
más de 20 millones por extorsión (el conocido impuesto revolucionario), más de
cien millones por el pago de secuestros (55 empresarios fueron secuestrados,
cuatro de ellos muertos), y casi 20 millones por atracos según se documenta en
el libro de Ugarte (2018). Se han acreditado 68 casos de pagos del impuesto
revolucionario con una media de 7.8 millones de pesetas. La banda terrorista
disponía de un presupuesto anual de entre cinco y siete millones de euros en
los años duros con los que pudo comprar armamento, financiar a sus liberados
y pagar a los presos. De hecho, ETA diseñó una estructura financiera de la que
se beneficiaba prácticamente todo el mundo abertzale: las gestoras
proamnistía llegaron a manejar más de tres millones de euros en 2001 para
asistir a los presos en España, mientras que donó diez millones de pesetas a
Herri Batasuna en 1986 para hacer frente a los comicios electorales.
La propia banda terrorista encontró dificultades para llevar a cabo su actividad
terrorista durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por el descenso
de ingresos; si entre 2001 y 2005 los ingresos eran superiores al millón de euros
anual, se conoce que entre 2006 y 2010 la media anual se redujo a 625.000
euros.
Es por esta razón que durante este periodo se intensificó la kale borroka contra
intereses empresariales a la vez que se recuperó la práctica de pedir donaciones
a sus simpatizantes4. No extraña que el fin de ETA haya sido recibido con
alegría por parte de los empresarios vascos que, de forma directa, mediante
secuestros y extorsiones, e indirecta, por medio de tensiones con el sindicalismo
abertzale, han convivido con un temor constante que se materializa en 49
empresarios asesinados, 52 secuestros y miles de extorsiones. El temor ha sido
de tal magnitud que los propios empresarios vascos no se atrevieron a
homenajear a los fallecidos hasta 20175.
El factor determinante para entender cómo se financia el terrorismo yihadista
en España es, de nuevo, que se trata de acciones muy puntuales en torno a
llaneros solitarios. Esto hace que el coste de llevar a cabo los secuestros o las
explosiones no suela ser superior a los 10.000€, según un estudio de Emilie
Oftedal (2015). Los últimos atentados yihadistas prueban que el robo o alquiler
de vehículos pesados puede sustituir al uso de armas. Los terroristas reciben
aportaciones de los grupos a los que pertenecen, pero también autofinancian
sus ataques mediante el tráfico de drogas, el robo de los materiales e, incluso, su
propio dinero. La creciente presión de la policía para detectar las fuentes de
financiación de estos grupos ha forzado a que las transferencias de dinero de los
grupos terroristas a sus células se reduzcan enormemente; a cambio, estas
células reciben dinero de negocios legales (locutorios, bazares, peluquerías, etc.).
La financiación del terrorismo
de ETA y el yihadista
1 https://elpais.com/cultura/2018/05/04/actualidad/1525430313_986732.html
2 https://elpais.com/internacional/2017/03/06/actualidad/1488816584_774560.html
3 Más datos se pueden encontrar en: http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/
IDAN/2017/603835/EXPO_IDA(2017)603835_EN.pdf
4 https://elpais.com/politica/2013/05/01/actualidad/1367426922_003719.html
5 https://www.elconfidencial.com/espana/pais-vasco/2017-05-31/empresariado-vasco-primer-
homenaje-colectivo-asesinados-eta_1391467/
4 https://elpais.com/politica/2013/05/01/actualidad/1367426922_003719.html
5https://www.elconfidencial.com/espana/pais-vasco/2017-05-31/empresariado-vasco-primer-
homenaje-colectivo-asesinados-eta_1391467/
La financiación del terrorismo
de ETA y el yihadista
El impacto de los ataques
terroristas en la economía
española

6. 10 11
El coste del terrorismo
Estas cifras responden a los gastos directos de los atentados, por lo que es
posible asignar el peso relativo según países. Para el año 2016, el terrorismo
repercutió en el 24% del PIB de Irak, el 13% del PIB de Afganistán y el 9% del PIB
de Sudán del Sud. El impacto económico también fue considerable para Siria
(6%), Libia (3%), Nigeria (3%) y Yemen (3%).
En esa línea, es asumible que el terrorismo tiene efectos en la localización de
empresas, la movilidad de las personas, la inversión extranjera, los mercados de
capitales, así como los sectores productivos. Si bien es cierto que los costes de la
reparación inmediata de los ataques terrorista son temporales y fácilmente
recuperables, los costes indirectos acostumbran a ser muy significativos. Por
ejemplo, Eldof y Melnick (2004) afirman que los mercados de capitales dejan de
ser sensibles al terrorismo cuando éste es continuado en el tiempo (por ejemplo,
en Israel), así como el impacto de los ataques terroristas en las bolsas es menor
en economías diversificadas en mercados menos competitivos. Pero en
términos globales, un informe del Parlamento Europeo8 sobre el coste
económico del terrorismo para la Unión Europea demuestra que el impacto
del terrorismo para la economía europea se estima en 179.811,9 millones de
euros para el periodo 2004-2016. Los países cuyo PIB ha sufrido con mayor
intensidad el terrorismo en el seno de la UE han sido: Reino Unido (43.712
€millones), Francia (43.009 €millones), España (40.798 €millones), Alemania
(19.170 €millones) y Grecia (10.398 €millones).
Centrándonos en España, en un ejercicio de cuantificación de los costes de la
actividad de ETA, Buesa (2006) estimó que la banda terrorista ocasionó un
gasto por valor de 671,1 millones de euros al año durante el periodo 1991-2002,
incluyendo gastos derivados de daños personales, pensiones extraordinarias,
daños materiales y el coste de los dispositivos de seguridad . Con estas cifras en
mente, se podría asegurar que el País Vasco sería más rico de no ser por la
existencia de ETA. Abadie y Gordeazabal (2003) estipularon que el País Vasco
estuvo perdiendo alrededor de un 10% de PIB per cápita en los años duros del
terrorismo etarra. Los mismos autores aseguran que el volumen de negocios de
las empresas con importantes negocios en el País Vasco (medido en acciones
ordinarias) aumentaron en torno al 10% durante la tregua de 1998, cayendo por
encima del 11% después de que ETA anunciara el fin del alto el fuego.
Los economistas especializados en el cálculo de los costes del terrorismo
señalan que tan relevante es cuantificar los costes directos materiales de un
atentado como saber qué inversiones pierde el país/región por la actividad
terrorista. De esta manera, el terrorismo genera costes directos provocados por
los propios ataques (daños materiales, compensaciones, gastos de limpieza,
asistencia a desplazados, etc.) como también efectos indirectos en la economía
que repercuten en gasto público, inversiones, puestos de trabajo y riqueza. No
se puede afirmar que los costes económicos del terrorismo sean equiparables a
los costes de una guerra civil o de una catástrofe natural (Addison, 2003;
Tavares, 2004), pero se podría afirmar que “el terrorismo le cuesta al mundo
más que el PIB del Reino Unido, Italia y Argentina juntos, o 1/3 del PIB
americano” (Buesa et al., 2008: 17).
Se ha llegado a estimar que los costes directos del 11S fueron de 14 mil millones
de dólares para el sector privado, de 1,5 miles de millones de dólares para el
sector público regional y local, de 0,7 mil millones de dólares para el gobierno
federal, y de 11 mil millones en operaciones de rescate6. Como consecuencia de
ello, el conjunto del sistema estadounidense ha desplegado leyes y agencias
para combatir el terrorismo que han incrementado los costes adicionales de la
burocracia federal. La principal cuestión a tener en cuenta es que gobiernos y
empresas reaccionan convirtiendo en gastos permanentes unas partidas –en
seguridad, en prevención- que hasta el momento eran fluctuantes; además se
trata de un gasto irracionalmente incremental que responde a una sensación
de amenaza que afecta a edificios (planes de evacuación, agentes de seguridad),
personas (medidas de seguridad personal y en viviendas), empresas
(aseguradoras, seguridad privada) y administración (gasto en seguridad y
militar). El portal de noticias www.defensenews.com se hace eco de un estudio
del Stimson Center en el que se asegura que los esfuerzos en contraterrorismo
de los Estados Unidos desde el 11S alcanzan los 2.8 billones de dólares, es decir,
186.6 mil millones de dólares anuales en el presupuesto de la Casa Blanca7.
El Institute for Economics & Peace recopila datos temporales que estiman los
costes directos del terrorismo en el mundo desde el año 2000 y es justo en 2011,
como consecuencia del 11S, que el impacto económico del terrorismo empieza a
incrementarse de 9 mil millones de dólares en el 2000 a los 84.000 mil millones
de dólares en 2016. Es en el periodo 2012-2016 donde se observa un incremento
desatado de los costes de la actividad terrorista. Se calcula que en 2012 el
terrorismo costó al mundo unos 41.000 mil millones de dólares, en 2013
ascendió a 71.000 mil millones, en 2013 se registró el coste mayor con 104.000
mil millones, descendiendo a 91.000 mil millones en 2015.
El coste del terrorismo
6Máscifrassobreestecasoyotrossepuedeencontraren: http://webs.ucm.es/info/cet/
documentos%20trabajo/Terror_teoyap_documento.pdf
7Enlacedisponible:https://www.defensenews.com/pentagon/2018/05/16/heres-how-much-
the-us-has-spent-fighting-terrorism-since-911/
8 Elestudiocompletopuedeconsultarseaquí:http://www.europarl.europa.eu/RegData/
etudes/STUD/2018/621817/EPRS_STU(2018)621817_EN.pdf
9Mástarde,Buesaetal.(2007)estimaronqueelcostedirectodel11Mparalaeconomía
madrileñaascendióa212millonesdeeuros(el0,16%delPIBregional).
El impacto de los ataques
terroristas en la economía
española

7. 12 13
El gasto público contra el terrorismo
El estudio más minucioso sobre el coste que ha representado para España el
terrorismo de ETA se publicó a principios de 2018 en forma de libro titulado La
bolsa y la vida bajo la coordinación de Josu Ugarte. En el libro se defiende que el
coste directo para el Estado ascendió a 25.000 mil millones de euros,
atendiendo a la necesidad de dotar a policías nacionales, guardias civiles y
ertzaintzas. Cuantificar el coste de todas las partidas relacionadas con la
seguridad, la prevención y la atención a las víctimas siempre ha sido una tarea
titánica por el carácter multidimensional y a menudo borroso de la lucha contra
el terrorismo. Lo cierto es que el cese de la violencia etarra ha significado un
reajuste de los efectivos policiales desplazados al País Vasco. El número de
Guardias Civiles destinados al País Vasco en 2008 era de 2.849, mientras que
en 2017 se redujo a 2.369 (un 16.8% menos). Algo similar sucedió con el número
de policías nacionales -de 1.422 efectivos en 2008 a 1.397 en 2017- y militares –de
1.692 en 2011 a 1.481 en 2017-.
Un dato que ayuda a entender el esfuerzo de un país en términos de seguridad
interior es el presupuesto anual del Ministerio del Interior en términos
comparados. Con datos del Eurostat, España siempre ha destinado un
porcentaje mayor a cuestiones de interior que la media de la Unión Europea.
Durante el periodo 2008-2016, España ha destinado un porcentaje superior al
2% del presupuesto anual al Ministerio del Interior (ver Tabla 2), excepto para el
último año que destinó un 1.9%. La tendencia española es similar a la de los
países del Este y otros países costeros (Italia, Reino Unido, Grecia, Portugal) que
deben hacer frente a políticas de inmigración.
Una parte importante del gasto público relacionado con el terrorismo es la
asistencia a las víctimas del terrorismo. Para el año 2016, el Ministerio del Interior
reconocía un total de 10.191 víctimas del terrorismo en España: 7.242 víctimas de
ETA, 191 de los GRAPO, 1.997 víctimas del atentado del 11M, 111 víctimas de otros
atentados islamistas y 640 víctimas de otros grupos terroristas. Se trata de un
gasto variable que responde al cambiante número de acciones terroristas por
año. El Ministerio del Interior reporta que en 2013 se destinaron unos 18 millones
de euros a asistir a las víctimas, en 2014 se incrementó notablemente por encima
de los 74 millones de euros, en 2015 descendió el gasto hasta los 21 millones y en
2016 se redujo considerablemente por encima de los 9 millones. Dentro de este
presupuesto se tienen en cuenta las ayudas e indemnizaciones por fallecimiento,
invalidez, secuestros, amenazas, ayudas al estudio y aportaciones materiales. La
Tabla 3 resume los datos del Ministerio del Interior.
Tabla 2.
Gasto en seguridad
pública de los
países de la Unión
Europea, como %
del presupuesto
Tabla 3.
Indemnizacio
nes y ayudas
a víctimas del
terrorismo,
2013-2016 (en
millones de
euros)
Fuente: Eurostat
Fuente: Ministerio del
Interior, Memoria 2017
El gasto en lucha contra el terrorismo adquiere una vertiente global que se vincula
al Ministerio de Defensa. Por un lado, dentro de las fronteras españolas las
operaciones policiales contra el yihadismo en España han sido habituales en las
últimas dos décadas. Se trata sobre todo de detenciones derivadas de apología del
terrorismo y de captación de miembros para combatir en Siria e Irak. En el periodo
2004-2015 se llevaron a cabo 148 operaciones policiales que resultaron en la
detención de 603 personas, especialmente de nacionalidad marroquí. Las zonas
donde se realizaron un mayor número de operaciones fueron Cataluña, Ceuta y
Melilla, aunque hubo detenciones en prácticamente toda España.
Aunque, por otro lado, España forma parte de varias misiones internacionales a las
que aporta personal y recursos en misiones de paz y de lucha contra el terrorismo
yihadista que, obviamente, suponen gasto público10. En la actualidad, las misiones
internacionales más costosas en Oriente Medio son: la Coalición Internacional de
Apoyo a Irak (o contra el Daesh), iniciada en 2015, a la que España aporta 480
militares; la Resolute Support (de la OTAN), cuyo objetivo es el adiestramiento y
militares españoles; la misión en Apoyo a Turquía de la OTAN que desde 2015
requiere de 149 militares, así como la FINUL-Libre Hidalgo (bajo supervisión de la
ONU) en la que participan 610 militares españoles que procuran el cese de las
hostilidades en el Líbano. España también participa en misiones internacionales
contra el terrorismo en Colombia (Misión ONU Colombia, desde 2016, 2
observadores), en Mali (Apoyo Aéreo a Mali, desde 2013, 58 militares y EUTM Mali,
desde 2013, 292 militares) o la República Centroafricana (Apoyo Aéreo RCA, desde
2013, 45 militares y EUTM RCA, desde 2016, 6 militares).
10 Más información al respecto en: http://www.defensa.gob.es/misiones/en_exterior/
El gasto público contra el terrorismo
El impacto de los ataques
terroristas en la economía
española

8. 14 15
Impacto sobre el turismo
y el comercio
La industria del turismo en España ha tenido que convivir permanentemente
con las amenazas terroristas de ETA, primero, y del yihadismo, recientemente.
En relación con ETA, la banda terrorista ha sido señalada constantemente como
el factor determinante en el descenso de turistas al País Vasco, sobre todo en
momentos de escala de violencia11.
En cuanto al terrorismo yihadista, a medida en que la población se acostumbra,
por desgracia, a los acontecimientos terroristas, y las consiguientes medidas de
seguridad que se despliegan, los efectos del terrorismo en el sector turístico
suelen ser de corto recorrido. París tardó unos pocos meses en recuperar el
número de turistas que perdió como consecuencia de los ataques terroristas en
201612 Se estima que la capital francesa perdió 1.5 millones de turistas, sobre
todo asiáticos, que se tradujo en dejar de ingresar 1.300 millones de euros13.
Este balance padece, no obstante, de que el turismo parisino es notablemente
urbano, centrado en visitas a grandes atractivos turísticos como la Torre Eiffel,
el Arco del Triunfo, el museo del Louvre, el Palacio de Versalles o Disneyland
Paris. La evolución negativa de la ciudad francesa contrasta con los datos
positivos de Londres tras sufrir cuatro ataques terroristas en 2017. Con el país
batiendo el récord de turistas anuales, las visitas a la capital inglesa mostraban
una curiosa tendencia: mientras que los locales preferían visitar otras ciudades
–como Bristol o Bath-, el número de turistas extranjeros aumentó a pesar de los
ataques terroristas. En cualquier caso, el factor Europa ayuda a una pronta
recuperación en cuanto a turismo se refiere; otros países han notado un
notable descenso de turistas a raíz de episodios terroristas: Turquía perdió 10,7
millones de visitantes y Egipto 4,2 millones de llegadas en 2016.
En Barcelona, las autoridades públicas y policiales encontraron una manera
efectiva de calmar los temores de turistas y residentes colocando todo tipo de
barreras alrededor de edificios emblemáticos de la ciudad como Las Ramblas y
la Sagrada Familia; esta respuesta fue posible en tanto que no se produjo un
asalto a hoteles cercanos a la costa como sucedió en Túnez que forzó el cierre
temporal del sector. Cabe tener en cuenta que el turismo veraniego en
Cataluña plantea un perfil de “sol y playa”, mientras que las visitas
programadas a la ciudad suelen ser secundarias. De hecho, algunos expertos
aseguran que se puede hablar de un impacto bajo al no haberse producido un
efecto contagio en otros destinos turísticos en las Islas Baleares14. Los turistas
ingleses, alemanes e italianos seguían confiando en Barcelona porque
consideraban que España era un lugar seguro.
Impacto sobre el turismo
y el comercio
Un factor relevante que contribuye a contener el impacto negativo del
terrorismo es la capacidad del propio sector de adaptarse rápidamente a los
contratiempos. Las compañías aéreas, a partir de la experiencia de otros
atentados en Europa, facilitaron el cambio de fecha de forma gratuita durante
unos días, así como asistieron a los viajeros en los aeropuertos de origen. Los
trabajadores en huelga de El Prat también contribuyeron solidariamente a
solucionar el colapso del aeropuerto barcelonés al suspender los paros
previstos durante la semana15. Quizá por ello no sorprenda que la
Confederación Española de Agencias de Viaje (CEAV), por medio de su
presidente Rafael Gallego, estuviera convencida de que “el número de
visitantes no se verá afectado por lo sucedido a corto plazo”16. Las agencias de
rating compartían una opinión similar: el Bank of America Merril Lynch
predijo un impacto de apenas el 7% en los ingresos turísticos, una cifra
considerada como de impacto moderado. Esta previsión tuvo en cuenta que el
ataque se produjo con la temporada turística bastante avanzada, que el
número de turistas tardíos era elevado y que se fue ampliando la oferta de
vuelos a España –con mayor número de destinos- en detrimento de otros
países europeos.
Tabla 4.
Evolución
número de
pernoctacio
nes,
2008-2018
11https://elpais.com/diario/2001/01/30/paisvasco/980887208_850215.html
12 La recuperación fue total para el año 2017. Las pernoctaciones incrementaron un 20% en enero de
2017 en comparación con enero de 2016.
13 https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/02/21/empresas/1487675382_016575.html
14 https://www.bloomberg.com/news/articles/2017-08-18/spanish-tourism-to-survive-barcelona-as-
terror-becomes-the-norm
Fuente: Estadística del
Ayuntamiento de
Barcelona17
La evolución de reservas hoteleras y el comercio en Barcelona en las semanas
posteriores al atentado en Las Ramblas confirman el impacto limitado. La
Tabla 4 muestra cómo las pernoctaciones hoteleras en Barcelona no se
redujeron en 2017 en comparación con el año anterior; sí se observa, no
obstante, un descenso para el conjunto de Cataluña. Un informe elaborado por
el Consejo de Turismo y Ciudad del Ayuntamiento de Barcelona aseguraba que
las cancelaciones hoteleras se concentraron en los tres primeros días, llegando
a un 20%; no obstante, se fue recuperando lentamente. Los apartamentos
turísticos apenas notaron el impacto del atentado, situándose las reservas por
encima del 80%.
15https://www.elconfidencial.com/economia/2017-08-17/los-vigilantes-de-el-prat-aplazan-la-
huelga-por-el-atentado-terrorista-en-las-ramblas_1430116/
16 http://www.ceav.info/notas_prensa/ceav-traslada-el-pesame-a-los-familiares-de-las-victimas-
del-atentado-de-barcelona.htm
17 Estadística del Ayuntamiento de Barcelona, http://www.bcn.cat/estadistica/angles/dades/
economia/teoh/evo/t23.htm
El impacto de los ataques
terroristas en la economía
española

9. 16 17
El transporte urbano se normalizó rápidamente después de producirse el cierre
temporal de algunas estaciones, mientras que no hubo cancelaciones de
congresos y ferias programadas antes del atentado. Tampoco se cancelaron las
visitas turísticas a espacios como el Parc Güell, el Tibidabo o el Zoo18. Vivir en la
ciudad esos días se volvió algo más costoso por las medidas de seguridad y
puntos de control que se instalaron en estaciones de trenes y de autobús. Sin
embargo, el documento concluye que la imagen de Barcelona como destino
turístico permanecía intacta en tanto que se observaba una fuerte
determinación en visitar la ciudad a partir de las opiniones vertidas por
potenciales turistas en foros turísticos.
Conclusiones
La principal conclusión de este informe es que el terrorismo impacta
negativamente en la economía de manera directa e indirecta, aunque son los
países en vías de desarrollo los que más notan el impacto por dos motivos:
primero, por albergar una actividad económica mucho más intensa y,
segundo, por tener una economía poco competitiva. Las economías de la
OCDE se adaptan rápidamente a los ataques terroristas que esporádicamente
reciben; turistas y consumidores logran sobreponerse al temor inicial,
especialmente por la pronta actuación de las autoridades en retomar el
control y la seguridad.
Cuanto más longeva es la actividad terrorista en un territorio, mayor es su
impacto en la economía. Esa es la conclusión de varios estudios sobre la
banda terrorista ETA. El País Vasco sería un 10% más rico de no ser por ETA,
ello sin contar que el empresariado vasco estaría mejor equipado y, sobre
todo, menos temeroso de los riesgos políticos.
En cuanto al terrorismo yihadista, la propia naturaleza de los atentados hace
que los costes directos sean relativamente baratos, tanto como su preparación
y financiación. El impacto real en las economías de la OCDE se debe buscar en
el gasto público que destina el Estado a la protección y seguridad, mientras
que en el impacto real de países como Iraq o Siria puede afectar una cuarta
parte de su economía anual.
Impacto sobre el turismo
y el comercio
18 https://ajuntament.barcelona.cat/premsa/2017/10/04/barcelona-es-recupera-rapid-de-limpacte-
del-17-a-en-els-sectors-turistic-i-comercial/?hilite=%27Consell+Turisme+i+Ciutat%27
El impacto de los ataques
terroristas en la economía
española

10. 18 19
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terroristas en la economía
española

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