2. A lo largo de casi cuarenta años (1939-1975), el franquismo permaneció inalterable en sus principios:
concentración de poderes en manos del dictador, ausencia de Constitución, sufragio y partidos políticos,
así como negación de las libertades.
Sin embargo, se produjeron cambios socioeconómicos: de una primera etapa de estancamiento
económico (1939-1959), se pasó a otra de crecimiento y de transformación social (1959-1973).
A partir de 1973, el inicio de una crisis económica, el descontento social, el aumento de la oposición y el
agotamiento del régimen anunciaban su desaparición tras la muerte del dictador en 1975.
Cronología
Desfile de la Victoria en Madrid, 19 de mayo de 1939.
Introducción
El régimen político que se
estableció en España al final de
la Guerra Civil puede definirse
como una dictadura con rasgos
fascistas, en la que las clases
dominantes tradicionales
recuperaron el predominio
social. La figura del general
Francisco Franco presidió el
período de forma
omnipresente.
3. El régimen político de Francisco Franco (1939-1975) fue una dictadura militar con rasgos fascistas, caracterizada por la
oposición al comunismo y a la democracia. Se asentaba ideológicamente en la negación de la democracia liberal y la
defensa del militarismo, del catolicismo conservador y de la unidad de España.
A. Una dictadura militar
Franco concentraba todos los poderes: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Era el jefe del Estado, ostentaba el título de
Caudillo de España y era, asimismo, Generalísimo de los Ejércitos, con mando supremo sobre ellos.
El nuevo régimen era claramente antidemocrático y antiliberal. Todos los partidos y sindicatos fueron declarados ilegales, y
sus militantes, perseguidos. Sólo se permitió un partido, la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva
Nacional Sindicalista (FET y de las JONS), del que Franco era su máximo dirigente. De él dependía la Central Nacional
Sindicalista (CNS), sindicato único de tipo vertical, que integraba a patronos y obreros.
Las Cortes democráticas y las elecciones fueron suprimidas. Franco legislaba por decreto ley y su poder era vitalicio,
otorgándose a sí mismo la potestad de nombrar sucesor. Todas las instituciones republicanas fueron desmanteladas, se
suprimió la Constitución de 1931 y se eliminaron las libertades democráticas individuales y colectivas.
También se decretó la abolición de los Estatutos de Autonomía de Cataluña y el País Vasco, y se prohibió todo tipo de
manifestaciones de carácter nacionalista.
Representación propagandística de Franco como Caudillo de España, 1939.
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
4. La dictadura pretendió dar una imagen de legalidad, que asimilara
sus leyes e instituciones a las de una democracia, pero sin serlo.
Por ello, el Fuero del Trabajo (1938) declaraba los principios
laborales del nuevo régimen, pero prohibía los sindicatos libres y la
huelga. La Ley Constitutiva de las Cortes Españolas (1942) creó
una cámara consultiva que no tenía poder legislativo, y sus
miembros (procuradores) no eran elegidos por sufragio universal.
El Fuero de los Españoles (1945) era una pseudodeclaración de
derechos, la Ley de Referéndum (1945) contemplaba las consultas
populares para determinadas leyes y la Ley de Sucesión (1947)
preveía una monarquía como sucesora del franquismo.
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
6. B. El apoyo de los grupos sociales tradicionales
La victoria franquista en la Guerra Civil significó el triunfo de los sectores sociales
que con la República temieron perder sus privilegios: la gran burguesía, el Ejército
y la Iglesia católica, que pasaron a apoyar un régimen político que garantizaba su
poder e influencia.
La gran burguesía de los propietarios de tierras, de la banca y los negocios tuvo
plena libertad para ejercer su dominio económico. La reforma agraria republicana
fue anulada y las condiciones laborales (salarios, horarios, etc.) eran dictadas por
el gobierno, sin posibilidad de negociación por parte de los trabajadores.
El Ejército, vencedor de la guerra y garantía de la continuidad del régimen, poseía
unos efectivos numerosos y sus mandos ejercían multitud de cargos políticos
(ministros, gobernadores, responsables sindicales...) y puestos importantes en las
empresas.
Respecto a la Iglesia católica, Franco estableció la confesionalidad del Estado y le
otorgó privilegios. Se suprimió el divorcio, el matrimonio religioso volvió a ser
obligatorio, se implantó de nuevo la enseñanza religiosa y se restableció el
presupuesto de culto y clero.
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
8. C. La represión a la oposición
El franquismo se caracterizó por la represión permanente
de cualquier oposición con el objetivo de castigar a
quienes habían apoyado la causa republicana e impedir el
surgimiento de nuevos movimientos opositores.
Con este fin, el nuevo Estado elaboró un entramado de
leyes represivas (Responsabilidades Políticas, Seguridad
del Estado, Represión de la Masonería y el Comunismo, y
Orden Público.) y se supeditó la justicia los dictados del
Gobierno, hecho que supuso la práctica desaparición de
un poder judicial independiente.
Las acciones contra los opositores incluían depuraciones
laborales, reclusión en campos de concentración, trabajos
forzados en obras públicas, torturas, encarcelamientos y
ejecuciones por motivos políticos. Se calcula que durante
la posguerra hubo 50.000 ejecuciones por motivos
políticos y que en 1940 había en España unos 270.000
presos, de los que 23.000 eran mujeres.
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
9. Tabla de la evolución de la población carcelaria durante el primer franquismo (izd)
Campo de prisioneros de Montjuic (dch)
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
10. D. La adaptación al entorno internacional
A lo largo de los años, el franquismo fue cambiando sus aliados internacionales. En
consecuencia, podemos establecer tres etapas:
1. En 1939 dio su apoyo de forma incondicional a las potencias del Eje (Alemania e
Italia). Aunque no intervino de forma directa en la Segunda Guerra Mundial, el
gobierno español envió una unidad de voluntarios, la División Azul*, al frente alemán
del Este (Rusia). Ahora bien, a partir de 1943, cuando la guerra empezaba a ser
desfavorable para dichas potencias, el régimen franquista retornó a una posición de
neutralidad y disolvió la División Azul.
2. La derrota de los fascismos, en 1945, provocó una etapa de aislamiento
internacional hasta 1953. El régimen franquista fue condenado por la ONU (1946),
que recomendó la retirada de España de los embajadores de todos los Estados
democráticos.
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
11. 3. El aislamiento empezó a
romperse en 1953, cuando
España pactó unos acuerdos de
colaboración con Estados Unidos
y firmó un Concordato con la
Santa Sede. Ello significó el inicio
de una nueva etapa de relaciones
internacionales, que supusieron
el reconocimiento del franquismo
y su asentamiento definitivo. En
el nuevo contexto de la Guerra
Fría, el anticomunista Francisco
Franco pasó a ser un fiel aliado de
la política de Estados Unidos
contra la Unión Soviética.
1. ¿Cuáles fueron las bases del régimen franquista?
12. 2.1. Las huellas de la Guerra Civil
En 1939, España era un país destrozado por la guerra, que comportó un hundimiento
demográfico. Se calcula que hubo unas 550.000 víctimas y supuso el exilio
permanente de más de 200.000 personas.
Parte de la industria, de la agricultura, de las vías de comunicación y de los medios de
transporte había sufrido importantes destrozos. Asimismo, la producción descendió
muy por debajo del nivel de antes de la guerra.
Para la mayoría de la población (obreros, campesinos y clase media), la vida cotidiana
venía marcada por la carestía de alimentos y la pobreza. Los salarios eran bajos y la
capacidad adquisitiva resultaba muy escasa.
Pero, al mismo tiempo, fueron años de euforia y enriquecimiento fácil para unos
pocos: los mandatarios del régimen, los grupos sociales más vinculados al poder y los
especuladores, que se beneficiaban económicamente con la escasez de productos y los
bajos salarios de los obreros.
2. La larga posguerra (1939-1959)
13. 2.4. ¿Qué era el mercado negro y el estraperlo?
La miseria de la posguerra obligó al gobierno a crear una institución de beneficencia, el Auxilio Social, para paliar el hambre de los
más necesitados.
En la posguerra, desde 1939 hasta principios de la década de 1951, y ante la escasez de bienes de consumo, el gobierno impuso el
racionamiento para los productos básicos. Para ello se utilizaban unas cartillas con las que se repartían entre la población algunos
productos de primera necesidad, a un precio oficial tasado. Igualmente, un sistema de cupones distribuía entre las industrias las
escasas materias primas o fuentes de energía (hierro, algodón, carbón, petróleo…).
Los cupones asignados para el racionamiento eran muy escasos y muy pronto se originó un mercado negro de productos
(estraperlo). Los estraperlistas vendían los productos de forma clandestina a precios abusivos, a menudo el doble o el triple del
precio del mercado oficial.
Algunos productos del mercado negro provenían de campesinos que ocultaban parte de sus cosechas, para no venderlas al precio
oficial. Muchas veces contaban con la connivencia de la policía, o de las autoridades, que a cambio de sobornos permitían el tráfico
ilegal de estos productos.
Parte de los estraperlistas eran personas pobres que encontraban en esta actividad una manera de ganarse la vida. Pero los más
beneficiados fueron los grandes especuladores, vinculados al régimen.
2. La larga posguerra (1939-1959)
14. 2.2. Autarquía e intervencionismo del Estado
En la posguerra, la política económica del franquismo se caracterizó, como en otros
regímenes totalitarios, por un gran intervencionismo del Estado en la producción y
distribución de los bienes, fijación de precios, reglamentación del trabajo y de los
salarios y control sobre el comercio exterior.
Asimismo, el aislamiento y el boicot internacionales orientaron la política económica
hacia la autarquía. Se pretendía la autosuficiencia económica mediante el fomento
de la producción nacional, es decir, el autoabastecimiento de la mayoría de
productos y la limitación de las importaciones para no depender del exterior. De
este modo, se siguió una política proteccionista que gravaba con fuertes aranceles
las importaciones y limitaba la entrada de capital extranjero.
Además, para fomentar el desarrollo de la industria, se creó el Instituto Nacional de
Industria (INI) y se fundaron empresas públicas que se ocupaban de los sectores no
rentables para la iniciativa privada.
2. La larga posguerra (1939-1959)
15. 2.3. El colapso económico
La autarquía fue muy negativa para la economía española, que tardó
muchos años en recuperar el nivel anterior a la guerra. La agricultura y la
industria crecieron muy lentamente, el comercio con el exterior era
mínimo y la escasez de bienes de consumo (alimentos, ropa, jabón,
tabaco, combustibles, etc.) se prolongó durante años.
En consecuencia, el nivel de vida y la renta per cápita no alcanzaron las
cifras de 1936 hasta 1953. Los precios se multiplicaron por cinco, mientras
los salarios crecían lentamente y se mantenían siempre por debajo de los
precios. Al iniciarse la década de 1950, se introdujeron algunas reformas y
se abandonó el racionamiento, pero no fue hasta la década de 1960
cuando el crecimiento de la economía permitió una mejora del nivel de
vida de los españoles.
2. La larga posguerra (1939-1959)
16. La mujer durante el franquismo
El franquismo supuso el fin de la democracia y de las libertades para todos los
españoles, pero para las mujeres significó mucho más: la pérdida de todos los
derechos que habían conseguido durante la Segunda República, y la
consolidación de un sistema de valores machista que las retornaba al hogar y las
consideraba inferiores, tanto jurídica como legalmente.
Se defendía que el hombre tenía unas capacidades físicas e intelectuales
superiores, y que la función social de la mujer era complementaria: mientras el
hombre se encargaba de los asuntos públicos, la mujer se ocupaba del ámbito
doméstico.
La mujer casada perdió su capacidad legal y el marido se erigió en el
administrador de sus propiedades y en su representante legal, hasta el punto de
que no podían comprar ni vender bienes sin su autorización. Se anuló el derecho
al divorcio y se prohibieron el uso de anticonceptivos y el aborto. El código penal
volvió a restablecer el delito de adulterio y de concubinato, que se castigaba
preferentemente en el caso de que fuese cometido por la mujer.
3. La mujer durante el franquismo (1939-1959)
17. En el terreno laboral, se intentó alejar a la mujer
casada del trabajo fuera del hogar. Se aceptó la
desigualdad salarial entre sexos y el despido de las
mujeres, tras una compensación económica (dote
de nupcialidad), cuando contraían matrimonio. Si, a
pesar de todo, la mujer casada quería trabajar
necesitaba un permiso de su marido y no podía
ejercer determinadas profesiones. Además, las
madres trabajadoras eran penalizadas, ya que
resultaban excluidas de los subsidios familiares que
entregaba el Estado.
ica de la asignatura de Hogar,
por la Sección Femenina de Falange
1.
3. La mujer durante el franquismo (1939-1959)
18. 3. La época del desarrollismo (1957-1973)
En la década de 1950, el fracaso de la política autárquica, el reconocimiento internacional del franquismo y los signos de descontento
popular convencieron al régimen de la necesidad de una reorientación política y económica para poder asegurar su propia
supervivencia.
3.1. Una nueva élite dirigente
Para llevar adelante esta reorientación fue esencial la entrada en el gobierno, en 1957, de personalidades vinculadas al Opus Dei*
que, sin desplazar por completo a los grupos franquistas tradicionales (falangistas, militares, etc.) ni cuestionar el marco político de la
dictadura, aportaron criterios más técnicos y modernizadores. Por ello se conoce a este grupo como los tecnócratas, pues estaban
interesados en iniciar una política económica que posibilitase el acercamiento de España a Europa y favoreciese su desarrollo
industrial.
Para fomentar estos cambios dejaron de usarse los símbolos fascistas, y el partido único, para el cual se prefirió la denominación de
Movimiento Nacional, se supeditó al gobierno. También se impulsaron reformas administrativas y nuevas leyes, como la de Principios
Fundamentales del Movimiento (1958) y la Ley Orgánica del Estado (1966), que definieron el sistema político como una democracia
orgánica.
Por último, para asegurar la continuidad del régimen, las Cortes franquistas, en 1969, aceptaron al príncipe Juan Carlos de Borbón,
nieto de Alfonso XIII, como sucesor de Franco en la jefatura del Estado, a título de Rey.
Gobierno tecnócrata nombrado en diciembre 1969
El22dejuliode1969,FranciscoFranco,nombróal
príncipeJuanCarlossucesoralaJefaturadelEstadocon
títuloderey.
2. La larga posguerra (1939-1959)
19. 3.2. El Plan de Estabilización (1959)
A finales de la década de 1950, la situación económica, derivada de los casi veinte años de autarquía, era muy grave. Las
reservas de divisas se agotaban, la balanza de pagos era negativa, la agricultura no mejoraba sus rendimientos y la
productividad resultaba muy baja. Era necesario un cambio de política económica.
Con la entrada de los tecnócratas en el gobierno se puso en marcha el Plan de Estabilización (1959), cuyo objetivo consistía
en sustituir una economía cerrada y con fuerte control estatal, por una economía vinculada a los circuitos internacionales y
con mayor peso de la iniciativa privada. Para ello se actuó en tres grandes direcciones:
•Estabilización de la economía, mediante la reducción de la inflación, la devaluación de la peseta, la restricción de los
créditos y la congelación de los salarios.
•Liberalización interior, con la eliminación de los organismos intervencionistas y el fin del control de los precios.
•Liberalización exterior, con la supresión de los obstáculos para la entrada de mercancías y capitales extranjeros que
propiciara, a la vez, la exportación.
Por otra parte, el gobierno puso en marcha los llamados Planes de Desarrollo (1964-1975), que pretendían fomentar el
progreso industrial y disminuir los desequilibrios entre las diferentes regiones españolas.
Inversiones extranjeras privadas en España
20. 3.3. El auge económico
Entre 1959 y 1973, España conoció un período de gran crecimiento. La producción
industrial aumentó de forma espectacular (10% anual), renovó sus bienes de equipo,
adoptó nuevas tecnologías y aumentó su producción y productividad. La renovación
del sector agropecuario vino a través de un incremento de la mecanización, de una
reducción de la mano de obra empleada y de la diversificación de la oferta de
productos (carne, leche, fruta, etc.).
También se produjo un crecimiento del sector servicios. En concreto, el sector
turístico se convirtió en uno de los mayores puntales económicos del país. El
comercio exterior conoció un notable aumento y se reactivaron las exportaciones.
Como resultado de este proceso, entre 1960 y 1973 se incrementaron la renta
nacional, los salarios y el poder adquisitivo de la población.
21. 3.4. Un crecimiento desequilibrado y dependiente
El crecimiento económico de estos años fue presentado por el régimen como un
verdadero "milagro económico español", producto de los aciertos del franquismo.
Pero hoy en día existe consenso respecto a que el crecimiento no fue tanto el
resultado de la actuación gubernamental como la consecuencia del
aprovechamiento de la expansión económica de los países occidentales.
El auge económico europeo y americano permitió exportar productos españoles,
enviar a un gran número de trabajadores al exterior, recibir enormes ingresos por el
turismo y considerables inversiones de capital extranjero deseoso de aprovechar los
bajos salarios españoles.
Ahora bien, este crecimiento afianzó una economía muy dependiente del exterior
(en capital, tecnología y divisas) y con grandes desequilibrios territoriales, al
concentrarse la actividad industrial en escasas regiones (Madrid, Cataluña, País
Vasco, Valencia…).
22. 4. La modernización de la sociedad española
4.1. Demografía y migraciones
La mejora de las condiciones de vida de la población provocó un aumento de la natalidad y una
disminución de la mortalidad españolas, que produjeron un fuerte aumento demográfico.
Además, la población española conoció los movimientos migratorios más importantes de los últimos
siglos. Como el crecimiento de la población fue superior al ritmo de creación de empleo, un buen
número de españoles tuvieron que trasladar su lugar de residencia, en busca de trabajo y de mejores
oportunidades de vida.
La emigración exterior afectó a casi dos millones de españoles que marcharon esencialmente hacia
Alemania, Suiza y Francia, países necesitados en aquellos momentos de mano de obra. El dinero que
estos emigrantes enviaban a sus familias fue un elemento importante para el desarrollo económico de
esos años.
Las migraciones interiores implicaron a un número mayor de españoles, que se desplazaron desde las
regiones agrícolas hacia los núcleos industriales. Ese éxodo movilizó a cerca de cuatro millones de
personas y significó el crecimiento de las grandes ciudades (Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia, Sevilla,
Zaragoza…) y el despoblamiento de muchos núcleos rurales.
La rapidez de los desplazamientos internos provocó un crecimiento caótico de las ciudades receptoras,
donde surgieron nuevos barrios con ausencia de planificación y de infraestructuras básicas, como
asfaltado, luz eléctrica, alcantarillado y servicios (escuelas, hospitales…).
a la CEE-12.
Migraciones interiores en la década de 1960.
23. 4.2. La transformación de la sociedad
Durante la década de 1960, tras los años de la posguerra en los que la sociedad había mantenido
formas de vida muy tradicionales, se produjo un acelerado cambio social.
La mejora del nivel de vida
La mecanización agrícola y la industrialización dieron lugar a un drástico descenso de la población
agraria y a un notable crecimiento de la población urbana, dedicada a la industria y los servicios. La
modernización de la economía originó también el crecimiento de la clase media (obreros
especializados, profesionales liberales, trabajadores de la administración, la banca, enseñanza,
sanidad…) frente a sectores menos favorecidos socialmente (jornaleros o peones).
El incremento de los niveles de renta hizo que las familias pudiesen destinar parte de su presupuesto
a la adquisición de bienes de consumo (frigorífico, lavadora, televisión, automóvil...). Así, España fue
incorporándose a la denominada sociedad de consumo, aunque con menor intensidad que otros
países occidentales.
Una sociedad más abierta
La llegada del turismo, la apertura de fronteras y los viajes a otros países permitieron a los españoles
tomar contacto con el exterior: conocer sus costumbres, literatura, cine, arte y, sobre todo, los
regímenes políticos democráticos y de amplias libertades. Esta apertura de la sociedad comportó
cambios en la mentalidad de los españoles. Se impusieron nuevos hábitos de relación social, las
mujeres fueron incorporándose a la vida laboral fuera de casa y la Iglesia disminuyó su influencia
social.
La mentalidad de las nuevas generaciones, que no habían vivido la guerra, cambió radicalmente y
poco a poco fue extendiéndose un amplio movimiento social a favor de la democratización de la
vida española.
24. 5. La oposición al franquismo
5.1. Resistencia y represión
Los primeros tiempos del franquismo estuvieron marcados por la represión. La Ley
de Responsabilidades Políticas de 1939 fue el instrumento para ejercer una dura
persecución contra los que durante la República, o una vez acabada la guerra, se
oponían al régimen.
Además del suceso de los exiliados, al finalizar la contienda, en el interior, decenas
de miles de personas fueron depuradas (pérdida de su trabajo o cargo),
encarceladas o ejecutadas por su actividad política. Asimismo, todos los partidos y
sindicatos tuvieron que pasar a la clandestinidad. Las cárceles se saturaron y se
habilitaron campos de concentración para los detenidos.
A pesar de ello, se mantuvo una minoritaria resistencia armada en forma de
guerrillas, el maquis. Su período de máximo apogeo fue entre 1944 y 1947, cuando
el triunfo de las potencias democráticas en la Segunda Guerra Mundial creó la
esperanza de que éstas derribarían la dictadura de Franco.
Campos de concentración en el primer franquismo.
Campo de refugiados de Argelès-sur-Mer
25. Una de las acciones
guerrilleras más
importantes del maquis
fue el intento de
invasión por el Valle de
Arán en octubre de
1944.
Agrupación guerrillera
de Granada en 1948.
26. 5.2. La reorganización de las fuerzas políticas y sindicales
Después de la guerra europea, cuando la perspectiva de una rápida caída del franquismo se
desvaneció, las estrategias de los grupos de oposición se modificaron. Poco a poco se
abandonó la lucha armada, aunque algunos grupos aislados mantuvieron su actividad hasta
1952.
En la clandestinidad, el PCE, el PSOE y la CNT, que tenían a sus dirigentes en el exilio,
desarrollaron actividades de oposición al régimen. Los comunistas fueron los que
consiguieron una mayor implantación, sobre todo entre los obreros y los estudiantes.
Los antiguos sindicatos (UGT y CNT) quedaron bastante diezmados, y en 1964 se fundó
Comisiones Obreras (CCOO). Esta organización sindical impulsó la lucha reivindicativa
(salarios, condiciones laborales…) y política (libertades democráticas).
Asimismo, existían núcleos de oposición integrados por monárquicos y democristianos, que
impulsaron la Reunión de Munich de 1962. En ese encuentro se planteó la necesidad de
democratizar el país como condición para su incorporación a las instituciones europeas.
Los partidos nacionalistas también fueron reorganizándose. En el País Vasco, el PNV fue la
fuerza hegemónica, pero el hecho de mayor repercusión fue la creación, en 1959, de la
organización ETA, que propugnaba la lucha armada. En Cataluña surgieron nuevas
organizaciones (Front Nacional de Catalunya y el Moviment Socialista de Catalunya).
En 1959, nace la organización
terrorista ETA, como escisión del PNV.
En 1962 comenzaron las acciones de
sabotaje. Los primeros asesinatos de
miembros de las fuerzas de orden
público tuvieron lugar en 1968. El
guardia civil José Pardines y el jefe de
policía política de Bilbao, Melitón
Manzanas, son los primeros muertos
de ETA.
27. 5.3. Movimientos sociales
A partir de la década de 1950, las precarias condiciones de vida de la posguerra impulsaron las
primeras movilizaciones contra el régimen, entre las que destacaron la huelga de tranvías de
Barcelona, de 1951, y la de los mineros asturianos de 1958.
Los cambios de la década de 1960 propiciaron un aumento significativo de la oposición al
régimen. La sociedad española empezaba a perder el miedo a la dictadura de Franco, y las
manifestaciones en las calles aumentaron, así como las huelgas y los actos reivindicativos
contra el régimen.
Además, el crecimiento del número de asalariados y la organización de sindicatos en la
clandestinidad dieron lugar a un aumento de los conflictos de tipo laboral. En el año 1962 se
produjeron las primeras huelgas importantes en núcleos de Asturias, Cataluña, Andalucía y el
País Vasco, que aumentaron notablemente en la década de 1970.
La Universidad fue también uno de los principales focos de oposición antifranquista. En 1956 y
1957 tuvieron lugar las primeras movilizaciones estudiantiles importantes en Madrid y
Barcelona, y en 1966 se creó en muchas universidades el Sindicato Democrático de Estudiantes
(SDEUB), que se oponía al franquista Sindicato Español Universitario (SEU), de afiliación
obligatoria para todos los estudiantes.
La Iglesia católica vio surgir en su seno grupos disidentes del franquismo. La actividad de grupos
cristianos ligados al mundo obrero (Juventud Obrera Cristiana) y la nueva actitud de parte del
clero más joven evidenciaron que la Iglesia española ya no era monolítica como sustento
ideológico del régimen.
28. 6. El fin del franquismo
(1973-1975)
6.1. La crisis económica de la
década de 1970
ConferenciadelOPEP(1973)
A partir de 1973 se inició un cambio en la economía de los
países occidentales, provocado por el rápido aumento del
precio del petróleo y de las materias primas. La crisis del
petróleo puso fin al período de crecimiento y prosperidad e
inauguró una época de profunda recesión económica.
En España, esta crisis se inició con un alza continua de los
precios, un retroceso del turismo, que redujo la entrada de
divisas, una disminución de las inversiones extranjeras y el
regreso de muchos emigrantes. Esta situación afectó, sobre
todo, al sector industrial y muchas empresas quebraron, lo
que generó un aumento del paro.
En consecuencia, a partir de 1975, los índices de crecimiento
de la economía española se frenaron bruscamente: la
inflación llegó hasta el 26% anual, y el paro no dejó de
aumentar. En esta difícil situación económica, España tuvo
que hacer frente a la muerte de Franco y al proceso de
transición hacia la democracia.
29. 6.2. La crisis política del régimen
En 1973, Franco estaba ya gravemente enfermo y por primera vez nombró un presidente del gobierno, el
almirante Luis Carrero Blanco, que fue asesinado por ETA en diciembre de ese mismo año. Su desaparición
fue un duro golpe, ya que se le consideraba el personaje clave para asegurar la continuidad del régimen,
ante la proximidad de la muerte del dictador.
A partir de ese momento, se hizo más evidente el enfrentamiento entre dos grupos dentro del franquismo:
los inmovilistas, que defendían mantener el régimen sin cambios después de la muerte del dictador, y los
aperturistas, que apostaban por un proceso de reformas y la creación de asociaciones políticas dentro del
Movimiento Nacional.
En enero de 1974 se constituyó un nuevo gobierno, presidido por Carlos Arias Navarro, que prometió una
apertura política. Pero las reformas fueron insignificantes.
La enfermedad de Franco y la incertidumbre sobre la situación que se produciría a su muerte no impidieron
que el régimen mantuviera una dura represión hasta el final.
Las acciones violentas de grupos armados antifranquistas, como ETA, el FRAP y los GRAPO, fueron
contestadas con la ejecución de Salvador Puig Antich en 1974, la instauración del Estado de excepción casi
permanente y las condenas a muerte de cinco miembros de ETA y del FRAP en septiembre de 1975.
Con esta situación de fondo, y en medio de un grave conflicto en el territorio español del Sahara, Francisco
Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
CarlosArioNavarroLuisCarreroBlanco
30. 6.3. Las movilizaciones antifranquistas
Los últimos años del franquismo conocieron un auge espectacular de la oposición antifranquista, tanto política como sindical y del
conjunto de la ciudadanía. Los antifranquistas se coordinaron en plataformas unitarias para llevar a cabo sus demandas de cambio
e impedir la continuidad del régimen franquista a la muerte del dictador.
En 1971 se creó la Asamblea de Cataluña, que coordinaba todos los movimientos de oposición catalanes. En 1974, a iniciativa del
PCE, se constituyó la Junta Democrática, y en 1975, el PSOE impulsó la Plataforma Democrática. En esencia, estos organismos
manifestaron que no aceptarían ningún cambio que no comportase la concesión de una amnistía, el reconocimiento de las
libertades y la convocatoria de elecciones libres.
En la calle, las movilizaciones populares, en demanda de la democratización del régimen, aumentaron significativamente. Una
oleada de huelgas, manifestaciones y declaraciones de personalidades e instituciones reclamaban la llegada de la democracia a
nuestro país.
Las ejecuciones de 1975 originaron una oleada de protestas internacionales. Los franquistas llenaron la Plaza de Oriente el 1 de
octubre para apoyar a Franco.
Santiago Carrillo
Felipe González