1. La vida en pareja y el coronavirus
19 de marzo de 2020 / Por Angela Mammana
Fuente: Città Nuova
Las fases de la vida en pareja, la necesidad de cuidar la relación y las oportunidades para
aprovechar el tiempo de la cuarentena, mientras estamos "forzados" a pasar tanto tiempo
juntos encerrados en casa.
En este "extraordinario" tiempo del #QuedateEnCasa cada pareja, dependiendo de lo que
experimenten en su vida, se encuentran viviendo diferentes retos. ¡Nuestra necesidad de
seguridad, de recibir cuidado y protección, de sentirnos cercanos y conectados en este tiempo
de emergencia del Coronavirus es ciertamente muy alta!
La relación necesita ser alimentada, esto puede tener diferentes connotaciones y está
influenciada por las diferentes fases por las que pasan las parejas. Necesitan transformar
continuamente su estructura interna. Según el enfoque pluralista integrado, sigue un ciclo de
vida compuesto de fases.
La primera fase es la del enamoramiento, es la fase simbiótica, caracterizada por un doble
vínculo proyectivo, es decir, cada uno de los miembros de la pareja idealiza al otro y su
compatibilidad (la posibilidad de ser una pareja perfecta). Se cree que el otro llena un vacío,
una carencia. Es un momento feliz, perturbador, de gran energía y entusiasmo, en el que se
hacen muchas "locuras de amor". ¡En el que todo es hermoso! Gradualmente, con la aparición
de conflictos y dudas, comenzarán las primeras crisis llenas de ansiedad. Esta fase de ilusión,
por lo tanto, termina con lo que hemos llamado la lucha por el poder.
2. La segunda fase es la de la decepción y la separación: uno o ambos miembros de la pareja
rompen la simbiosis y buscan las diferencias del otro. En esta fase, surgen claramente las
semejanzas y las diferencias. A veces nos despertamos diciendo: "Pensé que era diferente", o
"Ya había visto estas cosas pero estaban ocultas por todo lo positivo".
Cada uno encuentra en el otro cuáles son sus puntos fuertes y débiles y se tendrá menos
ganas de estar juntos (existe el sabor de la desilusión). Es un momento muy crítico para todas
las parejas porque las expectativas iniciales se han desvanecido. Pasamos a la "lucha de
poder", un momento de conflicto en el que la pareja se pelea por quién tiene la razón, cómo
hacer algo o tomar decisiones, ¡en el que el otro siempre se equivoca!
Sólo si se supera este difícil paso se consolidará el vínculo, se pasará a una relación madura,
en la que se descubre al otro en su singularidad, en la que la relación se vuelve mucho más
satisfactoria. Los psicólogos Edoardo Giusti y Maria Chiara Mazzei escriben al respecto: "Desde
el conflicto y desde la exposición de los argumentos del mismo es posible trazar el camino
hacia la intimidad, pero para llegar a ella es necesario aceptar primero las diferencias
recíprocas y la crisis actual".
En este proceso puede tener lugar la tercera fase, la de experimentación y exploración. Se
produce el desencanto, la búsqueda de la propia individualidad y la investigación de lo
novedoso. A veces, en esta fase puede producirse una infidelidad, o bien, un cónyuge puede
centrarse de manera particular en el trabajo o la educación de los hijos, o incluso en un
proyecto personal. Tengamos en cuenta que todos los seres humanos se mueven entre dos
necesidades básicas: la necesidad de seguridad y la necesidad de la exploración del entorno y
la búsqueda de la novedad. Mantenerse demasiado y rígidamente en una de las dos
necesidades nos produce aburrimiento (en el caso de la seguridad) o soledad (en el caso de la
exploración). La búsqueda de un equilibrio entre ellos nos permite tener un vínculo sólido y
una vida satisfactoria.
La cuarta y última etapa del ciclo es la aceptación y el acercamiento. Llegar a este momento
es un gran éxito, es el resultado de la superación de la crisis, en la que se acepta el vínculo
imperfecto y las parejas se acercan en una intimidad más profunda. Se reestructuran algunos
aspectos de la relación y se construyen nuevas formas. ¡El amor se hace maduro!
Estas etapas en la vida y en la historia de cada pareja se pueden repetir, superada la primera se
dispondrá también de más herramientas para afrontar creativamente la crisis y reconstruir la
relación. A estas etapas, podemos añadir todos los hechos positivos y negativos de la vida que
se producen: el nacimiento de los hijos o no tener hijos, la muerte de los seres queridos, los
problemas de trabajo... ¡y hoy en día, también tenemos la Pandemia!
Dependiendo en donde esté la pareja, la fase por la que estén pasando, experimentarán este
inesperado acontecimiento de forma diferente. ¿En qué fase imaginas que está tu pareja?
¿Qué momento estás viviendo o recordando?
Ser conscientes de estas dinámicas, puede hacernos elegir hoy qué hacer y qué sentido darle a
la relación. El conocimiento puede disminuir el miedo a estos momentos agotadores y
hacernos percibir lo bueno de la relación. Estar bajo el mismo techo en cuarentena permite
también enterrar el hacha de guerra y ser un apoyo el uno para el otro.
En este momento en el que los abrazos están prohibidos, me pregunto si se puede incumplir
dentro de casa, podría ser un abrazo que ha estado en cuarentena durante mucho tiempo.
¡Hoy tenemos la oportunidad de cuidar la relación y de superar la fase que estamos viviendo!