Hojita de los niños

1. La hojitade los niños
Año XIX • nº 1.344 • 5 de marzo de 2017
¡La buena noticia para todos! • Domingo 1º de Cuaresma
CRUCIGRAMA NUMÉRICO
Mensaje de La Palabra de Dios para esta semana
Hoy comienza el tiempo de Cuaresma.
Durante cinco domingos nos prepararemos para vivir la Pascua.
Hoy vamos a imaginar que acompañamos a Jesús al desierto y lo vemos
enfrentar las tentaciones del poder, del dinero, de la fama… Sintamos la
fuerza de Jesús para seguir el camino del bien y, busquemos dentro de
nosotros esa misma fuerza que nos permite vivir amando.
Reemplazar cada número por la letra correspondiente para leer una frase
relecionada con el mensaje de Jesús. Es algo que tenemos que tener en
cuenta durante todo el año 2017.
D = Día de enero que recordamos a los Reyes.
P = Capítulo del Evangelio de Mateo que cuenta las tentaciones.
A
O
H
N
M
R
U
T
Q
L = D - P
V = P x L
B = D + V
I = B : L
E = E : E
S = B : L + L
A = S - V + P
O = S - D
H = A x L +O
N = L + V
D
P
L
V
B
I
E
S
1 2 13 3 12 14
15 1 10 3 8
7 8 1 9 3 2
3 6 1 4 5
10 9 7 10 3
6 1 16 3 6 3
2 3 17 11 1
9 5 2 1 6
1 2 5 4 5
2 5 14 15 5 6
1 6 7 3 9
M = O x P
R = H + D : O
U = D + A
T = U + A
Q = B + O

2. La Biblia, el libro de la Palabra de Dios
Las lecturas de la misa del domingo
Segunda lectura: Romanos 5, 12-19
Hermanos: por un so­lo hom­bre en­tró el pe­ca­do en el mun­do, y por el pe­
ca­do la muer­te, y así la muer­te pa­só a to­dos los hom­bres, por­que to­dos
pe­ca­ron. En efec­to, el pe­ca­do ya es­ta­ba en el mun­do, an­tes de la ley, pe­ro cuan­
do no hay ley, el pe­ca­do no se tie­ne en cuen­ta. Sin em­bar­go, la muer­te rei­nó des­
de Adán has­ta Moi­sés, in­clu­so en aque­llos que no ha­bían pe­ca­do, co­me­tien­do una trans­gre­sión
se­me­jan­te a la de Adán, que es fi­gu­ra del que de­bía ve­nir. Pe­ro no hay pro­por­ción en­tre el don y la
fal­ta. Por­que si la fal­ta de uno so­lo pro­vo­có la muer­te de to­dos, la gra­cia de Dios y el don con­fe­ri­do
por la gra­cia de un so­lo hom­bre, Je­su­cris­to, fue­ron de­rra­ma­dos mu­cho más abun­dan­te­men­te so­
bre to­dos. Tam­po­co se pue­de com­pa­rar ese don con las con­se­cuen­cias del pe­ca­do co­me­ti­do por
un so­lo hom­bre, ya que el jui­cio de con­de­na­ción vi­no por una so­la fal­ta, mien­tras que el don de la
gra­cia lle­va a la jus­ti­fi­ca­ción des­pués de mu­chas fal­tas. En efec­to, si por la fal­ta de uno so­lo rei­nó la
muer­te, con mu­cha más ra­zón, vi­vi­rán y rei­na­rán por me­dio de un so­lo hom­bre, Je­su­cris­to, aque­
llos que han re­ci­bi­do abun­dan­te­men­te la gra­cia y el don de la jus­ti­cia. Por con­si­guien­te, así co­mo
la fal­ta de uno so­lo cau­só la con­de­na­ción de to­dos, tam­bién el ac­to de jus­ti­cia de uno so­lo pro­du­
ci­rá pa­ra to­dos los hom­bres la jus­ti­fi­ca­ción que con­du­ce a la vi­da. Y de la mis­ma ma­ne­ra que por la
de­so­be­dien­cia de un so­lo hom­bre, to­dos se con­vir­tie­ron en pe­ca­do­res, tam­bién por la obe­dien­cia
de uno so­lo, to­dos se con­ver­ti­rán en jus­tos.
Evangelio: Mateo 4, 1-11
esús fue lle­va­do por el Es­pí­ri­tu al de­sier­to, pa­ra ser ten­ta­do por
el de­mo­nio. Des­pués de ayu­nar cua­ren­ta días con sus cua­ren­ta
no­ches, sin­tió ham­bre. Y el ten­ta­dor, acer­cán­do­se, le di­jo: –Si tú eres Hi­jo
de Dios, man­da que es­tas pie­dras se con­vier­tan en panes.
Je­sús le res­pon­dió: –Es­tá es­cri­to: El hom­bre no vi­ve so­la­men­te de pan,
si­no de to­da pa­la­bra que sa­le de la bo­ca de Dios. Lue­go, el de­mo­nio lle­vó a Je­sús a la ciu­
dad san­ta y lo pu­so en la par­te más al­ta del tem­plo, di­cién­do­le: –Si tú eres Hi­jo de Dios,
tí­ra­te aba­jo, por­que es­tá es­cri­to: Dios da­rá ór­de­nes a sus án­ge­les, y ellos te lle­va­rán en
sus ma­nos pa­ra que tu pie no tro­pie­ce con nin­gu­na pie­dra.
Je­sús le res­pon­dió: –Tam­bién es­tá es­cri­to: No ten­ta­rás al Se­ñor, tu Dios. El de­mo­nio lo
lle­vó lue­go a una mon­ta­ña muy al­ta; des­de allí le hi­zo ver to­dos los rei­nos del mun­do
con to­do su es­plen­dor, y le di­jo: –Te da­ré to­do es­to, si te pos­tras pa­ra ado­rar­me. Je­sús le
res­pon­dió: –Re­tí­ra­te, Sa­ta­nás, por­que es­tá es­cri­to: Ado­ra­rás al Se­ñor, tu Dios, y a él so­lo
ren­di­rás cul­to. En­ton­ces el de­mo­nio lo de­jó, y unos án­ge­les se acer­ca­ron pa­ra ser­vir­lo.
J

3. En la casa habitaban muchos animales,
como en todas las casas, especialmen-
te si tienen jardín. Alguno podrá pen-
sar que exagero, pero
será porque se limita
a contar animales
domésticos como el
gato o el perro. Pero
recordemos mosqui-
tos, moscas, polillas,
gusanos, pájaros, ma-
riposas, tal vez algún
colibrí, sapos, hormi-
gas… todos ellos for-
man parte del ecosis-
tema.
En esa casa también había un gato mal-
criado, que hacía lo que quería y donde
quería. Nunca lograron que usara las
piedritas como baño, ni que evitara
pasear por los jardines vecinos. Los de
la casa sabían que el gato era un pro-
blema para el barrio, pero ignoraban
que fuera un problema también para
las hormigas. Claro, ellas no se queja-
ban con voz tan fuerte, como sí lo hacía
el vecino cuando lo escuchaba maullar
durante la noche. Cada vez que el gato
se acercaba al hormiguero, corrían a
esconderse. Al felino le encantaba re-
costarse cerca de la entrada y con sus
uñas, modificar el camino por el que se
trasladaban. Luego observaba diverti-
do el esfuerzo que implica encontrarlo
de vuelta hacia las plantas donde co-
sechaban, o hacia el
hormiguero.
Una tarde, mientras la
dueña de casa tomaba
el té con unas amigas
en el jardín, una hor-
miguita escuchó la
conversación.
—Mirá cómo están
los lirios... ¿No tenés
miedo?— preguntó
una de las señoras.
—¿Por qué voy a te-
ner miedo a unas flores tan lindas?
—Los lirios son tóxicos para los gatos.
Les producen descomposturas, vómi-
tos…
—No te preocupes, Mimicho es muy in-
teligente, no se va a acercar.
La hormiguita pensó casi de inmedia-
to: si lo corto en pedacitos y lo mezclo
con su comida, quizá no nos moleste
por unos días...
Corrió hasta el hormiguero y le comen-
tó el plan a una compañera.
—¿Te parece? ¿Te vas a sentir mejor?
¿Vas a solucionar el problema?—fue la
respuesta.
—La verdad que no pensé en eso. Creo
El cuento
Tentaciones
de María Inés Casalá y aportes de Andrés Pisano Casalá • Dibujo de Hania Kollenberger
Si deseás contactar a la autora podés escribirle a: inescasala@gmail.com

4. www.sanpablo.com.ar
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina. Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires. Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo (Paulinos). Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5291558 del 31/5/16
Dirección: P. Aderico Dolzani. Redactora: Inés Casalá. Diagramación: Alfredo Repetto
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento). Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs. As., Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00
Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425 / E-mail: inescasala@gmail.com / Impreso en G.S.Gráfica s.r.l.
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Tel.:24018332, cels.:09494307/095728681, Mail: libreria@san-pablo.com.uy
que si le hacemos daño...
—Mejor vamos a consultarle a la Ma-
chi—interrumpió la compañera. Ma-
chi era conocida como la más sabia de
las hormigas.
—Mejor veamos a los ingenieros— di-
jo la Machi cuando le contaron el plan.
Los ingenieros pensaron un rato, dis-
cutieron entre ellos y llegaron a una
conclusión.
—Lo que propone la hormiguita só-
lo serviría para vengarnos. Y la ven-
ganza dura un ratito y no soluciona.
Cuando se recupere, volverá a hacer
lo mismo. Se nos ocurrió que, aunque
sea un gran esfuerzo, podemos hacer
una nueva entrada al hormiguero. De-
jamos la otra, pero hacemos una por
los lirios.
Y así fue; el gato no encontró la nue-
va entrada, se olvidó de ellas, y buscó
otra forma de divertirse.
Para pensar y
conversar después
de leer el relato
A veces estamos tentados de hacer
algo que parece una buena idea, pe-
ro no lo es. ¿Te pasó? ¿Qué hiciste
en esos casos? ¿Pudiste encontrar
otras soluciones?
Curiosidades de la Hojita
por Gladys y Margarita Pérez
Las Melli
Comienza la Cuaresma
La Cuaresma comienza con el Miér-
coles de Ceniza. Ese día recibimos
una cruz hecha con ceniza en la
frente para recordar que Dios nos
creó y que el pecado nos separa
de él. Es un tiempo de prepara-
ción mientras caminamos hacia la
Pascua. La invitación de Jesús es:
Compartir, hacer oración frecuen-
temente y solidarizarnos con los
demás.