1. http://confidenciasdeungerente.blogspot.com
Efrén Martín, gerente de y profesor de la Universidad de Deusto
www.fvmartin.net
Una serpiente empezó a perseguir a una Uno de los valores básicos humanos es la
luciérnaga; ésta huía rápido y con miedo de la justicia. De ella se deriva la paz y la
feroz depredadora, pero la serpiente no concordia. De su ausencia surge la violencia
pensaba desistir. Huyó un día, y ella no
desistía. Dos días y nada. En el tercer día, ya (mucho se ha matado en su nombre). Pero la
sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la justicia no es sólo cuestión de un equilibrio
serpiente: objetivo entre contribución y retribución. Lo
-“¿Puedo hacerte tres preguntas?”. subjetivo es también muy importante.
-”No acostumbro dar esta concesión a nadie, La envidia (una forma de agresión, más
pero como te voy a devorar, puedes mental que física), surge en las personas que
preguntar”. no soportan el brillo de otras, a quienes
-“¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?”.
-“No”. atacan con cinismo y crítica. Significa
-“¿Yo te hice algún mal?”. alegrase del mal ajeno y entristecerse por su
-”No”. bien. Es una pérfida deformación del natural
-“Entonces, ¿por qué quieres acabar sentido de justicia que todos tenemos; y que
conmigo?”. anida en quienes menos aportan y merecen.
-“Porque no soporto verte brillar”. Recurren a minusvalorar el mérito de otros,
(Anthony de Mello, S.J.) para no ser infelices por el distinto reparto de
fortuna y reconocimiento.
En nuestras empresas celebramos poco los
éxitos ajenos y en cambio se invierten
enormes cantidades de tiempo y energía en
burlarse de los errores de los menos
capacitados o inspirados. Así mismo, se
critican las ideas más afortunadas,
interpretándolas como fruto de una negativa
Foto: Baharri
ambición, o profetizando lo inútil del intento.
Difícil trabajar y desarrollarse en un clima así.
Es signo de espíritus mediocres esta
conducta, y señal de un alma grande darse
cuenta a tiempo y cambiarlo. La cura a este
No he logrado descubrir el autor de la fábula, veneno está, curiosamente, en convertir el
pero mi amigo Tofol, un poeta-filósofo de la objeto de envidia en admiración y difundirlo.
vida, me comentaba: Porque si la envidia encoge, la admiración
“Durante la infancia, en el mismo colegio en expande nuestra visión de la vida.
que todos hemos aprendido algo, el "tonto", el Progresemos, reconociendo los méritos
que no aprende ni a la de tres, no te cae mal; ajenos y disculpando sus errores;
simplemente te ríes de él. El que te cae mal, dedicándonos después a hacer realidad
sin que te haya hecho nada, es el "lumbrera", nuestros propios sueños y objetivos. Para
el que lo aprueba todo con sobresaliente. ¿Por Teresa de Calcula: ”La persona más
que? Simplemente, por envidia”. peligrosa, la envidiosa”.
Publicado en: Observatorio de Recursos Humanos y Relaciones Laborales, Nº 3, junio 2006