El documento ofrece consejos y perspectivas para sobrevivir en tiempos difíciles. Propone cuatro escenarios posibles para la circunstancia personal y cuatro escenarios para la situación circundante, y enfatiza la importancia de mantener una actitud positiva pase lo que pase. Además, recomienda tres cualidades clave para crear un futuro mejor: entendimiento, compasión y dignidad.
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Lcp 664. GUIA PARA SOBREVIVIR EN TIEMPOS DIFICILES
1. 4 de enero de 2015
664Número
Con motivo del año nuevo, queremos hacer
una edición de La Carpeta Púrpura positiva,
alentadora, esperanzadora. Que nos sirva de guía
para sobrevivir en tiempos difíciles o turbulentos
como los que vivimos en 2014 y que esperamos
no se repitan en 2015 y en adelante... Pero estar
preparados para cualquier circunstancia.
No importa lo mal que se pongan las
condiciones, uno no debe perder la fe, la
esperanza. Nunca hay que perder la confianza,
sobre todo en uno mismo. ¡Confía, siempre
confía! Se puede perder todo: el empleo, la
casa, la seguridad económica, incluso la familia,
los amantes y los amigos, pero nunca la actitud.
Si se pierde la actitud, se pierde todo. Como dijo
Albert Einstein: “la debilidad de actitud se
vuelve debilidad de carácter” y precisamente en
los tiempos difíciles, en circunstancias adversas
lo que más se necesita es carácter, decisión,
voluntad y coraje para salir adelante.
Como está pintado en una de las paredes del
restaurante oaxaqueño Casa Merlos:
ISSN
XXVIIIAño
0188-0098
Unas Palabras de Esperanza
GUIA PARA SOBREVIVIR EN TIEMPOS DIFICILES
“Si se pierde el amor, poco se pierde
Si se pierde el dinero, nada se pierde
Si se pierde el ánimo, todo se pierde”
“La actitud es algo pequeño que hace una
gran diferencia” decía William George Ward y
agregaba: “no temas a los vientos de la
adversidad. Ten presente que sin viento no hay
papalote que ascienda”.
No todo lo mal que te sucede es culpa de tu
mal karma, hay muchas causas y condiciones,
muchas de ellas colectivas, que nos implican y
nos arrastran. Hay cuatro escenarios y en
cualquiera de ellos , hasta en el peor, tu puedes
hacer la diferencia y darle la vuelta a la
situación:
Los Cuatro Escenarios
Escenario 1: yo estoy bien, mi circunstancia
está bien. Es el ideal, pero que difícilmente
veremos en 2015 en México, debido a los
errores del modelo económico que sigue el país
desde hace 30 años.
1
2. Debes combinar los cuatro escenarios de tu
circunstancia con tus cuatro escenarios
personales y entonces tendrás la clave de tu
destino.
Lo peor es que juegues en uno distinto que
en el otro, pues como dijo el Papa Francisco:
Los hombres “hablan tanto de la luz, pero a
menudo prefieren la tranquilidad engañadora de
la oscuridad. Nosotros hablamos mucho de la
paz, pero a menudo recurrimos a la guerra o
elegimos el silencio cómplice o no hacemos nada
concreto para construir la paz”.
“Cualquier persona, de hecho, que hace el
mal, odia la luz. Y no viene a la luz para que sus
obras no sean reprendidas. Así dice el Evangelio
de San Juan. El corazón del hombre puede
rechazar la luz y preferir las tinieblas, porque la
luz descubre sus malas obras. ¡Quien hace el
mal, odia la luz! ¡Quien hace el mal, odia la
paz!”.
Lo ideal es que estés en la luz y vayas a la
luz, que estés bien y tu circunstancia estés bien.
Pero no siempre tendrás un escenario tan bueno.
Hay ocasiones en las que a pesar de actuar bien
te irá mal y verás que a los demás les va bien y
esa será una prueba donde tendrás mucho que
aprender. En otras ocasiones, verás que gente
que actúa mal le va bien y entonces pensarás
equivocadamente que no hay justicia universal,
simplemente estarás olvidando que no se
cosecha el mismo día que se siembra. Estas
aparentes contradicciones te moverán el piso.
Como dice Elizabeth Kübler Ross: “La vida te
pone lecciones, sino las aprendes, te las vuelve a
repetir una y otra vez, hasta que las aprendas...
entonces te cambia de lección”.
La verdadera actitud se prueba con los otros.
Es importante que tengas una buena actitud
con respecto a ti mismo. Pero la verdadera
actitud se prueba con las demás personas, a
veces incluso es más difícil tener una buena
actitud hacia tus familiares o vecinos o
compañeros de trabajo. Ese es el reto. Como dice
el Dalai Lama:
“La verdadera compasión no depende de
que el otro sea amable conmigo; se basa en la
comprensión y aceptación de que el otro también
es un ser primordial y tiene derecho a ser feliz y
dejar de sufrir independientemente de su actitud
hacia mí. Hasta el enemigo que me está
perjudicando es un ser primordial y tiene todo el
derecho a dejar de sufrir y alcanzar la felicidad.
Escenario 2: yo estoy bien, pero mi
circunstancia está mal. Piensa en cómo puedes
ayudar a los demás, para que estén igual que tu,
qué les puedes enseñar qué les puedes compartir.
Escenario 3: yo estoy mal, pero mi
circunstancia está bien. Piensa cómo te puedes
beneficiar del entorno positivo que te rodea, que
tienes que cambiar, qué tienes que aprender, que
ejemplos tienes que imitar.
Escenario 4: yo estoy mal y mi circunstancia
está mal. Es el peor escenario. Pero incluso ahí
tienes mucho que aprender y trabajar, en primer
lugar dejar atrás tu soberbia, tu arrogancia, tu
egoísmo, el pensar sólo en ti, dejar de cometer
actos no virtuosos, dejar de dañar a los demás,
aprender a perdonarte y perdonar a los demás,
aprender a entrenar y controlar tu mente,
aprender a tener paciencia, tolerancia, aprender a
tener fe y confianza, controlar el demonio de la
ira, la furia y el enojo. Es el escenario que
requiere más coraje, más voluntad, más
determinación. Es el que implica el mayor reto,
pero también el que puede dar la mayor ganancia.
Es el que implica un mayor cambio o
transformación personal y por lo tanto el más
meritorio.
Estos cuatro escenarios que determinan tu
circunstancia los tienes que combinar con los
cuatro escenarios personales:
Los Cuatro Escenarios Personales
Escenario 1. Vas de la luz a la luz. Estás bien
y te portas bien.
Escenario 2. Vas de la luz a la oscuridad.
Estás bien, pero te portas mal (el caso de muchos
políticos y empresarios mexicanos).
Escenario 3. Vas de la oscuridad a la luz. El
que a pesar de estar en una situación difícil está
haciendo el esfuerzo de portarse bien.
Escenario 4. Vas de la oscuridad a la
oscuridad. Estás mal y sigues haciendo actos
negativos, te haz convertido en el enemigo de ti
mismo. Por coraje, por revancha, asumes la
actitud de que “se pudra el mundo y yo con él”...
Te asumes como una gran víctima que está
enojada contra Dios o cualesquiera de las fuerzas
universales o contra los gobiernos o las iglesias o
contra la sociedad o la humanidad o contra todos
y entonces piensas que si tu te hundes ellos
también serán castigados. Es una actitud
extremadamente negativa que no lleva a nada
bueno. Una mega “huella de abandono”, donde
no asumes tu ninguna responsabilidad de lo que
te pasa, de tus actos y toda la culpa la echas
afuera y piensas que eres una víctima de una
Gran conspiración que confabula exclusivamente
contra ti...
2
3. Así pues, la verdadera compasión implica
un sentimiento de preocupación por todas las
personas. Compasión no es sinónimo de lástima;
se basa en el respeto por los derechos de los
demás y el reconocimiento de que el otro es
como yo”.
Sólo necesitas tres cosas
Como dice Kyabgön Phakchok Rinpoche:
“Reemplaza todo desánimo, juicio y
sentimiento de “me siento un perdedor” con tres
sencillas cosas:
1. Entendimiento y conocimiento en tu
CABEZA, saber qué no tiene sentido y qué es
útil.
2. Compasión vasta y no discriminativa
hacia todos en esta tierra, incluyéndote a ti, en tu
CORAZON.
3. Dignidad, la actitud de “sí puedo”, que
nunca se deja caer, en tus AGALLAS.
Con estas tres cualidades podemos crear un
buen mundo, una buena sociedad, un buen
futuro. Sin estos tres, no hay cómo lograrlo”.
Con esa actitud de “Si lo soy y si puedo” y
de “Si se puede, siempre se puede”, es decir,
confiando en ti e incluso sin perder la fe en los
demás, en su humanidad, en que siempre habrá
una mano que te apoye, que te brinde su ayuda
en los momentos más difíciles, seguro que vas a
salir adelante.
Antes de leer la lista aterradora que
ponemos abajo y que te dejes atrapar por
pensamientos pesimistas o negativos que te
hagan perder la fe o la esperanza, lee
cuidadosamente esta recomendación del Dalai
Lama, grábatela en tu mente y entonces sí lee
esa lista:
“Nuestra actitud hacia esta vida debería ser
ecuánime desde el principio. Deberíamos pensar:
“Así son las cosas, la realidad es esta”, sentir
que está bien, tener una actitud relajada... De ese
modo, cuando las cosas se pongan difíciles la
agitación mental no será tan intensa. A veces
resulta muy útil leer biografías de personas más
experimentadas. Deberíamos reflexionar sobre el
hecho de que cuando la gente está demasiado
preocupada por los asuntos de esta vida, tropieza
con más circunstancias adversas, mientras que la
gente que tiene un enfoque de la vida racional y
realista, choca con menos problemas y
3
4. de fe, materialismo exacerbado,
consumismo.
¿Qué hacer ante estas situaciones
adversas, desfavorables?
En una entrevista realizada por Rajiv
Mehrotra, secretario de la Fundación para la
Responsabilidad Universal y publicada en el
libro Sobre la felicidad, la vida y cómo vivirla
(Editorial Debolsillo), éste le pregunta:
- Por favor, bríndenos un método práctico
para afrontar algo que nos afecta a todos por
igual: las circunstancias desfavorables.
Dalai Lama: Cuando te enfrentes a
circunstancias desfavorables, ante todo mantén
la calma. No sirve de nada angustiarse o ponerse
nervioso. Comprender la teoría del karma y que
toda la existencia mundana tiene como
naturaleza el sufrimiento te ayudará a mantener
la calma. Aunque actuemos con el mejor de los
criterios, puede que tropecemos con problemas.
Lo más importante es mantener la calma, porque
solo entonces podremos investigar sin emoción
ni angustia.
Juzga con calma y luego toma una decisión.
Si resulta que la decisión no es acertada, no lo
lamentes. Esta actitud te ayudará, porque no
somos clarividentes...
Lo que no puedes permitir es que cuando
ocurran esas situaciones te enojes, porque como
dice el dicho “el que se enoja pierde”. Lo explica
bien el Dalai:
"A veces, cuando estamos desanimados por
una situación difícil, la ira parece útil, ya que
aparece para traer más energía, confianza y
determinación. Y si bien es cierto que la ira trae
energía extra, esto eclipsa la mejor parte de
nuestro cerebro: su racionalidad. Así que la
energía de la ira es casi siempre poco fiable.
Puede causar una inmensa cantidad de
comportamiento destructivo, lamentable"
Mehrotra: ¿Cómo se convierte uno en un
individuo interiormente fuerte?
SS: En el terreno económico llamamos a eso
autosuficiencia. En el terreno espiritual la
autosuficiencia también es fundamental.
Por ejemplo, si estás físicamente, fuerte, el
cuerpo puede resistir cualquier enfermedad,
mientras que si todo tu sistema inmune está
débil, hasta el más leve trastorno externo puede
dificultades”.
Acuérdate, tu actitud cuenta. Si sólo quieres
ver problemas se los vas a encontrar incluso a la
más preciada oportunidad. Una mente positiva
es indispensable en las peores circunstancias,
porque como dice uno de mis maestros, cuando
estás viviendo lo peor es como si le estuvieras
viendo la cola al buey que ya se está yendo. Ese
karma ya lo pagaste, ya saldaste esa deuda. Y
eso te debe dar alegría y esperanza hacia que el
futuro será mejor. Acuérdate, como dijo
Aristóteles, “el mal es imperfecto” y no puede
durar forever, por siempre. Llega el momento en
que liquidas la factura y entonces volverá a salir
el sol y las circunstancias te volverán a sonreir.
La Terrible Lista
¿En qué se pueden poner mal las cosas?
SOBREVIVENCIA
- Crisis económica (recesión, inflación,
devaluación), convertida en hambre, en pobreza,
en miseria, en mayor desigualdad, en desempleo.
- Contaminación, agotamiento del agua
dulce y otros recursos no renovables (energía
fósil), envenenamiento de los alimentos,
radiación, colapso ecológico.
- Desastres naturales (inundaciones,
huracanes, erupciones volcánicas, terremotos).
- Desaparición de especies vegetales y
animales, maltrato de los animales.
SEGURIDAD
- Conflictos, violencia socio-política,
guerras, terrorismo, alzamientos armados.
- Robos, asesinatos, secuestros, violaciones,
fraudes. Mafias, narcotráfico. Violencia criminal.
- Represión, autoritarismo, intolerancia,
opresión, persecución por motivos políticos o
religiosos.
CONVIVENCIA
- Degeneración social: alcoholismo,
drogadicción, prostitución, vagancia, vicio,
perversiones.
- Corrupción, impunidad, simulación,
injusticia, violación de derechos humanos.
- Enfermedades físicas, epidemias,
accidentes. Enfermedades mentales: neurosis,
paranoia, esquizofrenia, depresiones agudas. Se
acorta la duración de la vida.
- Emociones perturbadas: odio, ira, enojo,
celos, envidia, intensos deseos y pasiones,
lujuria. Intolerancia, discriminación, abusos,
violencia verbal y física intrafamiliar.
- Escepticismo hacia lo espiritual, la gente
no cree que sus actos tengan consecuencias, falta
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5. Las cosas son relativas. Los
acontecimientos no tienen una única causa o
condición, sino incontables causas y
condiciones. Así pues, cuando sucede algo malo,
no puedes atribuirlo a un solo factor. Todo es
interdependiente”.
Más adelante agregó:
“A un nivel más profundo, la fe mantiene la
esperanza...
... Una vez se pierde la esperanza, el
individuo enloquece, comete actos violentos,
participa en conductas destructivas o, en última
instancia, se suicida.
... Debido a los individuos que pierden la
esperanza y adoptan comportamientos nocivos,
cada vez hay más locura en la sociedad actual. Si
tales individuos aumentan en número, toda la
sociedad sufrirá”.
Algo importante a considerar es que no todo
es material, como se decía al principio. Al
respecto en la entrevista el Dalai dice:
causarte innumerables problemas. Lo
mismo ocurre en el mundo de las emociones. Si
tus conceptos e ideas básicos son fuertes y se
produce una tragedia en tu vida, no hay duda de
que esta te afectará emocionalmente, te generará
infelicidad y frustración, pero superarás el
trastorno con facilidad gracias a tu actitud
mental fundamental, a tu fuerza interior y
espiritual.
En el océano las olas van y vienen, a veces
con mucha fuerza. Debajo, sin embargo, el lecho
marino permanece tranquilo, inalterado. Con la
ayuda del conocimiento, la conciencia y la
experiencia, tu mente permanecerá serena y
fuerte. Todo depende de tu actitud fundamental,
que tiene que ser fuerte. Si tu actitud hacia tu
persona y hacia los demás es la correcta,
abandonarás fácilmente las actitudes dañinas,
porque dentro de ti hay compasión.
“Asimismo, cuanto te ocurre algo bueno, lo
aceptas igual, pero como posees una visión más
holística comprendes que no es el único
acontecimiento en tu vida, que hay otros y que
algunos no son tan buenos. Creo que obtenemos
un mayor conocimiento no a través de la religión
o la fe, sino a través de la conciencia, la cual nos
ayuda a fortalecernos interiormente.
5
6. “La gente cree que las dificultades
económicas, el analfabetismo y la mala salud
conducen a la infelicidad. Prestan mucha atención
al desarrollo material. Sin embargo, incluso en los
países desarrollados de Occidente la gente
experimenta en su interior soledad, angustia y
miedo, a menudo debido a la avaricia, el
descontento y la agitación mental. Ni el dinero ni
la tecnología pueden ayudarnos a obtener paz
interior, la cual requiere una determinada actitud
mental. Los problemas los provoca la inteligencia
humana y, por lo tanto, debemos buscar la
sabiduría dentro de la inteligencia humana”.
Lo que hemos aprendido de los sabios está
resumido en los siguientes aforismos:
Uno jamás debe convertirse en algo igual que
la gente perversa. No te conviertas en lo que
odias de tus enemigos. No devuelvas el odio con
odio, ni el mal con mal, esta es una antigua ley.
Si te va mal o alguien abusa de ti, ya estás
pagando tu karma. Eso no significa que dejes que
los demás se aprovechen de ti, pon límites, exige
tus derechos, pero no te vengues, ni guardes
rencor, ira u odio contra las otras personas.
Aprende a perdonar. Nunca hagas justicia por
propia mano.
Tus actos son tu mayor refugio, lo que te
puede brindar seguridad en épocas malas
No pierdas la fe, no pierdas la esperanza. Al
contrario, cuando peor se pongan las cosas, mas
fe y esperanza debes de tener.
- Tu eres dueño de tus actos, dueño de las
consecuencias de tus actos y eres generado por
tus actos.
Aunque los demás te presionen, aunque las
circunstancias te fuercen, aunque tu pasado te
condicione, tu tienes la decisión sobre tus actos,
tu eliges, tu tienes la libertad de hacerlos o no, tu
tienes el poder sobre tus actos, tu los controlas, tu
tienes la responsabilidad, es decir, la habilidad
para responder ante cada ser, cada acción, cada
objeto o cada evento.
No dudes que todo acto tendrá consecuencias.
Tu presente es resultado de tus acciones del
pasado, así como tu futuro será consecuencia de
tus acciones del presente. Todo acto cuenta. Si lo
estás viviendo es porque tu lo generaste, pero así
como generaste esta situación, puedes generar
otra mejor. No estás condenado a un destino
inescrutable, a la mala suerte o a una naturaleza
ciega, no eres una víctima de los dados o de los
astros o de cualquier otra persona o cosa. Tu
confianza en ti y en tus actos virtuosos es tu
mayor protección, tu mayor seguridad, es tu
principal coraza o escudo, especialmente en
épocas degeneradas.
Tu eres generado por tus actos. Nadie te
puede salvar, ni los dioses ni los budas si tu no
haces tu parte, si tu no te salvas a ti mismo. Tu
eres el dueño de tu circunstancia, el arquitecto
de tu destino, el único que se puede salvar del
sufrimiento y liberarse de las emociones
perturbadas y de los prejuicios. Todo depende de
ti. Hacer buenos actos y hacer votos,
compromisos, juramentos, es lo que te va a
ayudar. Eso te dará fuerza para seguir adelante,
pase lo que pase. Nunca pierdas la fe, nunca
dejes de confiar en ti, ni en el resultado de tus
buenas acciones.
No seas presa de la desesperanza, de la furia,
de la ira, del enojo. No dejes que se apodere de ti
la "huella de abandono". Como dice el dicho
"No hay mal que por bien no venga", ni "hay
mal que dure 100 años, ni nadie que lo aguante".
No seas víctima de la soberbia, de la arrogancia
y sobre todo no seas víctima del escepticismo,
de pensar que los actos no tendrán
consecuencias o pensar que la realidad es
injusta: cada quien cosecha lo que siembra, pero
no se cosecha el mismo día que se siembra y
sólo se cosecha lo que se ha sembrado, nada más
ni nada menos. No te equivoques, no dudes.
Pase lo que pase mantén una conducta virtuosa y
sobre todo no causes daño, dolor o sufrimiento a
ningún ser, incluyéndote a ti mismo.
Recuerda también que en las grandes crisis es
cuando se presentan las mayores oportunidades.
En China el ideograma de crisis es igual a
oportunidad. Como dicen los expertos, cuando
cambia un paradigma “todos retornamos a cero”
y “cambia la correlación de ganadores y
perdedores”. Así que busca la oportunidad que
está escondida en los escombros de la crisis.
Pero para ello debes tener una buena actitud y
sobre todo pensar que por mal que se ponga la
situación o por muy mal que estés, siempre
tienes más recursos y más imaginación de lo que
te imaginas para “darle la vuelta a la tortilla”.
Mientras peor se ponga tu situación personal
y la social, más actos de bondad y generosidad
debes hacer. Si tu estás mal, piensa que hay
muchos que están mucho peor. Así que ayuda.
Da cualquier cosa y si no tienes nada material,
entonces da una sonrisa, una palabra de aliento,
un abrazo. Como dice Karma Shil: “nosotros no
podemos dar comida a todos, pero si podemos
dar comida a alguien. Nosotros no podemos
ayudar a todos, pero si podemos ayudar a
alguien... Se generoso”. La generosidad
6
7. de hoy es lo que se convertirá en tu riqueza
del futuro. Si ahora no tienes nada en el presente
es que en el pasado te faltó ser más generoso.
Pero da sin ninguna intención o prejuicio, da
desinteresadamente, como dice el dicho, sin
mirar a quien y sin esperar recibir nada a cambio,
es decir no lo des condicionado. Da
voluntariamente y el universo te recompensará.
Por universo nos referimos a las causas y
consecuencias que tu mismo estás sembrando.
Muchas veces el llegar a una mala situación
fue culpa de tener una actitud autocentrada,
egoísta, en la que sólo pensabas en tu interés y
beneficio, lo que algunos llaman una visión de
yo-yo: “yo, primero yo, siempre yo, eternamente
yo”. ¿Cómo cambiar esa actitud? Cuando vayas
en el tráfico no vayas pensando en que vas a
llegar tarde y que todo ese molesto y estorboso
tráfico te está haciendo imposible la vida. Mejor
piensa que “todos los que van en este tráfico
estén bien, en paz y felices, que todos lleguen
con bien a su destino”... Y entonces, si todos
ellos avanzan, también tu vas a avanzar, porque
tu vas en esa misma ola. Si tienes que pensar en
quienes son más importantes ellos o tu, es obvio
que ellos, porque ellos son más. Si tienes que
pensar en cuál bienestar es más importante,
el de ellos o el tuyo, obvio que el de ellos,
porque si ellos están bien, tu vas a estar bien.
Aunque tu mente egoísta te trate de decir lo
contrario.
Acuérdate de lo que dijo San Agustín:
“¿Cómo vas a hablar de generosidad, cuando
tienes actitudes miserables”
Al respecto el Dalai dice:
“Lo que te propongo es que analices y
compares estas dos actitudes mentales. Según mi
experiencia, he descubierto que la inseguridad y
la falta de confianza en uno mismo generan
miedos, frustraciones y depresión. Sin embargo,
si tu naturaleza pasa a interesarse por el
bienestar de los demás, experimentarás
serenidad, fuerza interior y confianza en ti
mismo.
La capacidad de sentir compasión por los
demás es la vara que mide nuestro estado
mental, y la compasión genera fuerza interior.
No nos hace falta ver los resultados de nuestros
actos compasivos. Es posible que en algunos
casos nuestra compasión no sea apreciada.
Muchas personas tienen la impresión de que
7
8. la práctica del amor, la compasión y el
perdón beneficia a los demás pero no a ellos. Yo
creo que eso es un error. Estas emociones
positivas benefician de forma inmediata a nuestro
estado mental”.
No te asumas como víctima, sino como
responsable. No eres víctima de la naturaleza, ni
de los dioses, ni de los gobiernos, ni de las
trasnacionales, ni de las iglesias, ni de los ricos o
de los poderosos, ni de los medios de
comunicación, ni de tus malos padres o de la
sociedad o de nadie... Tu eres dueño de tus actos,
de tu destino e incluso de tu circunstancia. Quizá
pienses que no puedes cambiar tu circunstancia,
pero cuando tu le sonries a alguien, cuando besas
o abrazas a alguien, cuando ayudas a alguien,
cuando eres generoso con alguien, le estás
cambiando su circunstancia directamente e
indirectamente -mediante la “cadena de favores”-
tu circunstancia cambiará tarde o temprano. No lo
dudes, pruébalo y verás que si funciona. Pero no
esperes resultados inmediatos, de corto plazo.
Acuérdate: no se cosecha el mismo día que se
siembra.
En tiempos difíciles, en tiempos
degenerados, en épocas oscuras, te pueden salir
todos tus demonios interiores: la desesperanza, el
enojo, la furia, la ira, la hipocrecía, el egoísmo, la
falta de conciencia, la desvergüenza, la
negligencia, la distracción o la falta de atención
porque estás abrumado por mil problemas y
crisis, el letargo, la furia, el deseo de abandonarlo
todo, el resentimiento, el rencor, la hostilidad, la
envidia, los celos, la avaricia y quién sabe
cuántos más... en esos momentos lo más
importante es que mantengas la calma y no te
dejes atrapar por esos demonios. Debes estar muy
alerta para darte cuenta en el momento que surjan
y mantenerlos vigilados con tu conciencia antes
de que hagan de las suyas. ¡No le quites los ojos
de encima a esas emociones perturbadas porque
pueden hacer maldades que luego te vas a
arrepentir, porque tu vas a pagar las
consecuencias, además de que puedes lastimar,
herir o dañar a otro ser! Lo ideal es que entrenes a
tu mente en épocas buenas, porque en épocas
malas, como dice un amigo, ya no tendrás
oportunidad. Pero si no lo hiciste así, entonces
hazle caso a este consejo que te da nuevamente el
Dalai Lama:
“En ciertas circunstancias, necesitamos
responder. Si alguien se aprovecha de ti de
manera ilícita o injustificada, tienes todo el
derecho a responder, pero hazlo sin ira y sin odio.
Eso sí podemos conseguirlo, aunque no sea
fácil. Las respuestas basadas en la meditación
analítica y no en el odio son más efectivas. Es la
manera de moldear nuestra mente. Con el paso
del tiempo, la comprensión de lo dañinas, inútiles
y destructivas que son las emociones negativas se
asienta.
Si reconoces el valor de una mente positiva,
toda tu actitud hacia las emociones negativas
puede cambiar. Te vuelves prudente con respecto
a ellas. Mentalmente se produce una especie de
distanciamiento. Al final, estas emociones
negativas se atenúan y no estallan con la misma
frecuencia que antes, mientras que las emociones
positivas aumentan.
Esa es la manera de cambiar o transformar la
mente. Adiestrar la mente a través de la
meditación analítica y la meditación concentrada
aumenta la agudeza y la actitud despierta. Por
último, el resultado más importante es que a
medida que desarrollas una actitud más
compasiva, el miedo disminuye automáticamente,
y la autoconfianza, la determinación y la fuerza
de voluntad aumentan. La fuerza de voluntad
fruto de la soberbia es frágil, pero la
autoconfianza fruto de una motivación sincera es
sólida”.
“Tenemos -agrega- que encontrar métodos
eficaces de manejar las emociones negativas
porque creo que las personas con emociones
negativas son una mayoría. Esa es la base de la
ética secular, donde no hay credo ni religión. Yo,
personalmente, utilizo a veces esos métodos, es
decir, analizo la utilidad de emociones negativas
como el odio. Una vez que desarrollas un
sentimiento de odio muy fuerte, es difícil saber si
ese sentimiento perjudica a la persona que odias.
Puede que no le afecte, pero tu odio te afecta a ti
y con el tiempo perderás la alegría, el apetito o el
sueño.
“El odio, por tanto, no tiene utilidad ninguna.
Analiza la situación. Si el resultado es que
necesitas responder de algún modo, has de
plantearte si la medida es justa o no. Si la persona
te ha hecho algo injusto, tienes derecho a
responder. Sin embargo, puedes responder sin
odio. Por lo general se llega a esa conclusión, a
través de la reflexión.
“El apego es más complicado. Si dejas que
estas emociones negativas crezcan, no tendrán
fin. Solo generan problemas e insatisfacción. Es
preferible limitar emociones negativas como el
deseo, el apego y el orgullo”.
Y nunca olvides que:
“El verdadero enemigo está dentro de
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10. LAS CINCO CRISIS
¿Vivimos tiempos mejores o peores?
Por Jorge Cievo
Algunos piensan que vivimos tiempos
mejores, como la Reina Isabel II de Inglaterra y
el Dalai Lama, que les tocó vivir la II Guerra
Mundial y la Guerra Fría. Dicen que las
condiciones de comodidad que goza el ser
humano ahora, gracias a la ciencia y la
tecnología, no se habían visto en otras épocas de
la humanidad. Lo que se ha traducido en
mejores condiciones de salud, alimentación,
habitación y transportación (autos, trenes,
aviones, barcos, etc.).
Otros, en cambio, sostienen que hoy día hay
más sufrimiento que nunca en el mundo. Por
ejemplo, uno de cada siete habitantes del planeta
tiene hambre (mil millones de seres, el 14%
según la FAO). Según la ONU hay 2 mil 200
millones de pobres, es decir uno de cada tres
habitantes (el 31.4%), que sobreviven con
menos de 2.5 dólares diarios (menos de 40
pesos). La Organización Mundial de la Salud
estima que el 5% sufre algún tipo de depresión
(uno de cada 20 habitantes del planeta, es decir
350 millones de personas).
“La realidad es del color del cristal con el
que se mire”, dice el dicho popular.
Las tradiciones religiosas orientales señalan
que se vea “el vaso medio lleno o medio vacío”,
optimista o pesimistamente, lo cierto es que toda
la época del ser humano, la antigua y la
moderna, pertenece a lo que denominan
“tiempos degenerados”, en los cuales ha
prevalecido la explotación del hombre por el
hombre, las guerras, la miseria, los crímenes, la
ignorancia, etc.
Desde la perspectiva occidental, Barrigton
Moore Jr, señaló que a lo largo de la historia
cuatro son las grandes causas del sufrimiento
humano colectivo: a) la guerra, b) la pobreza, el
hambre y la enfermedad, c) la injusticia y la
opresión y, finalmente, d) la persecución
motivada por ideas o creencias políticas o
religiosas (Refletions on the Causes of Human
Misery and Upon Certain Proposals to Eliminate
Them, Boston, 1973, p.2), citado por Lorenzo
Meyer, Reforma 2 de enero de 2003.
Ciertamente algunos seres humanos pueden
estar hoy mejor que nunca en toda la historia de
la humanidad. Están viviendo en la era de los
grandes avances tecnológicos de la inteligencia
artificial, como la automatización, los robots, las
computadoras, los aviones supersónicos, las
medicinas de patente ultracostosas, los
tratamientos regenerativos, la insemización
artificial, etc. Pero otros seres humanos están
viviendo peor o como si estuvieran en la época de
las cavernas, con grandes miserias, padeciendo
hambre y graves enfermedades como el Ebola en
algunas partes de Africa.
¿Por qué estas diferencias entre los seres
humanos?
Algunos dicen que es culpa de los gobiernos,
de las trasnacionales o de los sistemas políticos y
económicos. Otros le echan la culpa a las
religiones y a las creencias basadas en el
pensamiento mágico. Otros dicen que es cosa de
“mala suerte”. Otros dicen que esas personas o
pueblos no se han desarrollado, que no han tenido
acceso a la educación, a los adelantos de la vida
moderna, por ejemplo en condiciones de higiene
de salud. Otros dicen que son los “renglones
torcidos de Dios” o un “castigo divino”, pero los
religiosos dicen que uno no puede escrutar los
actos o resultados divinos y que puede ser una
lección para que los otros seres humanos
desarrollen su amor o compasión. En oriente
señalan que en realidad se trata de su karma, ya
que en otras vidas pudieron llevar actos poco
virtuosos... ¿Who knows? ¿Quién sabe? Hay
teorías para todo, como dijo un sabio, “hay un
bosque de creencias”. Lo cierto es que esa
realidad existe y los seres humanos, con todos los
adelantos científicos y tecnológicos, con todos los
avances en comunicación, en procesamiento de
información, teniendo los mejores científicos e
ingenieros, médicos, economistas y agrónomos y
de todo lo que se le ocurra, no hemos podido
solucionar ese problema. Lo siguiente que habría
que preguntarse es si ese problema está congelado
o está creciendo o está disminuyendo... y
desgraciadamente el problema parece que va
creciendo, de acuerdo a los indicadores de las
agencias internacionales.
Lo otro que podemos ver es que aunque
todos los seres humanos somos iguales, todos
somos diferentes y todos gozamos una situación o
condición diferente. Es decir que por un lado
existe la empatía: todos queremos ser felices y
dejar de sufrir. Pero cada quien tiene una
condición distinta: unos son ricos, otros pobres,
otros clases medias, unos están recién naciendo,
otros son niños, otros adolescentes, otros jóvenes,
otros en edad madura, otros viejos. Unos están
sanos, otros enfermos. Unos viven en el campo,
otros en las ciudades. Unos viven en las costas,
otros en los bosques en las montañas y otros en
las ciudades. Unos tienen analfabetismo en tanto
otros tienen estudios básicos y otros
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11. estudios ultraavanzados, etc. Unos viven en
regímenes dictatoriales, despóticos, autoritarios
con represión, sin libertades, en tanto otros
gozan de derechos humanos, de libertades y de
regímenes democráticos. Unos son ateos, otros
agnósticos, otros creyentes. Es decir que por el
otro lado existe la ecuanimidad, las diferencias,
cada quien está en un nivel de evolución o
desarrollo material y espiritual diferente.
Ver la empatía y la ecuanimidad al mismo
tiempo , permite ver las igualdades y
desigualdades entre todos los seres humanos. No
podemos por tanto meter a todos los seres
humanos en el mismo costal y decir que ahora
las condiciones son mejores o peores... ¿Para
quién? ¿En dónde? Incluso en Estados Unidos,
la economía más poderosa de la tierra, se estima
que existen 46 millones de pobres, es decir el
14.%, uno de cada siete habitantes.
Cualquier conclusión que se saque será
como aquel economista que dice que en
promedio la temperatura de una persona que
tiene la cabeza en un cubo de hielo y los pies
dentro de una fogata está “templada”. Todos los
promedios pueden ser muy engañosos.
Cada quien está viviendo, dirían en oriente,
su propio karma. Es decir, cada quien está
viviendo las consecuencias de sus actos, ya que
se dice que tu presente es producto de tus actos
del pasado, así como tu futuro será producto de
tus actos del presente. Sin embargo, hoy día
estamos viviendo tiempos de mucho
escepticismo donde poca gente cree en el
karma... ¿Entonces en qué creer? ¿En un Dios
que rige los destinos humanos, en la suerte, en la
casualidad o el azar, en la lotería biológica, en
los aciertos o errores económicos, políticos o
sociales de los gobiernos?
Independientemente de cuál sea la situación
del mundo, de la población mundial, lo cierto es
que cada persona está viviendo su propio
infierno o su propio cielo, es decir su propia
condición particular, sus comodidades o sus
crisis, la realización de sus sueños, proyectos u
objetivos o la pesadilla de sus deudas, de sus
problemas, de sus conflictos o tensiones.
Pero así como una persona se genera
situaciones positivas, se puede generar
situaciones negativas a partir de sus creencias,
sus intenciones y sus actos de palabra o cuerpo,
y aunque todos vamos en el mismo barco y
compartimos el destino de la humanidad,
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12. lo cierto es que cada quien lleva su propio
karma, sus condiciones muy particulares. Lo
podemos constatar por nosotros mismos al ver
que incluso en las peores epidemias no todos se
infectan o que en las peores crisis económicas
hay algunos que hacen grandes fortunas o que
en los regímenes más dictatoriales hay algunos
que gozan grandes libertades. Incluso las
religiones hablan de algunos seres que se salvan
del sufrimiento, independientemente de que
vivan rodeados de pantanos de miseria y de que
todos los habitantes a su alrededor se hundan.
Eso da esperanza de que incluso en las peores
condiciones siempre nos podremos salvar,
INDICE
4 de enero de 2015
664NúmeroXXVIIIAño
Unas Palabras de Esperanza
GUIA PARA SOBREVIVIR EN TIEMPOS
DIFICILES...........................................................
Gráfica: “Yo y mi circunstancia”.......................
Gráfica: “¿Cómo estás y hacia dónde vas?........
Tabla de Autoevaluación.....................................
La Lista Terrible..................................................
Poema “Queda Prohibido” por Pablo Neruda..
TIEMPOS DEGENERADOS
Las Cinco Degeneraciones
Por Geshe Sonam Rinchen..................................
LAS CINCO CRISIS
¿Vivimos tiempos mejores o peores?
Por Jorge Cievo....................................................
Gráfica: Las cinco degeneraciones......................
Tabla: Las cinco crisis.........................................
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DIRECTORIO
Director General: Yuri Serbolov (yuri@mexico.com)
Circulación: Dania Medina.
Suscripciones y aclaraciones: María Acosta: carpetapurpura@carpetapurpura.com
LA CARPETA PÚRPURA, Año 26, Número 606, 10 de agosto del 2012, es una publicación
quincenal, editada por Servicios Especiales de Publicidad, Promoción e Información, S.A. de C.V.,
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Teléfono (55) 5512-8242, www.carpetapurpura.com.
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ISSN (en trámite), ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor.
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Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación.
Responsable de la última actualización de este número: Unidad de informática de
la Carpeta Púrpura. República de Uruguay N° 35 Despacho 302, Centro Histórico,
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2009.
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la
publicación.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin
previa autorización de La Carpeta Púrpura.
siempre y cuando mantengamos un
comportamiento ético, es decir no dañemos a
ningún otro ser, seamos generosos y
mantengamos la fe y la confianza en nosotros
mismos y en nuestro camino espiritual, sea cual
éste sea.
Quizá esta conclusión no sea muy
halagüeña para los escépticos o ateos que no
creen en nada espiritual. Pero incluso ellos si
llevan a cabo un comportamiento ético y
generoso también se van a salvar, aunque no
sepan o no entiendan porqué causa, motivo o
razón... jajaja.
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