La agricultura no surgió por ser más productiva que la caza y recolección. El cambio a la agricultura fue un proceso gradual a lo largo de miles de años impulsado por factores sociales más que tecnológicos. Si bien los primeros agricultores tenían menores niveles de salud, la agricultura permitió un mayor crecimiento poblacional al proveer alimentos almacenados de manera confiable.
GENERALIDADES SOBRE LA CESAREA, RESIDENCIA DE GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA
Los origenes de los modelos de alimentacion
1. LOS ORIGENES DE LOS MODELOS DE
ALIMENTACION
Cultivar no era más
productivo que cazar
A quien se le pregunte, dirá que es más productivo cultivar que
dedicarse a cazar y recolectar para conseguir alimentos.
Incluso en siglos pasados, las naciones colonizadoras basaban
su supuesta superioridad en el hecho de que ellos trabajaban
la tierra, mientras que los nativos que encontraban se
dedicaban a recolectar lo que la naturaleza les proveía, el resto
del tiempo lo pasaban panza para arriba. Por ende, si cultivar
es más productivo, entonces ésa debe ser la razón por la cual
nuestros antepasados comenzaron a hacerlo. Pero, ¿qué hay
de cierto en esto?
La vida como la conocemos hoy, nuestra sociedad, es el resultado de un
cambio revolucionario ocurrido hace unos 10 mil años: el dejar de depender
de lo que la naturaleza proveía para comenzar a producir nuestros propios
alimentos.
Es lo que se conoce como Revolución Neolítica o Revolución Agrícola, un
nombre acuñado en los años ’50 por el prehistoriador V. Gordon Childe.
Pero que el nombre “revolución” no nos confunda: fue revolucionario por los
cambios que generó, aunque fue un proceso gradual, a lo largo de cientos y
miles de años, que llevó a que las poblaciones crecieran, así fuese
esparciendo esa nueva técnica de conseguir alimentos. Las sociedades se
hicieron más complejas, con ejércitos regulares, grandes ciudades,
inmensos imperios.
Pero Samuel Bowles no cree que una mayor productividad sea el motivo de
semejante cambio. Bowles es un economista que ha derivado en
investigador del comportamiento humano. En la Universidad de Santa Fe,
Estados Unidos, ha llevado a cabo diversas investigaciones, relacionando la
evolución cultural y el comportamiento humano con la economía. Estos
2. estudios lo llevaron a concluir que el gasto energético que le lleva a un
agricultor conseguir su alimento es mucho mayor que el que invierte un
cazador–recolector. En resumen: es más productivo simplemente esperar lo
que doña Natura quiera darnos, según Bowles.
¿TOMANDO SOL O TRABAJANDO BAJO EL SOL?
La explicación más aceptada sobre el origen de la agricultura es que, hace
más de 10 mil años, nuestros antepasados cazadores recolectores
comenzaron a cultivar para aumentar sus alimentos cotidianos y tener una
fuente alimentaria más confiable. Según esta visión, la domesticación de los
cereales y la posterior domesticación de los animales es emblemática del
modelo económico del progreso técnico.
Como el arco y la flecha, la máquina de vapor o las computadoras, en ese
modelo, cultivar plantas, en vez de recolectar vegetales silvestres, ha
llevado a la productividad del trabajo humano, fomentando la adopción de
nuevas tecnologías y permitiendo la expansión poblacional.
Eso va de la mano de la visión que tenemos hoy de un trabajador, que sigue
siendo la de un agricultor, por más que la mayoría de ustedes, lectores, esté
trabajando frente a un monitor. Al cazador recolector, o sea los indígenas
que no cultivan, se lo ve como un vago que no quiere trabajar.
Según Bowles, es esta visión del progreso la que nos impide comprender
que cultivar no era más productivo que cazar y recolectar. “La población
creció luego de la domesticación, pero hay evidencias de que muchos de
esos primeros granjeros eran más pequeños y menos saludables que los
cazadores recolectores de la misma época”, dice Bowles en un estudio
publicado en Proceedings of National Academy of Science.
DOS MILLONES CONTRA CINCO MIL
El género humano lleva al menos 2 millones de años sobre este planeta. Ya
desde sus inicios heredó de sus antepasados Australopitecos la costumbre
de recolectar y de cazar, aunque en aquellos primeros tiempos es más
probable que carroñasen lo de otros animales cazadores.
3. Esa habilidad cazadora fue mejorando de la mano de la tecnología:
herramientas de piedra, madera o hueso. Nuestra propia especie, los Homo
sapiens, apareció hace unos 200 mil años en Africa, y ya se valían de
herramientas como lanzas y el arco y la flecha cuando salieron de Africa
para colonizar al resto del mundo, hace unos 60 mil años.
Recién unos 10 mil años atrás, en diversas partes del mundo, el hombre
comenzó lo que se llama la Revolución Neolítica. Pero, como dijimos, no fue
que un día un sujeto llamado Urk inventó la agricultura, y todos la
adoptaron. El paso de la caza-recolección a la agricultura fue gradual. En
algunos sitios prendió antes, en otros después, y en algunos otros no
prendió nunca, ya que para los habitantes de esas regiones era más
beneficioso dedicarse a la caza y a la recolección.
Este traspaso duró unos 5 mil años, con un aumento gradual del
sedentarismo, que a su vez potenció un crecimiento poblacional. El tener
que permanecer cerca de la fuente de alimentos, y también la necesidad de
proteger esa fuente, fue creando las ciudades y las sociedades complejas.
Esos alimentos ricos en calorías también son los que generaron un aumento
en la población, que a su vez fue llevando a una expansión territorial de
estas culturas agricultoras.
Uno de los lugares de los que más información se tiene sobre el traspaso es
la Mesopotamia, el actual Medio Oriente. Allí, hace unos 12 mil años, el
clima posibilitó la proliferación de cereales silvestres. Hay evidencias
arqueológicas de que los primeros agricultores comenzaron a cultivarlos,
pero sin dejar de cazar para conseguir carne. Lo mismo parece haber
sucedido en otros centros de expansión de la agricultura, como lo son China
o América Central.
¿POR QUE CAMBIAR?
Samuel Bowles realizó diversos estudios, comparando datos históricos,
antropológicos y arqueológicos junto con análisis económicos, y llegó a la
conclusión de que la agricultura, en sus inicios, no era más productiva que
la caza y la recolección. Así que se podría descartar la explicación de que el
cambio se dio por una búsqueda de progreso y aumento de la producción
alimentaria.
4. Según Bowles, la explicación debería ser más social que tecnológica. Las
evidencias arqueológicas muestran que las primeras sociedades
agricultoras tenían bajos niveles de producción de comida, y que, como
vimos antes, no realizaron una transición completa.
Por eso Bowles cree que se debería intentar explicar este proceso
estudiando los cambios en cómo la gente interactuaba entre sí, más que
como una serie de innovaciones tecnológicas. Hay diversas teorías que
explican el origen de la agricultura, algunas recurren a cambios climáticos
que la habrían fomentado, otras por factores sociales. Como siempre en
estos casos, lo más probable es que haya sido un combo de todas.
Si bien en los inicios de la agricultura la gente era menos saludable, incluso
con baja estatura, como muestran los huesos, la menor movilidad de los
granjeros frente a los cazadores recolectores reduciría los costos biológicos
de criar niños. Esto habría contribuido al dramático incremento de la
población que se ve durante todo el período de domesticación de las
plantas.
El hecho de que lo mejor de la agricultura haya sido que uno poseía
grandes cantidades de alimento para dosificar a lo largo del año, también
habría llevado a que esos grupos de gente quisiesen protegerlo. Las
sociedades se fueron formando con estratificaciones sociales y económicas
cada vez más complejas. De este modo, los agricultores se expandieron
territorialmente en detrimento de los cazadores recolectores.
Los pueblos agricultores eran y son como misioneros: allí donde veían y ven
una cultura que no domestica a las plantas y a los animales, los instan a
hacerlo. Pero todavía hoy existen cazadores recolectores en algunas
regiones aisladas del planeta, aunque el virus de la agricultura llega, tarde o
temprano. Y una vez instalado no se va.