La Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo son el centro del misterio de la redención. Jesucristo se hizo hombre y murió en la cruz para derrotar el pecado y la muerte, reconciliarnos con Dios, y darnos la vida eterna. Resucitó al tercer día como fue profetizado, y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre en el cielo como nuestro abogado.