1. Las Recetas del Informatico
TARTALETAS DE HOJALDRE CON FRESAS Y
NARANJA
2. LAS FRESAS CONVINAN CON MUCHOS
POSTRES
El hojaldre es una de las maravillas de
la repostería.
Combina con (casi) cualquier ingrediente y
siempre con buenos resultados.
En estas tartaletas se aprecia perfectamente su
sabor, realzado por las frutas.
Yo he elegido fresas y mermelada de naranja,
pero seguro que con limón curd y moras, o con
dulce de membrillo y trozos de manzana.
también quedará fenomenal.
3. Preparar los postres en
formato individual porque evitar tener que
partirlos, servirlos y poner (y manchar)
platos y cubiertos. En este caso, unas
simples blondas harán la función de vajilla
y decorarán la bandeja donde coloquemos
las tartaletas de frutas.
4. Además, al tener un formato pequeño,
son muy cómodas de comer y un bocado
perfecto porque no llenarán en exceso
y podrán poner el punto final a una
comida o cena, por copiosas que hayan
sido.
6. Elaboración:
Deja el hojaldre a temperatura ambiente
durante unos 30 minutos y, pasado ese
tiempo, estíralo. Corta círculos de
unos 5 cm de diámetro.
7. Precalienta el horno a 220 grados con calor arriba y abajo, sin aire.
Cubre una bandeja con papel de horno y coloca sobre él los círculos de
masa, con una separación de un par de centímetros entre ellos (apenas
crece su diámetro). Pon media cucharadita de mermelada el centro de
cada círculo, dejando un margen amplio alrededor. Corta las fresas
(limpias y secas) por la mitad, reserva la zona superior para otra
preparación (la que tiene las hojas) y coloca la parte inferior con la
punta hacia arriba sobre la mermelada, presionando un poquito.
Espolvorea un poquito de azúcar moreno en cada tartaleta y mete en el
horno durante 7-8 minutos, hasta que los bordes se doren. Si el azúcar
no está caramelizado, sube la bandeja y cambia la posición al
gratinador. Deja 1 minuto, lo justo para que el azúcar se derrita.
8. Saca la bandeja del horno. Si
alguna fresa está un poco
ladeada, presiona para que quede
bien colocada en el centro.
Traspasa las tartaletas a una
rejilla para que se enfríen y no
se humedezcan por abajo.