El documento expresa la fe y confianza del autor en Jesús. Recuerda un sueño de la niñez donde un ángel le dijo que si alguna vez se pierde en la vida, sólo debe gritar "Jesús, en Ti confío" para ser rescatado. Agradece a Jesús por su amor, por velar por él sin cesar y darle paz y seguridad, aunque a veces se aleje del camino de Dios. Pide la ayuda de Jesús para permanecer a su lado y no alejarse nunca más.

1. Cuando estoy caído, desde las
profundidades de mi alma abatida y
herida, sólo grito; “Jesús en Ti confío”,
pues sí es verdad que a veces he vivido
alejado de tu camino, pero aún queda
en mí aquel sueño que tuve cuando
niño; vi un ángel lleno de luz que me
dijo:
Sí un día te pierdes en el camino de la
vida, aunque estés revestido de todo lo
malo que te brinda el mundo duro y
despiadado, sólo grita: “Jesús, en Ti
confío, pues para rescatarme a mí has
venido”.

2. GRACIAS POR VELAR POR MÍ
Gracias, Jesús por tu amor.
Gracias por velar sin cesar por
mí, por infundirme paz y
seguridad.
Gracias porque no tengo nada
que temer sabiendo que me
has protegido hasta ahora y
que siempre estarás pronto a
socorrerme, no tengo miedo
del futuro.
Ayúdame a permanecer a tu
lado en todo momento ya no
alejarme nunca de Ti

3. No hay
Mejor
Dicha
Que
Conocer
El amor y
El perdón
De Dios

4. Me diste el
Escudo de
Tu
Alvación;
Tu diestra
Me
Sustentó,
Y tu
Benignidad
Me ha
Engrandecido
(Sal. 18:35)

5. Y NO TE OLVIDES
QUE HAY ALGUIEN
QUE SIEMPRE
ESTÁ
QUE NUNCA
MUERE
Y NUNCA TE
FALLARÁ.
SIEMPRE TE
AMARÁ Y TE
COMPRENDERÁ
Y
NO ESTARÁS SOLO
NUNCA JAMÁS

6. Cuando nos
Entregamos
Humildemente
En servicio
Al prójimo, el
Amor de Dios
se Encarna en
nosotros
Cuando
Mostramos
Amor abnegado
A los demás,
Él se da a
Conocer por
Medio de
Nosotros.
¡SÉ UN REFLEJO DEL AMOR DE DIOS!

7. Dios es el
Que me
Ciñe de
Fuerza y
Despeja mi
Camino.
(2.Sam. 22.33)

9. ¡OH CORAZÓN DE
AMOR, EN TI PONGO
TODA MI CONFIANZA,
PUES TODO LO TEMO
DE MI FRAGILIDAD,
MÁS TODO LO
ESPERO DE TU
BONDAD!.
¡JESÚS MÍO, YO
CUENTO CONTIGO, YO
ME FÍO DE TI, YO
DESCANSO EN TI, YO

10. ¡Aleluya!
Alabad, siervos del
Señor, alabad el
nombre del Señor.
Bendito sea el
nombre del Señor,
ahora y por siempre:
De la salida del sol
hasta su ocaso,
Alabado sea el
nombre del Señor.
(Salmo 113)