El termino "facho" es usado reiterativamente como un mantra por la izquierda para desacreditar a sus oponentes. En estas lineas trato de dar respuesta a la pregunta ¿Que es un facho? de manera que cualquiera pueda entenderlo.
1. ¿Qué es un facho?, para dummies
"Los fascistas del futuro, se llamarán a sí mismos antifascistas”
Winston Churchill
Un adjetivo que siempre sale a colación cuando discutes con un izquierdoso es el término
“facho” Facho aquí, facho más allá, todo el que no concilie con los intereses de la izquierda, es
un miserable, canalla, repugnante y vil facho.
Como está visto que nuestros compadres de la izquierda usan el “facho” sin distinción alguna
contra sus adversarios, conviene preguntarnos si en verdad sabrán que implica realmente el
termino de marras, puesto que uno puede ver que tildan con el mismo indiscriminadamente a
liberales clásicos, socialcristianos, socialdemócratas (cuando les conviene), anarcocapitalistas,
conservadores y a todos aquellos que la única cosa que tienen en común es no ser de izquierda
ni por asomo, aunque llegado el caso no dudan en tildarse de fachos entre ellos mismos.
Como el ser facho se ha convertido en algo casi en un ser místico al que todos nombran, pero
nadie sabe exactamente qué es y más todavía lo que se llenan la boca hablando de ello,
considero que es un deber cuasi patriótico contribuir a una definición lo más simple posible
que hasta un rojo, rosadito o acaviarado, la pueda entender.
Veamos pues:
Facha en Argentina o España y Facho entre nosotros, es una contracción que se usa para
referirse a un adepto del fascismo. En forma ampliada y sin examen crítico de ninguna especie
los rojimios y rosaditos lo usan para todo aquel cuyas ideas sean diferentes a las suyas.
¿Qué es el fascismo?
El fascismo es un movimiento político anticapitalista de grandes masas original de Italia. Su
líder fue el ex socialista Benito Mussolini conocido como el Duce. La extracción social
característica de las masas fascistas es en gran parte la pequeña burguesía urbana y rural, los
segmentos populares y lo que Marx definiría como el lumpen proletariado.
Afín al fascismo, pero con característica propias como la recurrencia a la superioridad aria y su
misticismo, fue el perverso nazismo alemán liderado por el infame Adolf Hitler causante de la II
Guerra Mundial.
Algunas características en común de fascistas y rojos
El fascismo es un movimiento de inspiración colectivista, una reacción contra los ideales de la
ilustración que privilegia la lo colectivo llámese esto: la sociedad, la comunidad, la nación, el
proletariado, la raza por sobre el individuo y propone la centralización de todo el poder en un
caudillo mesiánico en quien supuestamente encarnación indispensable de su causa.
El comunismo por el contrario y en esto se distingue muy claramente del fascismo, es una
respuesta colectivista sin duda, pero a la vez propia de la modernidad contra el individualismo
moderno. Fascistas y comunistas tienen en común su odio al capitalismo y su respuesta ante
2. este instrumentalizando el poder del Estado para normarlo en un caso o sustituirlo en el otro.
Ambos postulan sistemas políticos de corte totalitario para cuyos adeptos todo pensamiento
distinto del suyo es digno de ser extinto junto a sus seguidores a los que deshumanizan
totalmente.
Paradojas de la vida el socialismo proclamado por los rojimios que tildan a todos a diestra y
siniestra de fachos, tiene más cosas en común con el fascismo de lo que los actuales herederos
de ambas doctrinas quisieran reconocer.
Para ambos rojos y pardos, el individualismo desenfadado e irónico que propugna el
liberalismo, así como su natural talante escéptico y neutral son actitudes subversivas que nos
distancian del bien común que por supuesto rojos y pardos conocen mejor que nadie, unos
gracias a sus “poderosos” intelectos y los otros gracias al aval sobrenatural de la “tradición”.
Asimismo los dos bandos son absolutamente opuestos al principio del interés personal que
para los liberales motiva la acción social y la prosperidad de las sociedades por considerarlo un
principio inmoral y disolvente.
Para los colectivistas por el contrario todo ha de estar al servicio del Estado, la nación, la raza,
la clase y para ello cualquier sacrificio es poco. El sacrificio se convierte en un estilo de vida: “El
colectivismo no predica el sacrificio como un medio temporal para alcanzar algún tipo de
objetivo deseable. El sacrificio es su objetivo – el sacrificio como estilo de vida. Es la
independencia del hombre, el éxito, la prosperidad y la felicidad lo que los colectivistas
quieren destruir.” Sacrificio que curiosamente tienen que pagar los de abajo y no la elite del
“glorioso” partido.
Un rasgo curioso de los fascistas y socialistas es la tendencia al culto de la personalidad de sus
líderes a los que identifican como personificación de la nación y del Estado. Un caso
representativo de esta confluencia puede ser el socialista del siglo XXI, Hugo Chávez según el
cual, “el que no es chavista no es venezolano” o el simbólico “Che” al que los dispositivos de
agitación socialistoides pugnan por equiparar a la figura de un moderno Cristo.
Ambos sistemas además sostienen un rechazo absoluto a la democracia liberal a la que usan
sin escrúpulos para lograr sus fines cuando la oportunidad se presenta y no tienen escrúpulo
alguno en mandarla al tacho cuando la oportunidad se les presenta.
Hay que agregar que ninguna actitud es más característica de un fascista y de un comunista
que tratar de fetichizar a su adversario como ocurre cuando se utiliza el término “facho” *a
diestra y siniestra contra todos los adversarios. Una clara muestra que del parentesco
ideológico presente entre estos dos bandos tan dados a las convenientes generalizaciones
contra sus adversarios.
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*Cambien por el adjetivo que deseen que salga de la boca de estos rojitos y el resultado es el
mismo, el mismo deseo implícito de deshumanizar a sus adversarios para destruirlos.