Sobre la inconclusa construcción del Estado laico en el Perú
1. Sobre la inconclusa construcción del Estado laico en el Perú
El preámbulo de la Constitución política del Perú dice:
“EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEMOCRÁTICO, INVOCANDO A DIOS
TODOPODEROSO, OBEDECIENDO EL MANDATO DEL PUEBLO PERUANO Y
RECORDANDO EL SACRIFICIO DE TODAS LAS GENERACIONES QUE NOS
HAN PRECEDIDO EN NUESTRA PATRIA…”
Una declaración lirica en primera instancia pero importante dado que sabemos que habitamos
un país de mayoría católica o que al menos dice ser de mayoría católica.
No es por nada, pero apuesto que solo una ostensible minoría de esos católicos va a misa
todos los domingos o se abstiene de comer carne los viernes y menos todavía suele comulgar
con regularidad. La mayoría de la población cree en la existencia de un ser supremo, pero esa
creencia no se restringe y no debe hacerlo en torno a una confesión particular.
La constitución política del Perú también nos dice en su Artículo 43: “La República del Perú es
democrática, social, independiente y soberana. El Estado es uno e indivisible.
Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza según el principio de la
separación de poderes.” Dejemos claro entonces que a pesar del llamado deísta del preámbulo
constitucional, el Estado peruano es UNO y no está supeditado a ningún otro Estado ni a
ninguna confesión religiosa. Por ello mismo en su Artículo 50 de la constitución se establece
que: “Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia
Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, y le
presta su colaboración. El Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de
colaboración.”
No podía ser de otra manera puesto que la Iglesia Católica es parte fundamental de la forja de
la identidad peruana y como primera minoría religiosa del país es natural que tenga un trato
digamos que diferenciado en algunos aspectos frente a otras confesiones.
Tenemos pues claro que el Estado peruano es un Estado laico entendido este como un Estado
que respeta y defiende la libertad de ideologías y de cultos, Estado e iglesia se hallan plena y
felizmente separados. No es como bien nos lo recuerda Ricardo Mayta (1), un Estado ateo, un
Estado donde está prohibido profesar una religión determinada.
Para los liberales el laicismo es una condición esencial del Estado ya que se considera la única
manera real de garantizar la libertad de credos. La reciente tentativa de la jefa del Concytec de
eliminar la exhibición de imágenes religiosas de la institución que se supone promotora del
desarrollo científico en el Perú fue solo producto de la necesidad de adecuar la realidad a la
norma. Entiendo el sentir religioso de muchos de mis amigos católicos que se han sentido
ofendidos y hasta estigmatizados, pero no se trataba en ningún momento de una persecución
2. contra su fe, la cual son libres de ejercer en su ámbito privado; se trataba de adecuar el Estado
peruano al secularismo y a la modernidad.
Esta discusión entre fe y razón, entre público y privado; es algo que ha acertado en señalar el
periodista Marco Sifuentes (2) en su más reciente columna, debió ser zanjado en nuestra
sociedad durante el siglo XIX. Desgraciadamente nuestros políticos tan decididos ellos dejaron
todo para después en la creencia de que aquí los problemas se resuelven solos o no se
resuelven nunca y porque sabían que problemáticas de este tipo no suman adhesiones ni
votos. Pareciera que como apunta nuestro amigo y colaborador en el blog Dante Bobadilla (3),
la nuestra es una sociedad pagana aun muy inmadura para el advenimiento de un Estado laico.
Dicen que en política la forma es fondo y la jefa del Concytec se equivoco de cabo arabo en la
manera en que planteo su buena intención, aquello de "impulsar el pensamiento crítico
basado en la evidencia" tiene un claro tufillo autoritario, ateo y anticristiano. Para que seamos
claros, fue una tremenda cojudez que desmarco por completo lo que es en el fondo una
propuesta inteligente. Si por el contrario lo hubiera planteado dentro de la vía administrativa
por intermedio de un reglamento de manera acorde con la norma burocrática con tacto, tino y
elegancia, se hubiera anotado un gol de media cancha en lugar de tener que verse obligada a
retroceder y sumar una deslegitimación más a las muchas que ya acumula el Estado peruano.
Lamentablemente una vez más la discusión se perderá en lo anecdótico, pero es bueno que
aunque sea de manera episódica y a destiempo estos debates sacudan nuestra sociedad o a
los pocos que nos encontramos interesados en vez del último episodio de “Combate” o que
dijeron los participantes de “Esto es Guerra”.
Iván Budinich Castro
ivanbudinich@yahoo.com
@ibucas
Notas:
1 http://larepublica.pe/blogs/libre-pensador/2011/11/28/%C2%BFperu-un-estado-laico/
2 http://larepublica.pe/blogs/pasado/2013/05/01/rumbo-al-siglo-xix/
3 http://vozliberal.blogspot.com/2013/05/estado-laico-en-sociedad-pagana.html
Publicado en:
http://catarsisyharakiri.blogspot.com/2013/05/la-inconclusa-construccion-del-estado.html