1. El Señor les da a los israelitas
agua de la roca, y sana a los
que miran a la serpiente de
bronce
LECCIÓN #40- EDIFIQUEMOS SOBRE CIMIENTOS FIRMES (AMPLIADO)
2. Bosquejo
1. Los israelitas culparon a Moisés y a Aarón por no tener agua (Números 20:1-5).
2. Moisés y Aarón le pidieron ayuda al Señor (Números 20:6).
3. Dios le ordenó a Moisés que le hablara a la roca (Números 20:7-8).
4. Moisés desobedeció y golpeó la roca (Números 20:9-11).
5. El Señor castigó a Moisés y a Aarón (Números 20:12).
6. Aarón murió (Números 20:23-25, 28).
7. Los israelitas murmuraron una vez más (Números 21:4-5).
8. Dios envió serpientes venenosas (Números 21:6-7).
9. Dios sanó a los que miraron a la serpiente sobre el asta (Números 21:8-9).
3. 1. Los israelitas culparon a Moisés y a Aarón
por no tener agua.
“Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de
Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió
María, y allí fue sepultada. Y porque no había agua para la
congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Y habló el
pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto
cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! ¿Por
qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para
que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos
has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es
lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun
de agua para beber.” Números 20:1-5.
4. Los israelitas
dijeron:
Los israelitas que Dios sacó de Egipto se habían
quejado cuando estaban viajando hacia el monte
Sinaí.
A pesar de las murmuraciones y quejas, el
Señor les había dado agua de la roca cuando lo
necesitaron antes. Ellos sabían que Dios era su
proveedor.
Los israelitas habían visto muchos milagros,
pero todavía no confiaban en el Señor para que
les ayudara.
La mayoría de las personas de hoy día
son como los israelitas.
La mayoría de las personas ignora las
evidencias que Dios da todo el tiempo.
...“¿Por qué hiciste
venir la congregación
de Jehová a este
desierto, para que
muramos aquí
nosotros y nuestras
bestias? ¿Y por qué
nos has hecho subir de
Egipto, para traernos a
este mal lugar?”…
5. 2. Moisés y Aarón le pidieron ayuda al
Señor.
“Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la
puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus
rostros: y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. ”
Números 20:6.
6. Antecedente:
“Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma
la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón
tu hermano, y hablad a la peña a vista de
ellos; y ella dará agua, y les sacarás aguas
de la peña, y darás de beber a la
congregación y a sus bestias. ”
Números 20:7-8.
Cuando los israelitas
necesitaron agua, el
Señor le había dicho a
Moisés que golpeara
la roca. En esta
oportunidad el Señor
le dijo que tan sólo le
hablara a la roca.
3. Dios le ordenó a Moisés que
le hablara a la roca.
7. 4. Moisés desobedeció y golpeó la roca.
“Entonces Moisés tomó la vara de
delante de Jehová, como él le mandó. Y
reunieron Moisés y Aarón a la
congregación, y les dijo: ¡Oíd ahora,
rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir
aguas de esta peña? Entonces alzó
Moisés su mano y golpeó la peña con su
vara dos veces; y salieron muchas aguas,
y bebió la congregación, y sus bestias.”
Números 20:9-11.
8. 5. El Señor castigó a Moisés y a Aarón
“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí,
para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no
meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”
Números 20:12.
9. 6. Aarón murió.
“Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el
monte de Hor, en la frontera de la tierra de
Edom, diciendo: Aarón será reunido a su
pueblo, pues no entrará en la tierra que yo
di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis
rebeldes a mi mandamiento en las aguas
de la rencilla. Toma a Aarón y a Eleazar su
hijo, y hazlos subir al monte de Hor."
Números 20:23-25.
“Y Moisés desnudó a Aarón de sus
vestiduras, y se las puso a Eleazar sus hijo;
y Aarón murió allí en la cumbre del monte;
y Moisés y Eleazar descendieron del
monte.“
Números 20:28.
10. Los israelitas
dijeron: “Después partieron del monte de Hor, camino del
Mar Rojo, para rodear la tierra de Edo; y se
desanimó el pueblo por el camino. Y habló el
pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos
hiciste subir de Egipto para que muramos en este
desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma
tiene fastidio de este pan liviano.”
Números 21:4-5.
...“Y habló el pueblo
contra Dios y contra
Moisés: ¿Por qué
nos hiciste subir de
Egipto para que
muramos en este
desierto?”…
7. Los israelitas murmuraron una
vez más.
Los israelitas aún no confiaban ni
dependían de Dios.
11. 8. Dios envió serpientes venenosas.
“Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían
al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.”
Números 21:6.
12. En los tiempos de Noé la gente que no le creyó a Dios
no pudo escapar del diluvio.
No hubo escapatoria para la esposa de Lot cuando desobedeció a Dios y miró hacia la
ciudad de Sodoma.
La gente malvada de las ciudades de Sodoma y
de Gomorra no pudo escapar cuando Dios envió
fuego del cielo sobre ella.
No hay manera del escapar del juicio de Dios a
menos que Él mismo provea una forma
13. ¿Qué creen ustedes que
hicieron los israelitas cuando
Dios envió las serpientes
venenosas como juicio por su
pecado?
14. Los israelitas cambiaron su actitud hacia Dios y
reconocieron su pecado.
“Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por
haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite
de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.”
Números 21:7.
Ellos no podían hacer nada para remediar su
situación, y Moisés no podía salvarlos de las
serpientes. Sólo el Señor podía salvarlos.
15. 9. Dios sanó a los que miraron a la
serpiente sobre el asta.
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla
sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella,
vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un
asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la
serpiente de bronce, y vivía.”
Números 21:8-9.
16. Dios le dijo a Moisés que hiciera una serpiente
de bronce y la pusiera sobre un asta.
El Señor es misericordioso, decidió perdonarlos
y salvarlos. Ellos no merecían la ayuda de Dios,
pero Él salvó a todos los que confiaron en Él y
miraron a la serpiente sobre el asta.
Los israelitas eran sanados por el poder de Dios.
Ellos sólo podían ser sanados si hacían lo que
Dios decía.
Dios cumplió Su promesa a todos aquellos que
miraron a la serpiente sobre el asta.
9. Dios sanó a los que miraron a
la serpiente sobre el asta.
17. El Señor salva a aquellos que
confían y se acercan a la
manera de Él.