LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
Especifica las características peculiares del Renacimiento español
1. Miguel de los Santos Jadraque y Sánchez Ocaña: El Cardenal Tavera visita el taller de Berruguete, 1884
2. Las ideas del
Renacimiento italiano se
extienden débilmente
hacia España a fines del
siglo XV y se difundirán
en el siglo XVI, en gran
medida en función de:
• Su cercanía
geográfica.
• Los contactos
políticos y
comerciales de la
Corona de Aragón
con el sur de Italia
• Por la relación
política que tanto los
Reyes Católicos como
Carlos V mantuvieron
con Italia
(Milanesado,
Nápoles, Sicilia).
Tapiz de Bruselas según cartón de Bernard van Orley: La batalla de Pavía, 1528-31
3. No obstante, el contexto social,
económico y político era muy
diferente al de Italia:
• Frente al auge comercial y
bancario de las potentes ciudades-
estado italianas, su burguesía
mercantil y sus mecenas
impulsores de la renovación
artística e intelectual de la época,
• España era una
monarquía
autoritaria que
gobernaba reinos
dispares, con una
nobleza cortesana y
terrateniente muy
poderosa y una
economía (salvo en
Valencia y Cataluña)
eminentemente
ganadera y agraria.
Lorenzo Vázquez: Palacio de los Duques de Medinaceli en Cogolludo (Guadalajara). 1488-92
Ricardo Balaca: El regreso de Colón a la corte de los Reyes Católicos, 1874
4. La monarquía empleó la creación
artística como un instrumento de
propaganda de esta nueva concepción
autoritaria que se estaba implantando
y también algunas de las
poderosísimas familias nobiliarias
(Mendoza, Fonseca…) asociadas a ella,
importando obras de Italia o
reclamando artistas italianos.
Estos fueron los principales clientes de
los artistas de la época, en sus
palacios, colegios, universidades y
otras construcciones que patrocinaron
y, por supuesto, la poderosa Iglesia
Católica.
Medallón con la efigie de los Reyes Católicos.
Fachada Universidad de Salamanca, 1529
Ello supuso que la introducción de las formas
renacentistas no partiera de las ciudades como en
Italia, sino que fuera impulsada por la propia
monarquía, deseosa de unificar sus reinos en todos
los sentidos (político, religioso, cultural…) y también
por parte de las grandes familias de la nobleza
cortesana.
Rodrigo Gil de Ontañón: Palacio de
Monterrey, Salamanca, 1539
5. Los Reyes Católicos, como parte de
su política centralizadora y
unificadora, tras la Unión Dinástica
de Castilla y Aragón conquistan
Granada y expulsan a los judíos, así
como refuerzan el papel de la
Inquisición en la unificación
religiosa, por lo que la Iglesia
mantuvo un gran poder e influencia.
En este contexto, es natural que
muchas de las ideas del
Renacimiento y del humanismo
fueran consideradas como
paganizantes y no fueran aceptadas.
Además, tras la Reforma Protestante,
la Monarquía Hispánica se convirtió
en adalid de la ortodoxia católica y
se asoció a la defensa de las ideas
de la Contrarreforma y del Concilio
de Trento.
Pedro de Berruguete: Auto de fe presidido por
Santo Domingo de Guzmán, 1490
6. Es también la época en que, tras la
unificación peninsular tras la toma
de Granada, se forja el inmenso
imperio europeo y, sobre todo,
americano de los reyes de la casa
de Austria (Carlos V y Felipe II), así
como una intensa política
internacional, caracterizada por los
constantes conflictos exteriores en
Europa contra Francia, los
protestantes y los turcos.
Dueña de un inmenso imperio,
España se enriquece con el oro y la
plata americana, pero también se
verá afectada por los enormes
gastos de su política exterior y por
el alza de los precios, que
desembocó en la bancarrota.
Como consecuencia, por primera
vez las formas artísticas de origen
europeo llegaron a América.
Templo y exconvento de San Agustín (Acolman, México), 1524-60
Catedral de Stº Domingo (Rep. Dominicana), 1541
7. Por otra parte, en España las formas góticas y mudéjares estuvieron fuertemente
arraigadas y se mantuvieron durante mucho tiempo, en parte por el patrocinio de la
corona al estilo final del gótico (Isabelino o Reyes Católicos) y en parte por la especial
relación que la Corona de Castilla mantuvo con las regiones de Flandes y Borgoña, donde la
tradición gótica perduró mucho tiempo.
Rodrigo Gil de Hontañón: Bóvedas de la catedral de Salamanca, 1540 Gil de Siloé: Fachada Colegio San Gregorio, Valladolid, 1488-96
8. Lenta, pero firmemente, los modelos importados de Italia comienzan a introducirse en el
arte hispano:
• Primero superponiéndose a las formas góticas y mudéjares, impulsado por las clases
dirigentes.
• Más tarde sus novedades serán asimiladas y se impondrán, coincidiendo básicamente en
el reinado de Felipe II, pero con un carácter peculiar propiamente español, muy
vinculado a los propios valores de la monarquía católica: arte a su servicio, vinculación
con la defensa de la Iglesia católica y la Contrarreforma, austeridad...
Lorenzo Vázquez: Palacio de los Duques de Medinaceli en Cogolludo (Guadalajara). 1488-92
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584
9. Las nuevas formas renacentistas llegaron
a los territorios peninsulares:
• Por el patrocinio de la monarquía y
de la alta nobleza a las nuevas formas,
como ejemplo de sus nuevas ideas de
gobierno.
• La importación de obras de arte
procedentes de Italia.
• La presencia de artistas italianos,
reclamados por los monarcas y los
nobles.
• Los viajes a Italia realizados por
artistas españoles, deseosos de
conocer las modas y novedades
desarrolladas en el principal foco
cultural y artístico del continente.
• La difusión de imágenes y grabados
de arte renacentista mediante la
imprenta.
• La obra “Medidas del Romano”, de
Diego Sagredo, publicada en lengua
vulgar y que difunde los preceptos
clásicos del tratado de Vitrubio (1526).
Diego Sagredo: “Medidas del Romano”,1526.
Domenico Fancelli: Sepulcro del Príncipe D. Juan, 1512-13
11. Suelen diferenciarse tres periodos, aunque en ocasiones se superponen entre ellos y los
mismos arquitectos puedan realizar obras de uno u otro estilo:
Pedro Machuca: Palacio de Carlos V en la Alhambra, 1542
Plateresco: Finales del siglo
XV y primer tercio del XV
(Reyes Católicos y primeros
años de Carlos V).
Clasicista o Purista: Segundo
tercio del siglo XVI (fin del
reinado de Carlos V y
comienzos de Felipe II).
Herreriano: Último tercio del
siglo XVI (fin del reinado de
Felipe II).
Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33 Pedro Machuca: Palacio de Carlos V en
la Alhambra, 1542
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo
de El Escorial, 1564-1584
12. Plateresco:
• Finales del siglo XV y
primer tercio del XV.
• Reyes Católicos y
primeros años del
reinado de Carlos V.
• Hay una dualidad
formal, conviviendo las
formas góticas
predominantes (estilo
Reyes Católicos) con la
introducción de algunas
formas renacentistas
italianas, aunque de
modo superficial y
decorativo sobre
edificios de estructura y
traza gótica.
Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33
13. Clasicista o Purista:
• Segundo tercio del siglo XVI.
• Fin del reinado de Carlos V y
comienzos del de Felipe II.
• Se impone el empleo del lenguaje
clásico y depurado del Renacimiento
italiano, buscando una mayor
simplicidad formal y eliminando la
decoración.
Pedro Machuca: Palacio de Carlos V en la Alhambra, 1542
14. Herreriano:
• Último tercio del siglo XVI.
• Fin del reinado de Felipe II.
• Se desarrolla un clasicismo propiamente español, con un lenguaje clásico pero
extremadamente sobrio y austero, primando lo estructural sobre cualquier posible tentación
decorativa.
• Tendrá gran aceptación y pervivirá hasta las primeras décadas del siglo XVII.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584
15. • Durante los últimos años del siglo XV y
comienzos del XVI, siguen construyéndose
en España numerosos edificios de formas
gótico flamígeras (Estilo Reyes Católicos),
pero, poco a poco, las ideas y formas
renacentistas comienzan a penetrar a través
de las grandes familias de la nobleza.
• Algunas de ellas, como los Mendoza, con
gran contacto con Italia, desean mostrar su
poder a través de un nuevo estilo moderno,
que se diferencie de la tradición gótica tan
en boga, e incorporase las novedades y
modas procedentes de Italia.
• De este modo, comienzan a introducirse en
sus palacios y en las construcciones que
patrocinan algunos elementos inspirados en
la arquitectura italiana del Renacimiento.
• En ocasiones, sobre edificios de estructura y
aspecto gótico, incorporan en sus fachadas,
portadas o decoración elementos de
aspecto clásico propios del nuevo lenguaje
del Renacimiento.
Lorenzo Vázquez y Michele Carlone: Castillo de la Calahorra,
Granada, 1509-12
Plateresco
16. • Lorenzo Vázquez es el primer arquitecto que
introduce estas nuevas formas en España en
obras como la portada del Colegio de Santa Cruz
en Valladolid o en el Palacio de los duques de
Medinacelli en Cogolludo (Guadalajara).
• En ellos se combinan elementos góticos, como
su estructura, su interior, los ventanales, algunos
pináculos, tracerías, cresterías…, con elementos
clásicos procedentes de Italia, como columnas,
pilastras, entablamentos, arcos de medio
punto, frontones, capiteles clásicos, empleo del
almohadillado, balaustradas…
Lorenzo Vázquez: Colegio de Santa Cruz en Valladolid, 1485-
1502
Lorenzo Vázquez: Palacio de los Duques de Medinaceli en Cogolludo
(Guadalajara). 1488-92
17. • Va generándose así el llamado
estilo Plateresco, que más que un
estilo propio de carácter
renacentista, viene a ser una
superposición superficial y
decorativa de elementos
renacentistas sobre edificios de
concepción estructural de tradición
gótica, generando una curiosa
hibridación.
• Lo meramente decorativo
predominará sobre lo constructivo,
aunque poco a poco se irán
abriendo paso las nuevas
estructuras arquitectónicas.
• El término “plateresco” fue
acuñado por Ortíz de Zúñiga en el s.
XVII, al comparar lo menudo y rico
de la decoración que aparece en
fachadas, retablos, escaleras y
rejerías con la labor de los orfebres
y plateros.
Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33
18. • Lo más característico será la profusión decorativa.
• En fachadas, en ocasiones con tanta profusión decorativa como en el gótico flamígero,
se incorporarán nuevos elementos procedentes de Italia y que desbordarán el marco
arquitectónico e invadirán pilastras, columnas…
Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33
19. Los grutescos,
candelieri,
roleos, putti o
amorcillos,
tondos o
medallones
con
personajes
históricos y
mitológicos,
veneras…
Junto con
otros de
tradición
anterior como
los escudos y
elementos
heráldicos.
Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33
• Serán especialmente abundantes determinados repertorios decorativos de carácter
clásico, difundidos a través de grabados, como:
Grutesco
Candelieri
Tondo
Putti
20. Grutesco: motivo decorativo con
figuras humanas, animales reales
y fantásticos, y vegetales,
enlazados y combinados entre sí.
Es un tema propio del
Renacimiento y de influencia
clásica romana.
Decoración a candelieri: Ornamentación
caprichosa en que se representan animales
fantásticos, seres mitológicos, flores, vegetales,
frutas, entrelazados entre ellos y dispuestos en
la característica composición llamada a
candelieri (de candelabros), es decir colocado el
dibujo o el relieve simétricamente a un lado y
otro de un eje central.
Tondo: obra artística pintada o
esculpida con forma circular,
semejante a un medallón. Planta
central o centralizada: aquella
cuyo perímetro gira en tomo a un
centro.
21. • También se incorporarán a esta
decoración otros elementos
clásicos, como pilastras,
capiteles corintios, compuestos,
así como columnas
abalaustradas… aunque
habitualmente profusamente y
minuciosamente decorados con
el nuevo repertorio de origen
italiano.
• No será raro que los edificios se
rematen con balaustres y otros
motivos que recuerdan a las
tradicionales cresterías del arte
gótico.
Balaustre: Columnita torneada
de perfil compuesto por
molduras cuadradas y curvas,
ensanchamientos y
estrechamientos sucesivos, que se
emplea para ornamentar
barandillas o antepechos de
balcones, azoteas, corredores y
escaleras.
Columnas
abalaustradas del
Patio de la Infanta
de Zaragoza y de
la Fachada de la
Catedral de
Plasencia
Remate de la fachada de la
Universidad de Salamanca
22. • Esta abundante decoración recubrirá prácticamente la fachada y todos sus elementos
arquitectónicos, generando una sensación de horror vacui.
Diego de Riaño: Fachada del Ayuntamiento de Sevilla, 1527-34
23. • También se incorporarán otros
elementos de carácter clásico
procedentes de Italia, tales
como:
Paramentos exteriores
almohadillados.
Arcos de medio punto,
aunque con frecuencia se
recurre al arco carpanel y
escarzano, de tradición
gótica, e incluso, a los arcos
mixtilíneos, de tradición
mudéjar.
Bóvedas de cañón con
casetones, aunque
abundarán también bóvedas
de crucería y estrelladas de
tradición gótica e incluso
artesonados de madera de
tradición mudéjar.
Frontones, entablamentos,
cornisas… Juan de Álava: Fachada del Convento de San Esteban en Salamanca, 1524
24. Abundarán las tradicionales fachadas-retablo, ya empleadas en el estilo Reyes Católicos, llenas
de decoración, pero ahora concebidas de un modo nuevo, empleando elementos de aspecto
clásico, un mayor equilibrio y el nuevo repertorio decorativo que se ha importado de Italia.
Juan de Álava: Fachada del Convento de San Esteban en
Salamanca, 1524
Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33
25. Fachada de la Universidad de Salamanca:
• Sobre dos arcos carpaneles se dispone
una fachada a modo de retablo en tres
pisos y cinco calles, entre dos grandes
pilastras y rematada por una crestería.
• Es una fachada equilibrada y ordenada,
totalmente simétrica, en la que sus
diferentes partes se enmarcan entre
pilastras. Verticalmente la decoración
también está ordenada, acentuando la
decoración y el relieve con la altura.
• Está totalmente recubierta por la nueva
decoración: grutescos, candelieri,
amorcillos, así como tondos con las efigies
de los Reyes Católicos, de Carlos V y otros
personajes, así como los escudos de los
reyes y del Emperador. En la parte
superior se encuentra una imagen del
Papa y cardenales, así como personajes
mitológicos.
• Los diferentes elementos se separan al
modo clásico, mediante pilastras y
entablamentos, totalmente cubiertos por
decoración. Fachada Universidad de Salamanca, 1529-33
26. El estilo plateresco tendrá un especial desarrollo en la Corona de Castilla, especialmente en
ciudades como Salamanca, Burgos, Toledo o Sevilla, e irradiará hasta las Indias.
Enrique Egas y Alonso de Covarrubias: Hospital de
la Santa Cruz, Toledo, 1504-15
Enrique Egas: Hospital de los Reyes Católicos,
Santiago de Compostela, 1501-27
Ex Convento de Acolmán, México
27. • Progresivamente, se irán abandonando los
convencionalismos góticos.
• La decoración irá desapareciendo de las
fachadas e irá primando lo estructural sobre lo
decorativo, en un arte más monumental.
• El lenguaje arquitectónico del clasicismo del
Cinquecento italiano se introducirá en la
arquitectura española y se buscará una mayor
claridad estructural, basada en el empleo de:
Elementos clásicos, como órdenes clásicos,
arcos de ½ punto, bóvedas de medio
cañón, arista y vaídas, frontones, óculos,
casetones…
Principios arquitectónicos clásicos:
claridad, proporciones, geometría, orden,
armonía, superposición de órdenes…
• Será fundamental el tratado de arquitectura de
Diego Sagredo, publicado en 1526, que
constituirá la primera divulgación de los
planteamientos renacentistas publicada fuera de
Italia.
• No obstante, coexistirá con el plateresco.
Clasicismo o
Purismo
Pedro Machuca: Palacio de
Carlos V en la Alhambra, 1527-
1542
28. • Arquitectos como Rodrigo Gil de Hontañón, en la Fachada de la Universidad de Alcalá de
Henares, o Alonso de Covarrubias y Diego de Siloé, que habían realizado edificios platerescos,
comienzan a elaborar un estilo más depurado formalmente y a ir eliminando
progresivamente la decoración, que se centrará básicamente en vanos y portadas.
• Paralelamente, van asumiendo el lenguaje del Renacimiento Italiano en edificios claramente
concebidos como renacentistas.
• Su concepción, su estructura y sus elementos sustentantes y sustentados son claramente
clasicistas, al igual que los elementos empleados, eliminando las referencias goticistas.
Rodrigo Gil de Hontañón: Universidad de Alcalá de Henares, 1441-53
29. • El Emperador Carlos V, con la
construcción de su palacio en la
Alhambra de Granada, será
fundamental en la difusión de este
estilo clasicista.
• Como emperador de la cristiandad y
su defensor frente a la amenaza
turca y protestante, como nuevo
César cristiano de su tiempo,
fomenta el desarrollo de un nuevo
estilo:
Que muestre su grandeza y
conmemore sus hazañas, como
los antiguos emperadores
romanos, inspirándose en sus
modelos.
Que sea acorde con los tiempos
modernos del humanismo y del
Renacimiento y con su nuevo
modelo imperial y su época,
alejándose del medievalismo
anterior, adoptando los modelos
clásicos italianos.
Pedro Machuca:
Palacio de Carlos V
en la Alhambra,
1527-1542
Tiziano: Carlos V en
Mühlberg, 1548
30. • Pedro Machuca, formado en Italia,
construye el Palacio de Carlos V en la
Alhambra.
• Planta cuadrada que enmarca un
patio circular, de acuerdo a los
planteamientos manieristas italianos,
glorificando el poder del emperador,
y aludiendo a su poder en la tierra y
a su misión o protección celestial.
• Organiza la fachada en dos pisos,
separados por un voluminoso
entablamento:
El inferior con un voluminoso
almohadillado, superponiendo
ventanas cuadradas y óculos, entre
pilastras almohadilladas toscanas.
El superior se organiza con
ventanales con balcones cubiertos
por frontones rectos y triangulares y
óculos encima, entre pilastras
jónicas.
• Remata el conjunto una gran cornisa.
Pedro Machuca: Palacio de
Carlos V en la Alhambra, 1527-
1542
31. • Resalta las entradas, enmarcándolas entre dobles
columnas adosadas y dotándolas de mayor volumen.
• La puerta sur la concibe a modo de arco de triunfo,
ubicando a los pies de las columnas, trofeos y armas
alusivos a las victorias del Emperador y junto al frontón y
sobre el arco triunfal del piso superior, victorias aladas y
personificaciones de la Historia y la Fama.
• Superpone columnas jónicas y corintias, lo que junto al
empleo de la serliana (arco de ½ punto entre dinteles)
demuestran su conocimiento de la arquitectura manierista
italiana.
• Resulta un conjunto muy monumental, complejo y
pesado, de características manieristas.
Pedro Machuca: Palacio de Carlos V en la Alhambra, 1527-1542
32. • En contraste con el pesado exterior, el patio interior destaca por su ligereza y depuración
formal y por su desnudez decorativa toda su belleza radica en su propia estructura y en la
perfecta armonía de sus proporciones. Ejemplo de clasicismo.
• Superpone, separados por un entablamento y cornisa sobresaliente, columnas toscanas y
jónicas. Sobre el piso inferior ubica un friso con triglifos y metopas.
• El conjunto es completamente arquitrabado, eliminando los tradicionales arcos de los patios
italianos.
• Cubre el primer piso con una bóveda anular y el segundo con artesonado de madera.
Pedro Machuca:
Palacio de Carlos V en la Alhambra,
1527-1542
33. • Alonso de Covarrubias, que había
realizado obras platerescas,
adoptará este nuevo lenguaje
clásico en obras tan depuradas
como las residencias reales del
Alcázar de Toledo (y el desaparecido
de Madrid), que se convertirán en
modelos para el futuro: tres pisos,
elementos clásicos, planta cuadrada
con patio central y 4 torreones en
las esquinas rematados por
chapiteles.
Enrique Egas y Alonso de Covarrubias: Hospital de
la Santa Cruz, Toledo, 1504-15
Alonso de Covarrubias: Alcázar de Toledo, 1545
34. • El patio del Hospital Tavera en Toledo, de Alonso de Covarrubias es un ejemplo perfecto de cómo
los arquitectos españoles han asumido completamente las formas y el lenguaje del clasicismo
renacentista: claridad, armonía, equilibrio, proporción, superposición de órdenes clásicos…
• Dos patios cuadrados, unidos por una crujía central, con arcos de medio punto sobre columnas
toscanas y jónicas en el segundo piso, medallones en las enjutas, eliminación de la decoración,
sobriedad.
35. • Diego de Siloé procederá a
modificar el interior de la planta
gótica (de Enrique Egas) de la
Catedral de Granada y a emplear
un lenguaje plenamente clasicista.
• Convierte la capilla mayor en
circular y la cubre con una cúpula,
adaptando los modelos de planta
central italianos a la planta
basilical gótica y crea una doble
girola. Ante ella un arco triunfa.
• Emplea gruesos pilares de aspecto
clásico sobre un podio, con con
columnas acanaladas adosadas y
capiteles corintios, sobre los que
ubica un fragmento de
entablamento (al estilo de
Brunelleschi) rematado por una
gran cornisa.
• Sobre ellas ubica un pilar menor
sobre el que descansan,
contrastando con los soportes
clásicos, bóvedas estrelladas de
tradición gótica.
Diego de Siloé: Catedral de Granada, 1528
36. • Andrés de Vandelvira, discípulo de Siloé, sigue
los modelos de su maestro en la Catedral de
Jaén, con columnas clásicas adosadas al pilar y
un fragmento de entablamento, pero remata
las naves de un modo más clásico: bóvedas
vaídas y cúpula central.
• En su Sacristía muestra un perfecto
conocimiento de la obra de arquitectos como
Brunelleschi o Palladio.
• El Ayuntamiento de Úbeda (Palacio de Vázquez
de Molina) es un ejemplo de clasicismo.
Andrés de Vandelvira: Catedral de Jaén, 1548 Andrés de Vandelvira: Sacristía de la Catedral de Jaén, 1548
Andrés de Vandelvira: Palacio de Vázquez de Molina, 1562
37. • En el último tercio del siglo XVI,
coincidente con la mayor parte del
reinado de Felipe II, se desarrollará la
última etapa de la arquitectura
renacentista en España, con un estilo
propio.
• Es un estilo que emplea un lenguaje
clásico y de enorme sobriedad, acorde
con los nuevos valores de la
monarquía española:
Defensa de los valores del
Concilio de Trento y de la
ortodoxia de la Contrarreforma.
Austeridad.
Monumentalidad.
• Se denominará herreriano o
escurialense por la enorme impronta
que dejará la principal construcción
que se desarrollará en este periodo, el
Monasterio de San Lorenzo de El
Escorial, realizado por Juan de
Herrera.
Herreriano
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584
38. • El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue erigido para conmemorar la victoria de San
Quintín sobre los franceses.
• Como la victoria tuvo lugar en el día de San Lorenzo, se dedicó a este mártir (se dice que su
planta sugiere la forma de la parrilla en que fue martirizado, aunque se realidad se debe al rigor
matemático con que está trazado y a la necesidad de ubicar el palacio en la cabecera de la iglesia).
• El encargo inicial lo llevó a cabo Juan Bautista de Toledo, que había trabajado con Miguel
Ángel, y a su muerte se encargó de las obras Juan de Herrera, arquitecto de sólida formación
matemática, que había viajado a Italia, Flandes y Alemania, y era un gran conocedor de los
tratados de Serlio, Vignola y Vitrubio.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584. Grabado anónimo. Patrimonio nacional.
39. • Es un enorme conjunto monumental, de
planta rectangular, que se inscribe en un
círculo y que forma un triángulo equilátero
perfecto entre sus extremos y el altar de la
iglesia, muestra del rigor geométrico de sus
arquitectos
• Todo el edificio está concebido con un
estricto sistema matemático y geométrico .
• Exteriormente recuerda a una fortaleza,
subrayando su papel como centro de
gobierno del imperio y de defensa de los
ideales contrarreformistas.
• El conjunto integra diferentes espacios:
Un monasterio de los Jerónimos.
Una iglesia.
Un panteón real.
Un palacio privado para el rey y su corte.
Una biblioteca.
Un colegio para educar en los principios
de la Contrarreforma.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584.
40. • La magnitud de la obra pretendía mostrar el
esplendor del monarca y del reino más poderoso
de la tierra en aquel tiempo.
• A su vez debía ser un palacio, la residencia digna
para la familia real, que no poseía en la cercana
Madrid, nueva capital instaurada en 1561.
• Además debía ser una catedral, un nuevo templo
de Jerusalén, fundado por el rey justo que quería
asemejarse en sus actos a Salomón y ser
considerado el adalid de la Contrarreforma.
• Bajo el altar mayor se construyó
el mausoleo monumental que albergaría las
tumbas de los reyes de España.
• Para que las almas de los difuntos descansaran en
paz, dispuso la construcción de un monasterio con
el expreso deseo de que los monjes jerónimos se
instalaran en él y rezaran constantemente por
ellos.
• Para formar en los principios de la Contrarreforma
y difundirlos, debía contar con un colegio-
seminario.
• El palacio viene a ser una primitiva academia de
todas las ciencias, por lo que cuenta con una
imponente biblioteca, propio de un rey sabio
(como Salomón), humanista.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584.
http://algargosarte.blogspot.com.es/2014/09/el-palacio-monasterio-catedral-y.html
41. • Es una construcción
simétrica, con su eje
de simetría trazado
por el patio de los
reyes, la iglesia y el
palacio real, en un eje
simbólico que une los
valores de la
monarquía de Felipe
II.
• Llegó a convertirse en
emblema de la
monarquía de Felipe
II, realizándose
grabados del mismo,
que se entregaban a
los embajadores que
acudían a la corte.
Pedro Perret: Grabado del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1589.
• Está construido con un fin propagandístico: resaltar el poder de la monarquía autoritaria
y de la fe católica. monumentalidad, enormes dimensiones, propias del principal
proyecto arquitectónico de la monarquía más poderosa de su tiempo, por lo que en su
tiempo se le denominó “la octava maravilla del mundo.”
• El propio rey supervisó constantemente la labor de sus arquitectos.
42. • Rigurosa simetría.
• El conjunto se
organiza con una
serie de patios
cuadrados en torno a
la línea de simetría
principal y que
organizan los
diferentes espacios
del monasterio.
• Está construido en
granito gris de
Guadarrama, que
contrasta con el color
oscuro de los tejados
de pizarra, que lo
recubren.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584.
Rectángulos áureos de la
fachada oeste de San
Lorenzo de El Escorial
• Está construido de acuerdo con un riguroso
sistema de proporciones matemáticas, que
son la base de la belleza del edificio y no la
decoración.
43. • La construcción se
caracteriza básicamente
por:
El empleo de un
lenguaje con elementos
plenamente clásicos,
muy sobrio y depurado
(escoge, por su
simplicidad, el orden
toscano o dórico),
superposición de
órdenes en los patios...
La belleza del edificio se
reduce a sus propias
formas estructurales y a
sus estudiadas
proporciones.
Su rigor geométrico, de
formas puras, rectas y
volúmenes cúbicos.
Sensación de
monumentalidad, de
masa, de pesadez.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo
de El Escorial, 1564-1584.
44. • Algunos ejemplos de la inspiración
en modelos clásicos de artistas
renacentistas italianos pueden
observarse claramente en:
1. La planta de la basílica,
concebida como un espacio
centralizado, al estilo de
Bramante o del Vaticano.
2. El templete circular del Patio
de los Evangelistas, inspirado
en el templete de San Pietro in
Montorio, de Bramante.
3. La cúpula sobre pechinas y con
un gran tambor, inspirada en
la del Vaticano de Miguel
Ángel.
4. El empleo de órdenes gigantes
o colosales, al estilo de los
arquitectos italianos de la
época, bóvedas de cañón,
arcos de medio punto,
entablamentos clásicos…
1 2
3 4
45. • La construcción se caracteriza básicamente por:
Carencia prácticamente absoluta de decoración, más allá de los propios elementos
estructurales (pilastras, columnas…) y del ritmo geométrico de muros y vanos.
Los únicos motivos decorativos que se permiten son también geométricos, unas
pirámides coronadas por esferas.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
Fachada sur y portada en fachada oeste, 1564-1584.
46. • La construcción se caracteriza básicamente por:
Muros lisos, tan solo interrumpidos por sobrias ventanas rectangulares, que
acentúan las perspectivas horizontales, y por las portadas.
La sensación de horizontalidad, remarcada por molduras horizontales entre los pisos,
tan solo se rompe por las torres cúbicas de las esquinas y las torres y cúpula de la
iglesia.
Juan de Herrera: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1564-1584.
47. • La construcción se
caracteriza básicamente por:
El edificio se remata por
cubiertas de madera,
revestidas de pizarra y
con pequeñas
buhardillas en los
tejados.
Las torres de las
esquinas del conjunto (al
estilo del Alcázar de
Madrid o Segovia) se
rematan con chapiteles
de aspecto piramidal
muy apuntado, al estilo
de los realizados los
Reales Sitios que se hace
construir el monarca y en
el Alcázar de Madrid,
inspiradas en la
arquitectura de los Países
Bajos.
Juan de Herrera: Monasterio
de San Lorenzo de El Escorial,
1564-1584.
48. • La austeridad general del conjunto solo se suaviza ligeramente en la entrada principal, donde
ocho columnas toscanas adosadas de orden gigante y con mayor relieve sostienen un cuerpo
central de menor tamaño (con columnas jónicas), unidos por aletones (al estilo de Alberti o
Vignola), en el que se sitúa la imagen de San Lorenzo, rematándose éste con un frontón
clásico.
• La única decoración la constituyen esta escultura, dos parrillas sobre la entrada principal y el
escudo real. El resto está formado por motivos geométricos: hornacinas, ventanas, marcos
rectangulares, un círculo, triángulos…A los lados entre los dos cuerpos y en su parte superior
aparecen pequeños motivos de pirámides y bolas.
• Está diseñado mediante un riguroso esquema geométrico para lograr la armonía.
49. • La iglesia se realiza de acuerdo al
proyecto seleccionado por el rey
(Francesco Paccioto), con un lenguaje
puramente clásico:
Su planta es de cruz griega inscrita
en un cuadrado, que se convierte en
basilical añadir un amplio nártex
(como en San Pedro Vaticano).
Se eleva mediante grandes pilares
con pilastras dóricas de orden
gigante que soportan un gran
entablamento con cornisa
sobresaliente.
Las naves se cubren con bóvedas de
cañón y el crucero con una cúpula
sobre pechinas con un gran tambor
abierto por ventanas.
El altar está sobreelevado, como lo
está el coro de los pies.
El rey podía asistir directamente a los
oficios desde el palacio adosado a la
cabecera.
50. • El llamado Patio de los Reyes conecta en una imponente perspectiva la entrada con la fachada
de la Iglesia, tras pasar bajo la biblioteca, a modo de atrio. En él se encuentran las torres sobre
las crujías y es un ejemplo de orden y simetría, empleando sobriamente los mismos elementos
clásicos que en el resto del monasterio. Es de resaltar el arco que rompe el frontón, utilizado
por Bramante y Miguel Ángel y que procede del tratado de Vitrubio.
• Se decora con estatuas de los reyes bíblicos de Judá, en una alusión a Felipe II como nuevo
Salomón, rey poderoso y sabio, que defiende los valores de la verdadera Religión.
51. • La biblioteca, sobre la puerta principal de acceso, en el eje de simetría principal es un elemento
fundamental del conjunto.
• Albergaba una colección impresionante de libros y trata de subrayar el carácter de humanista,
de hombre culto del rey, conocedor tanto de la sabiduría de la antigüedad como de su tiempo.
• Se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos, decorada con frescos alusivos a las artes y
las ciencias y cuenta con mobiliario diseñado con elementos clásicos por el propio Juan de
Herrera.
52. • Otra de las grandes construcciones de
Juan de Herrera es la Catedral de
Valladolid, que presenta las mismas
características.
• El estilo desarrollado por Juan de
Herrera en el Escorial influyó
enormemente en la arquitectura
española de la época, e incluso, llegó a
prolongarse hasta bien entrado el siglo
XVII: monumentalidad, sobriedad,
rígidas proporciones matemáticas,
volúmenes netos, austeridad
decorativa, chapiteles de pizarra…
Juan de Herrera: Catedral de
Valladolid, 1580
Proyecto de Juan de Herrera: Catedral de Valladolid, sin
añadidos posteriores
54. Del mismo modo y por los mismos
motivos que en la arquitectura, a lo largo
del siglo XVI y de modo paulatino se irán
abandonando las formas gótico-
flamencas y se irán introduciendo las
nuevas formas renacentistas procedentes
de Italia.
No obstante, en la religiosa y espiritual
España de los Reyes Católicos y de los
Austrias, en la España de San Juan de la
Cruz y Santa Teresa de Jesús, en la gran
defensora de la Contrarreforma, pesará
más la arraigada tradición piadosa
medieval y la expresividad gótica de
origen borgoñón que las innovaciones
paganizantes del Renacimiento italiano.
Esto dará lugar a una expresión artística
genuinamente española, muy diferente
de la italiana, que adapta las formas
italianas a su propia sensibilidad y
tradición, con un claro carácter religioso y
muy expresivo, de tipo popular.
Alonso Berruguete:
Martirio de San Sebastián,
1526
55. En España no existe una
burguesía poderosa, ni unas
ciudades estado como en
Italia, ni sus mecenas
cultivados en un humanismo
clasicista y paganizante, sino
que los principales clientes
serán la monarquía, la nobleza
cortesana y la Iglesia.
El ambiente de profunda
religiosidad, impulsado por la
monarquía y la Iglesia Católica,
así como la piadosa devoción
popular, harán que perviva la
tradición, ya iniciada en el
gótico, de la imaginería
religiosa, muy realista y
expresiva, especialmente en
retablos, sillerías de coro y en
esculturas exentas, bien para
su exposición o incluso para
ser exhibidas en procesiones
de las Cofradías.
Juan de Juni: Virgen de las
Angustias, 1561
56. En consecuencia, la temática principal será casi
exclusivamente religiosa, tanto en la
imaginería como en los retablos, coros y en los
sepulcros.
La escultura de carácter mitológico o
alegórico, o los atrevimientos italianos de
representar personajes religiosos desnudos
prácticamente será inexistente.
La escultura profana estará prácticamente
reducida a los encargos de la monarquía.
Alonso Berruguete:
San Cristóbal, 1526
Leone y Pompeyo
Leoni: Carlos V
venciendo al furor,
1555
57. Materiales y técnica:
La tradición española de la
talla en madera desde el
periodo final del gótico
hará que el material
fundamental sea la
madera tallada y
policromada.
La escultura tallada en
madera será la
fundamental en la
elaboración de:
• Retablos.
• Sillerías de coros.
• Imaginería de
devoción.
Esta escultura (con
excepción de las sillerías de
coro) se policromará
cuidadosamente,
alcanzando grandes cotas
de realismo y expresividad.
Alonso Berruguete:
Retablo de San Benito, Valladolid.
1er piso, 1526-32
Diego de Siloé: Martirio
de San Juan Bautista,
Sillería de San Benito el
Real, Valladolid, 1528
58. La policromía sobre talla en madera solía
realizarse de varios modos:
• Las esculturas de madera (en blanco)
se revestían con una fina capa de yeso
y arcilla, para asegurar una superficie
capaz de absorber la pintura aparejo.
Las zonas desnudas del cuerpo se
pintaban al óleo, con un tono
semejante al de la piel
Encarnado.
Las vestiduras se doraban (las
recubrían con finas láminas de pan
de oro) dorado.
Para policromarlas, se empleaba la
técnica del estofado:
Una vez bruñido, se aplica pintura
al temple sobre el pan de oro.
Se raspa la pintura con un punzón,
formando labores decorativas que
imitan brocados y haciendo que el
oro aparezca por debajo de la
pintura.
Alonso Berruguete: Sacrificio de Isaac, 1526
59. El mármol se empleará básicamente para
los sepulcros, asociados a la corte y la alta
nobleza y personajes eclesiásticos.
Tampoco será habitual el alabastro
(aunque se seguirá empleando en Aragón).
El bronce se empleará muy poco,
sobre todo en la corte de Carlos V y
Felipe II y, normalmente fundido por
escultores italianos.
Domenico Fancelli: Sepulcro de príncipe Don Juan de Aragón, 1511-13 Pompeo Leoni: Felipe II y su familia. Monasterio Escorial, 1591
60. Las tipologías
fundamentales
serán:
• El retablo.
• El sepulcro.
• Las sillerías de
coros.
• La imaginería
devocional o
procesional.
• El retrato
(prácticamente
reducido a
círculos
cortesanos).
61. Los retablos seguirán los modelos del
último gótico, si bien se preferirán
los esculpidos a los pintados.
Su estructura es la tradicional
anterior: sotabanco, banco, varios
cuerpos superpuestos y ático.
Verticalmente se dividen en calles y
entrecalles, formadas por columnas,
frisos y frontones, que forman la
estructura arquitectónica en la que
se alberga el programa escultórico.
La estructura se realizará con
elementos clásicos como columnas y
entablamentos clásicos y decorados
con los nuevos modelos importados
de Italia: grutescos, candelieri,
angelotes, guirnaldas…
Su elaboración requería de la
participación de un conjunto de
artistas, como arquitectos o tracistas,
ensambladores, doradores, orfebres,
pintores y los propios escultores.
Damián Forment: Retablo de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, 1537
62. La estructura arquitectónica
estaba habitualmente dorada.
Las figuras y relieves se
policromaban y estofaban.
Se realizaban grandes
programas iconográficos de
carácter religioso, que
incluían relieves y figuras
exentas.
Generalmente, las esculturas
de bulto redondo se alojaban
en hornacinas y los relieves en
planchas lisas.
El conjunto generaba un gran
impacto visual, esplendoroso
y brillante, de carácter
artificioso, pero muy acorde
con el gusto popular, y que
pretendía despertar la
devoción de los espectadores.
Gaspar Becerra: Retablo de la Catedral de Astorga
(León), 1558-62
63. Con el paso de los años, se
harán notar en ellos tanto:
• Un mayor clasicismo en la
arquitectura y abandono
de la decoración.
• La influencia del Concilio
de Trento:
Se acentuará la
presencia de los
santos, como
intercesores ante Dios.
La figura de la Virgen,
negada por los
protestantes.
La autoridad papal y
de los padres de la
Iglesia.
La relevancia del
sagrario, exaltando los
Sacramentos.
Esteban Jordán Retablo mayor de la iglesia de Santa María
Magdalena, de Valladolid , 1572-1574:
64. El sepulcro continuará la
tradición anterior, aunque
incorporando nuevos
elementos clásicos, como
columnas clásicas,
entablamentos, hornacinas,
tondos, veneras, putti,
tondos, veneras...
Seguirán existiendo las dos
tipologías tradicionales:
exentos y en arcosolio.
El difunto aparecerá yacente
o dormido, aunque también
podrá aparecer en otras
actitudes.
Es habitual que aparezca
rodeado tanto de santos
como de las virtudes que
caracterizaban al difunto, en
vida, para ser recordado por
ellas.
Vasco de la
Zarza: Sepulcro
de Alonso
Fernández de
Madrigal, El
Tostado, 1520-
24
Domenico
Fancelli:
Sepulcro de
príncipe Don
Juan de
Aragón, 1511-
13
65. Sillerías de Coro Imaginería devocional y
procesional
Retrato
• Continuarán la tradición
anterior, aunque
incorporarán las nuevas
formas renacentistas y un
modo de representar la
figura humana más
clásico.
• Como en el caso de la
escultura de retablo,
tendrá gran desarrollo y
aceptación popular.
• Será muy realista y
expresiva con el fin de
despertar la piedad de los
fieles.
• Tendrá escaso desarrollo, con
excepción de la corte real.
• Se llevarán a cabo en mármol y
bronce por parte de artistas
italianos.
• Suelen adoptar las formas clásicas
italianas y una mayor idealización y
serenidad que la escultura
religiosa.
Leone y Pompeo Leoni:
Carlos V dominando al
furor, 1555
Juan de Juni:
Virgen de las
Angustias,
1561
Alonso Berruguete y Felipe Vigarny:
Sillería alta Catedral de Toledo,
1535-40
66. Si algo va a caracterizar fundamentalmente a la escultura religiosa del Renacimiento español
es su realismo y expresividad, que serán prioritarios por encima de los valores de belleza y
serenidad clásicos del Renacimiento italiano.
Se trata de continuar la tradición de religiosidad anterior y cualquier exaltación de las
formas humanas, en detrimento de la expresión del sentimiento religioso, era rechazado
como contrario a los principios de la escultura cristiana.
Los principios clásicos se admiten en la escultura decorativa y en la funeraria, pero no en las
obras de marcado carácter religioso, que son las más demandadas por los clientes
españoles.
Juan de Juni: Santo entierro, 1541-45
67. La finalidad de la
escultura será mostrar
las enseñanzas de la
ortodoxia católica y
mover al fiel hacia la
devoción, lo que se
acentuará tras el
Concilio de Trento.
Tan solo se adoptarán
aquellas novedades
técnicas e iconográficas
renacentistas que
contribuyan a una mejor
expresión de la fe
católica.
Primará más acentuar la
expresión religiosa que
el interés por la belleza
formal, a diferencia de
lo que ocurría en Italia.
Alonso Berruguete: Sacrificio de Isaac, 1526
68. Evolución:
En el primer tercio del
siglo XVI se mantiene la
tradición gótica, aunque
penetrarán las formas
italianas a través de:
• La importación de
obras de arte por
parte de la nobleza.
• La presencia de
artistas italianos
reclamados por la
nobleza o la
monarquía.
• La actividad de
algunos escultores
españoles formados
en Italia y en la
nueva estética
renacentista.
Domenico Fancelli: Sepulcro del
Príncipe D. Juan, 1512-13
Bartolomé
Ordóñez: Martirio
de Santa Eulalia,
trascoro Catedral
de Barcelona,
1519
69. El italiano Domenico Fancelli realizará los sepulcros de los Reyes Católicos y de su hijo el
príncipe Don Juan o el sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza. Algunos de ellos
serán importados de Italia.
En estos sepulcros se incorporan tanto las formas, como los valores y la decoración propios
de la escultura renacentista: idealización, serenidad en los rostros, arcos de medio punto,
pilastras y órdenes clásicos, tondos, hornacinas, putti, guirnaldas, grifos en las esquinas…
Domenico Fancelli: Sepulcro de los Reyes Católicos, 1517
D. Fancelli: Sepulcro de Diego Hurtado de Mendoza, 1509
70. El también italiano Pietro
Torrigiano modela en terracota
policromada su conocido San
Jerónimo penitente, de
espléndido realismo, gran
tratamiento anatómico y enorme
expresividad, acentuada por la
policromía, y que será muy del
gusto español, entroncando con la
tradición anterior.
Pietro Torrigiano:
San Jerónicmo, 1525
71. Esta influencia italiana se hace notar en artistas españoles, que asumen las formas y
gustos italianos, como Bartolomé Ordóñez, Vasco de la Zarza o el borgoñón, formado
en los gustos italianos, Felipe Bigarny.
Vasco de la Zarza: Sepulcro de Alonso Fernández de
Madrigal, el Tostado, 1520-24
Bartolomé Ordóñez: Tumbas de Felipe el Hermoso y Juana la
Loca (1519) y del Cardenal Cisneros (1518-24)
72. Su impronta se hará sentir
a lo largo de todo el resto
del siglo y enlazará con la
imaginería del barroco.
Alonso Berruguete:
Sacrificio de Isaac,
1526
Juan de Juni: Santo entierro, 1541-45
En el segundo tercio del siglo
XVI:
Destacarán las figuras de Alonso
Berruguete y Juan de Juni,
formados en Italia y que
introducen las formas
manieristas.
Estos escultores adaptan las
formas clásicas y manieristas del
Renacimiento al gusto español,
con gran expresividad,
teatralidad y dramatismo en la
escultura religiosa, frente a los
ideales de serenidad e
idealización clásicos de Italia.
73. El palentino
Alonso
Berruguete, hijo
del pintor Pedro
Berruguete, se
forma en Italia y
conoce la obra de
Donatello, Miguel
Ángel y Jacopo
della Quercia.
En su obra, de
enorme fuerza
expresiva e
intenso
dramatismo, se
aprecian las
influencias de
estos autores y del
Laooconte: fuerza
muscular, tensión,
dramatismo,
movimiento…
El sacrificio de Isaac: Donatello (1421)
y Berruguete (1526)
Laooconte (escultura helenística).
Berruguete: El sacrificio de Isaac (1526)
Miguel Ángel: Ignudi Capilla Sixtina (1508-12).
Berruguete: El sacrificio de Isaac (1526)
Miguel Ángel: Esclavo. Tumba Julio II (1513-16).
Berruguete: San Sebastián (1526)
74. Se caracteriza por:
• Estilo dramático, expresivo,
renunciando –si es preciso- a los
valores de belleza, armonía y
serenidad, en aras de una mayor
intensidad religiosa.
• Alargamiento de carácter manierista
de las figuras (probable influencia de
Donatello), con poderosas y tensas
musculaturas, con cuerpos que se
retuercen, que recuerdan la fuerza
interna y las contorsiones de las
figuras de Miguel Ángel.
• Composiciones desequilibradas,
inestables, angulosas y dinámicas,
adoptando la línea serpentinata.
• Rompe con los valores clásicos de
simetría, contrapposto, equilibrio… y
prima la disimetría, eliminando la
frontalidad y obligando a una visión de
la escultura desde diversos ángulos. Alonso Berruguete:
San Sebastián (1526)
75. • Expresiones fuertes y poderosas,
dramáticas, tendentes al patetismo
(parece ser que presenció el
descubrimiento del Laooconte).
• Gran tratamiento del cuerpo desnudo y
la anatomía, aunque renunciando a la
perfección anatómica clásica.
• Renuncia a la belleza formal –en
ocasiones con defectos formales,
ocultos bajo la policromía– para
subrayar la tensión religiosa, en línea
con el patetismo de tradición gótica tan
arraigado en España, primando lo
expresivo frente a lo estético.
• La tensión muscular, las deformaciones,
las formas retorcidas e inestables, así
como la expresión de los rostros tratan
de acentuar la agitación espiritual de
las escenas religiosas, muy en la línea
de la devoción tradicional española y
adaptada a las exigencias de la
Contrarreforma, tratando de despertar
la compasión en el fiel. Alonso Berruguete:
El sacrificio de Isaac
(1526)
76. • Lo principal de su producción es la
escultura religiosa en retablos, como el
de San Benito en Valladolid, del que
proceden sus dos figuras más famosas: El
sacrificio de Isaac y El martirio de San
Sebastián.
• También participó con Felipe Bigarny en
la realización de la sillería alta del coro de
la catedral de Toledo .
• En un estilo más clásico esculpe en
alabastro el sepulcro del Cardenal Tavera.
Alonso Berruguete: Job y Jonás, sillería alta del coro de la catedral de Toledo (1539-43)
Retablo Mayor de San Benito Real de Valladolid, (1526-34) fotomontaje
Alonso Berruguete: Sepulcro del cardenal Tavera, 1551-61
77. La otra gran figura será el
borgoñón Juan de Juni, que
trabajará sobre todo en
Valladolid.
En su obra se aunarán:
• La herencia borgoñona y la
influencia de Claus Sluter.
• Su formación en Italia,
especialmente el manierismo
de Miguel Ángel.
• La tradicional espiritualidad
de carácter teatral y
dramática castellana.
Es muy cuidadoso y
perfeccionista, a diferencia de la
técnica rápida y nerviosa de
Berruguete, en la elaboración de
sus obras, probable fruto de su
experiencia modelando barro, y
sus obras están perfectamente
acabadas y policromadas.
Juan de Juni: Virgen de las
Angustias, 1561
78. • Sus figuras son
monumentales y
corpulentas, de tradición
miguelangelesca, de
anatomía bien cuidada y
proporciones clásicas.
• Suele envolverlas en
ampulosos ropajes (que
recuerdan la escultura de
Claus Sluter) muy
expresivos y acordes con el
sentimiento de la escena.
• Sus personajes adoptan
posturas forzadas de
carácter manierista, con
miembros en torsión.
• Expresión dramática de
carácter teatral, acentuada
por los gestos de los
personajes, habitualmente
contenida, en otros casos
tendente al patetismo.
Juan de Juni: Santo entierro, detalle 1541-45
79. • Personajes de rasgos muy realistas, de carácter naturalista, sin idealizar, con rostros
perfectamente trabajados y de aspecto muy expresivo.
• Tallará tanto retablos como imaginería exenta de carácter devocional y procesional.
• Realizará también grandes composiciones muy cuidadas, de carácter teatral y
dramático, en las que a la angustia de sus personajes, se suma una angustia espacial
típicamente manierista, como su famoso Santo Entierro.
Juan de Juni: Santo entierro, 1541-45
80. • Grupo escultórico de cuidada composición simétrica y cerrada por las figuras laterales, pero que se abre
al espectador y le invita a la compasión por las actitudes y miradas de las figuras (José de Arimatea mira
al espectador y muestra una espina). El cuerpo horizontal de Cristo articula las otras figuras.
• Intenso dramatismo en gestos, subrayado por las manos, y expresiones, en general angustiosas,
contenidas. No rehúye del patetismo más crudo, como en la sangre y heridas del cuerpo de Cristo.
• Cuerpos corpulentos, con ropajes arremolinados, que acentúan la sensación dramática. Personajes en
posturas complejas, en violentas torsiones sobre sí mismos. Teatralidad.
• Tratamiento muy naturalista de rostros y cuerpo de Cristo. Cada personaje refleja una emoción distinta.
• Cada detalle de la composición contribuye a la piedad y al dramatismo (espinas, ungüento, perfume…)
Juan de Juni: Santo entierro, 1541-45
81. vamaranta/tema-11-arte-del-
renacimiento-espaol
Cuerpo de Cristo: reposa sobre un sudario en el
ataúd en que va a ser enterrado. Rostro girado
hacia el espectador. Poderosa anatomía. Se
resaltan las heridas en su cabeza y cuerpo.
Eje central de la composición, que sirve de unión al
resto de las figuras.
José de Arimatea: Mira directamente al
espectador y le enseña una espina que ha
extraído de la cabeza de Cristo.
Postura inestable, en torsión, cuyo tronco se
gira hacia el espectador.
María Salomé: muestra el paño con el
que ha limpiado el rostro de Cristo o la
cinta del descendimiento y sujeta la
corona de espinas.
Línea serpentinata.
San Juan y la Virgen se entrelazan en el dolor
en un complejo juego de brazos y en posturas
contrapuestas.
Expresión desconsolada de la Virgen, de
angustia y dolor contenido, mientras San Juan
trata de consolarla: Compassio Mariae.
María Magdalena sostiene un tarro de perfumes, con los
que enjuga con la otra mano cuidadosamente los pies de
Cristo.
Mira con expresión de dulzura a Cristo muerto.
Todo su cuerpo está girado, con el rostro, de carácter
miguelangelesco idealizado
Nicodemo: Arrodillado para facilitar la visión
sostiene un paño con el que ha enjuagado el
cuerpo de Cristo y tiene a sus pies un ánfora
con los ungüentos.
Posición contorsionada, con el cuerpo y la
rodilla en escorzo. Recuerda a Laooconte.
Tema novedoso en España, influencia de los llantos sobre Cristo muerto italianos y de la escultura borgoñona. Forma
un conjunto sobrecogedor de carácter escenográfico y teatral, que invita a la compasión de los fieles y que influirá de
modo decisivo en la imaginería posterior.
82. • En su etapa final destaca la Virgen de las Angustias de Valladolid (1561), de profundo
sentimiento y expresión trágica , de gran importancia como anticipo de los pasos
procesionales del barroco.
• También el retablo del Santo Entierro de la catedral de Segovia (1570), muy ligada a la
estética manierista por la distorsión de las anatomías, por la compleja y desequilibrada
composición, por su dramatismo y por el desbordamiento y angustia espacial.
83. En el último tercio del siglo XVI:
Se continuarán las líneas
trazadas por Berruguete y Juan
de Juni, muy del gusto español,
hasta el periodo barroco,
acentuándose los rasgos
manieristas, aunque de un modo
más clásico que Berruguete.
Destaca la figura de Gaspar
Becerra, que trabaja con Vasari
y Volterra en Italia y está muy
influido por la monumentalidad
y fuerza expresiva de Miguel
Ángel.
Sus figuras, como las del Retablo
Mayor de la Catedral de Astorga,
tienen gran monumentalidad a la
vez que una cierta serenidad
clásica, aunque también
empleará las tradicionales
composiciones dinámicas
helicoidales manieristas. Gaspar Becerra: Asunción. Retablo Catedral de Astorga, 1558-63
84. La difusión de estas formas dará lugar al estilo conocido como romanismo o manierosmo
clasicista, al imitar los modelos de los grandes maestros que trabajaron en Roma en el
Cinquecento (Rafael y, especialmente, Miguel Ángel), con un cierto espíritu clásico.
Tendrá gran éxito durante el reinado de Felipe II, al contratar numerosos artistas italianos
para las obras de El Escorial y este estilo se adaptará perfectamente a las exigencias de los
principios de la Contrarreforma, en boga en esta época.
Juan de Ancheta: Coronación de la Virgen de la Catedral de Burgos (1576) y Retablo de la Trinidad de la catedral de Jaca. 1570
85. Paralelamente, en la
corte, se desarrolla un
clasicismo de influencia
italiana, vinculado con
la monarquía, y
representado por
Leone y Pompeo Leoni.
Es un arte de carácter
oficial, que se inspira
en los modelos clásicos
grecorromanos y la
moda italiana, a mayor
gloria de la monarquía.
Contrastan sus
actitudes y gestos
serenos, su
majestuosidad, con la
expresividad de la
escultura religiosa.
Trabajan el mármol,
pero especialmente el
bronce fundido.
Leone Leoni: Carlos V y el Furor, 1555
86. La escultura alude a las victorias del
emperador y a su vida como pacificador.
Se le representa triunfante, como un héroe
clásico (Eneas pacificando el Lacio y
encerrando al furor en el templo de Jano),
con su mano derecha apoyada en una lanza
y la izquierda sobre la empuñadura de su
espada, dominando al Furor (figuración de
los enemigos de la monarquía hispánica),
representado como un hombre encadenado
en actitud colérica.
La armadura es desmontable y permite
contemplar la figura semidesnuda al igual
que la de los emperadores romanos.
La monumentalidad y el realismo, así como
el estudio anatómico de los personajes, nos
remiten directamente a las obras de los
grandes escultores manieristas italianos.
Ed. Santillana. Hª Arte, 2º Bachillerato
Leone Leoni: Carlos V venciendo al furor, 1555
87. Desde 1590, Pompeo Leoni
realizará en bronce dorado y
adornos de esmalte los grupos
funerarios de Carlos V y Felipe II,
con sus respectivas familias, para
el presbiterio de la iglesia de El
Escorial .
En el lado izquierdo se sitúan el
emperador y la emperatriz, con
las hermanas de Carlos, Leonor y
María, y su hija María.
En el lado derecho, Felipe II, Ana
de Austria, Isabel de Valois, María
de Portugal y el príncipe Carlos.
Los orantes aparecen de rodillas
con las manos juntas y tienen una
actitud majestuosa.
Estos grupos escultóricos
destacan en la desnudez del
granito y la tamizada media luz de
la basílica de El Escorial.
Carlos V y su familia
Felipe II y su familia
89. Al igual que la escultura, la pintura
española de esta época se
caracterizará fundamentalmente
por la abundancia de temática
religiosa.
La pintura mitológica se reduce a
los círculos nobiliarios y a las
colecciones reales y será realizada
casi siempre por artistas italianos.
Tampoco apenas aparecerá el
desnudo.
El retrato adquirirá mayor
desarrollo, tanto en la corte, con
artistas como Sánchez Coello o
Pantoja de la Cruz, como con el
Greco, que retrató a los personajes
más importantes de la sociedad
toledana.
Las técnicas más empleadas será el
temple y óleo sobre tabla y en la
segunda mitad del siglo XVI, el óleo
sobre lienzo.
La pintura al fresco tendrá escaso
desarrollo.
El Greco: Pentecostés, detalle, 1597-600
El Greco: El caballero de la mano en el
pecho, 1578-80
Alonso Sánchez Coello: El príncipe Don
Carlos, 1557-59
90. A lo largo del siglo XV, tendrá un
enorme éxito la pintura flamenca,
importándose numerosas tablas y
llegando numerosos pintores
flamencos, dando lugar al llamado estilo
hispanoflamenco.
Este estilo gozará de gran arraigo
popular y se mantendrá hasta las
primeras décadas del siglo XVI, por lo
que las formas renacentistas italianas
tardarán en penetrar en España.
A finales del siglo XV algunos pintores,
formados en Flandes y en Italia, como
Pedro Berruguete, comienzan a
introducir algunas de las novedades del
Renacimiento italiano (uso de la
perspectiva y de la luz-que había
aprendido con Piero della Francesca-,
arquitecturas clásicas, interés por la
realidad…) , aunque en cuadros que aún
conservan rasgos arcaicos goticistas
(detallismo, empleo de los dorados…).
Pedro Berruguete:
Santo Domingo y
los albigenses,
1495
91. También otros pintores, como Alejo Fernández, son muestra de ese estilo mixto, que
funde la tradición flamenca con las novedades de la pintura italiana renacentista.
Alejo Fernández: Anunciación (1508) Alejo Fernández: La Flagelación (1500-05)
92. Valencia, dado su contacto con Italia, será una excepción.
Bajo el mecenazgo de Rodrigo de Borja, allí trabajarán artistas italianos, como Paolo da San
Leocadio o Francesco Pagano, que importan las formas clásicas italianas muy
tempranamente, en torno a 1472.
Paolo da San Leocadio o Francesco Pagano: Ángeles músicos. Frescos del altar mayor de la catedral de Valencia, 1472-81
93. Será sobre todo a partir del
segundo tercio el siglo XVI
cuando la influencia italiana y
los modelos clásicos se hagan
notar realmente.
Por ello, llegará directamente
la influencia de los grandes
maestros del clasicismo, como
Leonardo, Miguel Ángel y,
especialmente Rafael, así
como la de los pintores
manieristas, a la vez que van
desapareciendo los resabios
góticos.
Fernando Yáñez de la
Almedina es uno de los
pintores que más
tempranamente asume los
valores renacentistas italianos,
reflejando la influencia de
Leonardo da Vinci, al que le fue
–erróneamente- atribuida la
pintura de Santa Catalina.
Fernando Yáñez de
la Almedina: Santa
Catalina, 1505-10
94. Juan de Juanes es un ejemplo en la de como el lenguaje renacentista ha sido asumido por la
pintura española. En La última cena (1562)se aprecia la influencia de Rafael y de Leonardo:
arquitecturas clásicas, perspectiva lineal, composición equilibrada, dulzura y suavidad en los
rostros, rico –aunque suave- colorido de carácter manierista, empleo del sfumatto, intento de
destacar la gestualidad, personajes poderosos y en posiciones complejas, miguelangelescos.
A diferencia de Leonardo, escoge el momento de la institución de la Eucaristía, en clara
sintonía con las indicaciones de la Contrarreforma.
95. Luis de Morales, llamado en su
época “El Divino”, será uno de
los pintores que más éxito
tendrá, en gran medida por la
claridad con que pinta sus
escenas religiosas, que no
distraen al fiel (tal y como
indican los mandatos de la
Contrarreforma), y por su
capacidad de transmitir un
hondo sentimiento religioso e
inspirar la devoción.
Presenta rasgos típicamente
manieristas, como el
alargamiento de las figuras,
colorido delicado, con
preferencia por las gamas frías,
juegos de luces y sombras, así
como una serenidad, suavidad
y dulzura en expresiones y
formas que muestran la
influencia de Rafael y del
sfumatto de Leonardo.
Luis de Morales: Virgen con el niño o Virgen de la leche, 1568-70
96. En otros casos, las obras de Luis de Morales adoptarán rasgos más angulosos, dramáticos y
expresivos, de hondo sentimiento trágico, acorde con la tradición gótica y flamenca tan
arraigada en Castilla, pero habitualmente subrayando sobre fondos oscuros el contenido
espiritual de la escena, de acuerdo con las exigencias de la Contrarreforma para inspirar la
compasión y la devoción del espectador.
Luis de Morales: San Jerónimo,1570
Luis de Morales: La
Piedad,1560
97. En el último tercio del siglo
XVI hay que destacar como
gran foco pictórico El Escorial:
• Por las colecciones reales,
entre las que destacará
Tiziano, de gran influencia
en la pintura española.
• Por la presencia de
numerosos pintores,
especialmente italianos,
pero también españoles,
como Juan Fernández de
Navarrete (El Mudo), para
decorar El Escorial.
• Por la presencia de
importantes pintores de
cámara de la corte, entre
los que destacarán
Sánchez Coello y Pantoja
de la Cruz o la pintora
italiana Sofonisba
Anguissola.
Navarrete el Mudo: Martirio de Santiago, 1571
98. Navarrete el Mudo: Martirio de Santiago, 1571
Juan Pantoja de la Cruz: La
infanta Isabel Clara Eugenia,
1599
Sofonisba Anguissola: Felipe II, 1573
Alonso Sánchez Coello: El príncipe
Don Carlos, 1557-59
99. No obstante, la principal figura
de este periodo, que eclipsará a
todos los demás, fue Doménikos
Theotokópoulos, El Greco.
Su peculiar estilo no gozó del
aprecio de Felipe II, que prefirió
a Navarrete el Mudo o a
pintores italianos de segunda
fila para decorar El Escorial.
Sin embargo, gozó de gran
prestigio en la ciudad de Toledo,
donde su especial estilo
manierista encajó
perfectamente con la
espiritualidad propia de la
época.
Sin embargo, a su muerte,
prácticamente fue olvidado,
hasta ser rescatado en el siglo
XIX y valorado como uno de los
grandes genios de la pintura
universal.
El Greco: Autorretrato, 1595