1. “¡Maestro, me aburro!”
Aburrirse… es bueno
Aunque no lo crean el hecho de que tus alumnos se aburran es bueno. El
aburrimiento es una situación “desagradable” y pone en marcha mecanismos para
evitar esta situación. De esta forma estimula la creatividad y el ingenio para
poder combatirlo.
Si directamente le solucionas el problema, estás eliminando esa parte positiva y
estás coartando su creatividad e ingenio.
Por qué se aburren
Algunos papás y mamás les extraña de que se aburran sus hijos a pesar de que
tienen “de todo”. Generalmente los chicos tienen durante el curso un ritmo, un
horario muy rutinario y estructurado: ir al colegio, comer, descanso, actividades
extraescolares, deberes… En las vacaciones de verano hay más tiempo libre que
rellenar y al principio, no saben cómo hacerlo.
En realidad es una situación muy similar a la que ocurre con las personas que se
jubilan que cuando llevan un periodo en esa situación no saben qué hacer “con
todo el tiempo del mundo”.