Este documento describe la economía del Caribe entre 1550 y 1750, cuando desempeñó un papel central en la economía americana. El Caribe funcionó como punto de entrada y salida de metales, esclavos y mercancías europeas que se distribuían por el continente. Se estableció un sistema de intercambio en el que los puertos caribeños regulaban los precios y articulaban las distintas regiones. La economía se basó en la minería, la agricultura de exportación (azúcar, cacao, tabaco) y el comercio
2. El ámbito temporal estudiado comprende el periodo entre 1550-
1750, en el que el Caribe desempeñó un papel central en la
economía americana, constituyendo un espacio económico propio
y particular.
Este papel consistió en ser el punto de entrada y salida de las
embarcaciones que llevaban los metales americanos (en su etapa
de mayor producción) y el punto de entrada de los esclavos
africanos y las mercaderías europeas que se distribuían en el
continente.
3. La circulación y modo de producción de los metales por el
continente americano habían generado una red de
intercambio con los productos agrarios modificando los
modos de producción de éstos adaptándolos al mercado
minero.
Se establece un juego de intercambio en el que los puertos
del Caribe tienen un rol sumamente importante ya que
regulaban a través de la especulación los precios de los
metales y las mercaderías europeas.
4. El Caribe se transforma en un espacio de intercambio
de escala internacional (comercio con España) como
regional (articulando las distintas regiones a través de
la circulación de mercadería dinero).
Evolución de las feitorías en plazas de mercado que se
fueron complejizando a medida que América era
incorporada a la «economía mundo», como mercado
de manufacturas y productora de metales.
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6. La especulación financiera y la producción metalífera constituyeron
las bases del comercio caribeño. Además se introduce el contrabando
(llevado a cabo por peninsulares en un primer momento, y luego por
franceses, ingleses y holandeses) que abarataban las manufacturas.
Rápido crecimiento de las ciudades que se convirtieron en lugares en
donde era posible comerciar cualquier cosa.
Este modelo constituido en el Caribe generó profundas
transformaciones en las sociedades coloniales, tejiendo un entramado
multirracial en el que la diferenciación social se basaba en los
beneficios producidos por el comercio, extendidos a toda la población.
7. En 1503 se establece la Casa de Contratación en Sevilla, como un
único medio de control y regulación de la Corona en el
intercambio y el tráfico a través del sistema de monopolio
comercial.
La administración (española y americana) se basaba en la
obtención y acumulación de riquezas (oro y plata).
La implementación del llamado «régimen de flotas» resultó un
sistema sumamente rígido y poco adaptado al juego de
intercambio y produjo que el fraude y el contrabando se
impusieran como prácticas paralelas dentro del comercio
americano.
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9. Éste régimen suponía que los viajes se debían llevar a cabo
anualmente y cumplimentar una serie de requerimientos de
tonelaje y navegabilidad. Saldrían sólo del puerto de Sevilla
además de recalar sólo en los puntos prefijados. Una vez
recolectados todos los bienes en las «ferias» asignadas y el tesoro
tributario americano, se regresaría a Sevilla en el mismo año.
Aquí el rol de Sevilla era el de registrar a todo y todos los que
entraban y salían de España. Este sistema permaneció casi sin
cambios a pesar de sus muchas falencias como el hecho de no
adaptarse a las condiciones del mercado, además de no ser eficaz
desde el punto de vista económico.
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11. Los barcos eran de propiedad particular y los de la Corona eran
barcos de guerra. En un principio las embarcaciones más clásicas eran
las carabelas, que fueron sustituidas por la «nao», más grande y por
ende con más capacidad.
Tomando como base un análisis de los registros de la Casa de
Contratación de Sevilla y las gacetas holandesas, Garavaglia, señala una
serie de aspectos de la navegación en la Carrera de Indias:
Una gran irregularidad.
Homogeneidad en lo transportado. Productos como alimentos
europeos, textiles y artículos suntuarios, cambiados por
metales, cacao, tabaco, azúcar, lanas delicadas (vicuña), cueros y materias
tintóreas o plantas medicinales.
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13. El mercado de los alimentos españoles (harina de trigo, aceite de
oliva, vino) se deteriora y los embarques a América disminuyen
considerablemente en el tiempo, siendo superado por la producción
americana. Otro sector superado es el de los tejidos que perdía en la
competencia con el mercado americano. Sólo los tejidos finos, las
manufacturas y los bienes suntuarios mantenían un buen nivel de
mercado.
Otro mercado estable, dada su importancia para la producción
minera, era el mercurio (vital para la amalgamación y obtención de
los metales) ya que se remitía a América en cantidades suficientes y
regulares. Este material, también llamado, «azogue» era
transportado a pesar de lo difícil de este traslado ya que era pesado y
venenoso.
14. Papel preponderante de la «feria» como punto de contacto entre la
oferta de mercaderías y la demanda de metales por parte de los que
llegaban en la flota; y de la oferta de metales y la demanda de
mercaderías por parte de los que llegaban del continente, además de
ser el lugar donde los precios se disparaban y afectaban al resto del
continente.
Una de las características del monopolio era la especulación por
parte de los comerciantes sevillanos quienes aprovechando el exceso
de plata acumulada espaciaban sus mercaderías para hacerlas más
caras, así se incrementó la producción interna y la compra a buques
extranjeros, lo que golpeaba al monopolio.
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16. Hacia mediados del siglo XVII se inicia el declive de las ferias por la
modificación del sistema de comercio caribeño, ya que el transporte de
la plata no necesitaba tantas naves y además se constituyeron tratos
directos entre los comerciantes españoles y americanos prescindiendo
de las ferias. Pero debido a esto en los puertos creció el comercio y el
contrabando con las otras potencias europeas y que mejoraban los
precios.
A principios del siglo XVIII el régimen de flotas se quiebra
obsoleto, menos operativo y muy perjudicial para el crecimiento
económico americano, como consecuencia de la guerra de
Sucesión, que afectaría a los comerciantes de Sevilla y Cádiz .
17. A partir de esos hechos el monopolio recibió un duro golpe ya que
se suspendieron las flotas y las ferias. Pero los afectados por esta
situación no fueron los americanos (que se arreglaban para
conseguir las manufacturas que necesitaban a través del
contrabando con las otras potencias) sino para los comerciantes de
Sevilla y Cádiz.
Lugo del tratado de Utrecht, los británicos tuvieron la posibilidad
de enviar un navío por año a comerciar libremente con el
Caribe, dejando poco beneficio de la reanudación de las ferias y las
flotas.
Este régimen de flotas y las ferias se suspenden luego de verse
18. La política económica de la Corona con respecto al comercio con
América es considerada como de carácter fiscal y la
reglamentación tendiente a mantener un control monopolista y
exclusivista con sus colonias. Es así como los impuestos al
comercio por parte de la Corona fueron siempre altos.
El intervencionismo de la Real Hacienda se daba a través de
mecanismos como el embargo de parte de los metales en tiempos
de necesidades por parte de la Corona, sumado al ya particular
gravamen de éstos y las coimas que eran una constante.
En América esta situación se repetía, por lo que de alguna manera
el contrabando se estimulaba por ese sistema fiscal monopólico y
excesivo.
19. La esclavitud africana en América surge como resultado de la
combinación de una serie de factores como la extinción en algunas
zonas de la población indígena, necesidad de mano de obra para la
explotación minera y agraria, carencia de campesinado europeo que
reprodujera el modelo agrario, la reglamentación que limitaba la
mano de obra esclava indígena, entre otras, las cuales lograban una
particular combinación en el espacio económico del Caribe.
La llegada de éstos esclavos a América se produjo junto con la
invasión española y fueron llevados a las distintas expediciones de
conquista. Incluso desde la llegada de Colón eran empleados para el
trabajo como artesanos.
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21. Su introducción en Europa por parte de los portugueses abarató sus
costos haciéndolos accesibles al mercado americano.
Su proporción poblacional respecto de los blancos en el principio
de las ciudades fue mayor. Además de la gran parte de
esclavos, algunos de ellos lograron lograr su manumisión.
Su introducción en América estuvo a cargo de la Casa de
Contratación, empleando originalmente el sistema de licencias a
particulares y cobrando un canon por cada esclavo introducido.
El otorgamiento de licencias a financieros flamencos por parte de
Carlos V, y la inclusión de los portugueses y genoveses por parte de
éstos daría comienzo a la «trata negrera».
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23. Esta población introdujo a América nuevas enfermedades que
aniquilaron a las ya diezmadas poblaciones indígenas antillanas,
aumentando su demanda.
Luego se aplicó la fórmula del «asiento», la cual consistía en un
contrato con la Corona en el que un particular introducía un
alto número de esclavos por un puerto único, dándole el
monopolio de la trata por un tiempo determinado a cambio de
una cantidad fija por esclavo introducido. Comenzaba así la
importación masiva de esclavos a América, llegando a
incorporar hacia mediados del siglo XVIII, no menos de un
millón en las costas del Caribe.
Estos esclavos provenían predominantemente de las costas de
Guinea, Níger y Senegal hasta que desaparecieron de esas zonas
y los negreros portugueses llegaron hasta el Congo y Angola en
su búsqueda. Esta actividad delineó lo que se llamó «comercio
triangular» ya que conectaba tres continentes.
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25. Una fuente de esclavos fueron las alianzas de los europeos con
los reyezuelos locales de las costas de África quienes
intercambiaban armas y demás bienes europeos por los esclavos
que eran principalmente prisioneros de las guerras internas y
criminales, además de las poblaciones capturadas por
baquianos. Luego eran llevados a la costa donde eran marcados
de por vida y embarcados en los barcos negreros junto a otros
bienes demandados por las élites europeas y americanas.
En estos barcos eran llevados en terribles condiciones:
hacinados y encadenados, con casi nula alimentación. Además
de la sed y el hambre estas personas morían de una enfermedad
llamada «banzo».
A partir del crecimiento poblacional de estos esclavos se
incorporaron masivamente a la actividad económica siendo la
agraria la predominante, que llego a ubicarse en la economía
mundial, constituyendo la trata un negocio por demás
ventajoso.
26. Otro punto mencionable es que existía una división
entre los grupos de esclavos entre ladinos y bozales. Los
primeros eran esclavos nacidos en España o en América
y por lo tanto conocían la lengua y las costumbres y
eran más caros (y más frecuentemente liberados) y los
segundos eran llegados directamente de África y que no
conocían la lengua y eran destinados a trabajar en
ciudades, campos o minas.
La alta mortalidad de esta población (del orden del
50%) era contrarrestado por un sistema tendiente a
lograr un índice de natalidad similar. Es por esto que se
mantenían mujeres jóvenes con un trato algo más suave
y sin manumisiones.
27. En el periodo comprendido entre mediados del siglo XVI y
mediados del siglo XVIII, el espacio económico del Caribe se
configura como un conjunto de escenarios interrelacionados y
dotados de cierta especialización que lo dotó de cierta
identidad como región económica, social y cultural.
La minería en Caribe ocupó cierta importancia hasta la
segunda mitad del siglo XVI en que se agota y es sustituida por
la agricultura y la ganadería tendiente a generar productos de
exportación que necesitaron de la mano de obra esclava.
28. Uno de estos cultivos cuyo mercado evolucionó
favorablemente fue el del azúcar que se producía y
distribuía en diversos lugares del continente, como por
ejemplo Cuba.
Otro que logró ser un gran producto de exportación fue el
cacao de Venezuela especialmente pero también en
Guatemala, Trinidad y las Antillas Mayores.
El tabaco también encontró un buen mercado en Europa,
producido sobre todo en Cuba, Puerto Rico y Venezuela.
El jengibre logro también una importante demanda con su
máxima producción en Puerto Rico en la primera mitad
del siglo XVII.
29. Otros productos que en ese periodo tuvieron buena
producción fueron el café (Puerto Rico, Santo
Domingo), el aguardiente (Cuba y Santo Domingo), las
maderas en Cuba, la zarzaparrilla (Venezuela), el trigo
(Cuba y Venezuela) y la ganadería que, exceptuando el
ganado ovino, obtuvo buenos resultados.
Otra actividad que se produjo de manera exitosa fue la
construcción de barcos. En los astilleros del Caribe se
construían barcos de todos los tamaños y de excelente
calidad, con materiales obtenidos en la misma región.
30. Los antiguos tratantes e intercambiadores de mercaderías por
metales acabaron por transformarse en grandes mercaderes, que
articularon la región dentro de una compleja red de
intercambios, cuyo fin era acaparar la mayor cantidad de
mercaderías para especular con su precio. Su radio de acción se
extendía por los lugares donde hubiera oportunidad de negocio
, captando así los mercados dejados aislados por la excesiva
focalidad del monopolio y el régimen de flotas.
De esta manera los comerciantes portuarios operaban no sólo en
el mercado trasatlántico sino en un nivel regional basado en las
mercancías locales (agrícolas, ganaderos, forestales, artesanales e
industriales).
Hacia la primera mitad del siglo XVI, se daba un
autoabastecimiento entre las islas del Caribe, principalmente los
alimentos cuya producción regional había crecido.
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32. Esta red de intercambios intercaribeños se realizaban pese a
que la reglamentación española imponía que se utilizaran los
productos de las ferias antes que los regionales, pero aún así
era un tránsito muy intenso.
La comunicación entre regiones era sumamente difícil ya que
las condiciones geográficas hacían peligrosas tanto la ruta
hacia el interior (vía el rio Magdalena complementado por el
transporte terrestre en mulas) como el viaje de Cartagena a
Portobelo se realizaba con vientos contrarios, lo que elevaba
el precio considerablemente.
Los beneficios de este comercio interior incluso atrajeron de
nuevo a las flotas peninsulares a los otros puertos.
Los grupos de corsarios, bucaneros, filibusteros y
piratas, generaban un peligro constante para las flotas y las
mismas ciudades llevando al rey a invertir en la defensa de
sus territorios.
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34. La presencia de otras potencias europeas
(Inglaterra, Francia, Holanda principalmente) se tornó
irreversible ya que además de su actividad comercial ocuparon
una serie de territorios que se tornaron sumamente
productivos, facilitando aún más el comercio con el interior del
Caribe.
Distinción entre los grupos denominados tradicionalmente
«piratas», ya que los bucaneros se dedicaban a la fabricación del
bucán y capturar el abundante ganado de las islas
antillanas, además de asaltar pequeños navíos y así devenir en
los llamados «filibusteros» dedicados al contrabando, los
secuestros y el robo. Por otro lado, los corsarios actuaban con
navíos y tenían un contrato con las Coronas europeas por el cual
se les otorgaba una «patente de corso», y dividir el botín robado
entre la tripulación y la Corona. Finalmente, los piratas
evolucionaron a partir de los tipos anteriores y que formaban
hermandades, con capitanes famosos como líderes y que
coordinaban acciones conjuntas y compartiendo un código
35. El saldo de esta serie de actividades de los grupos piratas
se tradujo en la toma de medidas por parte de la
Corona, asignando flotas que protegieran las ciudades de
los ataques de los piratas.
Por otro lado, si bien se pensaría que estas incursiones
golpearon a la economía del Caribe, lo cierto es que
aceleró la circulación y se tornó como una forma de
comercio alternativa al monopolio. Los que si se vieron
afectados fueron la hegemonía española en el Caribe y el
mismo sistema monopólico y por añadidura a la Corona
española. En el caso del Caribe, la piratería constituyó
una forma de comercio, la cual produjo al fin y al cabo un
crecimiento muy importante tanto interno como
externo.
36. GARAVAGLIA , Juan Carlos y MARCHENA, Juan.
«América Latina. De los orígenes a la independencia».
Cap. 14. «EL ESPACIO ECONÓMICO DEL CARIBE»
Crítica. Barcelona.