Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
2 mapa 1776-1810
1. 2- MAPA 1776-1810
Lic. Diana Hamra
Al comenzar el siglo XVIII ascendió al trono español la dinastía de los
Borbones. Habían heredado un imperio ultramarino con un dilatado territorio,
una complicada estructura económica, una administración burocrática y una
compleja organización social.
Con relación a la política con las colonias americanas, se evaluó que para
ejercer un gobierno efectivo sobre un territorio tan extenso era necesario
reestructurar la administración, se crearon nuevas capitanías generales y
virreinatos, entre ellos el del Río de Plata en 1776.
Antes de 1776, las regiones que compondrían el Virreinato del Río de la Plata,
formaban parte del virreinato del Perú, considerado centro privilegiado del
monopolio en América. El monopolio comercial sirvió para prohibir toda
relación mercantil con otra potencia que no fuera España. Así, el Estado tuvo
una profunda injerencia en los asuntos económicos, fijando las rutas
comerciales, los puertos habilitados para el comercio y regulando el tráfico
comercial. Las colonias proveyeron metales preciosos que España no pudo
capitalizar. La producción manufacturera no era suficiente para satisfacer las
necesidades metropolitanas y las de las colonias; por este motivo la Corona se
vio obligada a depender de la compra de manufacturas en Flandes o
Inglaterra.
El metálico que llegaba de América estaba sólo de paso por España, y
contribuyó a engrosarla acumulación de capitales que luego, los países
noreuropeos, utilizarían para su desarrollo industrial. Esta situación generó que
se privilegiaran las rutas comerciales que podían proveer metales preciosos a
España. La plata extraída de las minas potosinas era llevada por tierra a la
costa del Pacífico y luego embarcada hacia Lima, desde donde seguía su curso
hacia España. El mismo recorrido hacían las mercaderías que tenían como fin
abastecer las distintas regiones del virreinato del Perú, lo que presentaba
serias dificultades, debido a que los productos resultaban insuficientes frente a
la demanda de un mercado que crecía en consonancia con su población; los
precios que el consumidor pagaba por el producto se iban abultando como
consecuencia del costo de los fletes, los impuestos y la intermediación. Los
más beneficiados por el sistema de monopolio fueron los comerciantes de
Cádiz y Sevilla que, por no tener competencia, fijaban los precios y las
calidades de los productos que les aseguraban más ganancias en función del
capital invertido; incluso en ocasiones, generaban ex profeso la escasez
artificial de algún producto para elevar su precio. Todas estas circunstancias
conspiraban contra el abastecimiento y la economía indiana. El impacto era
mayor en los lugares más alejados de los centros de distribución.
2. En el caso de Buenos Aires, las mercaderías llegaban con un valor diez veces
mayor al de origen. Las necesidades de provisión de productos de las
poblaciones más alejadas debieron ser satisfechas con la comercialización de
producciones locales y del desarrollo de un activo contrabando. Los centros
vitales del contrabando en América fueron el Caribe y el Río de la Plata y era
llevado a cabo por ingleses, portugueses, holandeses y franceses. Además de
los motivos apuntados precedentemente, la actividad comercial clandestina en
el Río de la Plata fue alentada por la fundación portuguesa de Colonia del
Sacramento, donde los portugueses y sus aliados ingleses alentaban el
contrabando. El puerto de Buenos Aires estaba cerrado y toda navegación
hacia el mismo exigía una autorización real, pero había tretas que burlaban
esas disposiciones: muchos navíos holandeses, amparados en el derecho a
buscar refugio en caso de mal tiempo o desperfectos técnicos, aprovechaban la
ocasión para tomar contacto con alguna chacra que servía de desembarcadero;
desde allí las mercaderías y los esclavizados se comercializaban en pulperías y
otras tiendas, aunque era más frecuente que la embarcación se comunicara
con las autoridades para informar su situación y pidiera permiso para reparar
el desperfecto. Así, podían vender algo de la carga para costear las
reparaciones. Muchas veces, se efectuaba un decomiso fraudulento que el
capitán del barco solía pedir, en cuyo caso el cargamento era vendido en un
remate público efectuado en alguna pulpería de confianza. En otras
oportunidades, los productos decomisados se depositaban en los almacenes del
fuerte y algunos oficiales asociados a los comerciantes se encargaban de
revenderlos. Más que de pasadas clandestinas, se trataba de un verdadero
aparato de distribución.
Si bien el gobierno español valoró a Buenos Aires como lugar estratégico y
consideró la necesidad de mantener una población para la defensa de una
eventual agresión al patio trasero del Alto Perú, la excluía del circuito comercial
altoperuano. Esto se debió en parte a la presión ejercida por los comerciantes
limeños, que defendían el exclusivo manejo del único centro de distribución de
todas las mercaderías llegadas de España. ¿Cómo se costearía el
mantenimiento de un asentamiento con función militar en Buenos Aires?
¿Cómo se saciarían las necesidades de su población, si se mantenía un sistema
comercial que conspiraba contra ello y que era celosamente vigilado por los
representantes reales? Lo cierto es que los representantes de la Corona,
encargados de hacer cumplir las disposiciones legales, no constituían un
segmento separado del núcleo dominante de los contrabandistas a los que,
ellos mismos, debían reprimir. Y en gran parte la Corona costeó su aparato
administrativo y militar local a partir del comercio ilegal, ya que el presupuesto
destinado a esos gastos muchas veces se retrasaba o no llegaba a destino. Así
fue configurándose una élite local que basó su poder económico en el comercio
legal e ilegal, que incluía a funcionarios y estaba asociada a la función imperial
y colonial aunque comerciara con extranjeros, puesto que era esa función la
que le garantizaba el mando y el manejo del poder político.
La creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, con capital en Buenos
Aires, venía a dar solución a las cuestiones planteadas. Carlos III buscó
3. combinar una efectiva acción de administración local y la completa
subordinación a la autoridad central. Dividió el territorio del nuevo virreinato
en unidades políticas llamadas intendencias, cuya autoridad principal era
elegida por el rey; esperaba así ejercer una mayor y mejor supervisión sobre
sus posesiones. Desde el punto de vista militar, la Corona proporcionaría los
medios económicos y administrativos, integrando un aparato militar unificado
capaz de hacer frente al avance portugués y a las ambiciones británicas en el
Atlántico.
Con la intención de flexibilizar las relaciones comerciales entre España y
América, Carlos III dictó en 1778 el Reglamento de Libre Comercio que
autorizaba la comercialización directa entre puertos ibéricos y americanos,
entre ellos Buenos Aires. Así, abandonó su rol de satélite de Lima para erigirse
en centro de distribución comercial, pasando a controlar el tráfico mercantil
marítimo. Este nuevo ordenamiento político-administrativo otorgaba a Buenos
Aires el manejo de las finanzas del virreinato que se nutrían de recursos
provenientes de la actividad minera potosina. A partir de entonces, el fisco
porteño manejó importantes remesas de metálico con las que se cubrieron los
gastos del Estado. Aunque el monopolio comercial siguió en vigencia, la puesta
en práctica del Reglamento significó un gran impulso para el desarrollo de la
economía de la metrópoli y sus colonias. Para abastecer la creciente
manufactura española fue necesario fomentar el crecimiento de las
producciones locales, así adquirieron importancia los productos derivados del
ganado, fundamentalmente el cuero. El sector mercantil porteño estaba
compuesto básicamente por extranjeros, en su mayoría portugueses, ingleses
y franceses, enfrentados al monopolio español que era defendido por los
comerciantes españoles.
A su vez, las reformas de Carlos III posibilitaron la incorporación de nuevos
elementos sociales vinculados con la producción de cueros. Se trataba del
núcleo de una burguesía mercantil cuya actividad estuvo relacionada con el
comercio a comisión, intermediaria en el tráfico comercial con la metrópoli y
con las colonias hispanas pero que pujaría por romper las cada vez más débiles
limitaciones impuestas por el monopolio reformado.
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5. LA PAZ: Calles angostas y empinadas, imponentes edificios coloniales
entremezclados con construcciones incaicas darán cuenta de la importancia de
la ciudad cuando la economía española era regida por la extracción de metales.
En 1809, los estudiantes de la Universidad de Chuquisaca discutieron en
asamblea las pretensiones de Carlota Joaquina al trono español. El gobernador
ordenó sofocar a los intelectuales. En La Paz un grupo de criollos logró deponer
a las autoridades españolas a través de un Cabildo abierto. Desde el Perú llegó
la represión del movimiento.
MOXOS: Casas bajas, pequeñas galerías y calles empedradas de ladrillos
ocres, conservarán su silueta misional. La vida de los indígenas en las
reducciones significó drásticos cambios: estabilidad de los asentamientos,
imposición de una lengua franca en lugar de los dialectos, producción de
bienes para la exportación, introducción del ganado vacuno en sustitución a la
caza, introducción de artes y oficios, organización de Cabildos Indígenas y de
la religión católica como eje central de la vida cotidiana.
COCHABAMBA: Tuvo un desarrollo sostenido durante los primeros siglos de
su existencia, para entrar en un periodo de declive junto a la industria minera,
durante el siglo XVIII; volcándose a la producción agrícola. Las ricas familias
edificaron mansiones llenas de ostentación en la ciudad y también en las
afueras. La población indígena superaba en mucho a la española y criolla y era
explotada por ellos. Esto generó movimientos insurgentes indígenas dirigidos
por Juan Santos Atahualpa que buscaban eliminar la mita y que fueron
sofocados militarmente.
CHARCAS: Vio disminuido su campo de acción a partir de la nueva
organización político-administrativa. Se produjeron levantamientos indígenas
que buscaban suprimir la mita y repartir la tierra entre los nativos, liderados
por Tupac Amaru fueron duramente reprimidos.
POTOSÍ: La mita fue el instrumento motriz de la minería potosina, depredó la
sociedad indígena. Las calles, edificios, conventos e iglesias de la Villa Imperial
la ponían a la altura de París u otra ciudad europea. En la Casa de la Moneda
se acuñaban las monedas de plata que financiaron el desarrollo económico de
toda la Europa y que generaron un intenso movimiento humano y económico.
Las iglesias con sus fachadas barrocas y sus retablos a todo lujo, reflejaban la
afluencia de riquezas y de almas que buscaban riqueza y consuelo espiritual.
CHIQUITOS: Formaba parte de las misiones jesuíticas. Los misioneros
incentivaron el desarrollo de habilidades en la agricultura y ganadería,
fomentaron las artes manuales como el tejido, orfebrería, herrería, carpintería,
escultura y pintura y la construcción de instrumentos musicales. El trabajo
realizado por los nativos se reflejaba en las construcciones, la madera tallada,
6. el color y el uso de material del lugar. La mano de los jesuitas se revelaba en
la estructura y en la ornamentación de edificios y muebles.
PARAGUAY: En Asunción, residían hacendados, comerciantes, profesionales,
intelectuales y peones y trabajadores del puerto. El tabaco, cueros y yerba
eran producidos por mestizos e indígenas que trabajaban en los campos de
hacendados. La producción se exportaba hacia la zona rioplatense, en especial,
Buenos Aires. El fisco español estableció trabas arancelarias para estos
productos al pasar por Santa Fe y al llegar al puerto de Buenos Aires. Había
quejas hacia la Corona porque gastaba el dinero obtenido sólo en beneficio de
la metrópoli o de Buenos Aires.
MISIONES: Gobernación creada para administrar los territorios que dejaron
abandonados los jesuitas al ser expulsados de las misiones. La Corona trató de
conservar el sistema en las reducciones estableciendo una nueva organización
política y administrativa se dictaron Instrucciones que establecían que los
sacerdotes (mercedarios, dominicos y franciscanos) se encargarían de la
atención espiritual y el gobernador de lo temporal; obligatoriedad de la
enseñanza del castellano. Las misiones se despoblaron y la población inició un
lento proceso de mestizaje.
SALTA DEL TUCUMÁN: Las producciones de Salta, Jujuy y Tucumán
abastecían el mercado altoperuano y aún hasta 1790 fue importante el
comercio con Buenos Aires. En Salta y Jujuy el comercio de mulas era la
actividad esencial y también el ganado vacuno arriados hacia el Alto Perú y
Perú. En Tucumán, la venta de ganado y de producciones industriales al norte
fue importante pero, también mantuvo contacto con otras ciudades y regiones.
La región se vio agitada por la noticia de las insurrecciones de indígenas e
intelectuales en el Alto Perú.
GRAN CHACO: Zona de selvas, bosques y parques habitados por tribus
tobas, mataguayas, matacas, abipones y mocovíes. La navegación de los ríos
Pilcomayo y Bermejo fue preocupación de las autoridades hispánicas y de los
misioneros, motivada en la búsqueda de conexión entre el Alto Perú y las
ciudades del noroeste con Paraguay y el litoral paranaense. Los nativos se
enfrentaron a los españoles y vencieron en muchas ocasiones debido al
dominio del caballo, la superioridad numérica y su conocimiento del monte que
les servía de seguro refugio.
CÓRDOBA DEL TUCUMÁN: Su primer intendente fue Rafael de
Sobremonte, quien en 1806 desempeñándose como virrey retornara desde
Buenos Aires para organizar la Reconquista. Tuvieron contactos comerciales
con distintas ciudades y regiones. Vendieron ganado a las provincias de
"arriba"; construyeron carretas para el comercio con el norte; cueros curtidos,
bateas y objetos de madera a Buenos Aires, Córdoba y otras localidades;
lienzos y paños catamarqueños y los ponchos santiagueños se vendieron en
7. toda la región y en Buenos Aires. Las ciudades adquirieron un marcado
particularismo y el cabildo fue el símbolo institucional más representativo de
él.
MONTEVIDEO: A través de su puerto se comerciaba legalmente con España y
Buenos Aires (1779) y de contrabando con el Brasil y naves europeas que
arribaban a sus playas. Esa actividad generó renta para sostener la burocracia
española y los comerciantes que integraban el Cabildo, única institución a la
que criollos tenían acceso. Comerciantes, prestamistas, estancieros asentistas
y altos funcionarios formaban la clase alta. Pequeños tenderos, pulperos,
militares, funcionarios de baja graduación y artesanos, integraban un sector
más humilde. El tercio de la población era negra y esclava.
BUENOS AIRES: Se estableció el libre comercio entre España e Indias (1778)
y se fundó la Aduana porteña. Para incentivar la producción y el comercio se
fundó el Consulado de Buenos Aires. Se inició la producción de carne salada
destinada a la exportación junto al cuero y sebo. Los ganaderos y comerciantes
criollos ricos no podían desempeñar funciones políticas, lo que produjo
tensiones con los españoles. En 1806-07 los ingleses ocuparon Buenos Aires y
fueron expulsados por las milicias criollas. Se establecieron fortines para evitar
el avance nativo sobre las posesiones de los blancos.
Entretanto, ¿qué pasaba en…?
PERÚ: Vio reducido su territorio y poder a partir de la creación de los nuevos
Virreinatos. Perdió el manejo de las exhaustas minas de Potosí. Las
rebeliones indígenas (1780-1783) impactaron en la integridad militar, fiscal
y social del Perú pero le sirvieron para acercar al Virreinato al control
central. También se ejerció un fuerte control social intimidando a
cualquiera que se resistiera a la autoridad colonial. Los virreyes lograron
mantener equilibrio entre los intereses de los peninsulares y los criollos.
CHILE: Con las reformas borbónicas la capitanía General de Chile se
independizó del Virreinato del Perú (1798). Se fundaron ciudades, centros
mineros, agrícolas y marítimos, se creó la Real Universidad de San Felipe y la
Casa de Moneda, se liberó el comercio con España, se abolieron las
encomiendas, se aumentó la producción económica de trigo, vid, ganado y
algunas industrias. Las vias comerciales fueron el Estrecho de Magallanes,
Buenos Aires, Perú y el contrabando. En el siglo XIX Chile se vio invadido por
una gran epidemia de viruela, que causó estragos en la población.
8. BRASIL: En Portugal el rey José I y su ministro Pombal de ideología
enciclopedista, introdujeron cambios para reforzar el papel de la monarquía y
mejorar la economía. Colonia del Sacramento fue disputada a los españoles
hasta la firma del Tratado de Permuta; por el que Portugal cedía la Colonia del
Sacramento y su territorio adyacente, renunciando a todo derecho sobre ella.
El Tratado de San Ildefonso fijó las fronteras: los portugueses quedaban
eliminados de las riberas del Río de la Plata y España cedió las Misiones
Orientales y las tierras sobre las márgenes del río Yacuby, Grande, Guayrá y
Mato Grosso.
ESPAÑA: A comienzos del siglo XVIII asumió el trono español la
dinastía borbónica. Influida por las ideas de la Ilustración, introdujeron
cambios en lo político atenuando el absolutismo y tratando de beneficiar al
pueblo sin la participación de éste. La extinción de metales preciosos generó
males económicos y administrativos que trataron de revertir a partir de la
explotación de otros recursos naturales peninsulares y americanos –
fundamentalmente agrícolas- y, a través, de la centralización administrativa
-creación de nuevos virreinatos-. La Compañía de Jesús fue expulsada de
América.
FRANCIA: La Revolución se concretó el 14 de julio de 1789 y marcó
el fin del Antiguo Régimen y el surgimiento de una nueva organización socio-
política. La Asamblea Nacional Constituyente redactó una Constitución que
incluyó la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano y los ideales
de la Revolución: Libertad, Igualdad, Fraternidad. En 1804 Napoleón Bonaparte
fue coronado emperador de los franceses. En el ámbito externo inició un
proceso de conquistas militares y se enfrentó a Gran Bretaña,vsu mayor rival.
En 1808, se apoderó de Portugal y España.
GRAN BRETAÑA: En el siglo XVIII, la industria y el comercio
ingleses progresaban a pasos agigantados, debido al invento y utilización de
las primeras máquinas que se utilizaron profusamente en la industria textil y
otras y los transportes. El aumento de la productividad generó mayor cantidad
de bienes disponibles, por ende, era necesario asegurar mercados
compradores. Comerciaron de contrabando con el Río de Plata hasta que, el
bloqueo continental impulsado por Napoleón, los obligó a buscar nuevos
mercados en las colonias ultramarinas. En 1806-07 desembarcaron en Buenos
Aires pero fueron expulsados.
9. ESTADOS UNIDOS: Las trece colonias inglesas habían alcanzado
prosperidad económica a comienzos del siglo XVIII, lo que contribuyó a crear
entre los colonos un sentimiento de unidad nacional. Comenzaban a ver a la
metrópoli como explotadora, ya que pagaban impuestos pero el gobierno
inglés no les proporcionaba beneficios tangibles y no estaban representados en
el Parlamento inglés. En 1776 declararon la independencia y en 1787
sancionaron una Constitución que establecía un gobierno republicano,
representativo y confederal.