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MIS TRES DECISIONES DE LA
JUVENTUD
Foto: bailando con mi pareja de Promoción 1980
En enero del año 1970 nace mi hermano Carlos Iván y en ese año
empezaba el mundial de fútbol México 70. El 31 de mayo un terremoto
de grado siete aproximadamente se siente en la capital minutos
después de finalizado el partido inaugural del Mundial México 70,
donde los Mexicanos sin gloria ni pena empataron sin goles con la
URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Me acuerdo segundo a segundo el gran terremoto que sacude
gran parte del país cuyo epicentro en Ancash originó un aluvión que
hizo desaparecer varios poblados entre ellos los de Yungay y Ranrairca;
miles y miles de desaparecidos.
En México nuestra selección de fútbol sale a jugar al campo con
un crespón negro en el brazo, en homenaje a los caídos. Nunca podré

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quitarme de la retina ese gol que anota el “Nene” Cubillas a Bulgaria,
fue sensacional y psicológico y sirvió para voltear y ganar el partido.
Aproximadamente a los 7 años, no sabía la magnitud que
significaba estar en un mundial.
Por esos años contábamos con don Humberto Martínez Morosini
y Luis Ángel Pinasco dos buenos maestros de ceremonias y excelentes
narradores deportivos y para complementar el espectáculo contábamos
también con Pocho Rospigliosi y a Don Eduardo San Román (la
catedral del deporte) dos magníficos comentaristas.
En Huacho se daba por campeón a nuestro equipo; pero sucedió
lo que muchos no hubiesen querido que sucediera; en la segunda ronda
nos enfrentamos a la selección del Brasil y jugándole de igual a igual
sucumbimos con el poderoso scracht que al final del campeonato se
coronó tricampeón mundial y se quedo para siempre con la copa Julest
Rimet. Este equipo contaba con el famoso “Pele”. Este partido, donde
primó lo técnico, fue considerado por los especialistas como el mejor
partido del mundial.
Un año después, cuando sale la película el Rey del Fútbol “Pele”
que se estrenó en todas las salas cinematográficas del Perú,
comprendimos los peruanos que caímos ante un equipo grande. La
verdad nunca imaginé un futbolista tan efectivo, algunas jugadas en las
que convertía sus goles, tuvieron que ser recortadas en algunos
pasajes. Llegó a marcar más de mil goles.
Mientras tanto, mi terreno era invadido nuevamente por los
cooperativistas. Era una noche cuando llegamos a mi terreno, mi
madre llevaba de la mano a Carlos Iván de muy poco edad y vimos diez
tractores que alumbraban como luciérnaga la orilla del río y más de
cien cooperativistas trabajando. Estas personas, bajo el pretexto de que
la tierra es para quien la trabaja, habían ingresado a la fuerza
invadiendo nuestras tierras, entonces mi madre entró a la casa de
adobe y cogió su escopeta y salió, dejándome con Carlos Iván,
realmente los dos estábamos aterrados. En eso escuché un disparo y a

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los cinco minutos los diez tractores y los más de cien cooperativistas
salieron desfilando hacia la carretera panamericana. Mi madre al día
siguiente registró la denuncia por violación de la propiedad privada y
se calmaron las aguas.
A pesar de todo mi padre Félix estaba de acuerdo con la Reforma
Agraria y más aún estaba de acuerdo con la distribución de las tierras
pero que realmente con las que correspondían ser afectadas. En más de
una oportunidad me contaba cuando él se ganaba su jornal usando la
lampa y el machete en las haciendas, lo abusivo que eran los capataces,
podría decirse que estos eran una especie de gerente o administrador
de los terratenientes (gamonales). Los capataces daban tareas o
jornadas laborales que en la mayoría de los casos los campesinos no
podían cumplir. Se acordaba de un tal capataz “Pío” que a sus obreros
los trataba como esclavos y les decía aquí no se da trabajo para
enfermos “Puedes pues”, sino vaya a buscar trabajo a Pacayar a Ruquia
a Rontoy, etc. (otras haciendas).
El ex guerrillero Angel Hugo Blanco Galdos fue impactado por la
noticia de que un hacendado había marcado con un hierro candente
con sus iniciales, la nalga de un indígena, la famosa “carimba”, que era
normal hacer de parte de los gamonales.
Las demasiadas utilidades (elusión, evasión y décadas sin
impuesto a la renta), el denigrante trato al campesino y para colmo los
ocho mil campesinos calcinados en 1965 dio lugar a la Reforma Agraria
del general Juan Velasco Alvarado. Esto hay que tomar en cuenta al
momento de pagar los bonos agrarios.
El año 1972, nace mi sobrino Félix Ernesto, hacía dos años que yo
había repetido transición; no por incapacidad; sino por no haberlo
culminado en Lima, para entonces se comenzó a usar el uniforme
único escolar de color plomo. Al principio, no me gustaba por ser de un
color apagado, pero después comprendí que el color seleccionado no se
confundía con ningún uniforme de empleado y además disimulaba muy
bien las manchas.

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Nos regalaron nuestro primer televisor marca National que
funcionaba a tubos. La primera telenovela que logré ver completa en
este televisor fue “Muchacha Italiana viene a casarse”, era una novela
mexicana que tenía como primer actor al peruano Ricardo Blume.
Causó mucha sensación, acaparaba toda la teleaudiencia teniendo en
cuenta que solo se veía en la mayoría del Perú; tres canales, el 4, el 5 y
el 7 que pertenecía al Estado.
Cambiando el tipo de actores, es decir debido al abundante rasgo
latino que nos rodeaba, llego la serie inglesa el Santo protagonizado
por el actor Roger Moore, de rasgo anglosajón, era un personaje frío,
calculador e intrépido. Recuerdo pasaban la serie a las doce de la
noche. Hubo un capítulo que me emocionó mucho; el que se filmó en
Chosica Perú, me hubiese gustado grabarlo pero no tenía con qué
hacerlo.
En 1972 aparece nada menos que la mejor animadora de niños
Yola Polastri desde 1972 hasta 1994 tuvo los siguientes programas
infantiles: “El Mundo de los Niños”, “Los Niños y su Mundo”, y
finalmente “Hola Yola”, por América Televisión canal cuatro. Ha
producido, con la dirección musical de Tito Chicoma, más de 400
canciones infantiles entre ellas "Mi ranchito", "El Telefonito", “La
Gallina Turuleca”, "Los Niños y su Mundo", "El Eco", las cuales, la
convirtieron en una excelente profesional del mundo artístico.
Mi profesor de primaria Adolfo Suárez, homónimo del campeón
mundial peruano de billar, era una persona de aproximadamente 60
años, su esposa era joven y con ella había tenido dos hijos que eran
menores que yo, le gustaba mandar a lavar ropa a la lavandería de mis
padres ubicada en la primera cuadra del Jirón Alfonso Ugarte. Había
encontrado afinidad con mis padres sobre todo con mi madre por la
edad que tenían.
Transcurría un día común y corriente, cuando me encontré en
medio de un pleito; me iba a liar a golpes con un compañero de estudio,
éste me distrajo y me tumbó al suelo, de inmediato se subió en mi

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pecho y no pude erguirme. Fue el momento más humillante y
vergonzoso que pasé en mi niñez, no soportaba el hecho que un niño
más pequeño y regordete me hubiese ganado en pelear, era una
denigrante derrota, sobre todo porque nos miraban más de treinta
alumnos. Después de un lapso, llegó mi profesor y nos separó. Estaba
en ese momento con el coraje y la ira encendida, quise tirarle un
puñete; pero el profesor, adivinando mi intención, me dio una
reprimenda que no tuve más que resignarme.
Eran los meses de vacaciones, cuando en un viaje a Lima y en la
casa de mi tío Aurelio, uno de mis primos me llevó al exterior de la casa
y me confesó que mi verdadera madre era mi hermana Mery y mi padre
era mi cuñado Carlos. La verdad fue que la noticia pasó desapercibida
para mí, porque en Huacho lo tenía todo. Tenía aproximadamente diez
años.
En la casa-tienda de Alfonso Ugarte, mi madre daba pensión a
señoritas estudiantes, y como yo era travieso; me gustaba subirme
encima de ellas cuando descansaban. No soportaron mis palomilladas y
terminaron por contarle a mi madre quien reaccionó llevándome a la
poza de agua grande donde enjuagaba la ropa que lavaba; me desnudó y
me lanzó como pato al agua, fue el primer castigo que tuve en mi vida,
nunca más volví a hacer travesuras con las pensionistas.
Se había implantado la emisión obligada del himno nacional en
radios y canales de televisión a las doce del día y al cierre de su
programación. Se implantó también que las emisoras de radio y
canales de televisión pasaran obligatoriamente una hora de música
peruana y tenían también que presentar programas nacionales.
En el año de 1975 la selección de fútbol cumpliendo un destacado
papel en la final le gana a Brasil en su cancha, cómo no recordar esos
goles del “Nene” Cubillas y Cassareto, luego en Lima se pierde por el
mismo marcador, después del empate, se pasa a un sorteo y Perú se
enfrenta a Colombia en la final y después de ganarles sale campeón de

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la Copa América 1975, lograba así su segundo campeonato después de
conseguirlo en 1939.
Se había ganado nada menos que al tricampeón del mundo y
quedábamos listo para las eliminatorias del mundial Argentina 1978.
Al siguiente año ingresé al Centro Base “Luis Fabio Xamar”, mi
primaria la había culminado sin pena ni gloria. Recuerdo que
estábamos en un lugar antiguo en donde conocí a mi amigo Miguel, el
más empeñoso, mi reto era superarlo. Más tarde llegó un japonesito
muy hábil para las matemáticas, entonces mi panorama se complicaba.
A los tres meses se retiró el japonesito; este año estudié como nunca.
En la clausura no alcancé mérito alguno; había quedado en quinto
puesto en el cómputo general. En el segundo año de secundaria
pasamos al local nuevo de la Panamericana Norte Km. 148.5, es aquí
como, por obra del destino, tenía que enfrentarme al más figuretti del
salón debido a que se burlaba de mi. Era un muchacho que me llegaba a
la mitad de la frente pero mucho más recio. Cuando la chocamos para
la salida, mi mente recordaba que no tenía que repetirse la humillación
que había sufrido en primaria; ahora estaba en forma, mi padre me
había enseñado a sacar fuerza manejando la lampa, cargando costales
de camote, maíz y urea; era el momento propicio para demostrar lo que
podía hacer peleando y así reivindicarme en público. Afuera del colegio
nos encontramos, cada uno con sus seguidores, parecía la pelea del
siglo, empezaron a caldearse los ánimos y sucedió la andanada de
golpes, fue un minuto de coraje, nos separamos, el estaba con el labio
rajado y sangrando, yo goteaba sangre de la nariz, los golpes habían
sido contundentes; era un empate con sabor a triunfo, nos retiramos
cada uno con nuestros seguidores.
Al partir del día siguiente me convertí en el alumno más
respetado del salón.
Se acercaba diciembre y me daba cuenta que había superado a mi
amigo Miguel, faltaba saber si había hecho lo mismo con los destacados
de los nueve salones restantes.

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En la clausura, ante más de tres mil alumnos, llamaron al
segundo puesto del segundo año de Educación Secundaria era mi
amigo Miguel, entonces salté de alegría, no lo podía creer, yo había
resultado ser el mejor alumno de aproximadamente diez secciones,
pero faltaba un detalle, tenían que llamarme y sucedió, los aplausos me
emocionaron a tal punto que no distinguía por donde caminaba.
El siguiente año la selección peruana de fútbol llegó al mundial
tras eliminar a Chile y Ecuador; nuestra selección había sido la
favorita. En Argentina se dan las apuestas, llegaron a Lima los
televisores a colores, el primer partido, la selección en los primeros
minutos empezó perdiendo y con un espíritu inca y una colocada
espectacular de tiro libre del “Nene” Cubillas, que motivó más goles,
nuestra selección gana su primer partido a la selección de Escocia.
Perú pasa a la siguiente fase y se especulan muchas cosas, la
selección de Argentina para clasificar a la siguiente fase tenía que ganar
a la selección de Perú con una diferencia de cinco a más goles, de lo
contrario clasificaría la selección de Brasil. Dicho resultado se dio y la
selección Brasileña fue eliminada. La selección Argentina obtiene su
primer campeonato del mundo y el “Nene” Teofilo Cubillas se hace
acreedor al botín de plata como el segundo goleador del mundial.
Mientras tanto, había llegado a Huacho la fiebre de John Travolta
y Olivia Newton Jhon, la mayoría de adolescentes habíamos ajustado
nuestros pantalones y nos peinábamos como Travolta.
En 1978, Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia de nacionalidad
polaca, es proclamado Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y toma
como nombre Juan Pablo II. Este Santo padre era demasiado
carismático.
A fines de 1980 en mi Centro Base estaba voceado que yo me
llevaría el primer puesto durante los cinco años, porque anualmente
aparecía el cuadro de méritos y en 1979 había sido premiado como
mejor alumno en rendimiento académico del cuarto año de educación
secundaria.

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Es así que a fines de diciembre en la ceremonia de clausura
llamaron al segundo puesto de la Promoción 1980 era nada menos que
mi amigo Miguel que había acumulado 790 puntos que dividido en 52
asignaturas le daba un promedio de 15.19.
De inmediato me llamaron, había resultado ser el primer puesto
de la promoción 1980, con un acumulado de 802 puntos que dividido
en 52 asignaturas me daba un promedio de 15.42. Recibí tres becas de
estudio pre – universitario.
Un profesor de Religión me aconsejó que postulara a la UNI, me
veía pasta para ser ingeniero.
Mis padres Mery y Carlos, mis padres biológicos me trajeron a
Lima, me matricularon en la academia Pre- Cayetano.
Ya me estaba disgustando la carrera de medicina porque nos
hicieron matar un sapo y luego descuartizarlo.
Presenté de inmediato mis certificados de primer puesto para el
concurso de exonerados del examen de admisión a la Universidad
Mayor de San Marcos, el puntaje mínimo sin dar examen para este año
en la especialidad de medicina fue por encima de dieciséis, no ingresé.
Postulé como alumno regular a la Universidad Particular
Cayetano Heredia, dando un mal examen, tampoco ingresé.
Regresé a Huacho era el mes de Abril, me sentía frustrado y me
abatía la soledad, es así que coordiné con un compañero de promoción
para estrenarme sexualmente; era un amigo apodado el “pollo”, lo
había elegido mi padrino. Se acostumbraba por estos tiempos que el
primero que te llevaba a una casa de citas se constituía en tu padrino y
pagaba la tarifa para iniciarse sexualmente.
Tenía aproximadamente 17 años y 6 meses, mi amigo me llevó en
un taxi a las afueras de la ciudad de Huacho y me hizo ingresar a un
local de sensación fúnebre iluminado por luces de color rojo oscuro,
este local estaba dividido en muchos cuartitos y en cada puerta estaban
las chicas ofreciéndose. Mi amigo me dijo: “date una vuelta y escoge la
chica con la que quieres estar”, comencé a recorrer todas las puertas y

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me impresionó una joven de aproximadamente 20 años, muy bonita,
entonces regresó mi amigo y me pregunto: “cuál te gusta”, de
inmediato le señalé la chica que me había gustado, entonces él ingresó
y al cabo de cinco minutos me llamó y me hizo ingresar.
Luego de perder mí virginidad salí del cuarto y regresé a mi casa,
los demás días fueron de mayor soledad.
Postulé nuevamente en agosto a la Universidad Cayetano Heredia
como alumno regular, di un mal examen y no ingresé.
En agosto ya sabiendo mi vocación me matricule en la academia
pre – universitaria “Cesar Vallejo” para postular a la UNI.
A fines de este año 1981 se graduó mi hermano Edison, como
Ingeniero Agrónomo de la Universidad Nacional Agraria “La Molina”
En febrero presenté mis certificados de primer puesto para
exonerarme del examen de Admisión en la Universidad de Ingeniería,
este año se vencían dichos certificados, sólo duraban dos años. Habían
80 vacantes para exonerados, de 800 vacantes que eran en total.
Realmente lo de exonerado era teórico por que en la práctica se decidía
con un examen psicotécnico y de conocimientos entre más de 120 que
eran los primeros y segundos puestos de sus colegios que se habían
inscrito este año.
Este examen lo había tomado como mi última oportunidad y
dando un muy buen examen el que promediándose con mi bajo puntaje
de colegio ingresé en el octavo puesto de Mecánica y veintiocho puesto
en el cómputo general de los primeros puestos. En lo académico, el
primer ciclo de la UNI me fue calamitoso, de las cinco asignaturas que
cursé solo aprobé una. Es así que, decepcionado por mi bajo nivel
académico, recurro a un amigo de universidad para ir a una casa de cita
por segunda vez. Dichas casas de citas tenían ahora el nombre de
centros de masajes. Tenía ya aproximadamente 20 años.
Por segunda vez, realizado este tipo de experiencia, comprobé
nuevamente que se adquiría más soledad, así que tome tres decisiones.

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La primera decisión retirarme de la UNI un semestre y
analizarme profundamente, sobre todo en lo académico.
La segunda decisión nunca más asistir a estas casas de citas y
realizar el próximo acto sexual cuando me casara, cosa que cumplí
porque mi tercer acto sexual y esta vez por amor, lo realicé a los treinta
y dos años con mi esposa.
La tercera decisión, buscarme una enamorada que sería la
primera. En esta última decisión, a diferencia de mi amor platónico, la
enamorada que conseguí tenía siete años más que yo y era de piel
canela oscura. Este romance duro un poco más de un año.
En el año 1982 los peruanos tuvimos una hermosa satisfacción
deportiva, en nuestro capital, Lima, en el Coliseo Amauta, nuestra
selección de Voley femenino llega a jugar la gran final del Campeonato
Mundial de Voley “Perú 1982” ante la poderosa selección China;
obtuvimos el segundo puesto a nivel mundial. Las chicas reciben los
Laureles deportivos y sus nombres se perennizan en la fachada del
estadio nacional.
El primer trimestre del año 1983 retorné a Lima y me reincorporé
a la UNI y me doy con la sorpresa que lo que me había sucedido
académicamente era de lo más natural, lo más general. Por estadísticas
se tenía que el 50% de la población estudiantil de la UNI se encontraba
llevando las matemáticas de los primeros ciclos, esto es
aproximadamente 5 mil alumnos que llevaban Matemáticas I, II, III y
IV y las demás asignaturas básicas. El promedio de alumnos aprobados
por cada asignatura hasta el tercer año completo era del 10 %, el
restante de alumnos que comprendía el 90% tenía que aprobarla en
otra oportunidad. Entonces había que ponerse las pilas.
Para cumplir con la decisión tomada hace dos años, me inscribo
en el club de Pesas de la UNI, me había dado cuenta que tenía
condiciones para ser un destacado deportista a nivel universitario y es
así que durante mis tres años de permanencia en este club, gané un
concurso interno, donde no participaron los seleccionados que

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representaban a la universidad, el concurso era de la modalidad press
echado y sentadilla. Mi profesor fue Juan Talledo García campeón
sudamericano de levantamiento de pesas.
Con todos estos antecedentes tomo el ómnibus para retornar a mi
casa desde la universidad y soy asaltado dentro del vehículo por tres
hombres y una mujer, mi actitud fue quedarme tranquilo, porque
numéricamente llevaba las de perder. Fue el primer robo que sufrí en
mi vida.
Mi hermano Carlos Iván hijo de mis padres Betty y Carlos, ocupó
el segundo puesto de la promoción 1986 del colegio “Los Próceres”
Surco. Después ingresaría a la “Universidad Nacional Agraria de La
Molina” a la Facultad de Economía.
El año 1991 el 11 de Abril estando en Lima recibí la noticia más
dolorosa de mi vida, era una noticia que marcaría mi vida para
siempre, mi padre Félix había fallecido en Huacho, yo desconocía la
causa, pero poco después me entere que tenía cáncer a la próstata en
último grado, hasta estos momentos en que escribo no logro superar tal
dolor; él me había enseñado muchas cosas de la vida sobre todo del
campo, era mi héroe de la niñez y de la adolescencia. Nunca olvidaré lo
cariñoso y gracioso que era. Siempre nos enseño a mantener una
sonrisa en los labios y a ser sinceros con los demás. Hasta siempre
papá.
El 23 de noviembre de 1993, en el cumpleaños de un familiar,
conozco a mi futura esposa que se convirtió en ese entonces en mi
segunda enamorada, ella tenía dos años menos que yo.
El 12 de setiembre de 1994, nace mi sobrino Carlos Iván Martín,
hijo de mi hermano Carlos Iván, con quien compartiría en adelante
muchos momentos gratos.
A inicios de 1995, mediante un riguroso examen a nivel nacional
se nombran en el Magisterio Nacional mi hermana Nancy y también
Anita mi futura esposa.

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A mediados de 1995, terminé mi carrera de Ingeniería Mecánica,
había hecho mucho esfuerzo en muchas asignaturas (diecisiete) por
encima del promedio 14, 15 y 16 y ni así llegué al tercio superior, mi
ponderado fue de 12,34 promedio alto para esta universidad (el
ponderado no lo contabilizan , sino el acumulado). La década pasada
había sido demasiado exigente y sobre todo no había encontrado el
método adecuado de estudio, para ese entonces.
Desde enero de 1994 hasta junio de 1995 con mi amigo Roberto
dibujamos los planos de los rodetes Pelton de la Central Hidroeléctrica
Cañón del Pato. Éramos empleados de la Empresa Mantenimiento y
Servicios “Pacifico Sur S.A.” Entramos a la Central, era similar a un
edificio que utilizaba ascensor, todo construido dentro de un cerro,
posteriormente se privatizo.
Luego ingresé a trabajar a la AFP “Integra” que pertenecía al
Sistema Privado de Pensiones. El único cliente que se afilió conmigo fui
yo. Había trascendido la mala impresión de CLAE un banco informal
que había quebrado y estafado con centenas de millones de dólares a
sus ahorristas y casi nadie quería afiliarse por ese entonces. Me retiré
voluntariamente al mes de trabajar.
El 05 de enero de 1996, me case con mi segunda enamorada, mi
novia Anita, nos fuimos de luna de miel a Tacna, Arica, Moquegua y
Arequipa, fue un obsequio de mis padres Carlos y Betty.
De retorno, ingreso a trabajar a Filtros Purolator. Los tres
ingenieros que ingresamos juntos al equipo de ventas, al casi cumplir
un mes, se nos canceló el contrato, los tres ingenieros habíamos
firmado contrato por medio año, entonces entendí que los despidos
arbitrarios eran cosas que sucedían a cada momento.
Ingresé a trabajar a una empresa informal Textil; allí permanecí
aproximadamente medio año; me retire por el trato y la baja
remuneración.
En marzo de 1997, soy aceptado en dos Institutos Superiores
Tecnológicos, en San Juan de Miraflores y Chorrillos, escojo quedarme

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en el IESTP “Gilda Ballivián Rosado” de San Juan de Miraflores luego
de pasar una clase modelo. Me dieron 16 horas académicas y fui
designado como Jefe de Departamento de la Especialidad de Mecánica
Automotriz. Aquí conseguiría a mis mejores amigos de trabajo Johnny,
Alfredo, Severo, Benjamín, Pedrito, Ángel, María, Rosita, etc.
Desde entonces vengo trabajando en este Instituto Tecnológico y
algunas horitas en la USIL. Estamos en julio del 2013 a puertas de
cumplir 50 años y parece que he vivido solo un segundo. Se podrá
comprar muchas cosas menos el tiempo.
Desde estas líneas quiero dirigirme a la mentora de mi vida, a mi
señora madre, María Luz, quien falleció de cáncer el 21 de febrero del
2006. De niña estudió en el colegio de los Sagrados Corazones de
“Belén”, allí aprendió y nos inculco la unión familiar, el respeto por los
demás, el valor por el trabajo, tan es así que administró por décadas
una lavandería, amó y estuvo casado por más de cincuenta años con el
amor de su vida, mi padre Félix, y enrumbó a sus hijos y demás
descendientes por los valores espirituales: amar a Dios y a su prójimo y
ser fiel a su pareja. Madre quiero decirte que te extraño cada vez que
celebro la navidad, cada vez que reflexiono en semana santa y sobre
todo cuando celebrábamos tu cumpleaños todos reunidos y venidos
desde el último rincón del Perú. Gracias por haberme hecho pasar
muchos momentos inolvidables. Hasta siempre.
Atentamente.- Jim Palomares Anselmo.
(Extractos de mi libro “Por que estamos así, el poder abusivo”)