Análisis de la Realidad Nacional del Perú

1. UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO
(FACULTAD DE INGENIERIA AGRICOLA)
Análisis de la realidad nacional ///Campos Colunche J. Alexander 1
EL PERÚ EN SU HISTORIA
Linderos De Un Nuevo Desafío
(Efraín Trelles)
Uno los representantes más importantes de la historia del Perú, sin lugar a
dudas es, Jorge Basadre, quien a través de sus datos historiográficos nos da a conocer
de lo que fue el Perú republicano. Su tema principal fue el de promesa y posibilidad.
Esta aproximación de Basadre de ver al Perú como una promesa y posibilidad,
pero esta imagen setenta años atrás fue algo revisionista. Para los revisionistas de los
años setenta en adelante que solo buscan la historia económica, no hubo promesas, la
historia del Perú republicano debía verse como la historia de las ocasiones perdidas.
Para marcar conciencia, solo basto una frase del personaje de la obra de Mario
Vargas Llosa “Zavalita” se preguntaba en qué momento se jodió el Perú, la promesa y
el fracaso por décadas ha fluctuado en el pasado republicano del Perú.
1970 en el Perú y en pocos países se formularon el concepto de identidad. Decir
que ser peruano llego a ser algo complicado o de análisis. También se habla de la
altiplanicie andina, llamada también “superficie puna”, para Steinmann (1946) los
impulsos orogénicos más importantes que dieron el armazón definitivo de la cordillera
de los andes fueron:
1. El plegamiento “peruano”, en el cretáceo superior.
2. El plegamiento “incaico”, entre el terciario interior al terciario medio.
3. El plegamiento “quechuano”, en el terciario superior.
Pero Mégard (1979), en base al esquema de Steinmann, considera que las fases
orogénicas del terciario superior son tres:
“quechua 1”, “quechua 2”, “quechua 3”, afectando casi todo el territorio del Perú
central.
Un Pasado Mejor Iluminado
La bienvenida presencia del señor de Sipán, nos puso de cara a una de las
múltiples facetas que existió en el pasado del Perú, otro es también la llamada momia
Juanita “doncella de hielo” entregada al sacrificio por sus costumbres culturales y
religiosos es otra forma de ir cobrando rostro de peruanidad remota.
Los seres humanos hemos interrogado siempre a la historia con preguntas del
presente para entender la racionalidad prehispánica. La visión hacia el pasado glorioso
contrapuesta al presente de postergación no debe servir para alimentar fatalismos, sino
debe ser el sustento para reflexionar en torno a lo mucho que nuestros podrían
progresar si hubiera integración dinámica de los seres humanos entre sí y con el medio
ambiente que lo rodea. El pasado remoto es grandioso y espectacular, totalmente al
margen de los incas, aunque el pasado inca sigue siendo vital.

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Hemos avanzado mucho en el conocimiento de la especificidad preincaica, y, sin
embargo, sigue siendo cierto que el inca, que creo muy pocos de los elementos culturales
del antiguo Perú, si supo emplearlos a una escala inesperada y permitió el crecimiento
súbito y descomunal de lo que hoy recordamos como el Tahuantinsuyo.
El propio estado inca ha sido objeto de diversos estudios, alimentados por
ediciones más acabadas de las crónicas y por el ingreso productivo de otro tipo de
fuentes al taller del historiador, entre ellas las visitas coloniales tempranas.
En el fondo una aproximación al pasado remoto, trae consigo un mensaje de esperanza.
No solamente hablamos de mensajes de aliento relativos a la refinada organización
social de este Perú, remoto halamos también de aspectos tecnológicos vinculados a la
producción de bienes y su almacenamiento que, pueden ser adaptados a las condiciones
presentes porque no hemos perdido la memoria, seguimos siendo futuro. A la hora de
examinar la expansión del inca los recursos financieros necesarios para hacer posible
semejante expansión, se comprueba que el recurso más importante a su alcance era la
población. La riqueza del sigue siendo su gente, pues basta mirar a nuestro alrededor
para darnos cuenta de que no nos hemos muerto y si hemos sobrevivido es porque
todavía se puede reordenar nuestro país. Otro tema destacado son los depósitos del inca
con una capacidad para almacenar entre 14 000 y 23 000 metros cúbicos de productos
agrícolas es una posibilidad de poner a funcionar nuevamente en el presente, pero será
sensata solamente en un mundo donde sea posible producir amplios excedentes donde
se puedan almacenar.
El Contacto Compulsivo
La caída del Tahuantinsuyo y el establecimiento de la sociedad colonial, llamado
por igual “conquista” o “invasión”, representa la partida del nacimiento del Perú, tal
como lo conocemos.
La conquista fue un enfrentamiento de indios contra indios, esto deja de lado la
idea de que un grupo pequeño de valientes a caballo pudo con su sola presencia
paralizar a miles y miles de familias indígenas, ésta distorsión ofende a nuestros
antepasados. El colaboracionismo indígena resulta hoy un aspecto de aceptación
general y contribuye a poner las cosas en prespectiva.
La conquista no fue solamente una empresa bélica, sino más bien, fue ante todo
una empresa económica, esto permitió que la vida y empresas de españoles se llenaran
de riquezas alcanzando así ser grandes encomenderos, a pesar de esto por un lado se
encontraban los sectores indígenas minoritarios, que persistían en desconocer la
autoridad de los vencedores y por otro lado estaban los propios españoles disputándose
entre ellos las llamadas encomiendas y el abuso de la fuerza del trabajo indígena.
Si decimos que la riqueza del inca era la gente, queda claro que, acabada la
repartija del rescate y otros botines, en términos del poder, era el control de la gente y la
riqueza de su fuerza de trabajo.

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La encomienda paso por tres etapas importantes:
1. Contacto compulsivo (1533– 1548) es la etapa del todo vale, de la extorción
constante, se dieron los aspectos más negativos de la leyenda negra de la
conquista como las llamadas guerras civiles entre los Almagro y los Pizarro,
para controlar la fuerza del trabajo indígena.
2. Tasación tributaria (1550 -1570) en esta etapa se creó una tasa de tributos,
elaborada a iniciativa de Pedro de La Gasca.
3. A partir del 1570 con las reformas del virrey Toledo, quedaron firmemente
establecidas las bases del Perú colonial, estas se mantuvieron vigentes por más
de dos siglos.
La sociedad colonial fue una sociedad muy dinámica, de cambios dramáticos,
ascenso social y permanente apertura de nuevas fronteras, cargada con la creación de
nuevos circuitos comerciales, orientada a la producción de grandes cantidades de bienes
y mercancías que debían circular por los nuevos nervios de la administración colonial
del Perú.
La clave de un diseño
El diseño de sociedad que acunaron las formas toledanas asumía una concepción
dual de la sociedad. Por un lado, la “república de españoles”; por el otro, la “república
de indios”. Alcaldes para indios, alcaldes para españoles, corregidor de indios,
corregidor de españoles. Impuestos para españoles, impuestos para indios. La riqueza
de las indias eran los indios, el régimen de recaudación tributaria, monetizado por el
virrey Toledo, determino la naturaleza fiscal del estado colonial. La corona española
diseño políticas similares para México y Perú. La única diferencia radica en que cada
unidad domestica mexicana tributaria en promedio dos pesos, en el caso del Perú el
monto de la contribución solía colocarse en seis pesos y a veces más.
Pocos años después de las reformas toledanas, un nuevo virrey dispuso que las
utilidades de la comunidad no se depositara en las cajas de la comunidad como se hacía
antes, sino en las cajas reales, suerte del Banco de la nación.
Paso mucho tiempo hasta que en 1630, un funcionario se tomó la molestia de
calcular el monto que se debía a las comunidades por concepto de esa cuenta, para
sorpresa ascendía a más de un millón de pesos en efectivo.
También se puede expresar las riquezas de nuestras comunidades indígenas,
además encontramos evidencias de un Perú para engañar a otro Perú. Semejante grado
de desigualdad se dio en el “nudo colonial “, en síntesis, lo más importante consiste en
comprender que no es tan cierta esa idea de que una vez instalados los españoles se
inauguró un tiempo de oscuridad y miseria para nuestros ante pasados indígenas.
Es verdad que el contacto fue brutal y la población resulto diezmada; pero
empezó a recuperarse en el siglo XVII y en el siglo XVIII experimento un crecimiento.

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Pese a las atrocidades de la mita minera y de los corregidores; muchas familias
indígenas encontraron la manera de sobrevivir y aun de multiplicar sus recursos bajo el
nuevo orden colonial. Si decimos que el Perú esta jodido, eso no es cierto pues no
estamos históricamente condenados a ser pobres. Una vez más, en medio del aroma a
fracaso se levanta el probable aire de una promesa, pues de nosotros depende.
Emancipación y oportunidades
La sociedad colonial ella misma represento un reto para su época, con arreglo a
parámetros del siglo diecisiete, un ejemplo claro fue Potosí, quien estaba poblada con
cerca de 100 mil habitantes; y estaba entre las tres ciudades más pobladas del mundo de
esa época, por encima de Tokio y apenas dos mil por debajo de Londres, pese a que
Potosí no estaba ubicado en un lugar donde la tierra producía mayores productos de
pan para llevar.
La inmensa cantidad de alimentos, ropa y demás mercancías para toda esta
urbe, tuvo que ser cultivada o producida a muchos kilómetros de distancia, el reto de
esa misma producción y el desafío del transporte fue asumido de manera muy exitosa,
en la sociedad peruana colonial.
Pero de nuevo se vio la fuerza de trabajo concertada, aunque esta vez para el fin
de abastecer a una ciudad capaz de llevar adelante la explotación minera más
importante del mundo.
¿Cómo enfrentó la sociedad peruana la difícil coyuntura de la emancipación política de
América la tina? Mal. Las reformas borbónicas, tuvieron lugar a mediados del siglo
dieciocho, generando estrés en los mercados rurales del cusco y el alto Perú, donde el
régimen de reparto forzado de mercancías se vio ante la competencia de productos
vendidos de puertos atlánticos.
La rebelión de José Gabriel Condorcanqui, acaudalado comerciante, rompió su
amistad con el corregidor. Lideró una revuelta que pasó de una queja local, a un
reclamo fiscal y a un cuestionamiento de la supremacía española en el Perú. En el curso
de este tránsito, José Gabriel terminó convirtiéndose en el inca “Túpac Amaru II”, su
muerte, llena de prodigios y tormentos, marcó de manera decisiva la hora de la
peruanidad.
Al final uno se queda con la idea de que, en buena medida, la rebelión de Túpac
Amaru II también fue un enfrentamiento de indios contra indio. Es más si agrupamos en
un mapa a los rebeldes y a los leales, veremos que las fronteras entre uno y, reproducen
la vieja división de los cuatro suyos incaicos. Hoy en día resulta común ver a Túpac
Amaru como prócer de la independencia peruana. Es bueno tener presente que una cosa
es el conflicto de Tinta, entre el corregidor y el próspero comerciante José Gabriel, y
otra es la ola de rebeliones que sacudió la región andina.
Para finalizar diríamos que la sociedad colonial estaba acunada sobre la base de
un Perú urbano y criollo y de un Perú rural e indígena. Para Basadre consiste que

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Túpac Amaru solamente planteo la independencia de un Perú rural e indígena, y que
San Martin y Bolívar solamente formularon una independencia del Perú urbano y
criollo, las cuales eran gestas emancipadoras extranjeras.
Una integración pendiente
Esta integración tenía que sobrellevar la joven republica con una concesión
territorial tras otra y en alerta ante el indio rebelde. Se generó un grado de desconfianza
hacia el indígena que costaba su precio, porque mientras San Martin proclamaba la
independencia en Lima la sierra se declaraba leal al rey y enemiga de los patriotas.
Además la fractura entre la costa y la sierra se mantuvo mediante luchas de los
caudillos del siglo XIX, razón por la cual las oportunidades de integración de ambas
esferas del país quedaron de lado durante el siglo XIX. Un elemento ilustrativo de este
equilibrio se encuentra en la historia alusiva a la construcción de ferrocarriles.
Terminada la bonanza de la minería de plata y casi desaparecido el tributo
indígena, el ingreso central del Estado peruano se vio sólidamente solventado con los
ingresos provenientes de la exportación de guano. Guano por ferrocarriles; esta era la
fórmula para modernizar al país.
Si Castilla represento el primer intento de liderazgo solido; Pardo, la incursión
del civilismo en la política; Balta la bonanza sin par de las ventas del guano. Pero la
guerra con Chile volvió a desnudar volvió a desnudar nuestra endeble integración. Grau
y Bolognesi constituyen, precisamente, ejemplos extremos de heroicidad individual, algo
que solamente se vuelve necesario cuando la sociedad, civil y militar, coloca sus
miembros en condiciones de inferioridad y desprotección.
La reconstrucción nacional fue dura y su figura principal, el mariscal Cáceres
termino desgastándose en el gobierno. Como la guerra no hubiera terminado, la
oposición a Cáceres estaba liderada por Nicolás de Piérola, esta vez El y su ejército
marcharon hasta lima en la batalla conocida como la de cocharcas cobrando 600
muertos.
Al venir nuevo siglo se estableció lo que se ha llamado “LA REPUBLICA
ARISTOCLATICA”, bajo el imperio del segundo civilismo, se fueron alternando, por fin,
un gobierno elegido tras otro. Hasta que llego Leguía con su “patria nueva” y un intento
de modernizar el país.
Durante el siglo XX hubo dos grandes intentos por abreviar la brecha que separa
al Perú rural indígena del Perú urbano y criollo. El presidente Augusto B. Leguía quién
gobernó al país por once años y el general Juan Velasco Alvarado con el llamado
“modelo de la revolución peruana”. Lo que preocupa es comprobar que luego de Leguía
se vino el llamado “Año De La Barbarie”, con la matanza de apristas y militares y
después del gobierno militar de las fuerzas armadas apareció el senderismo.

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Queda claro que si miramos nuestra historia a luz de los siglos, podemos
comprobar la existencia de algo así como dos ríos profundos: el Perú rural e indígena
del Perú urbano y criollo el resultado ha sido la ola masiva de migraciones y la
aparición de ciudades descomunales como lima, Trujillo o Arequipa. Hoy mismo puede
decirse que la ciudad peruana donde viven más provincianos es Lima.
Para finalizar solamente quiero decirle que somos un país que de acuerdo a los
expertos internacionales podría haber desaparecido varias veces. Pero acá estamos
tratando de mantener en alto la promesa de un país de sangre integradas luchando por
ser un mejor país cada día.
CONCLUCIONES
1. A pesar que el Perú ha tenido un pasado muy cargado, lo más importante es que
destaca la gente peruana que da su fuerza de trabajo y elabora modelos
económicos muy exitosos.
2. El Perú ha pasado por granes dificultades desde la conquista española, pero a
pesar de ello ha logrado sobrevivir y gracias a aquellos hombres luchadores, que
a través de constantes luchas han logrado independizarnos.
3. El Perú no logra cambiar, crecer; porque la población no es unida, vivimos en
disconformidad entre hermanos y no es producto de este tiempo, sino que este
problema viene desde antes con las rivalidades que hay entre costeños y
serranos.
4. El Perú pasó por diferentes problemas sociales que nos sumergió en un caos
económico pero a pesar de eso no fue impedimento para luchar por un Perú
mejor.
5. Cada gobernante que asumía el poder imponía al pueblo sus propias ideologías,
permitiendo así de que el Perú fuese desnudado y vivir en condiciones de
inferioridad y desprotección.