El documento propone comercializar medicamentos genéricos intercambiables en América Latina, especialmente tratamientos de larga duración, creando una marca propia y alianzas con fabricantes. Se enfocaría en grandes cadenas comerciales, gobiernos, hospitales y clínicas en México, Chile y Brasil. Los precios serían un 20-40% menores que otros medicamentos, dependiendo del volumen y especialización.