La historia trata sobre Monserrat, una niña ciega en la Francia revolucionaria que tenía un gran amor por la música. Sus padres contratan a Ludwig van Beethoven como su profesor de piano. Al principio, Monserrat se siente frustrada por su ceguera y cree que nunca podrá aprender, pero Beethoven la alienta compartiendo su propia historia y enseñándole pacientemente. Con el tiempo, las habilidades musicales de Monserrat florecen y se convierte en una gran pianista, cumpliendo así su sueño.
1. Control Hechos
Música Francesa de fondo
Narrador 1 Hace mucho tiempo atrás, existió una hermosa
niña de largos cabellos negros, de piel blanca
como la nieve, cuerpecillo frágil y pequeño y de
bellos ojos aguarapados que reflejaban
inocencia.
Monserrat, así se llamaba aquella niña que
desde su llegada al mundo fue ciega. Ella vivió
en Francia, justo en la época de la revolución.
Creció rodeada de todos los conflictos sociales
y movimientos artísticos que surgieron en ese
momento los cuales la condujeron a descubrir
el mundo musical.
Música de piano de fondo
Narrador 2 Para Monserrat la música era vida y alegría,
cada vez que escuchaba una melodía en un
piano sus ojos se iluminaban de tal manera que
daban la impresión de tener más vida que
aquellos que sí podían ver.
Música de piano de fondo
Narrador 1 Tanta era la pasión de Monserrat que una
noche decidió solicitar a sus padres le
concedieran un deseo:
Monserrat: (emocionada) ¡Qué hermosa melodía!, padres, deseo
confesarles algo que me llena de mucha ilusión.
Padres: Claro que sí hija, nos encanta tu iniciativa;
buscaremos uno de los mejores profesores
para que sus conocimientos los hagas tuyos y
junto con tus sentimientos produzcas otras
bellas melodías.
Narrador 2 Al día siguiente, muy temprano llego un señor
muy elegante a casa de Monserrat,
Beethoven Buen día, ustedes deben ser los padres de
Monserrat. Yo me llamo Ludwing Beethoven y
vengo a enseñarle Monserrat el bello arte de la
música. Me emociona saber que compartimos
la misma pasión.
2. Padres: Si, somos sus padres. Para nosotros es un
placer recibirlo en nuestro hogar. Pasemos a
conversar, llamemos a Monserrat.
¡Monserraaaaat!
Monserrat: (dudosa) Si padres, aquí estoy. ¿Por qué me llaman con
tanta urgencia?
Padres: Acércate, queremos presentarte a alguien muy
especial.
Monserrat: (nerviosa) ¿De quién se trata?
Beethoven: (sonriendo) Soy Ludwing Beethoven, estoy encantado de
conocerte Monserrat; de ahora en adelante
seré tu profesor de piano, me contaron que
estás muy interesada por aprender.
Narrador 1 La felicidad invadía el cuerpo de Monserrat se
sentía muy dichosa de que sus padres
cumplieran su sueño.
Monserrat: (emocionada) Gracias por estar aquí y gracias padres por
cumplirme mi deseo. Estoy tan emocionada,
¡Por favor comencemos hoy mismo!
Beethoven: (Sonriendo) Claro Monserrat, comenzaremos cuando tú lo
desees. Podemos ir conociendo las notas
musicales, yo te guiaré y pronto las
reconocerás en las teclas del piano. Por tu
condición a veces te parecerá un poco más
difícil, pero el esfuerzo valdrá la pena, te lo
aseguro.
Narrador 2 Beethoven siempre muy paciente y
considerado con la criatura le explicaba
lentamente las notas musicales y como se
reflejaban en las teclas del piano.
Monserrat por su condición se esforzaba
fuertemente para adivinar el orden de las notas
y poder tocar la correcta según las peticiones
realizadas por su mentor, pero continuamente
fallaba. Al pasar un rato, ya la alegría de la niña
había sido desplazada por la tristeza y
frustración. Sentía que a pesar de tener un gran
maestro nunca sería capaz de aprender a tocar
el piano motivado a su
dificultad.
3. Monserrat: (triste, llorando) Sr. Beethoven, siento que lo hago mal por más
que me esfuerzo. Creo que nunca podré
aprender.
Padres: (angustiados) ¿Maestro, qué le ha pasado a Monserrat? La
vimos llorando desesperada.
Beethoven: (calmado) Considero que la niña se siente frustrada y es
de esperarse; aunque no va a ser fácil, ella
podrá a tocar el piano. Solo es cuestión de
práctica, paciencia y muchas ganas de
aprender.
Padres: (agradecidos) Gracias maestro, confiamos en usted.
Hablaremos con Monserrat para que siga en las
sesiones continuamente. Aquí para usted las
puertas estarán abiertas.
Narrador 1 Al día siguiente, luego de conversar con
Monserrat y convencerla de que asistiera a las
lecciones de piano; la niña se encuentra
nuevamente con su mentor
Padres: (alegres) Hola maestro, que bueno que regresó tan
pronto. Hemos conversado con nuestra hija y
está totalmente preparada para sus próximas
clases.
Beethoven: (sonriendo) Gracias por recibirme, me contenta que la
situación haya mejorado. Pero quisiera
conversar a solas con Monserrat.
Padres: Está bien maestro.
Beethoven: (sereno) Querida Monserrat, antes de comenzar la clase
debo contarte algo. Me recuerdas mucho a mí
cuando tenía tu edad. Mi padre supo desde un
principio de mi gran talento con la música y por
ello me introdujo en ese mundo, pero su
iniciativa siempre fue más explotarlo que
cultivarlo. En ese momento me sentí igual a ti.
Sentí que mi camino estaba oscuro y no tenía a
nadie quien me guiara pero luego apareció
Neefe mi mentor, quien aparte de observar mi
talento también observo mi espíritu y se
preocupó por él por ello antes de instruirme en
la música me cuidó y formó espiritualmente, él
de manera literal iluminó mi camino y gracias a
él aprendí a sentir la música y soy lo que soy
4. Monserrat: Gracias maestro, me convertí en una gran
pianista y al fin mi sueño se concretó. Día tras
día me instruiste musicalmente pero sobretodo
me formaste espiritualmente y me
demostraste que todo es posible.
actualmente.
Narrador 2 Luego de esas palabras, Monserrat se sintió
más aliviada y su esperanza y alegría de nuevo
la invadieron.
Monserrat: (aliviada- alegre) Maestro, aparte de haberme iluminado el
camino, me has hecho entender que tengo, al
igual que cualquier otra persona la oportunidad
de tocar el piano como los grandes, que mi
condición no es una limitante; pues los limites
reales son los del alma y mientras hay voluntad
hay oportunidad.
Música de piano de fondo
Narrador 1
Muy animada continuó su instrucción musical;
y tiempo después...
Beethoven: Monserrat, debo felicitarte tu talento se refleja
y poco a poco se ha perfeccionado, hoy en día
eres una de las mejores pianistas.