Las acciones formativas deben promover la aplicación del enfoque de género, fomentar la participación paritaria, atender los intereses estratégicos de género y promover el empoderamiento de las mujeres. Para incorporar la perspectiva de género se debe realizar una búsqueda de información y diagnóstico, diseñar el proyecto considerando objetivos, población, acciones y evaluación, y evaluar y reformular el proyecto analizando su relevancia, pertinencia y impacto de género.