La lucha de CTERA y los docentes argentinos a lo largo de décadas logró importantes victorias como la sanción de la Ley de Educación Nacional en 2006, el incremento de la inversión educativa al 6% del PBI, y la titularización de más de 100.000 docentes. Un hito clave fue la "Carpa de la Dignidad" entre 1997-1999, que a través de la resistencia pacífica logró fondos para educación. CTERA continúa luchando por mejoras salariales, condiciones laborales, y una educación públic
2. 1945-1955: los docentes se reconocían
dentro de las clases medias enfrentadas con
el gobierno de Perón. Las asociaciones
docentes con dirigentes socialistas, radicales
y comunistas fueron declaradas ilegales y
muchos de sus dirigentes fueron
cesanteados. Se crean a nivel nacional la
Agremiación del Docente Argentino (1950) y
la Unión de Docentes Argentinos (1953) de
orientación peronista.
3. 1956: se inician múltiples acciones de agitación
por la creación del “Estatuto Docente”. También
una lucha por el aumento de salarios frente a la
política de ajuste de “la Libertadora” (Plan
Prebisch).
1957: Paro de 37 días en Santa Fe.
1958: Paro en Buenos Aires, que dura casi un
mes. Sus reclamos fueron: sanción del estatuto
del docente y equiparación salarial entre
docentes provinciales y nacionales.
12/09/1958: se sanciona el Estatuto del Docente
(Ley 14.473), durante el gobierno de Arturo
Frondizi.
4. Durante el gobierno de Frondizi el debate se
sintetizó en las movilizaciones por la “laica” o la
“libre”. Los agrupamientos sindicales se vieron
obligados a discutir y asumir públicamente
posiciones político-pedagógicas. La Federación
de Asociaciones Gremiales de Educadores (FAGE),
aglutinaba docentes de orientación católica y se
pronuncia en apoyo de la Educación Libre. La
CAMYP – Confederación Argentina de Maestros y
Profesores, asociación a la que pertenecía Alfredo
Bravo y mayoritaria – se movilizó a favor de la
laica.
5. 1960: Se intentó aglutinar nacionalmente por
primera vez entidades docentes –
FAGE, CAMYP, CCID y UNE – en lo que fue el
Comité Unificador Docente de Acción Gremial
(CUDAG).
Sus objetivos fueron: el aumento salarial de
acuerdo con el índice del costo de vida y las
jubilaciones.
La CCID era la Coordinadora Inter-sindical
Docente, cuyos sindicatos más conocidos eran la
UMP y AMSAD de Capital.
La UNE era la Unión Nacional de
Educadores, cuya principal organización era la
UEPC de Córdoba.
6. 1970: Se realiza en Tucumán el Congreso
Educativo. Encuentro que sirvió de “pantalla”
para juntar las agrupaciones sindicales
docentes en una época donde los sindicatos
estaban proscriptos. Esta actividad fue
motorizada por organizaciones docentes de
perfil marcadamente sindical como ATEP –
Tucumán –, UEPC – Córdoba – y SUTE –
Mendoza –.
7. Para algunos fue un momento donde la
convocatoria pedagógica estaba en función
del objetivo sindical: el proceso de
unificación que termina con la creación de
CTERA.
Para otros fue un encuentro donde pudieron
expresarse acuerdos en defensa de la
educación pública entre organizaciones
sindicales, asociaciones profesionales y hasta
algunas agrupaciones estudiantiles y del
movimiento de cooperadoras de padres.
8. El encuentro de Huerta Grande – Córdoba –
, entre los días 30 de julio y 4 de agosto de
1973 fue el ámbito de definición política del
proceso de unidad gremial.
Allí se sentaron las bases del Estatuto que
habría de regir la vida de la nueva Federación
y la Declaración de Principios sobre la cual se
sellaba la unidad de los trabajadores de la
educación en lo que luego sería CTERA.
9. En Huerta Grande converge el AND – Acuerdo
de Nucleamientos Docentes – con un
posicionamiento más aséptico y la CUTE –
Central Unificadora de Trabajadores de la
Educación –, agrupamiento en el que se
referenciaban organizaciones docentes
vinculadas al sindicalismo combativo de los
setenta.
10. El 11 de Septiembre de 1973 se realiza el
Congreso Unificador que da como nacimiento
a CTERA.
Su primer comunicado de prensa es el
repudio al golpe de estado
chileno, solidarizándose con el pueblo
hermano y reivindicando al Presidente
Salvador Allende.
11. “La Declaración de Principios allí aprobada
demostró que el docente comprende que sus
reivindicaciones trasciende a lo
específicamente profesional al tener una
responsabilidad esencial en la aplicación de
la política educativa. Pero tal responsabilidad
no puede reducirse a aplicar una política
determinada, sino que debe ser factor
fundamental en la propia elaboración del
proyecto educativo nacional...”
12. Recuperada la democracia, CTERA se
posiciona frente al gobierno de Raúl Alfonsín
más desde una lógica política y sindical que
desde la discusión educativa.
1986: CTERA convoca al seminario “Propuesta
de la docencia organizada para el Congreso
Pedagógico Nacional”. Se definen tres líneas
básicas:
La democratización de la escuela.
La construcción social del curriculum.
El docente como trabajador intelectual.
13. El 14/03/1988 comenzaba el paro por
tiempo indeterminado que fue impulsado por
CTERA y concitó la adhesión masiva de
docentes sindicalizados y no sindicalizados.
Es un hito en la historia de las luchas
contemporáneas de los/as argentinos/as.
Fue el corolario de una huelga de 42 días
por: “una paritaria docente”, “salario
unificado nacional” y “una nueva Ley de
Educación”.
14. En 1989 comienza la aplicación de políticas
neoliberales en educación, poniendo en riesgo a
la sociedad, al sistema de educación pública y a
los/as maestros/as argentinos/as.
Entre 1991 y 1992 se libra la batalla en torno a
la discusión de la Ley Federal de Educación.
Docentes, padres y alumnos de los centros de
estudiantes ocuparon masivamente las calles en
distintas ciudades del país. Nos oponíamos a una
ley claramente privatista en tanto otorgaba
explícitamente un rol subsidiario al Estado en el
financiamiento.
15. Va creciendo en los sindicatos docentes la
convicción respecto de la necesidad de
articular la acción gremial y la político-
educativa, estrategia que requiere de ámbitos
de producción de conocimientos específicos.
Así se aprueba en el Congreso Ordinario de
1993 la creación de la Escuela de Formación
Política, Sindical y Pedagógica y unos años
más tarde el Instituto de Investigaciones.
16. Entre 1993 y 1996 los conflictos gremiales se
multiplicaron y diversificaron.
Se avanzó en las reducciones y ajustes
presupuestarios, las rebajas salariales, la
precarización de los puestos de trabajo y un
proceso improvisado de reconversión laboral
librada al mercado.
En abril de 1997 se logró la nacionalización del
conflicto educativo a partir de la instalación de
una carpa, con maestros que ayunaban frente al
Congreso Nacional para reclamar una ley de
financiamiento educativo: la “Carpa Blanca”.
17. Tras 1003 días de ayuno y con la solidaridad
de la comunidad en su conjunto, el
30/11/1999 se aprueba dentro del
Presupuesto Nacional 600 millones
destinados al Fondo de Incentivo Docente.
El Congreso Extraordinario de CTERA del 27
de diciembre de 1999 decide levantar la
Carpa Blanca.
18. La Carpa fue caja de resonancia y contención
de las luchas cotidianas de los trabajadores:
desde el drama personal de un compañero
hasta los que se expresan a través de los
conflictos sindicales. Y es a través de estos
gestos que la Carpa Blanca se transforma en
Carpa de la Dignidad.
19. Dentro de “la Carpa” se concentraron todas las
luchas de resistencia contra las políticas
neoliberales y allí se construyeron las bases
para la futura Ley de Financiamiento y la
nueva ley de Educación Nacional.
21. Ley de Financiamiento Educativo. Incremento de la
inversión hasta llegar al 6% del PBI. Creación del Fondo
Compensador de Desigualdades Salariales.
Derogación de la Ley Federal de Educación. Sanción de la
Ley Nº 26.206 – Ley de Educación Nacional: “La educación
es un derecho social y el Estado su garante”.
Paritaria Nacional Docente. Recomposición y blanqueo
salarial.
Actualización y movilidad salarial de los/as jubilados/as
docentes nacionales.
Titularización de más de 100.000 compañeros/as en todo
el país.
Acuerdo Marco sobre condiciones de seguridad e higiene
en las escuelas.
22. Hacia una Nueva Ley de Financiamiento
Educativo que garantice el cumplimiento de la
Ley de Educación.
Por una nueva Ley de Educación Superior que
derogue la ley del menemismo.
Por un salario docente que permita vivir con un
solo cargo.
Por un puesto de trabajo que contemple las
horas de clase y las horas para el resto de tareas
pedagógicas.
Por la formación permanente, universal y
gratuita garantizada por el Estado.
23. Por un movimiento
pedagógico
latinoamericano que
acompañe los procesos
emancipatorios de
nuestros pueblos