El documento describe cómo muchos residentes de Ribadesella emigraron a América entre mediados del siglo XIX y los años 1950 en busca de oportunidades, y cómo los que regresaron ricos invirtieron su dinero en construir grandes casas y negocios entre finales del siglo XIX y los años 1930. Actualmente, las palmeras en los jardines de esas casas son un homenaje permanente a los emigrantes que cruzaron el océano.