La peste porcina clásica está causada por un pestivirus relacionado con la diarrea vírica bovina y enfermedad de la frontera. Hay varias cepas con distintas virulencias. Su presentación clínica es muy similar a la peste porcina africana y a muchas enfermedades comunes, como la salmonelosis, por lo cual se requiere un diagnóstico por laboratorio. Su control consiste en el sacrificio de animales o, como último recurso, la vacunación. Al igual que la peste porcina africana, estos virus sobreviven mucho tiempo en canales congeladas.