Este documento proporciona recomendaciones sobre la lectura en voz alta en el aula. Explica que la lectura en voz alta debe ser significativa y no mecánica, e involucrar textos interesantes para los estudiantes. También destaca la importancia de preparar la lectura, interactuar con los estudiantes y leer con variedad de géneros para fomentar el hábito lector.
3. El comportamiento lector se describe
en términos de…
• Interacción del sujeto texto, con una intención
: informarse, entender, divertirse, integrarse
socialmente, aprender, memorizar, etc.
• Frecuencia y regularidad de los actos lectores
• Cantidad y complejidad de los materiales
abordados
• Conciencia de los propósitos del sujeto al leer
• Instanciaciones (o actos específicos) reales de
lectura, con propósitos individual o socialmente
relevantes 3
4. ¿Qué NO es el comportamiento lector?
• Portarse bien mientras la maestra lee.
• Leer libros por obligación y llenar guías de lectura.
• Leer en coro con sonsonete un texto de estudio.
• Hacer desfiles, bailes, concursos, obras de teatro y cosas
(aunque sean a favor de la lectura) que NO son leer, o
que no necesitan de libros para hacerse
• Hacer concursos de lectura.
• Toda actividad de lectura que NO es significativa, sino
mecánica.
• Leer sin entender
• Leer por obligación desde el Preescolar hasta grado 11° y
luego de salir de la escuela no volver a leer nunca más
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5. ¿Por qué se incluye la Herramienta
de leer en voz alta en el PLAN?
• Porque introduce el contacto con el lenguaje en todas sus funciones, a través
de la diversidad de textos.
• Porque sirve de modelo para mostrar lo que hace un lector cuando piensa
frente a un texto, y cómo realiza muchas operaciones mentales para
entenderlo y disfrutarlo.
• Porque regulariza rutinas de lectura que afianzan cantidad y frecuencia de
lectura.
• Leer en voz alta fortalece las competencias comunicativas (el vocabulario, la
comprensión, la metacognición frente al texto, y la producción de escritos).
• Está asociada a mejores rendimientos académicos (los niños a los que se les
lee, también leen más y escriben mejor.).
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6. ¿Cómo involucramos la LVA en nuestra aula?
• Con rutinas agradables de lectura, porque sí,
con propósitos estéticos y lúdicos (sin
exámenes ni calificaciones)
• Con juegos y actividades que muestren cómo
se extienden y conectan las comprensiones
de cada quien
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7. La lectura en voz alta es un arte que tiene ciencia
• Hay que hacer cosas antes de leer, para no improvisar y
quedar mal
• Hay que hacer algunas cosas durante la lectura, para
sacarle el jugo al libro, y que no se agote
inmediatamente, solo porque ya lo terminó de leer
• Hay que saber qué se hace después de leer, para que
esto se convierta en un juego de “conversar” con el libro
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8. Sus escuchas deben estar:
• Cómodos (que no se tengan que torcer para verlo a
usted)
• Sentados en semi-círculo frente a Ud., ojalá en un
ángulo de 90º
• Viendo las imágenes del libro, y también viéndola/o a
usted (sostenga el libro debajo de la barbilla)
• En condiciones de ver bien las imágenes, cuando Ud.
gire el libro, lentamente, frente a ellos
• Sostenga el libro inclinado hacia ellos (hacia abajo), no
hacia usted
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9. Para preparar su lectura
• Lea de antemano el libro, para conocerlo
• Practique la lectura en voz alta:
entonación, pausas, cambios de voz, sin
cambios de voz artificiales
• Prepare mentalmente las preguntas, las
pausas, los comentarios y los chistes
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10. Los buenos momentos para leerles
• Mejor hacer la lectura con los escuchas sentados o con
relativa quietud; el tiempo de lectura en voz alta no
tiene por qué volverse un relajo
• Es rico leer en voz alta para dar la bienvenida a una
actividad, para presentar un tema; combine la lectura
de su libro con una canción, o la adivinanza del día, el
poema de la ocasión. Varíe su repertorio
• Si no se siente cómodo leyendo en voz alta, grábese y
obsérvese: verá todo lo que hay que corregir
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11. Lo que NO debe hacer
• Obligar a los estudiantes a escuchar textos solemnes,
románticos y complicados que no les gustan ni interesan a
los estudiantes
• Leerles de castigo mientras están al rayo del sol, con
sonsonete y sin interés
• Poner a los estudiantes a leer por turnos en voz alta. El que
tiene que leer en voz alta es el adulto
• Quitarles la lectura en voz alta o el momento del cuento
leído como un castigo. El acceso a la palabra, la cultura y el
arte es un derecho, igual que la salud. Uno no deja de llevar
a los hijos al médico porque se portan mal
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12. Lo esencial
• CENTRARSE en el libro, el texto, el lenguaje, el acto
de leer lo más natural posible
• CONFIAR en el poder seductor del texto y las
capacidades de comprensión de los niños
• PERMITIR que la magia del texto y la ilustración
obren en el lector
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13. ¿Cómo se elige un texto para leer en voz
alta?
• Debe ser un texto sencillo de comprender, fácil de
leer, y que corresponda a los temas y nivel de
comprensión de los estudiantes
• No insista en leer clásicos para adultos largos; elija
algo que se pueda leer en 20 minutos o menos
• Debe ser interesante a los estudiantes: gracioso,
asombroso, miedoso, disparatado...
• Las imágenes deben ser llamativas, grandes, bien
logradas, estéticamente
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14. Otras recomendaciones para la LVA:
• Si el texto es muy largo, se debe cortar la lectura, y hacerla
por entregas, como si fuera una serie
• Si hay varias entregas, debe hacerse el corte en un sitio
muy interesante de la narración, para que el argumento
quede en punta
• Cuando se reanuda la lectura el docente recapitula y hace
preguntas de predicción a los estudiantes sobre la sesión
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15. Y lo último, pero importantísimo
Lea en voz alta muchas formas de ficción, no solo
cuentos (use poemas, mitos, leyendas, canciones,
libros de imágenes, teatro, tira cómica, etc.)
Lea en voz alta textos informativos por montones,
de muy distintos temas (noticias, descripciones de
animales y lugares, crónicas de viajes, biografías de
gente interesante, historia, etc.)
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16. Leer en voz alta
Nadie nace aprendido
GRACIAS
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Notas del editor
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El tema del acompañamiento 2 es presentar el concepto del Comportamiento lector, para corregir el error muy común de referirse al mismo como «hábito lector». Usar ese término no es correcto, porque se sugiere la idea de que lo que hace el sujeto es producto de la rutina repetida, sin intervención de la voluntad y resultado de una pulsión irracional. Seguramente muchos de nuestros actos lectores sí responden a conductas irracionales, pero esta connotación negativa NO explica todos los motivos para leer del ser humano. El término «comportamiento lector» es más amplio que la acepción restringida del «hábito» y permite describir de manera más precisa la conducta de los lectores, usando distintas variables que representan habilidades discretas. Así como un nutricionista no se referiría a la talla y peso de sus pacientes como el grado de gordura, o la flacura que tienen, porque el término tiene connotaciones negativas, tampoco debe usarse el término «hábito» lector.
La presente diapositiva menciona algunos de los elementos que se usan para describir el comportamiento lector. Tener estas competencias discretas permite entender mejor qué hace un determinado individuo y medir algunas de sus actividades lectoras: tipificar los propósitos de lectura, establecer formas de determinar si se usan estrategias de tipo metacognitivo * para entender mejor o para abordar el texto de forma más eficiente. Permite, además saber si el lector usa sus competencias «de verdad» o si solamente está cumpliendo con ejercicios académicos impuestos por otros.
*Metacognición es el conjunto de operaciones mentales que realiza un ser humano para pensar acerca de la herramienta comunicativa que usa (el habla, el texto, la imagen, el gesto, etc.) y del vehículo que la lleva y la forma como la soporta: el sonido, el tono, la forma de entregar el mensaje, etc. Cuando un sujeto piensa acerca de lo que va a decir (y callar), la forma como recibió un mensaje, el efecto que produjo un chiste (y porqué provoca risa), está realizando operaciones meta-cognitivas. La metacognición es pensar sobre el pensamiento que subyace a un acto. Permite revisar, reordenar datos, reconfigurar secuencias, elaborar algoritmos de operación, etc.
Esta diapositiva intenta hacer comprender a los docentes que tradicionalmente se ha entendido la lectura en la escuela como una serie de manifestaciones externas y ajenas al acto lector auténtico y totalmente desligadas de la lectura. Los slogans que invitan a leer, por ejemplo, son totalmente ineficaces para lograr captar lectores. Los desfiles y marchas del libro, o los concursos, pueden hacerse sin haber tocado jamás un libro.
El listado recoge las prácticas más usuales de la escuela en torno a la lectura, que son las que, lejos de formar lectores, vacunan contra la lectura.
Mejorar el comportamiento lector es la primera de las metas del Plan. La estrategia más eficaz para lograrlo, de acuerdo con las investigaciones de muchos países, es tener un adulto cercano que lea en voz alta a los potenciales lectores, particularmente en la primera infancia e infancia. Tener cerca un adulto singificativo, que lee en voz alta con regularidad es lo más eficaz para conseguir despertar el interés por los libros y la lectura. Esta es una función de los adultos, o de lectores más experimentados. Lo exitoso NO es obligar a los niños a leer por turnos y así evaluar la corrección de su decodificación. Por el contrario, hacer tal cosa es altamente contraproducente.
La condición que hace que estos lectores en voz alta, que sirven de modelo lector lleguen de forma más eficaz a los futuros lectores es que las instanciaciones de lectura se produzcan en un ambiente de afecto, diversión, confianza, intimidad y distensión.
Resulta increíble, pero la mayoría de los estudios acerca de lo que se hace en las aulas con los materiales impresos demuestra que en las aulas se enseña a leer pero no se lee. Que los textos se repiten, copian, memorizan, locutan, resumen, comentan y analizan, pero no se leen «de verdad», es decir de manera parecida a como se lee en la vida real. Sin exámenes, sin presiones, sin notas. La sugerencia que se desprende de esto es que hay que leer a los estudiantes mucho, frecuentemente, y de manera gratuita, es decir, sin que haya de por medio exámenes, tareas o calificaciones.
Es usual encontrar que hay muchos maestros que no saben leer en voz alta de manera interesante, sin valerse de estridencias ni recurrir a sonsonetes. Y que no se sienten seguros al leer en voz alta a otros.
Tampoco suele ser evidente para el maestro que hay que haber leído el texto ANTES de compartirlo con los estudiantes, para prepararse frente a lo que se hará y dirá. No conocer el texto de antemano provoca improvisaciones y no se le saca al texto todo el potencial que puede llegar a tener.
Generalmente en las sesiones de lectura en voz alta se propone que haya un antes, un durante y un después. Cada momento tiene sus propósito, para dar un sentido más completo a la lectura:
Antes de leer se hace algo que prepara al escucha para recordar lo que ya sabe o conoce del tema, sus experiencias anteriores, sus interrogantes o vacíos.
Durante la lectura el texto y el tema se ofrecen al lector; se sugiere que el comentario y la puesta en evidencia del papel del lector en voz alta como una especie de intérprete que dialoga con el texto y la probable intención del autor hacen ver a quien escucha que el texto no es definitivo, que no hay una sola forma de entenderlo y que el lector es un agente activo de la comprensión.
Después de leer hay cosas que se pueden hacer para extender, ampliar, extrapolar o aplicar las comprensiones y reverberaciones del texto en cada quien. A veces es suficiente con conversar y opinar. A veces es posible hacer otras muchas cosas. Que no sean resúmenes, interrogatorios, cuestionarios o fichas.
La presente diapositiva contempla la disposición del espacio y la ubicación del lector en voz alta y de los oyentes. Cosas tan obvias como que el lector debe estar de pie, o por lo menos más alto que su estudiantes, no siempre se tienen en cuenta.
Otra condición indispensable es que los escuchas puedan VER el libro que usted lee, sus láminas y disposición de texto. Los lectores en voz alta olvidan con frecuencia que no leen para sí mismos sino para otros, y que constantemente deben estar mostrando el libro.
La comodidad de los escuchas, la claridad de la dicción del lector, la forma como proyecta su voz al leer son todos truquitos que se van mejorando con la práctica.
Recuerde que la lectura en voz alta es una estrategia pedagógica: debe, por lo tanto prepararse y saberse de antemano qué se propone con ella y de qué forma la articulará con los temas del aula que les interesan a los niños. Si la LVA es una rutina regular (por ejemplo de comienzo de día, de comienzo de lección, o una actividad para tranquilizar a los estudiantes después del recreo, planee cómo va a hacerla. No improvise. No lea algo que no les guste a los niños, aunque a usted le fascine. Por ejemplo, a unos niños de primaria cansados, nerviosos o acalorados es una mala idea leerles El viejo y el mar, a menos que se trate de estudiantes cuyas familias son pescadores, viven cerca a la playa y han conocido casos de ataques de tiburones.