Este documento presenta la reflexión final de una estudiante sobre su aprendizaje en un curso de evaluación para el aprendizaje. La estudiante discute cómo el curso le permitió obtener herramientas para analizar pruebas estandarizadas y diseñar evaluaciones auténticas. También describe cómo el curso amplió su comprensión de la evaluación formativa y los modelos que reconocen mejor el desarrollo de competencias en los estudiantes.
1. Lorenia Gpe. Ruiz Vásquez 4”A” Lic. en Educación Primaria
REFLEXIÓN FINAL:
Autoevaluación sobre mi aprendizaje desarrollado en el curso
Al finalizar una etapa de nuestras vidas, siempre nos topamos con reflexiones que nos
permiten analizar lo que hemos hecho bien o lo mucho que nos falta mejorar en un aspecto,
ya que todo el tiempo existen nuevas cosas por aprender y nuevos retos que emprender y
sobrellevar.
Sin duda, durante el análisis realizado al término de cada periodo, empezamos por
desarrollar un recuento desde el principio.
En este caso, esos pensamientos hacen que me encamine al inicio de este semestre. En uno
de esos días en los que desperté pensando en encontrar algo nuevo, me topé con el curso de
evaluación para el aprendizaje en nuestra malla curricular, así que con el fin de reconocer
mis saberes previos respecto al tema, recordé que en el pasado curso de adecuación
curricular se nos recalcaba que no era posible evaluar a todos los alumnos de la misma
forma, debido a que cada uno tiene sus particularides y por la misma razón merecen que
haya diferencias en ciertos aspectos de la educación, que si bien no deben ser notables ante
los demás, siempre deben estar presentes.
Al iniciar el curso, era preciso que inspeccionáramos, a partir de nuestra propia experiencia,
la manera en que la evaluación ha sido parte de nuestra vida escolar. En este sentido,
primeramente analizamos el impacto que la palabra examen ha tenido en cada circunstancia
de nuestra vida, a través de una reflexión y discusión del origen y sentido de la evaluación
2. educativa en la escuela moderna; debido a que comúnmente, el examen era la única forma
en que se nos evaluaba, y por lo menos, en lo particular, dejó una huella en mis
percepciones respecto a la evaluación y las finalidades de la misma.
Asimismo, nos dimos a la tarea de efectuar un debate sobre los alcances y limitaciones de
la evaluación del aprendizaje en el quehacer de los docentes en educación básica, a fin de
conocer la manera en que la perciben, debido a que las concepciones se tornan muy
distintas de acuerdo a la “posición” en la que nos encontramos, o más bien, el ángulo desde
donde visualizamos los sucesos, ya que como parte de los actores de la educación,
constantemente expresamos nuestro punto de vista respecto al tema, sin embargo, lo
hacemos solamente desde nuestra propia perspectiva, sin situarnos en “los zapatos” de los
demás, a fin de trabajar colaborativamente en pro de la educación, además de argumentar y
proponer, no solo criticar, porque es conveniente recalcar que es un asunto que nos
incumbe y afecta a todos.
Respecto a las competencias del curso, considero que me permitió obtener herramientas
para argumentar logros y limitaciones sobre el empleo de pruebas estandarizadas de gran
alcance valorando la manera en que contribuyen al aprendizaje de los estudiantes, ya que,
de esa misma forma, realizamos un análisis sobre los exámenes a gran escala realizados en
el país y en América Latina, lo cual dio cabida a que obtuviéramos un mayor panorama con
el fin de reconocer nuestras debilidades y áreas de oportunidad para buscar estrategias que
las contrarresten, o en su caso, las fortalezas que presentan los alumnos de nuestro país, con
el fin de utilizar esas propias estrategias, o bien mejorarlas para mantenernos o elevar
nuestros propios niveles.
3. De igual forma, tuvimos la satisfacción de llevar a buen término nuestro conocimiento
teórico a través de la puesta en práctica mediante el diseño de situaciones didácticas que
coadyuven al aprendizaje escolar a partir del análisis de los diversos tipos de reactivos y
resultados de las pruebas de gran alcance.
Asimismo, fue posible desarrollar la identificación de las principales preconcepciones y
prácticas subyacentes a la cultura de la evaluación del aprendizaje escolar imperante en las
escuelas, tanto las propias como las de otros docentes con el objetivo final de encaminar
cauces de acción tendientes a su transformación y dado el caso, a prevenir su reproducción
en el aula.
Por último, pero no por ello menos importante, culminamos nuestras acciones en la
valoración de los aportes de la corriente de evaluación auténtica para el quehacer del
docente de educación básica y la elaboración de propuestas de situaciones didácticas donde
incorporamos la evaluación de competencias identificando niveles de desempeño e
instrumentos de evaluación congruentes, con el fin de comenzar a implementar la
evaluación auténtica que tuvo tanto auge durante este trayecto formativo.
Haciendo mención de la evaluación formativa, considero que ampliamos nuestro panorama
respecto a las herramientas que existen y los objetivos que sostienen, de tal forma que nos
acerquemos a un modelo de evaluación en donde realmente se reconozca el nivel de
competencia que los alumnos desarrollan durante la educación básica, además en el que se
pueda desarrollar el desarrollo integral de cada alumno.
Si bien, estoy de acuerdo en que la educación ha sufrido muchos cambios hasta el
momento, al igual que la evaluación que ha estado en constantes reformas, no obstante,
4. tengo la certeza de que existen modelos de evaluación que nos permite obtener mayores
pruebas para argumentar lo que creemos es la mejor opción para mantener una mejor
ejecución en beneficio de la educación, debido a que “enseñar no debe parecerse a llenar
una botella con agua, sino más bien a ayudar a crecer una flor a su manera”. (Noam
Chomsky)